Amor En Rojo

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...La historia contiene escenas para público adulto...

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Durante tres días más, Karoly y Carpio estuvieron entre coqueteos, bromas, entrenamientos y conversaciones que los llevaron a conocerse más, el príncipe de Susumira sabía que no podía extender por más tiempo su estancia en Rojo y debía regresar al castillo real de Susumira pronto, y quería encontrar las palabras adecuadas para pedirle a Karoly que lo acompañara; así que preparó una cena especial.

Karoly bajó las escaleras, se había puesto un vestido lila algo coqueto, estaba algo nerviosa, respiró profundo cuando vio a Carpio debajo de las escaleras, estaba tan apuesto como siempre se dijo a si misma, él le sonrió y ella respondió la sonrisa, bajó despacio y él le besó la mano para luego ir a la mesa a cenar.

- "Te ves muy hermosa esta noche", dijo Carpio sin dejar de mirarla mientras la invitaba a sentarse.

- "Gracias, estás muy apuesto. Sé ve todo delicioso", comentó Karoly mirando los platillos.

- "Tú estás más deliciosa", le susurró Carpio al oído, mientras le ponía la servilleta sobre el regazo, ella no pudo evitar estremecerse.

Carpio fue a tomar asiento, sin dejar de mirarla y tomando una copa con vino le propuso un brindis. Ella asintió, y aún sonrojada le sonrió.

Mientras tanto, la reina Bosszú estaba comiendo unas uvas, perdida en sus pensamientos de aquella última vez en los brazos de Kungs, sus besos, sus caricias, volver hacer el amor con él fue igual de hermoso como lo recordaba, se reprendió a ella misma de haberse arriesgado tanto, confiaba en que el rey de los Senmorta esta vez si demorara.

- "Te veo extrañamente feliz, Bosszú", dijo Kuolema, la amante del rey Asasen.

...Kuolema, hechicera Senmorta, esposa del príncipe Lurol de Fontana y amante del rey de los Senmorta....

- "Aunque te revuelques con él, eso no te hace la reina y vas a tratarme con respeto Kuolema", manifestó Bosszú lanzandola por los aires con una estela de fuego, que la hechicera de cabellos blancos apenas pudo resistir.

Kuolema la miró con furia, si Asasen no hubiese ideado un plan que involucrara el poder de los demonios de fuego, entonces ella sería la reina de los Senmorta y no esa mujer que jamás ha podido doblegar.

- "Le diré al rey lo que me hiciste, un día seré una reina y tú...", dijo Kuolema, cuando Bosszú apretó sus mejillas con fuerza para que no pudiera decir ninguna palabra.

- "Con la mitad de mis poderes aún no eres rival para mí, desde hoy y para siempre me va a tratar con respeto, soy tu reina aunque no te guste, y nadie más que el rey puede tutearme acá, por más carita de ángel que tengas, sé la víbora que eres. Y sobre eso de que serás reina olvídalo, aún si tu plan funcionara, quien sería rey sería tu hijo, y como lo estás criando te echará de un punta pie, si te conviertes en un estorbo; ahora lárgate me estás arruinando la comida", manifestó Bosszú con actitud altanera y mirada fría.

- "Sé que tiene un amante, apenas llegue Asasen sé lo voy a decir", dijo Kuolema, Bosszú se preguntó cómo se había enterado, "los rastros en tierra de fuego indican que el príncipe Carpio estuvo ahí, es su amante y se lo diré a Asasen", continuó diciendo Kuolema.

Bosszú se carcajeó con exageración y se sintió aliviada, para luego mirar directamente a Kuolema.

- "¿Qué te molestaría más?, ¿Qué engañara a Asasen o que el príncipe Carpio me hiciera caso a mí y tú nunca lo hayas podido seducir?", manifestó Bosszú para luego comer una uva.

- "Esa sonrisa pronto se va a borrar cuando el rey se entere", expresó Kuolema.

- "Estúpida, ¿crees que si el príncipe Carpio fuera mi amante, yo seguiría en este lugar?; todos ustedes le temen al príncipe de Susumira, les da miedo que de rienda suelta a todo el poder que pueda tener", dijo Bosszú sin inmutarse.

- "Conseguiré un hijo de él aunque yo no sea la madre, puede llevar consigo el poder del verdadero padre de Carpio, y con la sanidad podríamos pelear todas las batallas sin miedo a morir los seres como nosotros, ni tener necesidad de apoderarnos de otros cuerpos los de nivel inferior; no dejaré que siga siendo su amante y arruine eso", manifestó Kuolema.

- "Sí que eres estúpida, yo de amante de un semidiós no seguiría en este lugar, lárgate sí, cuando llegue Asasen dile tus ideas locas y veamos cómo nos irá a las dos, algo me dice que te van a volver a poner en hielo", expresó Bosszú.

Kuolema se fue molesta y Bosszú trató de mantener la calma, no había lugar más seguro para Karoly que al lado de Carpio; sin embargo, su hija todavía necesitaba descubrir lo que implicaba ser amada por un semidiós.

Por otro lado, Carpio y Karoly están sentados al costado de la chimenea, él se le acercó y empezó a besarla tiernamente, pero ella se acercó aún más y le dio más intensidad, pronto estaban en una danza con sus labios, que se repitió varias veces hasta quedar sin aliento; luego se quedaron mirando y sonrieron.

- "Karoly, ¿qué planes tienes?, digo... Viniste para descubrir tu origen y... Me encanta que te hayas quedado conmigo, solo que quisiera saber ¿cuáles son tus sueños?...", expresó Carpio.

