NovelToon NovelToon
Bajo El Mismo Veredicto

Bajo El Mismo Veredicto

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Arrogante / Ligador / Completas
Popularitas:7.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Deiver Gutierrez

Aurora West ha dedicado su vida a construir un futuro brillante en el mundo del derecho. Cuando consigue una codiciada oportunidad de prácticas en el bufete más prestigioso de la ciudad, cree que está un paso más cerca de alcanzar sus sueños. Sin embargo, lo que no esperaba era que su jefe, Rafael Novoa, fuera un hombre tan implacable como fascinante.

Frío, reservado y con una reputación impecable, Novoa es un abogado brillante, pero detrás de su carácter severo esconde un conflicto interno que no está dispuesto a admitir: una atracción innegable hacia Aurora. Aunque intenta resistirse, su presencia desafía cada una de sus reglas, cada uno de sus principios.

Entre juicios, miradas furtivas y una tensión imposible de ignorar, Aurora deberá descubrir si es capaz de derribar las barreras de Rafael y demostrarle que algunas batallas no se ganan con argumentos, sino con el corazón.

¿Podrá él aceptar lo que siente o dictará su propio veredicto antes de permitirse amar?

NovelToon tiene autorización de Deiver Gutierrez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 16

POV Rafael

Desperté temprano en la mañana, al principio me asusté al no ver mi habitación, pero al instante recordé que estaba en la casa de los padres de Aurora, sonreí como idiota al instante que la recordé, ella me tiene tan jodidamente mal. Me hubiese encantado poder despertar con ella entre mis brazos, pero sabía que sería tentar mucho a mi autocontrol el dormir con ella.

No quería presionarla a hacer algo que ella no quisiera, podría ser un cliché estúpido, pero deseaba que su primera vez fuera especial y no solo un momento de pasión, además, por nada del mundo quisiera que Aurora pensara que estaba con ella solo por eso, sería lo último que yo pudiera pensar.

Lo que sucedía es que, aparte de que estoy jodidamente enamorado de su perfecta personalidad, también resulta ser que es la mujer más deliciosamente hermosa y sexy que he conocido jamás en la vida y me pone duro solo con verla, así que, era demasiado para mí el besarla e imaginar estar en una cama con ella sabiendo lo mucho que la deseaba, es por eso que me detenía tanto con ella, no quería asustarla con mi intensidad y con todo lo que anhelaba que hiciéramos.

Pero en fin... Después de tomar un par de minutos para desperezarme, le mandé un mensaje de buenos días a mi linda chica preguntando si ya había despertado, recibí respuesta de su parte un par de minutos después informándome que efectivamente estaba despierta y que me esperaba para desayunar.

Tomé una rápida ducha en el baño privado de la habitación, al salir me vestí lo más rápido que pude y salí de la habitación en silencio. Caminé por un pasillo hasta llegar a la cocina donde se encontraba mi Aurora de espaldas a mí cocinando algo, sonreí al instante en que la vi, me acerqué sin hacer ruido hasta estar detrás de ella, la abracé por la espalda y enterré mi cara en su cuello dejando cortos besos en él.

-¡Rafael! Me asustaste- Dijo ella dando un pequeño salto, yo solo reí.

-Soy yo cariño, no te preocupes- Respondí aun abrazándola, se volteó para verme de frente.

-¿Cómo dormiste?- Me preguntó con una linda sonrisa.

-Hubiera dormido mejor contigo en mis brazos pero no me quejo...- Admití sincero, sonrió de una forma coqueta y acercó su rostro al mío.

-Bueno, podríamos cambiar eso esta noche- Susurró sobre mis labios dejándome helado... Amor, es muy temprano para que provoques esto en mi cuerpo... nada me daría más pena que entraran sus padres a la cocina y me vieran con una jodida erección.

Pero su oferta era muy, MUY tentadora...

-¿Lo dices enserio?- Pregunté de la misma forma sosteniendo fuertemente su cintura.

-¿Tú que crees?- Preguntó juguetona dejando un beso suave en mis labios, yo lo correspondí gustoso.

