—Soy una persona que cuando encuentra es alguien especial... no la dejara, hará lo que sea para estar junto a ella.
—Nunca me ha gustado alguien de mi mismo género, pero ella... ella me hace sentir cosas que nunca había sentido ni pensé sentir. Serán estos sentimientos verdadero, mis verdaderos sentimientos.?
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El club.
(Pov Saroth.)
—Había intentado invitar a Mia en varias ocasiones, en este mes que lleva trabajando para mí, pero nunca me salían las palabras, hasta que Oliver la invitó al Club donde solemos ir, y hoy era sábado y saldríamos, ella iría con su amiga. Decidí dar un paso más con ella, ya que por lo visto esta soltera aunque ella no me ha dicho nada, solo estoy suponiendo. Decidí mostrar un poco de lo que siento por ella, solo seria pequeñas acciones por ahora, primero debía saber como ella reaccionaria a ello, después ver como ella reacciona... entonces iría un poco más allá, pero por ahora... solo serian cosas pequeñas.—
Saroth: Ya es un poco tarde de lo acordado, no.?
—Pregunté a Oliver algo nerviosa, habíamos quedado vernos aquí a las 10 y ya van hacer las 11 y nada que aparecen.—
Oliver: Tranquilízate, te recuerdo que ella tiene una niña pequeña, así que no te preocupes, ellas vendrán.
—Estaba nerviosa, tendría una cita con Mia hoy, aunque no era precisamente la primera cita que me imagine que tendría con ella, pero así se dio, no tengo de otra. Después de unos minutos, ellas aparecieron, nosotros estábamos en el segundo piso, Oliver apenas las vio les levantó la mano, ellas nos vieron y se dirigieron al segundo piso. El segundo piso era como una sala VIP, tendríamos privacidad y más comodidad. Ellas llegaron, al ver como venía vestida Mia, no negaré que sentí un poco de celos con solo imaginarme la cantidad de personas que la vieron mientras ella se dirigía hacia nosotros. Ella traía el pelo suelto, un vestido corto con un escote en la espalda, podía ver como su espalda se veía totalmente al aire libre, tenía unas botas que le llegaban un poco más arriba de sus rodillas. Por que se vendría vestida así a este tipo de lugar.?, ese vestido no es apropiado.—
Oliver: Bien, pueden sentarse.
—Dijo Oliver y ellas procedieron a sentarse, yo quedé frente a Joyce y Mia frente a Oliver, creo que deberías cambiar de lugar.—
Oliver: Sé ven espectacular hoy.
—Dijo Oliver sirviendo algo de bebidas para ellas.—
Joyce: Siempre nos vemos espectacular.
—Dijo Joyce tomando el vaso en su mano. Ella tenía razón, Mia siempre se ve hermosa.—
Saroth: Ella tiene razón, ellas son hermosa de naturaleza.
—Dije mirando directamente a Mia, ella me miró y me sonrió.—
Mia: Gracias, ustedes también se ven bien.
—Respondió a lo que le dije, entonces supe que íbamos bien, tal vez... ella...—
Oliver: Sí se van a coquetear háganlo en otra parte.
—Dijo Oliver haciendo que Mia bajara su mirada, sonreí para mí.—
Saroth: Bien, hagamos un brindis por los cuatros.
—Propuse y ellos aceptaron. Ya habían pasado un par de horas desde que llegaron ellas, habíamos hablado de todo, pero no precisamente lo que quería hablar con Mia, quería hablar con ella a solas, pero sabía que con Joyce no iba a ser capaz de que eso ocurriera. Mia había ido al baño con Joyce, entonces le dije a Oliver que la alejara un poco, y lo que él me propuso fue que fuésemos a bailar, entonces tendría el motivo perfecto para alejarla de Joyce, y la verdad no era mala idea. Ellas volvieron, entonces...—
Oliver: No creen que deberíamos ir a bailar.?
—Dijo parándose, yo sonreí.—
Joyce: Cierto, vamos Mia.
—Ella tomó la mano de Mia y prácticamente la arrastró hacia el primer piso, nosotros las seguimos.—
(Pov Mia.)
