El Azul De Tus Ojos

Liora

Ángelo nos había mandado a sentar en el comedor, donde me pusieron como si yo fuera la cabeza de la familia, mientras él daba su gran anuncio.

—Quiero casarme con Liora, será un negocio perfecto —escuché a Ángelo decir. Viktor entró en la sala, sus padres se giraron a verlo, su madre trató de levantarse asustada porque sabía que había escuchado todo.

—No quiero —dije, mirando a los padres de Viktor como si estuviera loca.

—¿Por qué? ¿Eres estéril? —Negué con la cabeza.

—¿Tienes una enfermedad? —Cuando volví a negar con la cabeza, él se rió y miró a Viktor —Serás de los Corleone.

Miré a Viktor, con desesperación loca en mis ojos. Su mente se llenó del deber de los Drago, pero también de su necesidad como hombre, su deber de quererme a mí, de hacerme su mujer.

—Ella se casará conmigo —dijo sin pensarlo dos veces. Mi rostro se iluminó, ¿de verdad podía pasar? Estaba emocionada.

—¿Desde cuándo eso importa? Lo que un Corleone quiere, lo tiene  —El comentario de Ángelo me hace sentir demasiado incómodo, yo no era una mercancía, yo era una persona y no tenía derecho de tratarme así, ¿quién se creía que era?

—Sí, pero el trato que hice con tu papá no permite que agarres lo que es mío —dijo Viktor con una seguridad que me hizo temblar de la satisfacción.

—Ella no es tuya, lo sé —Ángelo le dio una sonrisa burlona, ¿iba a humillarlo? Eso jamás mientras yo estuviera.

Moví la silla donde estaba sentada con fuerza, caminé hacia Viktor, con toda la energía que tenía, mis ojos decididos y mis pasos firmes. Pude sentir la mirada penetrante de Viktor, no dejaba de verme, a veces me miraba de una forma que me hacía sonrojar demasiado.

Cuando quedé frente a él, extendí mi mano, poniéndome de puntitas para darle un beso profundo. Al principio quedó totalmente sorprendido. Sus labios eran deliciosos, necesitaba más, estaba necesitada de él.

Jadee cuando sentí demasiado intenso el beso y profundo al poner su mano en mi nuca, abrí mi boc*a para darle más libertad, necesitaba más, mucho más.

—Tiempo fuera ustedes dos —Dimitri nos separa, pero Viktor me agarra de la cintura y me pone a su lado —Creo que perdiste —Al parecer mi cuñado era bastante burlón, porque Ángelo solo podía mirar con furia.

—Maldita sea —Lo escucho decir y suelta algo en otro idioma.

—Te mataré —Escuchó que me susurra mi antiguo doctor —Eso dijo.

Papá Drago se acerca furioso a Ángelo, lo agarra del cuello de la camisa, mientras dice algo en otro idioma, me giro a ver a Viktor que está sorprendido.

—¿Qué dijo? —Le susurro a Viktor.

—Tócalo y te enseñaré que no solo soy el abogado de la muerte, soy la misma muerta —Cubro mi boca, eso había sonado demasiado genial.

Mi mente empieza a procesar esa frase, más que todo porque los hombres que había seguido todo el tiempo a Ángelo estaban apuntando con un arm*a a todos. Me alarmé demasiado porque de inmediato un Dimitri igual de nervioso que yo trato de cubrirme y con la posición en alta de Viktor se acerca a su empleador.

Sigue hablando en otro idioma mientras mira a los hombres, no estoy segura de que dicen, pero de inmediato vuelve a guardar esas cosas. Mientras yo trato de captar que había pasado, estaba demasiado confundida porque lo que acababa de pasar. ¿Estaban locos?

No sé qué siguen hablando y Dimitri parece muy tenso para preguntarle que había pasado, entonces espero pacientemente que se vayan yendo hacia la puerta, porque el papá Drago no se había quedado quieto e hizo lo mismo que los hombres, pero solo le apuntaba a Ángelo, como si él fuera el único importante.

—Te voy a tener, solo para ver arrastrar nuevamente esta familia —Me señala el invitado no deseado, para luego girar donde mamá Drago y le dice algo que la hace tensar, pero papá Drago le dice en un tono más amenazante y se retiran.

Cuando ellos se van, toda la casa en un silencio horrible, puedo sentir mi respiración que estaba un poco más acelerada. Pero sentía una emoción, esta vez si quería vivir, sentí miedo de terminar todo cuando no había intentado acercarme a ese lindo italiano/ruso de dos metros.

Unos minutos después, cuando los empleados traen vasos de agua por orden de Viktor, me puedo tomar la calma de pensar todo fríamente y me giro a ver a los padres del doctor y abogado.

—¿Qué fue todo eso? —Pregunto un poco asustada por lo que había pasado.

Me sentía totalmente estafada, me habían dicho que Europa era muy segura y que jamás pasaría este tipo de cosas, pero podía tener un vago recuerdo de una profesora hablando de la violencia de las pandillas, ¿qué mierda?

—Hijo y Liora, jamás quisimos decir esto, hemos tratado por estos últimos años irnos de este mundo, pero no ha sido posible —Empieza mamá Drago.

—Es muy diferente decir que trabajan con gente, que es difícil a decir que trabajan con la maldita mafia —Empieza Dimitri, ¿de verdad trabajan con la mafia?

—Lo siento hijo, desde hace mucho tiempo los Drago han sido los abogados de la mafia Corleone.

—¿Entonces por qué te casaste con mamá? —Dimitri mira furioso a sus padres, se había sobresaltado tanto que había dejado caer la silla en la que estaba sentando.

Viktor miraba todo de pie desde una esquina, con una mano jugando con su barba, él no lo sabía, pero cada vez que estaba estresado hacia ese pequeño movimiento, lo había notado las primeras veces que le ayude como secretaria.

—Queríamos separarnos de ellos, la única forma de que ellos no tuvieran miedo de que la familia se metiera en un problema legal, era tener a uno de los suyos —Papá Drago seguía contando la historia.

—Tuvimos a Viktor, en ese momento no sentíamos nada. Sin embargo, con el tiempo, me enamoré de tu padre —Mamá Drago mira a su esposo y a sus dos hijos —Supimos que estábamos haciendo todo mal, pero debíamos entregar a al menos a uno para que siguiera con el linaje.

—¿Entregaron a mi hermano? —Viktor mira a su hermano, ambos tiene unos ojos llenos de tristeza —Dios, pensé que la mafia eran los malos, pero ustedes son incluso a un peor.

—Da igual, ya estoy viejo para pensar en el pasado —Es el osito de dos metros que le responde a su hermano, tiene una sonrisa de lado —Al principio odie demasiado que te quisieran y por mí no dieran ni un centavo, pero actualmente yo tengo el poder de Corleone.

—¿Qué quieres decir con eso? —Papá Drago se levanta, Viktor lo mira sin ninguna expresión.

—No tengo por qué decirte —Me tenso, Dimitri también estaba del mismo modo.

Estábamos en medio de una guerra interna.