Ahora Que Vamos A Divorciarnos (Romance Y Crisis Libro 4) Cristina-Leo-Gustavo

Una vez solos en el salón del club de música Leo observó la expresión contrariada de Cristina debido a la actitud de Gustavo, era evidente que entre ellos dos existía algún tipo de relación, aunque a Leo le parecía que ellos no tenían nada en común.

-Disculpa si discutiste con tu novio por mi culpa - le dijo Leo a Cristina finalmente.

-No es mi novio, es el de Grecia, nosotros únicamente somos amigos, ya que nos conocemos desde el jardín de infancia - dijo ella con tristeza, lo cual Leo notó de inmediato.

-Lo siento por el comentario – respondió Leo a manera de disculpa.

-No te preocupes, solo quiero ayudarte a que te adaptes rápido debido a que este aniversario es muy importante, incluso asistirá el presidente Carmona y no podemos cometer ningún error.

Esto último lo dijo con disgusto y Leo pudo darse cuenta, Cristina era como un libro abierto para expresar sus emociones, evidentemente no le agradaba el presidente Carmona.

Cristina siempre recordaba como a su abuelo le fueron expropiados sus negocios y sufrió un infarto debido

al impacto de esa noticia, además la persecución a los periodistas independientes había sido muy cruel, ella podía tener quince años, pero no era tonta, Mireya gastaba dinero de forma escandalosa y todos se daban cuenta, además su abuela le dijo, su carrera musical estaba bloqueada y sabía qué tenía que ver con la influencia del presidente Carmona.

-Entiendo, continuemos, yo creo que deberías aprender a manejar Cristina y venir conduciendo tu propio vehículo, así no necesitarás de la ayuda de otras personas.

-Solo tengo 15 años, Leo, no puedo tener una licencia.- admitió Cristina.

El comentario fue gracioso y ambos comenzaron a reír, Leo olvidó por completo que ella solo tenía quince años, además que la mayoría de alumnos de esta escuela no se atrevían a manejar, ellos preferían que los buscaran, a

diferencia de ellos y pese a pertenecer a una familia con muchos recursos económicos, a Leo lo habían acostumbrado a ser muy independiente, es por eso que él manejaba su propio vehículo hasta la secundaria.

-Es muy tarde Cristina, deberíamos irnos ya.

-Sí, Leo, gracias por llevarme a casa.

-¿Dónde vives?

Cristina le dio su dirección y se dieron cuenta de que vivían en la misma urbanización, caminaron hasta el estacionamiento y Cristina estaba impresionada con el auto de Leo, era un rústico, porque al ser un músico prefería tener espacio para poder llevar sus instrumentos con comodidad y estaba impresionada, Leo subió al auto y le abrió la puerta del copiloto.

-Sube – Le dijo invitándola a entrar al vehículo.

Cristina lo hizo, pero no se colocó el cinturón de seguridad y Leo se dio cuenta, así que se inclinó en su dirección y en cuanto Cristina sintió su cercanía, su corazón empezó a latir rápidamente y sus orejas se pusieron coloradas porque pensó que le daría un beso, pero Leo solo la ayudó a ponerse el cinturón.

-Cuando uses mi vehículo debes llevar puesto el cinturón de seguridad – Le dijo mientras la veía y se sonreía con picardía.

Cristina estaba muy avergonzada por sus pensamientos y sus mejillas también se sonrojaron, cosa que Leo notó de inmediato, pero prefirió ignorarlo en los últimos años, había vivido en varios países y cada vez que iniciaba una relación debía mudarse estaba un poco harto de esa situación.

El vehículo tenía un sistema de sonido de última generación y cuando encendió la radio y estaba sonando una canción de la banda favorita de Cristina.

..."Cuando despiertes un día

Y sientas que no puedas más

Que en el nombre del de arriba tu vida van a manejar

Si sientes que el miedo se pega a tu piel

Por ser comunero y justicia querer

Si te rindes hermano, por ti nunca pensarás"...

