OBSESIÓN

- De soslayo veo a mi princesa con su vestido rosa juega con su máquina de coser regaló de su madrina Estefi, la niña voltea sonriendo y me lanza un beso con su pequeña mano sus ojos azules como topacios me llevan al incidente de esta mañana automáticamente sierro los ojos y lo veo frente a mí, pércibo el aroma a colonia Creed Aventus enloqueciendo mi cuerpo entero, poniéndome las hormonas a flor de piel, ese hombre despertó a la mujer dormida que llevó dentro, mi cuerpo desea ser explorado por sus manos, mis labios mueren por besarlo, recorrer cada rincón de su piel el deseo a ser suya en cuerpo y alma me carcome.

- He dado incontables vueltas en la cama pensando en él y lo que me dijo mi comadre Estefi.

- Comadre, estás viva lo que sientes es normal lo preocupante sería que no sintieras nada, si ese hombre te mueve el tapete dale a tu cuerpo lo que quiere sin involucrar el corazón, ¡una plumita al aire de vez en cuando te va a mantener más feliz, joven y re-la-ja-da!

- ¿A costa de qué?

- A costa de lo que sea, ese hombre debe estar completamente ciego para andar con esa víbora con tacones.

- Estefi, ambas sabemos que dinero llama a dinero yo jamás podré competir con ella.

- No podrás competir por el título de esposa pero sí por su amor, en esta época ya el título de esposa no tiene suficiente peso comadrita, las leyes de nuestro país le dan los mismos derechos a la esposa y a la otra.

- ¡Insinúas que sea su amante! Exclamé atónita con los ojos muy abiertos.

- Ay por favor no me veas con esos ojos de sapo inflado, el título de amante se da en forma ofensiva pero en realidad la palabra significa que se aman, escucha aman- tes. eso mi querida Valeria tiene más peso que un contrato matrimonial en una relación.

- Estoy trabajando muy concentrada en la computadora antes que llegue el jefe y con su imprudencia me eche a perder el resto del día, escuchó el elevador abrirse inmediatamente percibo su arma mezclanda con colonia inasequible para la mayoría de los ciudadanos. El corazón se me quiere salir del pecho, mi cuerpo tiembla de emoción hoy su miradas es dulce estoy atrapada en sus ojos azules, su camisa rosa, traje y corbata negros, se ve como un dios griego.

- ¡Buenos días señorita!

- Bue-nos días joven.

- ¿Se encuentra el señor Mondragónragon?

- Ya no debe tardar joven, ¿le ofrezco un café mientras lo espera?

- No gracias, yo quiero pedirte encarecidamente que me disculpes por el incidente de ayer me distraje viendo tu pelo y cuando acordé ya estaba chocando contigo, ¿te dolió mucho?

- Su disculpa es sincera lo veo en sus ojos, pero porqué estaba viendo mi pelo? Me pregunté mentalmente, no importa esta es mi oportunidad de oro, aún arde un poco, pero no se preocupe joven estaré bien, se abre el elevador, la actitud del joven cambió drásticamente,¡diablos tenía que llegar el ogro!

- ¿Sebastián que haces aquí?

- Pasaba por aquí y quise pasar a saludarlo.

- ¡Sebastián! Gracias señor Mondragón por el dato el hombre abrió la puerta de la oficina ellos entraron y hasta en ese momento me di cuenta de que había otro hombre con ellos al cual no le vi el rostro.