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EN OTRA VIDA

EN OTRA VIDA

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Amor de la infancia / Pareja destinada / Casada con el millonario
Popularitas:80.7k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Luna Azul

¿Cruzarías esa línea para que en esta vida lo que tú quieres se cumpla?

Lucía es hija de una cocinera que trabaja para los Salvatore, Dylan el único hijo de esta familia que se enamora desde que era un niño de Lucia.
Obligado a casarse con Estela para que Lucia pueda vivir tranquila.
Un sacrificio valdrá la pena para que la verdad salga a relucir.

NovelToon tiene autorización de Luna Azul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13: Duelo y parto

LUCIA SMITH

Subí al avión acompañada de María Alicia, llevaba mi corazón roto. Se que los padres son prestados y que algún día como todos los seres vivos vamos a morir, Pero fue muy pronto. No tuve el valor de decirle que pronto sería abuela. Creo que eso hace más cargado mi corazón.

Lamentablemente, las madres no son eternas y, como todas las cosas vivientes, tienen su comienzo y final. Por consiguiente, el frágil hilo de su vida terrenal al entregarlo todo por amor no es la excepción. Cuando finalmente debemos enfrentarnos ante la pérdida inminente de una madre, una mezcla de sentimientos encontrados acuden a la mente exigiendo explicaciones que no existen. Madre mía no pude decirte que te amo, y que me siento orgullosa por todo lo que me diste.

No tengo a nadie más que a mi bebé, mi abuela ya falleció, no conocí a mi abuelo. Mi madre fue hija única, y mi padre hasta hace poco lo vi, siempre fue un padre ausente. Pensándolo bien es el mismo patrón generacional, mi abuela, mi madre y yo, criando hijos sin la figura paterna. ¿Es una maldición? Es increíble que repetimos ciclos, es como si lo lleváramos en nuestros genes, o es parte de los aprendizajes modelados.

María Alicia me llevaba tomada de la mano, sin decir nada durante todo el viaje que duró unas cinco horas.

Me sentía aún más estresada al saber que podía encontrarme con Dylan, con Estela o con la señora América. Quiero vivir mi duelo sin que esa familia me estrese, aunque Dylan no tiene culpa de nada, él solo es títere en las manos de su madre.

El avión hizo su aterrizaje. María Alicia se encargó de las maletas, aunque era poco lo que traía.

— ¿Estás lista para ir al hospital?— ella me tomó de la mano.

— Creo que uno como hijo nunca está listo para dejar a sus padres. Pero no hay de otra. No me dejes sola, por favor.

María Alicia no sabía nada de lo que viví con Dylan. Nunca vi necesario contar esa parte de mi vida.

— Perdón María Alicia, no tengo una casa doqué llevarte, siempre viví en la casa donde trabajaba mi madre como cocinera. Así que, no sé qué hacer.

— No te preocupes, vamos a ir a un hotel o donde sea. Voy a buscar por internet un hotel. No te preocupes.

— Gracias — bajé mi mirada al piso y empecé a llorar.

— No llores. Tienes que llegar tranquila, recuerda que llevas en tu vientre a un bebé que será la luz de tus ojos.

Ella detuvo un taxi.

— Buenas tardes, nos lleva al hotel M, por favor— nos subimos al taxi.

Llegando al hotel y nos ubicamos en el cuarto, salimos al hospital. Sentía que mi estómago iba a salirse por la boca, mi bebé se movía de un lado a otro. Me dolía un poco cada movimiento. Hice ejercicios de respiración para manejar un poco ese sentimiento de dolor, un dolor clavado en mi corazón.

Llegamos al hospital y se hizo todo el trámite, una breve declaración jurada y reconocimiento del cuerpo. El cuerpo de mi madre salió en un ataúd a un velatorio.

Siempre fue mi madre y yo en esta vida.

Al día siguiente los restos de mi madre fueron sepultados.

Lloré a cántaros. Lloré hasta que vacíe mi alma completa del dolor.

Mi vida tomó otro giro. Ya no tenía importancia estudiar, el poco dinero que mi madre me dejó me iba a servir para recibir a mi hijo y sobrevivir un año. Tenía que buscar un trabajo.

—Maria Alicia— pausé — Ya no voy a regresar a París. No tiene lógica que estudie en estos momentos, mi parto se acerca y el único apoyo que tenía era el de mi madre. Creo que voy a poner mis pies sobre la tierra, agarrarme fuerte mis pantalones y seguir mi vida como una mujer con un hijo.