-¡Es mi banda favorita! - dijo Cristina mientras cantaba una estrofa de la canción.

..."Ponte en pie, alza el puño y ven

A la fiesta pagana, en la hoguera hay de beber

De la misma condición, no es el pueblo ni un señor

Ellos tienen el clero y nosotros nuestro sudor"...

-Es mi sueño cantar con ellos alguna vez - respondió Leo.

-Tienes mucho talento Leo, estoy segura de que lo lograras.

Aunque se trataba de palabras dichas al azar a Leo, le causaron una muy buena impresión.

-¿Cuál es tu sueño Cristina?

-Quiero cantar una ópera rock ante mucho público.

 -Espero que lo logres también Cristina.

La distancia desde la escuela era mucha, así que pudieron conversar sobre diversos temas, además de cantar las canciones que le gustaban a ambos de la banda, llegaron y Leo detuvo el auto para dejarla en la entrada de su residencia,  y  eran casi las cinco de la tarde.

-Gracias Leo, eres muy amable.

-Si deseas puedo buscarte en la mañana, ya que me queda por la vía.

-No es necesario mi amigo Luis Arturo siempre me busca en las mañanas.

-Excelente nos vemos en la práctica mañana, adiós.

Leo la ayudó con el cinturón y en un acto de osadía le dio un beso en la mejilla y notó como ella se estremecía.

Su abuela la esperaba en la entrada y se impresionó porque no conocía ese vehículo.

-Llegaste tarde Cris.

-Lo siento abue, se suponía que hoy no había actividades del club de música, pero se incorporó un nuevo integrante y se hizo una práctica de emergencia.

-Veo. ¿Y quién te trajo?

-Un alumno nuevo que tiene su propio vehículo.

Su abuela siguió con el interrogatorio hasta que se sintió satisfecha, la relación entre las dos era de mucha confianza.

-No es mala la idea de tu compañero.

-¿Cuál abue?

-La de aprender a manejar. Aunque tienes 15 años como tutor puedo autorizar que te den tu licencia, voy a  hacer los trámites.

-Abue, nosotros no podemos comprar un auto en este momento.

-En el garaje está el viejo auto que usaba tu papá cuando era estudiante universitario y aún sirve, Raúl puede enseñarte a manejar, y ya no vas a necesitar favores de tus amigos.

Raúl era la persona que trabajaba con su abuela en labores varias, principalmente se encargaba del mantenimiento, entre otras.

-Abuela, ellos lo hacen de buena gana.

-De Luis Arturo lo creo, ese niño es una persona muy noble, pero de esa víbora de Gustavo no, mientras menos contacto tengas con él es lo mejor, créeme cuando te digo que ese chico es una maldición.

-Ok abue, deja que me enseñe Raúl a manejar – Dijo Cristina cada vez que su abuela comenzaba a hablar sobre Gustavo terminaban molesta las dos.

-No conozco a tu nuevo compañero Criss, pero ya me agrada.

Esa noche la llamó Gustavo para continuar su discurso sobre lo abandonado que se sentía, y cosas por el estilo, pero ella que se sentía cansada física y mentalmente, su comentario de la tarde fue la gota que derramó el vaso de agua, así que decidió alejarse de Gustavo un tiempo, ser músico era su sueño y si Gustavo fuera realmente su amigo lo entendería y no se burlaría de ella que la estaba pasando muy mal por lo que hizo Mireya.

-Gustavo deberías estar estudiando en este momento, en dos días hay examen de matemáticas.

-Por eso es que necesito que me ayudes Cristina.

-Gustavo normalmente te ayudo, pero estoy muy ocupada en este momento, contrata un tutor, tu familia es muy rica - dijo Cristina antes de colgar la llamada.

****Tomado de la canción "Fiesta pagana de la banda" Mago de Oz.