Abdelary es una niña albina africana, que junto a su hermano gemelo, son rechazados por su condición al nacer, son criados por su tío un general del rey Amin, y desde muy pequeños su abuelo Bonga les enseña a luchar para que se conviertan en los mejores guerreros.
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capitulo 15
Mandla camina hacia ella, y Abdelary inicia a retroceder, quedó en el otro extremo de la cama, la mira y sonríe, luego corta su mano izquierda y deja que su sangre manche un poco la cobija y hace lo mismo en un pequeño trozo de tela… ¿Qué hiciste?... así no tendrás problemas… muchas gracias… no todos los hombres son malos como piensas.
Corre hacia él, toma su mano y trata de limpiarla con un trozo de tela, luego pone uno de sus dedos sobre la herida y cuando lo suelta, ya no sangra… quítate esa ropa y ponte está... si señor… se queda mirándola por cómo responde y tiempo después se cambia también, luego se acuesta y le pide que se acueste a su lado y ella le hace caso sin poner ningún tipo de resistencia.
Extiende su brazo izquierdo indicándole que recueste su cabeza en él, y así lo hizo, la miró sonriendo y tocó su mejilla, de inmediato ella cerró sus ojos y con el tiempo ambos se quedaron dormidos, tiempo después los llaman y de ver que ninguno responde, Halima entra y le gusta mucho la escena que ve, atrás de ella entra la tía Elna y de inmediato tomó el trozo de tela.
Todavía estaban allí cuando Mandla despierta… ¿Qué pasa?... lo siento, llamamos y nadie contestó… nos quedamos dormidos… ya es de mañana… Abdelary despierta y limpia un poco sus ojos… tranquila, sigue durmiendo… no quisimos despertarlos, pero las personas están afuera esperando… Mandla levanta la cobija para que ellas puedan ver la mancha y con una gran sonrisa la tía sale del lugar y detrás de ella Halima.
Afuera se escucha un ruido de celebración y Abdelary decide seguir durmiendo, ya que se siente muy cansada, porque en los días anteriores se había trasnochado realizando el vestido, cuando volvió a despertar era casi el medio día, Mandla ya no estaba, después de organizarse decidió ponerse el brazalete que Mandla le pidió que usara en la boda, tampoco cubrió su lunar.
Miró por la ventana y su esposo hablaba con alguien y muchas personas organizaban un montón de cosas, se imaginó que viajarían ese mismo día y llamó a Palesa, pero ella tampoco estaba en casa, cuando iba a salir se encontró con Mandla… ¿A dónde vas?... a casa, no puedo dejar mis cosas… no saldremos hoy, solo estoy organizando todo lo del viaje.
¿Y Palesa?... la mandé por tus cosas… general, Palesa no es mi criada, ella es parte de mi familia… lo siento, no lo sabía… en ese momento llegó Palesa sonriendo… que bueno que te levantaste, mira estas son tus cosas… muchas gracias, ya iba por ellas.
Abdelary revisó todas sus cosas y estaban completas… cualquier cosa que necesites solo tienes que pedirla, no tienes necesidad de salir de aquí … Palesa se retira… ¿general, son ideas mías o no quiere que yo salga de esta casa?… son ideas tuyas… no me voy a escapar, se lo prometo… pues siempre tomo mis precauciones… ¿Entonces soy su prisionera?... no, eres mi esposa, si fueras mi prisionera no te tendría en este lugar.
La abraza y luego le da un beso en la mejilla… si te escapas te buscaré hasta debajo de las piedras, me escuchaste… no me voy a escapar general ¿por qué no puede confiar en mí?... porque tú tampoco confías en mí… es diferente… ¿Por qué?... porque yo soy la víctima y tú el villano… la mira de reojo y ambos sonríen.
¿Ya comiste algo?... ella niega con la cabeza… pues entonces vamos, por esperarte tampoco comí nada… mientras comían… ¿general, usted tiene mujeres en su ejército?… no, son una distracción… pero para algunas cosas somos mejores que los hombres.
Admiro las tribus donde existen mujeres guerreras… ¿Quieres aprender a luchar?... no, quiero estar en tu ejército y luchar a tu lado… en tus sueños, mi mujer no tiene por qué estar metida en batallas… pero sé pelear, mi abuelo me enseñó… ¿Eres la niña consentida de tu padre y me dices que eres una guerrera?... te voy a demostrar que soy buena en lo que hago.
No me demuestres nada, no pienso perderte en una batalla… cuando Mandla dice esto y por la forma en que lo dijo Abdelary se da cuenta de que ella realmente es importante para él y decidió no seguir insistiendo… ¿General cuando salimos?… mañana en la mañana, así que organiza tus cosas por favor… ¿Necesita que le ayude a organizar sus cosas?... sonríe y niega con la cabeza.
¿Está seguro? porque yo puedo ayudarlo... Mandla se le acerca, acaricia su rostro y la besa sin preguntarle, Abdelary trata de soltarse, pero no puede, y termina correspondiendo a aquel beso que la hace estremecer y olvidarse de todo lo que pasa a su alrededor… disculpen, si quieren los dejamos solos, les dice Halima sonriendo y tomando de la mano a Palesa para irse… no se vayan, que pena con ustedes… no tienes por qué pedir disculpas, eres mi esposa y me puedes besar cuando quieras.
General por favor… vamos a seguir organizando algunas cosas… ellas se retiran… general no se me acerque y por lo que hizo, busque donde va a dormir porque conmigo no es… al general poco le importó lo que su esposa decía, solo sonreía, iba pasando una muchacha que servía en el lugar donde estaban y Abdelary le dijo… ¿Podrías ser tan amable de prepararle una habitación a mi esposo?… claro que si señora.
Lo mira nuevamente y niega con la cabeza y el para molestarla trata de acercarse a ella, pero ella corre para evitarlo, penso que él se había quedado atrás… ¿Quién es este hombre que hace que me descontrole así?, necesito mantener a este hombre alejado de mí, mi madre tenía razón en decirme que este hombre me gustaba, pero esto va mucho más allá, esto no es normal.
Mandla estaba en la puerta escuchando todo, dio la vuelta con una gran sonrisa, no pensaba pelear con ella, se había dado cuenta, de que con ella era mejor llevar todo por las buenas, ya que Abdelary tiene su temperamento, tiempo después sale de su habitación y le pide un favor a su cuñada… ¿Halima puedes ser tan amable de pedirle a alguien que me consiga estas cosas?... en la bolsa está el dinero… no es necesario… sí, usa ese dinero yo sé por qué te lo digo.
¿Y por qué no vamos juntas?... en esta casa soy una prisionera de tu hermano, me pidió que no saliera de la casa y que cualquier cosa que necesite se lo pida a ustedes… a bueno, no te preocupes… después que mandó por las cosas llegó su hermano y le dice… hermano tu esposa me dijo que ella en esta casa es una prisionera y que tu no le permites salir ¿eso es verdad?... ¿tú crees eso de mí?… no, por eso te lo pregunto.
No entiendo por qué las mujeres son tan dramáticas, solamente le dije que si necesitaba algo lo pidiera… ¿y porque no le dices que malinterpretó todo?... está bien se lo diré.
Cuando va donde su esposa le dice todo lo contrario… querida esposa, me alegra que seas una esposa obediente como debe ser… digamos que un buen guerrero debe seguir ordenes general… ¿sigues con eso?... si, piénselo por favor… no, ya te lo dije; no voy a ponerte en riesgo. Después de decirle esto salió del lugar.