Nos besamos un par de segundos más hasta que escuché ruidos en el pasillo, nos separamos al instante y ella volvió a hacer lo que hacía antes de que yo llegara. Sus padres entraron a la cocina con una cálida sonrisa, nos saludaron a ambos y comenzamos con una agradable charla.

POV Aurora

Despertar y saber que Rafael estaba en mi casa me hacía sentir de una forma tan extrañamente agradable, al igual que cuando tuvimos el viaje a Nueva York, deseaba dormir a su lado, aunque fuese de una forma tan inocente como lo era dormir, ansiaba poder sentir el calor de su cuerpo junto al mío, solo sentirlo cerca de mí.

Durante el desayuno acompañado de mis padres, invitamos a Rafael a que nos acompañase al trabajo de papá a que conociera la pista de carreras, era un lugar impresionante y sabía que le gustaría estar ahí.

-Entonces, ¿Qué dices Rafael? ¿Nos acompañas?- Terminó por preguntarle mi padre amablemente.

-Por supuesto señor, será un placer- Respondió él sonriente.

Posterior a nuestra conversación fui a vestirme rápidamente por algo más apropiado, me vestí de forma casual y cómoda, las pistas de carrera no era un lugar donde fuese muy recomendado ir muy glamurosa y en tacones, así que entre más cómoda, mucho mejor...

-Estoy lista- Dije saliendo a la sala donde ya me esperaban, vi a Rafael sonreír y ponerse de pie para poder acercarse a mí.

-Te ves muy bonita...- Susurró estando a mi lado, yo sonreí y besé su mejilla cortamente.

-Bien mis niños, es hora de irnos, andando- Añadió mi madre caminando a la puerta de salida.

Rafael tomó mi mano y caminamos al auto de mis padres, decidimos que sería más sencillo irnos los cuatro juntos, así que subimos en la parte trasera del auto y nos dirigimos directamente al Portland International Raceway, el lugar donde trabaja mi padre desde que tengo uso de razón, básicamente crecí en ese lugar, amaba poder estar de vuelta allí.

Conversamos de cosas triviales durante todo el camino, me estaba encantando el hecho de que Rafael se sintiera tan en confianza y tan integrado con mi familia, era una faceta de él que no había visto, si mi yo de hace algunos meses comparara al Rafael de ahora con el de aquel entonces no podría creerlo, era sorprendente.

Llegamos unos 30 minutos después, bajamos del auto y entramos por la entrada del personal, el lugar estaba prácticamente vacío, solo se encontraban personas arreglando los jardines, mecánicos, etc.

-¡Mason West!- Escuchamos una voz detrás de nosotros, los cuatro volteamos y vimos al mejor amigo de mi padre.

Mis padres se acercaron a saludarlo, Rafael y yo nos mantuvimos unos pasos alejados hasta que el amigo de papá volteó en nuestra dirección y se acercó hasta nosotros.

-¡¡Aurora!! ¡Volviste, mi pequeña!- Dijo efusivo abrazándome.

-Tío Jack, me alegra tanto verte- Respondí de igual forma sintiéndome muy feliz.

-Extrañaba tanto a mi aprendiz estrella- Soltó una vez que se alejó de mí -¿Y quién es este caballero?- Preguntó con una sonrisa amable viendo a mi Rafael.

-Él es Rafael, trabajamos juntos y es mi...- Me frené un poco indecisa por no saber cómo presentarlo, aún era algo que me confundía.

-Soy su novio, Rafael Novoa mucho gusto- Terminó Rafael por decir con una sonrisa extendiendo su mano hacia mi tío Jack.

Yo lo miré sorprendida por su actuar, pero me pareció adorable. Jack me miró sorprendido de saber aquello, pero unos segundos después su sonrisa se ensanchó y tomó la mano de Rafael.

-El gusto es mío, pero que sorpresa Aurora, te vas un par de meses y vuelves a casa con todo y novio- Decía de forma burlona, yo negué con la cabeza con una sonrisa.

-Tampoco lo tenía planeado, tío- Admití honesta soltando una pequeña risa.

