Amar Entre Dos Mundos. 1

Los días fueron pasando y aunque Naomi era muy estricta, Katy disfrutaba de su trabajo, era algo completamente diferente a lo que estaba acostumbrada, ya que interactuar con niños le encantaba, pero descubrió que el mundo de la moda es como jugar todo el tiempo con distintos personajes. Naomi resultó ser una mujer muy generosa, Katy en una semana tuvo un guardarropas completo con varios conjuntos, zapatos, bolsos y accesorios.

⎯ Mi niña, hoy luces radiante.⎯ saludo Elsa al ver a Katy salir de su cuarto con un hermoso traje en blanco y negro que se ajusta a su cuerpo como un guante.⎯ No te pareces en nada a la chica asustada que llego buscando trabajo y una cama donde dormir.

⎯ Gracias Elsa. Mi jefa no quiere que me vista mal, dice que soy la imagen que la representa apenas alguien llega a su despacho y debo estar a su altura.

⎯ Y tiene mucha razón, eres muy bella y debes vestirte como una mujer joven.

⎯ Esta noche, yo invito la cena.⎯ grita desde el portón de salida.⎯ Estoy apurada, pero tengo muchas cosas para contarte.

⎯ Ve tranquila, a la noche hablamos.

⎯ Adiós.⎯ Katy se despide y sale de la pensión a tomar el colectivo.

Katy se había encariñado con Elsa de una forma tan especial, que se sentía cómoda con ella, era como estar con su abuela y eso por alguna extraña razón le agradaba y podía desahogar sus penas sin ningún remordimiento.

Hoy era el dichoso aniversario de bodas. Katy tenía programada su agenda, primero debía reservar una mesa en un restaurante y en lo posible en el más lujoso de la ciudad donde solo asisten celebridades, luego la suite del hotel más prestigioso y para el otro día había planeado una excursión en yate hasta el atardecer. Su jefa estaba feliz y de muy buen humor oliendo unas flores que habían llegado muy temprano a la oficina con una bella tarjeta.

⎯ Kasy, necesito que le lleves el traje que está en la tintorería a mi esposo. Él debe estar listo a las nueve y pasar por mi a la casa en nuestro auto deportivo.⎯ indica a través del intercomunicador.

⎯ Como diga.

⎯ Ahora te paso la dirección.

⎯ Muy bien, ¿desea algo más?

⎯ No o si… Quiero que hables con mi media hermana, se llama Marcela y espera que mañana me presenté en su horrenda escuela. Cancela esa cita, hoy solo tengo cabeza para mi esposo y mañana me tomaré el día libre.

⎯ Muy bien señora.

⎯ Tú también tomate el día.

⎯ Gracias.

⎯ Has hecho un buen trabajo. Te lo mereces.

Katy se sorprendió al recibir un halago por parte de esa mujer tan fría, pero luego pensó que se debía a su día especial y continuó con su trabajo. A media mañana, recuerda que debe llamar a la hermana de su jefa. Comienza a marcar el número, que tenía agendado en su libreta sin prestar mucha atención y cuando está por presionar el último botón del teléfono, se da cuenta que es el celular personal de su mejor amiga; entonces corta antes de que conecte la llamada. Su corazón late de prisa, su manos le sudan y cree que se va a desmayar; se levanta de forma automática, va al baño y se lava su rostro.

⎯ Esto debe ser una broma, con razón sus rasgo se me hacían familiar. Ellas son hermanas o media hermanas. O kreto ¿a qué juegas?

Kreto aparece en el espejo y responde

⎯ A nada, yo no estoy jugando.

⎯ ¡Por dios!⎯ grita mientras lleva su mano al corazón.⎯ ¿Quieres matarme de un susto?

⎯ Tú me invocaste. Y solo respondo a tu pregunta.⎯ él la mira de arriba abajo, observa detenidamente su nueva vestimenta y no puede evitar sentir que en todas su formas ella se ve hermosa.⎯ Mi intención no es que mueras por mi culpa.

⎯ Lo sé, es solo que todo esto me tomó por sorpresa.

⎯ Tranquila, sabes que cada vez que me necesites aquí estaré.

⎯ Yo no te necesito. Estoy en shock, eso es todo. ¿A quién engaño?⎯ Katy está confundida pero se alegra de al menos ver su reflejo, entonces estira su mano y toca su rostro y le confiesa.⎯ Me gustaría que estuvieras aquí. ¿Lo pensé o lo dije?.⎯ pregunta al ver su sonrisa y como levanta una de sus cejas.

⎯ Da igual, lo importante es que aquí estoy.⎯ respondió y ella se ruboriza.⎯ Dime, ¿qué te preocupa?⎯ cambia de tema al sentir su incomodidad.

⎯ No puedo hablar con Marcela, ella me va a reconocer.

⎯ Te aseguro que nadie se dará cuenta que eres tú. Además tu voz es diferente, toda tú eres diferente.

⎯  Kreto puedo saber, ¿por qué ella nunca me dijo que Naomi es su hermana?

⎯ Mi diosa, la verdad pronto saldrá a la luz y tu misión se pondrá en marcha.

⎯ Aún no me encuentro con esos hombres y no sé por dónde buscar.

⎯ Pronto se presentarán ante ti.

⎯ Gracias, siempre hablar contigo me calma, aunque no despejas ninguna de mis dudas.⎯ rezonga y se apoya en el lavado para estar más cerca de su imagen.⎯ Eres un ser especial.

⎯ Katy, yo…⎯ Kreto no aguantaba más estar separado a través del cristal, deseaba tocar de nuevo su piel; pero como tenía prohibido cruzar al otro mundo lo mejor era despedirse y acabar con esa tortura.⎯ Ya me tengo que ir. Mi próxima cita me espera en el salón.

⎯ ¡Espero que sea un hombre!⎯ dice celosa y se sorprende.

⎯ Es una joven indefensa que necesita mi ayuda, como tú en su momento lo hiciste. Además todas son almas perdidas en busca de su destino.

⎯ Lo sé.⎯ ella lo acaricia por última vez.⎯ Pero no puedo evitar sentir envidia de que ella si pueda tocarte.

⎯ Nunca nadie me ha tocado, salvo tú.⎯ confiesa Kreto y luego desaparece.

⎯ ¡Por dios! ¿Qué me está pasando? Con solo ver su imagen mi corazón se desborda, debo controlar todo mi ser. Él es un dios y nunca posará sus ojos en mi. ¿Qué estoy pensando? Yo debo recuperar a Bruno, él es el hombre de mi vida y mi único amor. Tengo que sacar de mi mente a ese ser, a como dé lugar.

Ella habla sola por unos minutos mirando el espejo, donde solo hace unos minutos ese ser imponente, de bellos ojos y rostro perfecto estuvo con su carismática sonrisa. Su corazón está tan agitado que ahora comprende que su cuerpo reacciona ante él y eso le preocupa.