Segunda Oportunidad(Saga Mujeres Empoderadas III)

Me levanto antes del alba, tengo que hacer pís y ésto va a ser un problema.

Aquí no existe baño como tal y hay que hacer las necesidades fuera en el bosque.

Tapo bien a Davinia y salgo cerrando con cuidado. Miro que no haya nadie alrededor. Camino hacia el bosque, me pongo detrás de un árbol y me agachó a orinar.

Cuando termino, me sacudo como puedo y me voy otra vez a la cabaña.

Dentro con el agua que quedaba del cubo, mojo mis bragas y me limpio como puedo. Me pongo el kilt y aviso a Davinia que se vista.

Mientras, caliento el pan con el queso en una especie de sartén y hago lo que puede ser una fondue antigua, mojamos el pan con el queso y comemos y salimos de la casa. Voy al río, lavo la sartén y vuelvo, colocó la sarten en el estante y volvemos a salir hacia el castillo.

Al llegar al castillo no veo a nadie, entro al salón y encuentro a Malcom sentado desayunando.

* Buenos días señor.

Se me queda mirando de arriba abajo y me llama a la mesa.

* Por esta vez te lo pondré yo, pero tienes que aprender a ponerte el kilt.

* No lo hice bien?

* Para nada. Ven.

Me desata el kilt, (menos mal que la camisa es bastante larga) me lo enrolla y le hace un par de dobleces y ya está. No creo que yo sea capaz de hacer esto bien algún día.

* Gracias.

* Bien, ahora la niña.

Acerco a Davinia y le digo que no tema.

Hace el mismo proceso que conmigo y cuando termina veo como Davinia llora.

Me acerco a ella y le digo que no pasa nada.

* Sabéis hablar inglés?

* Sí señor.

* Pues para ella hablaremos en inglés, y por qué llora? No soy ningún ogro.

Le contesto en gaélico para que Davinia no se entere y se sienta mal.

* Señor, ella ha tenido varios traumas con los hombres. No confía en ellos. No le gusta que los hombres la toquen.

* Quién fué el canalla?

* Hay varios, y los culpables son los padres.

* Eso es una aberración.

* Pero pasó.

* Habéis comido algo?

* Sí señor, junto con las ropas Jhoss nos dio un trozo de pan y un trozo de queso.

* Pero eso fue para cenar.

* Y nos sobró para desayunar.

* Perdón señor, podríamos beber agua? No hemos bebido desde ayer y no sabía si el agua del río se puede beber.

* Lago, es un lago. Y no, no se puede beber. Hay sanguijuelas.

En el momento que oí lo de las sanguijuelas me puse a temblar.

* Debo ir a la casa un momento.

* Por qué?

* Ayer me bañe en el lago. Temo tener alguna sanguijuela adherida.

* No te preocupes, quítate la camisa que te vea la espalda.

Dios mío, que fallo, y ahora que le digo.

* Prefiero hacerlo en la casa, Davinia me ayudará.

* Por qué molestar a la niña? Bájate la camisa que te vea la espalda.

* Puede hacerlo una criada.

* No voy a molestar a los criados, tienen mucho trabajo.

Temblando me subo la camisa por la espalda sin llegar a sacar la parte delantera y le muestro la espalda.

Me roza con los dedos la espalda y hace que se me erice la piel.

* No tienes ninguna, debes mirarte tus partes íntimas por si tienes algunas por allí.

Me quedo helada, Dios mío, no creo que tenga. Joder.

Meto la camisa por el kilt como puedo para no tener que estar desaliñada.

* No, ahí no tengo.

* Y cómo lo sabes? Cómo has llegado a verte debajo de las bolas?

Estoy bebiendo agua y me atragantó estrepitosamente.

* Bueno, chico te has puesto rojo, que pasa?

* No tengo ninguna sanguijuela.

* Quieres hidromiel? Creo que te vendría bien. Se te ve bastante pálido, has pasado del color rojo al blanco en un minuto.

Será cabronazo, después de decirme lo de las sanguijuelas, me quiere mirar mis bolas? Este hombre está loco.

* Sí, por favor.

Todo sea por evadir el tema.

Me da una jarra con una bebida parduzca. (esto es lo que llamamos cerveza ahora, pero sin filtrar)

Me bebo la jarra entera y casi sin respirar. Cuando termino me noto un pelin mareada.

* Bueno ahora he de ir a trabajar.

* Jhoss, lleva al muchacho al almacén de víveres.

Salimos directos al almacén.

Allí me pongo a revisar los víveres junto con lo que en mi época llamamos un albarán y en esta época se llama el listado de abastecimiento. Comienzo por la parte trasera, llevo medio almacén y ya es de noche, casi no se ve luz afuera. Tengo un apetito voráz, desde que comimos el pan con el queso, no he vuelto a probar bocado.

Se que podría comer algo de aquí, pero no puedo, se que si me vieran el castigo puede ser terrible. Voy llegando fuera y piso algo que se me clava en el muslo. Es como un pinchazo y no le hecho cuenta, hasta que escucho el siseo.

Dios, creo que me pico una serpiente. Alumbró hacia el lugar donde escucho el siseo y ahí está, es una víbora.

* Joder, es que todo me tiene que pasar a mi? . Y ahora que coño hago?...

* Algún problema?

* Sí, me picó una víbora.

* Donde?

* Señor, supongo que estará muy ocupado, yo me las puedo apañar sólo.

* Donde te picó? Y como estás tan seguro que fue una víbora?

* La víbora está ahí detrás, no la oye?

Se adentra y sale con la víbora en la mano. Muerta por supuesto.

Estoy empezando a notar los efectos del veveno, el dolor es insoportable y noto como me va corriendo por mi organismo.

Malcom se me acerca y me coge en brazos, me lleva hacia el castillo y sube conmigo las escaleras.

* Donde te picó?

* Muslo derecho.

Ya me noto cada vez más floja, tengo espasmos y me tiembla todo el cuerpo.

Me tumba en una cama y me quita toda la ropa. Me pone una goma en el brazo y me inyecta algo, ahí perdí el conocimiento.