Papá nos invitó a que nos fuéramos a sentar para poder conversar un poco, se adelantaron un par de metros y yo aproveché para mirar inquisitoriamente a Rafael ya que me causaba intriga que él se presentara como mi novio, lo miré con una ceja levantada y una sonrisa ladeada.

-¿Mi novio?- Le pregunté burlona.

-Perdón cariño, quería ir preparándolos porque tarde o temprano va a pasar, antes de lo que tú crees, aun no lo he oficializado porque quiero hacerlo especial para ti...-

-Lo sé, solo te estoy molestando- Susurré divertida abrazándolo, él me correspondió de inmediato.

-Si tú me aceptas, lucharé por tenerte a mi lado lo antes posible, quiero llamarte mi novia, mi mujer, quiero llamarte mía...- Susurró él juntando mi frente con la suya, yo sonreí al instante.

-Solo deseo eso Rafael, te quiero a ti- Dije dejando un beso corto en sus labios, sentí que sonrió durante el beso, me separé de él y acarició mi mejilla antes de continuar nuestro camino.

Estuvimos conversando durante horas, estábamos pasando momentos muy agradables, amaba cada segundo que pasaba en compañía de las personas que amaba, estuvimos conversando de mi estancia en Boston, de nuestro trabajo, un poco de cómo nos conocimos, obviamente muy a grandes rasgos y omitiendo la mayoría de las cosas, pero en fin. Comenzaba ya a atardecer, no faltaba mucho para que nos fuéramos, pero estaba disfrutando cada momento de este día...

-Dejaste tu auto abandonado, pequeña, todas las semanas le doy mantenimiento para que siga intacto para cuando decidieras volver- Comentó Jack mirándome.

-¡No juegues! ¡¿Aun tienes mi auto?!- Pregunté incrédula más que emocionada.

Creí que después de que me fui a Boston el auto que me prestaban para correr lo pasarían a alguna otra persona, pero jamás pensé que lo cuidarían y lo mantendrían solo para mí.

-Claro que sí, es tuyo, nadie puede tocarlo más que tú... ¿Quieres meterlo a la pista?- Me preguntó con una sonrisa confidente.

-¿Ahora? ¿Lo dices enserio?- Pregunté sin poder contener mi alegría.

El tío Jack y mi padre me veían con una sonrisa comprensiva, mamá tenía una pequeña sonrisa aunque notaba en sus ojos preocupación, a ella no le convencía del todo que corriera autos, siempre me había hecho saber su inconformidad pero respetaba el hecho de que era lo que me gustaba hacer.

-Claro, adelante, la pista está lista para que la uses- Me invitó el tío Jack amablemente.

Yo no pude contener mi emoción, me levanté de un brinco y prácticamente corrí hacia el taller donde guardaban los autos, di una mirada rápida al lugar y al fondo pude ver a mi precioso auto, me puse frente a él y al instante volvió a mí ese sentimiento de adrenalina y euforia que sentía siempre que corría en la pista.

Escuché que alguien entraba al taller, voltee y vi que mis padres y Rafael caminaban hacia mí, me avergoncé un poco de que literalmente corrí sin ver ni decirle nada a nadie, me dejé llevar por mi emoción.

-Ten cuidado hija, por favor- Me pidió mi madre con deje de angustia en su voz.

-Descuida mamá, lo tengo controlado- Dije despreocupándola.

-¿Te da miedo la velocidad, Rafael?- Preguntó Jack entrando al taller llamando la atención de todos.

Rafael volteó a verme con una sonrisa algo sugestiva y después volteó a ver al amigo de papá.

-Para nada, señor- Respondió con seguridad acercándose a mí.

-¿Subirías al auto con ella?- Devolvió la pregunta con algo de burla, Jack siempre me había dicho que no conocía a nadie que confiara tanto en ir a tan altas velocidades como yo, y hasta a él le aterraba que no me diera miedo sobrepasar los límites de velocidad, es por eso que nunca nadie subía al auto conmigo.

-Claro, confío plenamente en Aurora- Contestó Rafael viéndome con una sonrisa sincera, yo lo vi con algo de duda.

