Abdelary La Guerrera Albina

_ Abdelary, mi hermano pudo haberse casado hace mucho tiempo y quiso que tú fueras su primera y única esposa, sé que no era lo que esperabas, pero te puedo asegurar que él te hará feliz.

En ese momento Abdelary se quebró e inició a llorar como una niña pequeña, Halima pudo notar que a su cuñada le aterraba casarse y no le dijo nada, simplemente la abrazó.

Era muy normal que los padres casaran a las jóvenes por conveniencia y no por amor y a ella le aterraba ser infeliz como lo eran algunas de sus conocidas. Cuando Halima fue con su hermano estaba de muy mal humor.

_ Hermano.

_ Mejor no me digas nada Halima.

_ Tiene miedo, por eso dijo todas esas cosas, trata de entenderla.

_ Estoy tratando de tenerle paciencia, pero esa mujer es muy complicada, todo lo que hago y digo parece molestarle. Conquistar a una mujer es muy complicado.

_ Pero al final tiene su recompensa.

_ Si, pero no sabes cuantas veces he pensado que hubiera sido mejor hacer lo que hace la mayoría de las personas, acercarme a ella ha hecho que me odie.

_ Ella no te odia, lentamente verás como se acercará a ti y te amará, te ganaras su respeto, pero debes seguir trabajando en eso, te estoy ayudando, pero no vayas a embarrarla con ella, es mejor ir lento pero seguro.

Al día siguiente.

Tanto Mandla como Abdelary estaban muy nerviosos.

_ Hermana, puedes asegurarte que ella no se escape.

_ ¿De qué hablas? Ella no haría algo así, he aprendido a conocerla y es una mujer de palabra, no sé irá a ningún lado.

_ ¿Cuál traje me queda mejor?

_ Todos, pero este hace juego con el traje de ella.

"La boda se realizaría al aire libre en una zona verde, Mandla mandó a instalar telas que la protegerían del sol, todo se veía perfecto, era como una boda de cuentos de hadas, y además, había muchas más personas de lo que habían hablado".

Cuando llegó el gran momento, ambos se quedaron mirándose por casi un minuto, ella lucía un traje blanco con una franja en el centro de tela africana, una capa totalmente blanca con un borde de la misma tela de la franja del vestido, el turbante también era del color de la franja del vestido, usaba el brazalete de la abuela de Mandla y un collar que hacía juego con el brazalete.

Y lo más importante para Mandla, era que había dejado su lunar al descubierto, él lucía un traje blanco, con un Kofi del mismo color, y sobre el traje usaba una tela muy parecida a la de la novia, parecía un príncipe.

_ Estás hermosa.

_ Muchas gracias, Señor, ¿usted realmente es un general?

_ Si, ¿por qué lo preguntas? _ Abdelary solamente negó con la cabeza.

Su boda fue muy tradicional, su familia estaba feliz y Abdelary hizo su mayor esfuerzo para que Mandla se sintiera cómodo y en ocasiones hasta sonreía

_ Quiero dedicarte una canción, la compuse hace algunos años para ti, y como sé que la conoces te pido que me acompañes, le trajeron dos Kora y él tocó un momento para que ella supiera que canción era.

Iniciaron a tocar y Abdelary estaba extrañada, cerro sus ojos y ambos tocaron la canción como si fueran uno solo, ella la aprendió después de escucharla en un sueño y se la enseñó a su hermano y no entendía por qué Mandla la conocía y porqué le decía que la había compuesto él para ella.

Cuando terminaron de tocar, todos aplaudieron, Abdelary abrió los ojos y miró a su esposo y él le sonreía, ella hizo lo mismo, su tío Thabo se acercó y le pidió al novio que hiciera muy feliz a su sobrina, Abdelary miró a una de las invitadas y se dió cuenta de que era la anciana que le dio la pequeña botella con el brebaje. La anciana le sonríe y ella hizo lo mismo, aunque su sonrisa es un poco forzada.

La boda fue más agradable para la novia de lo que pensaba, se divirtió mucho con los chistes y las bromas de los invitados, además de que hubo muy buena música.

Halima llamó a su cuñada aparte, y le dijo:

_ Abdelary, ahora eres mi hermana, prométeme que harás feliz a mi hermano.

Abdelary se extrañó al oír esto, y hasta se preocupó.

_ Pero tú sabes que para mí no es tan fácil hacer eso

_ Pero no es imposible.

_ Espero no salir huyendo como una loca _ Las jóvenes ríen. Ambas miran a Mandla que tiene su mirada puesta en ellas.

_ ¿Por qué me mira tanto tu hermano?

_ Seguro está pensando en la noche de boda.

Abdelary lo mira de nuevo y se pone roja, desde ese momento no volvió a sonreír en toda la tarde.

_ ¿Qué te dijo mi hermana que te dejo tan preocupada?

_ Nada, solo quería felicitarme.

Cuando llegó la hora de ir a casa en la noche, la esposa de su tío Thabo se le acercó y le dijo:

_ No te asustes, nosotros te acompañaremos.

_ Tía Elna, ¿me acompañarán para qué?

_ Se te olvida nuestra tradición.

Cuando su tía le dice esto, siente el deseo de escapar, mira hacia varios lados y cuando su tía se retira, trata de irse, pero su esposo aparece de repente por detrás, la toma por la cintura y le dice en el oído.

_ No lo hagas, eso te traería muchos problemas, tranquila.

Entraron a la casa y los novios pasaron directamente a la habitación y los familiares siguieron afuera en la fiesta riendo y bailando, Abdelary no se sentía cómoda. Mandla se acercó a ella y acarició su mejilla y luego la besó, mientras la besaba, pudo sentir como las lágrimas de su esposa corrían por sus mejillas y se apartó de ella casi de inmediato.

_ Lo siento mucho, general, yo no estoy lista.

Se sentó en la cama y lloraba en silencio.

_ Sabes que no te esperaré toda la vida ¿verdad?

_ Si señor.

Mandla se sentó en un banco de madera por algunos minutos, y luego le sonrió a su esposa tomando un cuchillo, lo que hace que ella se asuste y esté alerta.