Extraños

Nit

Desperté con mucho ánimo, hoy es la cita con Alessandro y por esa razón me levante temprano para poder arreglarme y estar presentable. Me decidí por un vestido casual un poco mas arriba de las rodillas mis plataformas que jamás fallan y de peinado me lo solté, deje que mis ondas fueran el centro de atención de mi outfit, poco maquillaje ya que no me gusta mucho y estoy mas que lista para este gran día.

Jueves, penúltimo día de trabajo en CONAD, aunque extrañare a mis compañeros, no extrañaré a algunas personas, hay clientes que de verdad son indeseables volver a ver.

Hoy no tenía que ir al instituto y aprovechar unas horas que tengo antes de verme con Alessandro para hacer algunas fotografías. El trabajo final es más que importante y por eso quiero tener muchas fotos y poder hacer un excelente trabajo, tengo buenas notas, pero esto podría ser lo mejor que haga y quiero que sea perfecto.

Un par de horas viendo el paisaje de la ciudad y de verdad que obtuve buenas fotos ya que el sol salió dando un espectáculo de belleza.

Al ver la hora me dispuse con calma para llegar al lugar donde nos encontraríamos, en el centro de la cuidad, para no interrumpir mi cita y no tomar fotos mientras estoy con el, así que tome unas cuantas mientras iba al lugar.

Al llegar me doy cuenta que Alessandro ya estaba ahí, me estaba esperando, me acerco a él con una sonrisa.

-Hola, ¿te hice esperar mucho?- lo salude dándole un beso en la mejilla.

-No, recién llego- me correspondió al beso, su mano me tomo la cintura para atraerme más a él y en mi oído me susurro – Te ves jodidamente hermosa- no pude evitar sonrojarme, esa palabra es jodidamente sexi en sus labios.

-Gracias- dije un poco nerviosa, él noto mi nerviosismo lo pude notar ya que me regalo una risa burlona, me tomo de la mano y empezamos a caminar.

-¿Te gustan los mariscos?

Asiento

-Me encantan, de hecho- respondí.

-Que bueno, porque donde vamos es un restaurante español- yo sonreí ya que se me antojo mucho una paella al escucharlo.

-Ya quiero una paella- le sonreí, él levantó sus cejas con asombro.

-Me gusta que seas así, extraña- al escuchar eso me atreví a ponerme de frente de él, me acerque a su rostro, bueno el tuvo que bajar ya que es alto pero, la iniciativa es mía y eso me hace sentir empoderada, cuando lo tuve cerca de mi, tanto como para sentir su aliento, sonreí, sonreí y sonreí.

-Nunca olvides que eso soy, una extraña- le susurré justo en sus labios, puedo asegurar que rose esos hermosos labios, pero me aleje antes de que pudiera hacer algo.

Note como se tenso ante mi gesto, pero no hizo mas nada que sonreír y dejar que me alejara.

Llegamos a un restaurante bastante hermoso, como él dijo uno Español, su decoración desbordaba España por todos lados, podía ver letreros con el nombre de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Marsella, Málaga y muchas mas, me pareció super pintoresco el hecho de su decoración.

-¿Te gusta?- su pregunta que hizo reaccionar ya que estaba hundida en mis pensamientos.

-Me gusta mucho- respondí. Él sonrió aliviado.

Entramos junto con el chico que nos recibió en la entrada del restaurante, nos llevo a una mesa que para mi buena suerte esta justo al lado de una ventana, una ventana que solo se ve de adentro para afuera, junto con el atardecer era una vista espectacular.

Pedimos unas paellas y un vino para acompañar, esta cita, si es que lo es, es perfecta.

-Ayer hable mucho de mi- le comente mientras le daba un bocado a la exquisita comida. -Ahora quiero saber de ti- le dije mientras levanté mi ceja.

-Pregunta lo que quieras saber, responderé a todas tus preguntas- me mostro esos perfectos dientes que me derriten.

-Ya se que tienes un hermano, pero ¿tienes mas?- el se acomodó en su asiento.

-Tengo una hermana menor, somos tres en total, también fui a la universidad, estudié administración, pero al igual que tu no es lo que amaba e hice varios cursos de cocina que es lo que siempre quise. Aparte de ser el encargado, ayudo en la cocina, también soy su supervisor- saco un poco de ego al finalizar sus palabras, pero lejos de no gustarme, me encanto.

-Con qué cocinero- dije con picardía, el asintió- ¿Cuál es tu especialidad? - le di otro bocado a mi paella.

-La lasaña.

-JA! - no pude evitar reír, él me miro confundido- Yo hago una lasaña muy rica, no creo que sea como la mía, en eso puedo estar segura- dije con orgullo.

-Pues hagamos un trato- se limpió las manos y me dio su mano derecha sobre la mesa esperando que yo la tome, pero aún no se la daba- Hagamos cada uno una lasaña y siendo sinceros diremos quien es el ganador y el perdedor hará lo que el ganador diga, ¿te parece? - no dudo que sea bueno cocinando, pero estoy muy segura de mi lasaña y creo que me pueda ganar.