-¿Estás seguro, Rafael?- Pregunté en voz baja.

-Por supuesto princesa, muéstrame lo que sabes hacer- Respondió de igual manera levantando una ceja, yo sonreí de lado y caminé a la puerta del piloto.

Mientras me preparaba para comenzar, Rafael entró y se sentó del lado del copiloto, y papá y el tío Jack abrían las puertas del taller preparando todo para la salida. Rafael y yo nos poníamos los cascos y colocábamos el cinturón de seguridad, la adrenalina comenzaba a correr por mis venas, yo no podía sentir más que emoción en este momento.

-¿Listo?- Le pregunté a Rafael viéndolo de reojo.

-Claro-

Bien, quiere que le muestre lo que sé hacer... No es por presumir pero hay dos cosas que sé hacer muy bien, y una de ellas es conducir, así que estaba más que preparada para hacer esto...

POV Rafael

El día había comenzado bastante bien, el camino con los papás de Aurora fue muy agradable, al igual que conocer a su tío Jack, el sujeto era algo intimidante como su padre, pero ambos me han tratado muy bien desde que los conocí. No pude evitar presentarme como su novio ante el amigo de su padre, ya que, aunque aún no fuéramos nada oficial, sabía que mi futuro era con ella a mi lado, Aurora sería mi novia, mi mujer, y la madre de mis hijos, así sería si ella estaba de acuerdo.

Cuando me invitaron a subir al auto con ella no dudé en decir que sí, confiaba ciegamente en todo lo que ella hacía, además, adoraba mirarla conducir, me encantaba que tomara mi auto y lo llevara a velocidades que solo ella podía manejar, pero algo me decía que lo que haría en este auto no se comparaba en nada en lo que hacía en el mío.

-¿Listo?- Me preguntó en la puerta de salida viéndome de reojo.

-Claro- Respondí seguro viéndola con una sonrisa.

Al instante ella arrancó el auto llevándolo de 0 a 100 km por hora en menos de 3 segundos, ¡Dios! ¡¿En qué me metí?!

Aurora manejaba por toda la pista como una completa profesional, mi cuerpo se llenó de adrenalina en el momento en que pisó el acelerador. Veía sus ojos fijos en la pista, su concentración era implacable, íbamos pasando los 300 km por hora y ella no parpadeaba en ningún momento... Me gustaría saber por qué carajos me excita tanto ver a esta mujer de este modo, ¡Dios! Ni en estos momentos puedo dejar de pensar en eso...

Es que se ve tan jodidamente sexy de esta manera...

Dio algunas vueltas más a la pista hasta que finalmente se detuvo regresando el auto al taller en donde estaba, ahí también se encontraban sus padres y Jack.

-¿No te mareaste?- Preguntó ella cuando apagó el auto quitándose el casco viéndome con una hermosa sonrisa.

-Aurora, eso fue tan... increíble- Admití quitándome el casco de igual forma.

-¿Lo crees?- Preguntó con inocencia.

-Dios... ¡Fue asombroso!- Susurré acercándome a ella, tomándola de la parte trasera de la nuca y acercándola a mí para besarla con fiereza, me sentía tan cautivado por ella, todo esto que sentía por esta mujer era tanto que me consumía por completo, solo quería entregarme a ella, quería que Aurora fuera completamente mía...

-Eres la primera persona que acepta subir y correr en la pista conmigo- Susurró sonriente una vez que nos separamos.

-Subiré e iré contigo a todos lados, cariño- Respondí dejando cortos besos en sus labios.

Nos alejamos un par de segundos después y salimos del auto caminando hacia donde está la familia de Aurora.

-Aun no has perdido el toque Aurora, es impresionante- Soltó Jack con emoción, su padre se veía igual de feliz, y su madre se le notaba algo preocupada, entendía su angustia honestamente, esto era algo riesgoso al final del día.

-Ay mi niña, aun me angustia tanto cuando haces esto, pero admiro tu valentía- Dijo su madre abrazándola.

-No te preocupes mamá, todo está bien- Trató mi chica de tranquilizarla.

