Manuela necesitaba un padre para Luis.Solo por un día, nada que no pueda solucionar. Recordó al mendigo al que le pago la cena y fue a buscarlo.Le dió plata para hotel, baño y ropa. Solo tenía que presentarse al colegio para que el niño esté feliz. Todo sería sencillo pensó. Pero estaba muy equivocada.
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Capitulo 14. La noche del Domingo.
El señor Clark pasó el domingo entero encerrado en su recámara que quedaba al otro lado del chalet. Manuela sabía por qué. Todo era por su culpa. Había corregido unos errores de hermoso artículo sobre los loros azules y eso lo incomodó.
No quiso decir nada a la señora Flor. A pesar de lo evidentemente enojado que estaba mandó al chófer a buscar a su padre.
A Manuela le encantó la alegría de la señora Flor su papá y su pequeño cuando comían y elogiaban la lasaña que ella preparó.
Las empleadas llevaron la comida al dueño de la casa que mandó felicitar a la cocinera diciendo que era la mejor pasta que había comido.
Que lástima que no se enteró que ella hizo, pensó Manuela.
En la tarde los ancianos volvieron a dormirse en el corredor y más tarde su padre fue otra vez llevado a su casa por el chófer de don Clark.
Su padre estaba ya mucho más tranquilo.
La muchacha Adelina fue a llevar la cena al señor Clark, su hijo Luis había ido varias veces a ver a Clark y vino muy feliz.
Manuela decidió ir a esa ala del edificio, dejaría que ese hombre cene e iría a disculparse.
_ Pasa Adelina - dijo el señor Clark confundiéndola con la empleada.
Estaba sin camisa, con la parte de abajo de un piyama puesto, una espalda esplendorosa de un hombre semi desnudo se presentó ante Manuela.
Él estaba de anteojos de espalda seleccionando unas fotos que colgaban en una especie de riel.
Desde la última vez que Manuela fue a la playa y de eso hacía mucho, mucho, tiempo; que no había visto una espalda masculina desnuda. De hecho, la espalda flaca de su padre no contaba.
Manuela tomó la bandeja en silencio, pero la impresión le dejó un poco tembleque.
Y la vajilla empezó a sacudirse.
Casi diría que la bandeja galopaba como su corazón.
_ Sr Clark. - dijo Manuela - vine porque quiero disculparme. - dijo.
Clark escucho la voz de Manuela y dejo caer algunas fotos.
Se dió vuelta hacia ella y el espectáculo era aún mejor que la espalda.
Le quedó mirando como asombrado y Manuela intentó explicarse :
_ Yo le toque...le toque..
_ Si - dijo Clark recordando los dedos de Manuela en su boca.
_ Le toqué su artículo y sé que eso le molestó.-
_ Artículo?-
_ El de los loritos azules. Solo corregí una b por una v corta y coloqué unas comas. Si quiere puedo volver a colocar como estaba.- dijo Manuela tratando de no mirarlo y de sujetar más fuerte la bandeja.
_ No. Lo que haz hecho está bien. - dijo Clark.
Manuela se ruborizó, no tenía idea porque, pero le ardía la cara.
_ Pensé que estabas enojado por eso quedaste encerrado en tu habitación - dijo.
_ Enojado? No.... solo estoy excitado... exigido, perdón, exigido por un trabajo que debo terminar.-
_ Bien. Que bueno. Hasta mañana Clark. - dijo Manuela y salió volando.
Llegó agitada al comedor. Le pasó la bandeja a Adelina y corrió a su recámara.
Se miró de inmediato en el espejo y vio a una adolescente confundida y sonrojada. No parecía la mujer de 33 que era. Se mojó los cachetes con agua fresca de la canilla y quedó pensando que mierda le había pasado.
Habían pasado todo el sábado y el domingo esperando el llamado del acosador y no llamó. Quizás sea hora que salga de ese hotel cinco estrellas y vaya otra vez a su pequeña cueva.
Ese mendigo de cuerpazo de Apollo le ponía nerviosa.
Tenían que marcharse al otro día. Ella comenzaría con el trabajo de capacitación en la empresa Gotti y tenía muchas cosas que hacer.
Yo no sé acordaría del señor Clark y su espalda desnuda. Su amado hijo es todo lo que ella necesitaba para tener la fuerza de levantarse cada día y seguir trabajando y estudiando.
Cuidando a Luis y esforzándose para cambiarse a un departamento más grande para poder tener a su padre con ella. Y eso era urgente. Su padre estaba anciano y la necesitaba. No podía ni solo imaginar que tendría que llevarlo a un asilo. Se juró que nunca lo haría, su padre viviría a su lado sus últimos días.
Los únicos hombres que ella necesitaba a su lado eran su hijo y su padre. Eso era todo. Y basta! - se dijo.
Se puso un camisón más fresco porque evidentemente las hormonas le estaban jugando una mala pasada.
Se fue a la alcoba de Luis, conversó con el que le contaba el capítulo del libro que la madre de, Clark le había leído recién.
_ Mañana nos iremos a casa Luisito. Creo que ese malvado hombre no nos asustara más.
_ Entonces nadie querrá matarnos mami? - dijo el Niño- estoy feliz en la casa de la abuela Flor. Quizás podemos venir a visitarla algún día.-
_ Claro hijo. Puedes venir con tu abuelo Marcos que es amigo de la señora Flor. - dijo.
Ella lo arropó y apagó la luz. Cerró la puerta y fue a su habitación. Fue ahí que escuchó el Grito de doña Flor desde la sala. Salió corriendo hacia el Grito y llegó justo cuando arribaba asustado Clark.
Doña Flor tenía el teléfono en la mano y temblaba mientras una voz ronca decía:
_ Hola. Hola. Desgraciados. Están pensando en su próxima y segura muerte.!
Doña Flor estaba blanca por la crema que le cubría el rostro, pero seguro que debajo de la crema también estaba pálida.
Clark agarró el teléfono, todo el botón de grabado, el botón de conexión con la unidad de investigación de crímenes mientras Manuela sujetaba a Doña Flor que parecía querer desmayarse.
Manuela ayudó a la señora a llegar a su habitación.Dejo a Clark seguir con el trámite policial y hablar con el desgraciado. Tenía que hablar tiempo suficiente para que la policía le pueda rastrear.
Pero el acosador colgó unos segundos antes y la policía aún no pudo localizarlo.
La señora Flor se durmió finalmente. Clark y ella semidesnudos estaban más bien asustados como si sus pensamientos pecaminosos se hubieran fugado a algún lugar después del llamado del acosador.
El policía que comandaba al equipo de frente de la casa les pidió que al otro día no vayan solos a ningún lado.
_ Gracias, oficial. Buenas noches - dijo Clark colgando el teléfono.
_ Buenas noches Clark -
- Que descanses Manuela. -
Ambos se dieron un casto beso instintivo en la mejilla y salieron en direcciones opuestas.
Recién cuando Manuela arribando a su alcoba empezó a incendiarse y cuando Clark llegó a su recámara con su miembro erguido, se dieron cuenta que se habían besado.
FELICITACIONES ‼️‼️‼️