Historia Alternativa....
En un mundo donde la amenaza de destrucción global es contrarrestada por la educación inusual y los lazos forjados en la adversidad, la Clase 3-E de la Escuela Secundaria Kunugigaoka se enfrenta a su mayor desafío. Con Koro-sensei, el enigmático maestro con superpoderes, aún vivo, los estudiantes han aprendido no solo habilidades de combate, sino también lecciones de vida invaluables.
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Capítulo 16: Una Oscuridad Creciente
La noche envolvía el campus con un manto de silencio, interrumpido solo por el murmullo de los estudiantes mientras discutían los eventos recientes. Nagisa y Karma, aún sintiendo la adrenalina del combate, se encontraban en la sala común junto a sus compañeros, cada uno absorto en sus pensamientos.
Koro-sensei, en su forma más seria, observaba a sus estudiantes desde un rincón. Su mirada recorría los rostros jóvenes, cansados pero determinados. Sabía que el camino que les aguardaba no sería fácil. La grabación del líder enemigo había dejado claro que la verdadera batalla apenas comenzaba.
—Debemos mantenernos unidos y estar siempre alertas —dijo Koro-sensei, rompiendo el silencio—. Hemos enfrentado muchas dificultades, pero cada una de ellas nos ha hecho más fuertes. No olviden que somos una familia, y juntos superaremos cualquier obstáculo.
Los estudiantes asintieron, sintiendo un renovado sentido de propósito. La camaradería que compartían era palpable, y sabían que esa unidad era su mayor fortaleza.
Mientras tanto, el Dr. Yamada estaba en el centro de control, analizando la grabación una y otra vez. Había algo en la voz del líder enemigo que le daba mala espina. La amenaza implícita en sus palabras era alarmante, y sabía que debían prepararse para lo peor.
—Nagisa, Karma, necesito que vengan al centro de control —dijo el Dr. Yamada a través del sistema de comunicación.
Los dos estudiantes se levantaron de inmediato, dejando la sala común y dirigiéndose al centro de control. La tensión en el aire era palpable cuando llegaron y vieron la expresión seria del Dr. Yamada.
—Hemos identificado varios puntos de interés a partir de la información obtenida —dijo el Dr. Yamada, señalando el mapa en la pantalla—. Pero hay algo más. La forma en que habló el líder enemigo sugiere que tienen una carta secreta, algo que aún desconocemos. Necesitamos averiguar qué es antes de que sea demasiado tarde.
Nagisa y Karma intercambiaron una mirada de determinación.
—Haremos lo que sea necesario para proteger a nuestros amigos y a la escuela —dijo Nagisa con firmeza.
—Exacto —añadió Karma—. No podemos permitirnos ser tomados por sorpresa otra vez.
El Dr. Yamada asintió, complacido por la determinación de los estudiantes.
—He contactado a algunos de nuestros aliados en el gobierno y otras organizaciones. Estamos tratando de obtener más información, pero necesitamos que todos estén preparados para lo peor.
Mientras tanto, en una ubicación desconocida, el líder enemigo capturado estaba siendo trasladado a una instalación segura para su interrogatorio. El agente a cargo, un hombre de mirada fría y calculadora, sabía que obtener información vital era crucial para adelantarse a los próximos movimientos del enemigo.
—Sabemos que estás planeando algo grande —dijo el agente mientras caminaba junto al prisionero—. Y vamos a averiguar qué es, te guste o no.
El líder enemigo, a pesar de estar esposado y herido, mantenía su sonrisa desafiante.
—No tienes idea de lo que se avecina —dijo con un tono siniestro—. Pero lo descubrirás muy pronto.
De regreso en la escuela, Koro-sensei reunió a los estudiantes en el gimnasio para una sesión de entrenamiento especial. Sabía que mantenerlos ocupados y preparados era esencial para su moral y seguridad.
—Hoy nos enfocaremos en mejorar nuestras estrategias defensivas y en fortalecer nuestra resistencia —anunció—. Cada uno de ustedes ha demostrado un increíble coraje, pero siempre hay margen para mejorar.
La clase 3-E, con un renovado sentido de urgencia, comenzó a entrenar con una intensidad que no habían mostrado antes. El gimnasio se llenó de sonidos de esfuerzo y determinación, mientras cada estudiante se empujaba a sí mismo al límite.
Nagisa, liderando uno de los grupos de entrenamiento, se sentía más decidido que nunca. Sabía que sus amigos y él enfrentarían desafíos aún mayores, pero estaba preparado para cualquier cosa.