Estuvimos conversando un momento hasta que decidimos ir todos a cenar, no demoramos mucho en el lugar, cuando fue tiempo de irnos nos despedimos de Jack y volvimos a la casa de los padres de Aurora, conversamos un par de minutos hasta que decidieron que irían a dormir dejándonos a Aurora y a mí solos en la sala.

-¿Ya quieres ir a dormir, Rafael?- Preguntó ella viéndome con curiosidad.

-No tengo sueño, pero me gustaría recostarme y descansar un poco- Respondí con voz suave premeditando mis palabras.

-Oh... Claro... Entiendo- Respondió ella entre tartamudeos –Te dejaré entonces para que vayas a descansar- Soltó con la mirada baja con la intención de dirigirse al pasillo.

Oh no, creo que no me estas entendiendo muñeca...

-¿A dónde crees que vas, cariño?- Pregunté en un susurro tomando su brazo con suavidad haciéndola voltear de inmediato –Que yo recuerde... Una linda chica de ojos bonitos me ofreció un espacio en su habitación esta mañana...- Susurré tomándola por la cintura y dejando besos a lo largo de su cuello.

-¿De verdad quieres quedarte conmigo esta noche?- Preguntó de igual forma girando la cabeza un poco para darme más acceso a su cuello.

No solo quería, anhelaba quedarme con ella esta y todas las noches de mi jodida existencia, aunque sabía que era meterme en la boca del lobo, esta mujer me ponía duro solo con existir, y estar durmiendo con ella en la misma cama que yo era demasiado para mi autocontrol, pero no me importaba, necesitaba sentir el calor de su cuerpo junto al mío...

-Claro que si cielo, bueno, solo si tú quieres- Comenté mirando sus lindos ojos, me sonrió de inmediato y respondió.

-Me encantaría que te quedaras conmigo- Respondió besando la comisura de mis labios, yo dejé un corto beso en su frente y con su mano entrelazada con la mía comenzamos a caminar por el pasillo.

Pasé rápidamente por la habitación de invitados ya que ahí tenía mi ropa, así que me quedé ahí para darme una rápida ducha y ponerme ropa de dormir, aprovechando para darle tiempo a Aurora para que también se vistiera y se pusiera cómoda. Al terminar, tomé un fuerte suspiro antes de caminar hacia su puerta y toqué dos veces antes de entrar... ¡¿Por qué carajos me siento tan nervioso?!

-Pasa- Escuché su suave voz del otro lado, volví a suspirar y entré sin hacer mucho ruido a su habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Ella se encontraba acomodando unas almohadas en su cama, vestía un short de pijama muy ligero y una blusa de tirantes, y para hacerme las cosas más difícil, mi hermosa tentación no llevaba sostén... esta será una larga noche.

-Adelante, ponte cómodo... ¿Quieres que ponga una película o algo?- Preguntó inocentemente sobre su cama.

-Seguro- Respondí con la voz entrecortada apenas con la capacidad de responder.

Me recosté a su lado sintiéndome tan tenso, nunca en mi maldita vida me había sentido tan excitado como en este momento, sentía que sudaba frío al tenerla en tan poca ropa a mi lado, quería tomarla y hacerla jodidamente mía, cumplir con cada una de las cosas con las que he fantaseado desde que la conocí, pero no podía hacerlo, al menos no ahora.

-Rafael, ¿Qué te pasa?- Escuché su voz después de un rato, estaba muy inmerso en mis pensamientos hasta que la escuché hablarme.

-Na...Nada, cielo, ¿Por qué?- Traté de disimular mi condición, ella pausó la película y se incorporó para verme bien.

-No me mientas Rafael, dime que sucede...- Pidió de nuevo con amabilidad.

Yo suspiré y pasé una de mis manos por mi rostro, no podía mentirle a ella.

-Es solo que... Me siento algo abrumado por esto cariño...- Intenté explicarle de una forma no tan directa ya que no quería asustarla con mi situación.

-¿Te incomoda estar aquí? Si no te sientes bien puedes volver a tu habitación, descuida...- Intentaba decir de forma comprensiva.