— Está bien. Yo te aprecio y no sé si deba volver o quedarme contigo un poco más. ¿Has pensado en buscar a tu padre?

¿Mi padre? Nunca le he contado a María Alicia sobre nada de mi vida, ¿cómo sabe ella de mi padre? Aunque pensándolo bien, indirectamente le dije todo cuando le dije que mi madre es mi único apoyo.

— ¿Mi padre? Ese señor no sé quién es. En mis 18 años no recuerdo que él estuviera presente. ¿Debería pensar en él ahora? No. No creo.

María Alicia cambió un poco el gesto de su cara.

Pasó un mes y María consiguió un departamento para que viviéramos ahí. Ella se iba a ir hasta que mi hijo naciera.

Entré en labor de parto. Iban y venían las contracciones. Todo lo que una mujer aguanta para traer un hijo al mundo es mucho. Agradecí a mi madre por ese dolor, por parirme.

María me llevó al hospital. Ella llamó a alguien. No pude leer sus labios.

Entré al quirófano. Sudor, lágrimas, sangre y miedo había en ese cuarto. Cuando escuché el llanto de mi hijo pude respirar tranquilamente. Me sentía agotada, le ví la carita a mi hijo. Rompí en llanto.

— Perdóname hijo por traerte a este mundo sin un padre, pero te juro que te daré todo mi amor.

La enfermera llevó a mi hijo para realizar los exámenes de rutina. Me trasladaron a un cuarto para qué me recuperará. Cerré mis ojos, tratando de descansar. Escuché que entró alguien al cuarto, no abrí los ojos, mis párpados pesaban.

— Habla bajito— era la voz de María Alicia— no puedes venir así, ella aún no sabe la verdad.

¿Qué verdad? No abrí los ojos, fingí que dormía para entender de que hablaba.

— Ella sabe quién soy, quiero que me vea cuando abra sus ojos. Ya esperé mucho tiempo— era una voz que ya había escuchado Pero no estaba seguro.

Decidí entreabrir mis ojos un poco, quería ver con quién hablaba María Alicia. Era aquel señor que en la fiesta de graduación de Dylan dijo que era mi padre. Cerré mis ojos, pero ahora me sentía inquieta.

— Sal, ya habrá tiempo— la puerta se abrió y ellos salieron.

No entiendo. ¿Ese señor y María Alicia se conocen? Entonces, no fue coincidencia que me encontrará con María Alicia. No entiendo, no entiendo.

La enfermera llevó a mi bebé para que lo alimentara.

— Señora enfermera, ¿Cuando me darán de alta?

— Mañana por la mañana.

— Podría no decirle a la chica que me acompaña esa información. Por favor.

— Está bien, pensé que eran hermanas.

— No, no lo es. Somos amigas supongo.

— Está bien— la enfermera salió del cuarto.

Mi cerebro entró en un estado de alerta.

Sea lo que sea, María Alicia me ha estado engañando. Ya decía, que alguien podía ser tan bueno.

1
Ketty Iglesias
Excelente
Erica Godoy Silva
si, el fue abusado sexualmente...
Erica Godoy Silva
debería ir con una profesional y hacer teste vocacional
Maria Galarza
Excelente
Lorena Romina Ocampo
bellísima!!!!
Rosa Elena Lozada
linda historia
Ana Diaz
tiene el apellido de la abuela jjaaj
carmen ayala
Excelente
Aracelis León García
me gustó no hubo tanto drama en esta historia
Irene Diaz
Excelente
Zoila
que psicopata, ya mediquenla /Left Bah!/
Maria Angélica Robledo
Excelente
Viviana Ines Vega Torres
muy entretenida
Gloribel Torres
Me encantó 💕
Marcelina Chamorro Orrego
feliz año nuevo 🎊💐 felicitaciones escritora gracias hermosa novela me encantó el final,te deseo lo mejor éxitos en todo lo que viene,un abrazo y muchas bendiciones 🌹❤️
Angela Sofia Quiñonez
viejita mentirosa rencorosa y muy muy maldosa, el cuco te va llevar por decir tantas falsedades
Angela Sofia Quiñonez
maldita loca
Yolanda Vaca
Carlos Paz ,Cordoba.Argentina.
Yolanda Vaca
Excelente
Angy Ibarra
hermosa historia
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