- "Tienes veintiocho y siempre me has parecido muy seguro, ¿por qué estás titubeando así?, sé que tienes que regresar a tus labores de príncipe heredero de Susumira", manifestó Karoly acariciando el rostro de Carpio.

- "Te quiero en mi vida, ¿solo dime, qué debo hacer para que eso suceda?", preguntó Carpio tomando la mano que Karoly tenía en su rostro.

- "No estoy lista aún para casarme, si es lo que quieres preguntar, pero tampoco quiero alejarme para siempre de ti, yo solo necesito tiempo para saber lo que realmente quiero", dijo Karoly.

- "Ven conmigo al castillo real de Susumira, no pretendo agobiarte con títulos hasta que estés lista; podría ayudarte con más entrenamiento y hay mucho que podrías aprender en Susumira, armas increíbles y de seguro también muchas cosas interesantes", manifestó Carpio.

- "Sabes que me encanta todo eso, ¿prometerías que dejarás que me enseñaran todas las artes de las armas sin querer evitar que me haga daño?", preguntó Karoly.

- "Sí, lo prometo", respondió Carpio sin dudar.

- "Carpio, sé que no quería ningún título, pero eso no quiere decir que esté dispuesta a compartirte, allá seguro habrá novias, amantes, enamoradas, no sé como las definas, ni que tan lejos hayas llegado con todas y tampoco quiero saber, solo quiero que mantengas alejadas a todas esas chicas, yo no quiero lidiar con eso", dijo Karoly con seriedad.

- "Haré lo necesario, me interesas tú y nadie más que tú, te lo aseguro", expresó Carpio acariciándola y dándole un tierno beso.

Luego la tomó de la mano, y subieron las escaleras con miradas cómplices, caminaron hasta la habitación de Carpio, antes de abrir, le dio un beso tierno a Karoly.

- "¿Estás segura?", preguntó Carpio.

- "Ya te dije que sí ayer", respondió Karoly.

- "Dijo la señora Martha que estabas tomando una infusión de...", dijo Carpio antes de ser interrumpido.

- "No voy a salir embarazada, te lo aseguro", manifestó Karoly algo sonrojada.

- "Suelo tomar medidas para eso, pero si tú me dieras un hijo sería muy feliz", expresó Carpio con una sonrisa, "Y sí entiendo que quieras hacer muchas cosas antes de eso", expresó Carpio, para luego abrir la puerta de su habitación.

Karoly abrió sus ojos, había lirios en varios lugares que le daban un aroma muy especial, se preguntó en qué tiempo había preparado eso, cuando Carpio cerró la puerta ella se sobresaltó un poco.

El príncipe de Susumira levantó el mentón de Karoly, la miró fijamente.

- "Te amo, y no es una frase dicha sin pensar, nunca dejes de decirme como te sientes, si algo te gusta o te disgusta, tal vez no sea la persona más romántica del mundo, pero procuraré estar contigo cada vez que me necesites", manifestó Carpio para luego darle un beso intenso.

- "Te amo", dijo Karoly y lo volvió a besar.

Carpio tomó el rostro de Karoly con sus manos y usó uno de sus dedos para acariciar los rosados labios de la joven, ella lo quedó mirando, las sensaciones que provocaban eran todas nuevas, y le estaban gustando mucho, de pronto él la acerca con un solo movimiento, quedando sus cuerpos pegados el uno al otro.

El corazón de Karoly parecía latir a toda velocidad, aunque se sentía algo avergonzada, se dejaba llevar por el hombre que amaba, y parecía disfrutar todo lo que estaba sintiendo en ese momento, él iba desatando las cintas del vestido, aprovechando para acariciarla cuando este cayó al suelo y él la hizo retroceder hasta la cama, mientras seguía acariciando el cuerpo Karoly, ella respondía las caricias, no sabía si lo estaba haciendo bien por la inexperiencia, pero ella se dejaba llevar por lo que él hacía y por lo que su cuerpo intuía.

Carpio toma su tiempo en cada caricia, en cada beso, la manera en que la toca, la besa y le susurra ciertas cosas que la hacen sentir increíblemente deseada; con los cuerpos desnudos la besa y acaricia su pecho, ella no puedo evitar jadear, estan tan cerca uno del otro que ella siente su excitación.

Parecía que Carpio quería descubrir las partes del cuerpo de Karoly que más le hacían perder el control, parecía fascinado al descubrirlas, definitivamente ambos lo estaban disfrutando.

El príncipe de Susumira la pone encima de él, le susurra al oído que se deje llevar, que se acomode sobre él poco a poco, para que regule lo que ella sienta esa primera vez, ella va bajando despacio y siente el ligero dolor de la primera vez confundido con el ardiente deseo que él ha logrado conseguir en ella, ella sigue y cuando todo aquello a quedado completamente dentro de ella, él la ayuda a tener un ritmo lento y placentero, cuando los gemidos inundan la habitación, sin dejarla salir la voltea quedando sobre ella.

Luego susurra “me tienes perdidamente enamorado”, los gemidos son inevitables, después entrelazan sus dedos se besan apasionadamente; él continúa con el baile de los cuerpos, era la primera vez de aquella mujer, pero parecía no agotarse y él estaba encantado por ello, siguieron con el baile sincronizado de sus cuerpos desnudos hasta que llegan al climax en un ambiente de amor y lujuria desmedida.