-No es eso amor, es solo que...- Me apenaba decirlo pero tenía que ser sincero con ella –Es solo que te deseo tanto y me excitas tanto que estar contigo aquí sin poder hacer nada me tiene algo... inquieto- Admití sin ver directamente su rostro, me avergonzaba un poco sentirme así.

Sentí que ella tomó mi rostro y lo levantó para que la mirara a los ojos, ella tenía una pequeña sonrisa que podía percibir como algo coqueta e insinuante.

-Y... ¿Podría saber qué es lo que te gustaría hacer?- Susurró poniendo su mano en la parte alta de mi muslo... Ay no...

-Cariño, si te dijera todo lo que me gustaría hacerte, probablemente te asustarías- Le dije con una sonrisa.

Sin esperarlo, Aurora se acercó a mí y se subió a mi regazo dejándome su aliento, estaba de más decir que me encontraba duro como una maldita piedra y esta situación no estaba ayudando para nada. Mis manos en automático pasaron a su cintura, y las de ella se encontraban detrás de mi cuello.

-Rafael, no tengas miedo de decirme lo que quieres... No soy tan inocente como tú crees, me refiero a que, aunque no haya hecho nada con nadie, no quiere decir que no te desee y no sienta nada cuando me besas o cuando estoy cerca de ti...- Decía sobre mis labios solo aumentando mi deseo, va a acabar completamente conmigo.

-Déjame tocarte Aurora, por favor... Te lo suplico, solo déjame tocarte- Rogaba con la voz ronca rozando mis labios con los suyos.

-Hazlo...- Respondió de la misma forma.

Yo no pude contenerme más y ataqué sus labios de forma hambrienta y necesitada, ella me correspondió al instante dejándose llevar por mi intensidad, el beso se iba transformando en algo más intenso con cada segundo que pasaba, nuestras lenguas jugaban entre ellas haciendo de esto algo jodidamente delicioso. Mi mano sostenía su cuello mientras la otra se aferraba a su cintura, ella me tomaba del cabello de una forma que me volvía loco.

Las cosas comenzaban a subir de temperatura, yo no podía controlarme, en verdad deseaba a este mujer como nunca había deseado a nadie jamás, lo nuestro no era algo solo físico, conectábamos de una forma tan única que todo con ella era simplemente más que perfecto, si de algo estaba seguro es de que no la reclamaría esa noche, pero la haría sentir un poco de lo que ella me hace sentir solo con su presencia.

De un momento a otro Aurora comenzó a moverse encima de mi provocando fricción entre nosotros, estaba en la jodida gloria sintiendo su centro contra mi erección, Aurora jadeaba un poco entre nuestro beso, y yo intentaba no gemir pero, me resultó casi imposible. De un momento a otro la giré para quedar acostados en la cama, yo estaba entre sus piernas moviéndome para seguir creando fricción.

Sin cortar el beso bajé una de mis manos hacia su blusa la cual levanté dejando al descubierto sus perfectos pechos, la tocaba sin pudor alguno provocando jadeos de su parte y suaves gemidos que ella trataba de controlar. Bajé mi mano aún más tomando su muslo levantando un poco su pierna. Subí mi mano con una tortuosa lentitud hasta llegar a su zona íntima y la metí con delicadeza por debajo de su short, la miraba a los ojos esperando alguna señal de desaprobación indicándome que frenara pero solo me miraba con deseo alentándome a continuar.

Volví a besarla con fuerza mientras comenzaba a mover mi mano por debajo de su ropa haciendo contacto directo con su zona, ella se retorcía de placer debajo de mí pero intentaba callar sus gemidos, yo me sentía en el jodido paraíso por solo verla.

-¿Alguna vez te habías tocado, amor?- Susurré en su oído con la voz grave.

-Sí... lo he hecho, pero.... Mierda... No se siente mínimamente parecido a esto- Respondía con la voz entre cortada ahogando sus gemidos mordiendo su labio inferior.

-¿Y qué pasaba por tu mente cuando lo hacías?- Pregunté apenas conteniendo mi deseo al imaginar a Aurora haciendo aquello.