Acepto- le di mi mano y ambos nos miramos por unos segundos, riéndonos de nuestra primera apuesta.

Caminamos un poco después de salir del restaurante, hablando de lo que nos gusta y de lo que no, me gusta mucho conversar con él, es muy sencillo tener una buena conversación.

-Disculpa que pregunte, pero es que tengo curiosidad, has tenido pareja eso es obvio- lo dije y note como se agrandó al escucharlo– Supongo que no tienes actualmente- dije, aunque sonó más una pregunta.

Negó.

-¿Qué pasó con tu anterior pareja?- no es que me guste preguntar cosas así, pero dado mi pasado creo que prefiero estar segura. El se noto un poco confundido por mi pregunta- Se que es una pregunta algo incomoda, pero es que tuve una experiencia sobre eso-

Tuve una pareja, hace unos años mi primer amor de hecho, pero tuve que irme del país por estudiar y no pudimos con la distancia, terminamos hace un año y medio, pero quedamos como amigos, ella tiene una nueva pareja- escucharlo decir eso hizo que mi corazón diera un vuelco – Y yo, estoy conociendo a alguien que me interesa- lo mire con cierto asombro y también con esperanza.

Sonreí

Aunque algo me dice que seguir con esto me resultará más que doloroso, pero tal vez, solo tal vez pueda que esta vez sea diferente, quiero creer que será así, quiero creer que no saldré lastimada.

Por segunda vez.

Seguimos caminando hasta encontrarnos una pista de karting, me emocione mucho ya que me gusta mucho manejar carros.

-Vamos!- pegue brincos- ¿te gustaría?- hice mi mejor puchero.

Él asintió.

Pagamos por el tiempo que usaríamos los carros y nos dieron un casco y algunas instrucciones de como usarla por si no sabíamos, escuchamos atentamente a lo que nos indicaba y antes de subir le propuse algo.

-¿Te parece si hacemos nuestra segunda apuesta?- propuse con picardía.

-Claro que sí- dice seguro- pero te advierto que soy bueno en esto y no te dejare ganar- eso me dio bastante risa, odio que me dejen ganar.

-Perfecto así me gusta, si yo gano serás mi modelo por todo el día y usaras la ropa que yo decida, hasta maquillaje y sin quejarse- dije con mi ceja levantada.

-Pero si yo gano, tendrás que acompañarme a un lugar y sin quejarse.

-Acepto.

Le extendí mi mano y él la tomó con dulzura. Me puse el casco al igual que él y manejamos hasta la meta, donde un semáforo nos ha indicado nuestra salida.

Rojo.

Amarillo.

Verde.

Arrancamos al mismo tiempo, me di cuenta que este hombre si sabe lo que hace y esta a mi lado muy concentrado, pero esto ni siquiera es mi mejor nivel, decidí ponerme seria y puse segunda acelerando, sacando un poco de ventaja, pero el seguía tras de mi y en un segundo veo como se coloca a mi lado, al verlo logro ver una sonrisa en su rostro y me emocione. Seguí con toda mi experiencia y a pesar que estábamos a la par sigo un siendo la primera pero por medio metro. Pasamos la primera vuelta y seguimos a la par nadie baja su guardia y eso me encanta, meto la 4ta y saco un poco mas de ventaja, el no se queda atrás y lo hace también, pero se apresuró a meter la 5ta y aunque me saco una cierta ventaja no era el momento, me parece que jamás se vio Rápidos y furiosos. Ahora era mi turno y metí la 5ta dejándolo atrás y pasando la meta con una victoria indiscutible.

Salí del carro con una mega sonrisa y saltando, lo vi sacándose el casco también con una sonrisa.

-Eres muy buena- me dice acercándose a mi – No me imagine que fueras tan buena- réplica, subí mis hombros, mi ego sobresalió.

-¿Qué te digo? nací para esto-  respondí con burla. De pronto veo como se acerca a mi rostro.

-Eres increíble y me gustas- sus palabras eran susurros, pero al tenerlo tan cerca de mí, podía escucharlas, mi cuerpo empezó a reaccionar y mi piel se volvió gallina al sentir su tacto en mí, un poco más y ya no habrá espacio entre nosotros, pero decidí dar ese paso y…

Lo bese

O Dios claro que lo bese, esos labios eran suaves y deliciosos, el me correspondió con fuerza y pasión y solo podía dejarme llevar a tal deseo, no es mentira que vengo fantaseando con este beso desde que lo vi, es inevitable verlo y no desear ser besada por esos labios que son sumamente sexis y deliciosos. Al sentir su lengua pidiendo permiso para pasar, lo deje entrar,

Wuao

Este beso es el mejor que me han dado. Es un beso de pasión y deseo por ambas partes y no se puede ocultar.

Me llevo a casa después de esa maravillosa cita, después de ese maravilloso beso y no pude estar mas feliz por eso. Es lo que quería, después de conocerlo, después de verlo en ese concierto y luego en el bar, algo me decía que era el destino juntarnos, vamos destino te lo agradezco, espero que no sea para mal tenerlo en mi vida después de tanto.