El entrenamiento continuaba, pero el pensamiento de Nagisa se vio interrumpido cuando sintió una leve punzada en su costado, una herida superficial del combate reciente. Apretó los dientes y siguió adelante, determinado a no mostrar debilidad. Koro-sensei, notando su esfuerzo, se acercó a él.
—Nagisa, recuerda que es importante cuidar de tu cuerpo tanto como de tu mente —dijo con una voz suave, pero firme.
Nagisa asintió, agradecido por la preocupación de su maestro, pero sin querer detenerse. Su determinación era inquebrantable.
Mientras tanto, en el centro de control, el Dr. Yamada recibía una llamada de uno de sus contactos en el gobierno. La información que obtuvo fue perturbadora. Se giró hacia la pantalla donde aún se veía el mapa con los puntos de interés.
—Esto es peor de lo que pensábamos —murmuró para sí mismo antes de volver a llamar a Nagisa y Karma.
Al llegar, Nagisa y Karma pudieron ver la preocupación en el rostro del Dr. Yamada.
—Acabo de recibir información de nuestros aliados. Parece que la organización enemiga está planeando un ataque coordinado en múltiples frentes. Sus recursos son mayores de lo que imaginábamos, y cuentan con el apoyo de otros grupos clandestinos.
Karma frunció el ceño, cruzando los brazos.
—Entonces, ¿qué hacemos? No podemos enfrentarlos solos.
—No, no podemos —admitió el Dr. Yamada—. Pero tampoco estamos solos. Nuestros aliados están movilizándose, y necesitamos coordinar nuestras defensas con ellos. Quiero que ustedes dos se reúnan con los líderes de cada grupo de estudiantes y les informen de la situación. Debemos estar preparados para cualquier cosa.
Nagisa y Karma asintieron y se dirigieron a cumplir su misión. Mientras recorrían los pasillos, se encontraron con Kayano, Okuda y los demás, quienes rápidamente se unieron a ellos para discutir los planes.
—¿Qué está pasando? —preguntó Kayano, notando la seriedad en sus rostros.
—El enemigo está más organizado y tiene más recursos de lo que pensábamos —explicó Karma—. Debemos estar listos para lo que venga.
—¿Y cuál es el plan? —preguntó Okuda, aún sosteniendo su frasco con manos temblorosas.
—Coordinar nuestras defensas con nuestros aliados y mantenernos vigilantes —dijo Nagisa—. No podemos permitirnos ser tomados por sorpresa otra vez.
Mientras los estudiantes se organizaban, Koro-sensei continuaba supervisando el entrenamiento en el gimnasio. La intensidad y la determinación de sus estudiantes le llenaban de orgullo, pero también de preocupación. Sabía que la batalla que se avecinaba sería la más difícil que jamás hubieran enfrentado.
En el centro de interrogatorios, el líder enemigo permanecía impasible ante las preguntas del agente. A pesar de las heridas y el agotamiento, su sonrisa desafiante no desaparecía.
—Hablen todo lo que quieran —dijo con desdén—. No detendrán lo que se avecina.
El agente, frustrado, se levantó y salió de la sala, dejando al prisionero solo por un momento. Afuera, se reunió con un grupo de sus compañeros, discutiendo las próximas medidas a tomar.
—Tenemos que romper su voluntad —dijo uno de los agentes—. Necesitamos esa información.
De regreso en la escuela, los estudiantes se reunieron una vez más en el gimnasio, esta vez para escuchar las palabras de Koro-sensei y del Dr. Yamada. El ambiente estaba cargado de tensión, pero también de una determinación renovada.
—Sé que esto no es fácil —dijo Koro-sensei—. Pero hemos demostrado una y otra vez que somos capaces de enfrentar cualquier desafío. Cada uno de ustedes es crucial para nuestra victoria. No olviden eso.
El Dr. Yamada tomó la palabra a continuación, explicando los detalles de la información que habían recibido y cómo planeaban enfrentar la amenaza.
—Nuestro enemigo está bien organizado, pero nosotros también lo estamos. Tenemos aliados y recursos que ellos no conocen. Usaremos cada ventaja a nuestro favor.
Nagisa, observando a sus compañeros, se sintió invadido por una mezcla de orgullo y responsabilidad. Sabía que cada uno de ellos estaba dispuesto a luchar hasta el final, y él haría todo lo posible para protegerlos.
Con el anochecer extendiéndose sobre el campus, la clase 3-E sabía que el verdadero desafío estaba aún por venir. Pero estaban listos para enfrentarlo, decididos a proteger lo que más querían y a no dejar que la oscuridad los venciera.