-Te imaginaba a ti haciéndome tuya...- Respondió ella tomando mi rostro y besándome de nuevo.

Continué tocándola hasta que un par de segundos después logré hacerla venir ahogando su grito en un beso, yo me sentía tan complacido solo por haber visto su rostro lleno de satisfacción, ella jadeaba intentando recuperar el aire mientras yo dejaba cortos besos en su rostro dejándola recuperarse. Me recosté a su lado aun viéndola suspirar, no podía despegar mis ojos de ella. Aurora volteó a verme con una sonrisa plena, se acercó a mí y me besó cortamente.

-Fue mejor de lo que imaginé- Soltó acariciando mi mejilla, yo solo la podía ver con una cara de idiota enamorado. De un momento a otro la vi bajar su mirada a mi entrepierna que por obvias razones estaba más que despierta y era muy evidente la situación en la que me encontraba.

-Tú no disfrutaste nada...- Decía ella con voz algo culpable, yo sonreí ante su comentario.

-No te preocupes, cielo. Estoy bien, disfruté el verte complacida y feliz, ese fue mi mayor premio- Admití con honestidad.

Pensaba solo escapar al baño y descargar mi tensión en la ducha cuando Aurora durmiera, pero para nada esperaba lo siguiente que pasaría. Aurora se giró un poco y sin dejar de ver mis ojos bajó su mano con delicadeza hasta mi bulto, donde metió la mano por debajo de mi pantalón hasta tomar mi miembro entre sus manos haciéndome jadear al instante.

Se acercó y me besó de forma intensa mientras comenzaba a mover su mano de arriba abajo sobre mi erección provocándome escalofríos y robándome la jodida cordura. Había imaginado y fantaseado con esto cientos de veces, me había tocado tantas veces imaginándola pero nada se comparaba a esto, era un absoluto delirio. Me sentía un jodido adolescente hormonal, sabía que no duraría mucho más tiempo, ella era mi completa perdición.

-Aurora... Para amor, no me quiero correr en tu mano- Pedía con voz apenas audible.

Ella sonrió maliciosa y dejó una mordida en mi mandíbula.

-Adelante...- Susurró besando mi cuello y acelerando sus movimientos.

Yo no pude contenerme más y me vine en su mano dejando escapar un ronco gemido recargando mi cabeza hacia atrás y cerrando mis ojos. Trataba de recobrar el aliento y procesar lo que acababa de suceder... Dios, estoy tan enamorado de ella.

-Lo siento si no lo hice bien...- Soltó Aurora después de unos segundos de silencio, yo la miré atónito.

-¿Bromeas? Lo hiciste deliciosamente bien amor, me apena haber terminado tan rápido- Afirmé besando sus labios cortamente.

Me levanté para ir al baño de su cuarto para tomar una toalla y humedecerla para limpiarnos a ambos, después de eso me sentía tan jodidamente satisfecho, y al parecer ella también. La miré embobado por largos minutos hasta que comenzábamos a quedarnos dormidos, definitivamente era la mejor noche de mi vida.

-Te adoro Aurora West- Susurré antes de quedar profundamente dormido con la mujer más perfecta que hay entre mis brazos.

Me sentía el ser más afortunado por tenerla, no la merecía ni remotamente, pero agradecía al universo el tenerla y que ella me quisiera en su vida.

Mi hermosa Aurora...

1
Yuly Ponce
Hermosa historia felicidades ❤️
Deiver: gracias por leer
total 1 replies
America Lopez
la recomiendo
Deiver: gracias por leer
total 1 replies
America Lopez
hermosa historia
Tanny Farfan: Felicitaciones escritora, me gustó mucho esta historia, muy linda, bien cuidada, excelente ortografía,
total 1 replies
America Lopez
cobarde...
America Lopez
me gusta la fuerza de voluntad de Rafael
America Lopez
exquisita escritura, me fascina la interpretación de los personajes, felicito a la escritora. Sigamos con la lectura
Deiver: gracias que bueno que te guste la historia
total 1 replies
Rosa Rodelo
Foto, de los protagonistas
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play