Esta Vez La Villana Gana

—En el transcurso del camino me la pase callada viendo por el ventanal que había, observaba el paisaje tan bello que me regalaba el hermoso reino aunque se veía que se marchitaba la flora y fauna, era una lástima pero no podía hacer nada al respecto, no aun. Al llegar yo baje primero con ayuda de mis escoltas que ya estaban abajo para abrirme la puerta de la carroza, pero la atención de mi vista fue dirigida hacia el hombre más detestable que habia, ese pelirrojo tan odioso que estaba, no sabía que era lo que quería y no lo quería saber, solo que estuviera lo más lejos posible de mi vista y más con lo que va a hacer a mis tiendas aunque no lo dejaría así.

Narra Takeshi:

—Habíamos llegado a una linda casa o más bien mansión, pero estaba un pelirrojo afuera de hay, la primera en bajar fue la señorita Ayko, la verdad se le veía molesta en todo el camino y es comprensible por el mal rato que le hicieron pasar esas chicas, la primera en una boutique ajena y la segunda en una donde ella era la dueña, eh imaginar que esto pasó en casi toda la mitad del día, ya podía observar el atardecer pues la pasamos fuera todo el día casi.

—Estaba metido en mis pensamientos asta que escucho un golpe, mi vista apuntó a donde se encontraba esa chica que me causaba intriga y diversión por su forma de ser, dándole otra cachetada a ese chico pelirrojo pero pude recordarlo, el era el sobrino del emperador que el día de la celebración del cumpleaños del emperador de este reino, el se atrevió a llevar a otra chica, vi que casi le levantaba su mano y sentí que me ardía la sangre como me pasó en la primera y segunda tienda, de tan solo ver que intentaban tocarle alguna parte de su cuerpo, mi cuerpo ya estaba reaccionando pero no se que sea este sentimiento, es tan doloro pero inexplicable, ya cuando estaba apunto de sacar mi espada, ella ya le tenía una daga en el cuello, esto fue sorprendente ya que en un abrir y cerrar de ojos lo tenía atemorizado y sudando pero en sus ojos había enojo.

De verdad te ibas a atrever a golpearme, de verdad que eres un poco hombre, no sé qué veía en ti, pero ahora me quite esa estúpida barrera que me cegaban mis ojos para no ver de qué estaba enamorada a si, corrijo, era solo una obsesión por ti pero ya paso, lo mejor será que desaguamos el compromiso y así tú podrás encontrar a tu dama ideal y yo seré libre así que, ¿qué eliges? —Ayko lo tenía en el suelo y ella arriba de él con la daga ya haciéndole un pequeño corte pero esta no hacía nada, era ese chico que no paraba de moverse—

Déjame ir, maldita loca, el compromiso seguirá te guste o no, esa decisión ya fue tomada por la autoridad mayor aquí y es mi tío así que aunque yo acceda a romperlo él no cambiará de opinión —decía el chico pero porque se rehusaba tanto, si era su tío él podía hacerlo cambiar de opinión o no?—

¿Cómo diablos no cambiará de opinión?, explícate, tú debes haber hecho algo o algo deben tramar tú y tu tío, me vale que sea el emperador, tengo el mismo poder que él te guste o no así que dilo o are algo que te lo ara lamentar toda tu miserable vida maldito —decía Ayko y se notaba su enojo, la verdad no la culpo, yo también detestaría tener que enlazarme con una persona así—

Mira Ayko ya tranquilízate, seguiremos con el compromiso y nada cambiará eso así que quítate que tengo una reunión con mi tío, aparte si tanto quieres romperlo Aver como diablos consigues hacerlo pero cuando se entere que andas siéndome infiel con este mi tío ara que nos casemos más rápido así que, preferiría que siguieras ocultándote en tu casa y me dejarás en paz —dijo ese chico apuntándome, era molesto pero algo que me sorprendió es que Ayko se quitó, supongo que no pudo mantener su imagen de chica fuerte, que lastima, pero después vi como este chico sangraba de su cuello pero no se veía grave—

A la próxima no me hagas enojar más, que esa vez no te dejo vivo ahora lárgate —dijo Ayko y ese chico solo se subió a un caballo y se marchó molesto pero se iba tocando el cuello pues supongo si le a de doler la herida—

—Cuando voltee Ayko estaba ingresado por la puerta grande que estaba en la entrada pero estaba siendo abierta por sus escoltas supongo que ya era hora de irme, así que di la media vuelta pero escuche gritar a alguien, era su dama de compañía…

Narra Ayko Hiriako:

—No sabía para que había venido ese desgraciado, pero hice bien en meterle miedo y que también ruegue por romper nuestro compromiso, pensaba que accedería pero debo investigar el porqué se niega, tendré que ver qué pasa en el palacio del emperador y aprovecharé cuando valla a esa fiesta de té.

—Solo empecé a caminar para ya ingresar que este día aun no terminaba pero ya estaba muy agotada y furiosa por las injusticias que me estaban haciendo pasar pero voltee levemente y vi que Takeshi ya se quería retirar pero pensé que debería estar cansado así que me hacer que a Lilit—

Lilit, podrías decirle al joven Takeshi si le gustaría quedarse por esta noche aquí junto con su escolta, que se pueden quedar cada uno en una de las habitaciones de las visitas y si accede dile que estaré en mi habitación por si necesita algo, de todas formas dile a alguno de los del servicio que estén al pendiente si quieren algo solo si gustan quedarse a y que no acepto un no por respuesta sin más voy a bañarme a mi recamara—Lilit solo asintió y salió corriendo para alcanzar al joven Takeshi mientras yo me iba para mi habitación a bañarme y ponerme mi camisón para tomar un largo sueño que estaba de verdad cansadísima—

Narra Takeshi Yoshida:

Joven, joven disculpe, espere por favor — escuchaba por detrás de mi, detuve mi paso y voltee para darme cuanta que era solo la dama de compañía de Ayko—

Si?, necesita algo? —pregunte pues no sabía que era lo que quería—

Pregunta mi señorita si le gustaría quedarse esta noche en su hogar, habrá una habitación para usted y su escolta, hay comida, y un baño en casa recamara por si gustas, a y mi señorita no aceptará un no por respuesta así que síganme —decía la chica mientras caminaba para llegar a la puesta que estaba siendo abierta—

Le agradezco mucho que nos dejaran quedarnos en su casa aunque sentimos que nuestra presencia podría ser molesta así que podremos ir a una casa del centro —dije para pararme enfrente de esa gran puesta, era de madera pero de un gran tamaño, un poco exagerado a decir verdad—

Nada de eso joven, pueden quedarse aquí, así que síganme que los llevo a sus habitaciones y si les preocupa que les podamos hacer algo pueden irse cuando ustedes gusten sin ningún problema aunque primero deben comer algo que por estar afuera mucho tiempo supongo no han comido nada en toda la ta… —estaba hablando la chica pero se callo de repente y se puso nerviosa de la nada— o no, olvide por completo que la señorita tampoco a comido nada así que si me disculpa debo retirarme, uno de nuestros mayordomos los llevará al comedor, disculpe — y se fue corriendo, subiendo unas escaleras para la segunda planta, supongo allá están las habitaciones

Ya ni le pude decir gracias a la chica — dije y suspiraba, supongo que de verdad estaba preocupada por su señorita, pero bueno la verdad es que si tenía hambre—

Señor que amable de parte de la señorita Ayko por ofrecernos quedamos en su casa —decía Neo sonriendo como siempre, pero porque era amable la chica, supongo no debí hacerme ideas de cómo era, la verdad no se que es este pesar en mi pecho pero no me desagrada del todo… ¿qué será?….