—No comprendía lo que ella me hacia sentir, en el mes que he trabajado para ella, realmente me ha gustado, ella me hace sentir bien. Mi amiga esta aburrida que siempre le hable de ella, pero es que no puedo evitarlo, pero no debo de mostrárselo, de lo contrario ella se aprovechará de eso. Estábamos bailando con Joyce, pero no podía apartar la mirada de Saroth, ella venía bajando las escaleras mientras no quitaba la mirada de nosotras, se veía realmente bien con ese estilo callejero que suele ponerse los fines de semanas, parece otra persona a la que estoy acostumbrada a ver en la empresa, Esta Saroth es totalmente diferente, y me gusta más. Ella y Oliver se venían acercando a pasos lentos, abriéndose pasos por la multitud, ella me miraba fijo y Oliver no se quedaba atras, era como si nosotras fuese sus presa de la noche. No sabia que ella me había hecho, jamás me había atraído una mujer, pero... ella, ella me atraía de una manera que aveces pienso que me estoy volviendo loca. Joyce en el baño me dijo que ella me miraba diferente a como mira a otras personas, que ella me miraba con anhelo y deseo, y para ser sincera... eso lo sospechaba, ella aveces me mira cuando estamos en su oficina, en alguna reunión, o solo estamos almorzando, lo cual me gusta, porque no le importa con quien esté hablando, siempre voltea a mirarme como si yo me fuese a desaparecer si ella no me mirada. Estando ellos cerca de nosotras... Oliver comenzó a bailar con Joyce, entonces le agradecí, aunque ella sabe todo lo que estoy comenzando a sentir por Saroth, no quiere que ella me lastime... por eso se comporta así. Comencé a bailar con Saroth, era una música electrónica pero algo sensual, entonces comencé a moverme así mismo mientras la miraba directamente a los ojos, de pronto su mirada cambió, ahora se veía más intensa, me di la vuelta y le comencé a bailar lento, ella se pegó un poco a mí y comenzó a bailar al mismo ritmo, de pronto, la música cambió a algo lento, me volteé, mire a mi amiga y ella estaba bailando con Oliver, que sucedía aquí.?, ellos dos bailando este tipo de música.?. Saroth aclaro su garganta, entonces la miré.—
Saroth: Bailamos.?
—Me preguntó estirando su mano, quería bailar con ella, y a la vez no, pero ya estamos aquí, porqué no hacerlo.—
Mia: Esta bien.
—Dije tomando su mano, me acercó despacio a ella, ubicó mi mano en su cuello, y ella ubicó sus manos sobre mi cintura pegándome más a ella, subí mi otra mano a su cuello. Me sentía un poco incómodo, y nerviosa, y no era porque no me gustará, solo que ella era mi jefa y yo su empleada. Comenzamos a movernos despacio, escondí mi rostro en su cuello, olfateando así lo bien que olía, entonces me relaje y disfrutaría de este momento con ella. Ella comenzó a subir sus manos por mi espalda, lo cual sentí que algo eletrisante recorría mi cuerpo, y creo que ella lo notó, porque comenzó a pasar sus dedos desde el final del escote de mi vestido hasta la parte alta de mi espalda, sin querer gemí en su oído mientras la abrazaba más fuerte, que cree que está haciendo.?, a pesar de todo eso, ella no dejó de hacerlo. Sus toques eran tan sutiles y delicados que yo estaba empezando a sentir que en cualquier momento iba a caer allí a sus pies, así que... si ella quería jugar así, entonces... juguemos. Comencé a acariciar su cuello, lo recorría con la misma sutileza que ella, mis dedos recorrían su cuello hasta su cuero cabelludo, ella apenas sintió eso paró sus toques, sonreí, así que ella también siente.?—
Saroth: Vives con el padre de tu hija.?
—Preguntó de la nada en un susurro.—
Mia: No, por que.?
Saroth: De verdad.?
—Ella se separó para verme a los ojos, podía ver en sus ojos felicidad.—
Saroth: Que mal por él, no sabe de lo que se perdió.
—Me dijo de forma coqueta, creo que se sorprenderá cuando sepa quien es el padre de mi hija.—
Mia: Por que preguntas.?
Saroth: Porque ahora no me tendré que contener.
—No se tendrá que contener.?, que quiere decir.?—
Saroth: Vamos.
—Ella me agarró de la mano y me llevó al segundo piso, llegamos en donde estábamos antes, nos sentamos en los muebles y ella no esperó mucho y me besó, yo me quedé estática, no sabía si corresponderle o no, mentiría si dijera que no me gustaba esto, pero no sé sí sea correcto. Ella al ver que yo no le correspondí, se separó y se disculpo.—
Saroth: Lo siento, pensé que querías también.
—Yo solo la estaba mirando, estaba nerviosa y no sabía si decir o hacer algo. Ella se veía tímida, lo cual me pareció tierno, ya que ella en el trabajo jamás se nota insegura o tímida ante un cliente, es linda estado tímida y nerviosa.—
Saroth: No lo volveré a ha...
—No la dejé terminar y la besé, podre arrepentirme después, pero por el momento, disfrutaré esto. Las dos comenzamos tímidas, pero después ella colocó sus manos en mis mejillas, luego en mi cuello, y fue bajando hasta quedar una en mi pierna y la otra en mi espalda, luego me acercó más a ella, yo tenía mis manos en su nuca, el beso iba subiendo al pasar de los segundos, ella comenzó a acariciar mi pierna y espalda, gemí contra sus labios, ella debe tener mucho esperiencia, porque realmente lo hace bien, con solo sus toques me hace querer más, no quería que dejara de acariciarme, me gustaba lo que estaba sintiendo, lo que ella estaba haciendo. Comencé a acariciar su cuello, luego baje mi mano a su cintura, quería que ella se erizada igual que yo, entonces levante un poco su camisa y metí mi mano para acariciar su cintura tocando su piel, quería saber si ella reaccionaba a mi toque o solo era yo con el de ella, cuando lo hice, ella mordió mi labio inferior, entonces supe que ella también se eriza con mi toque, y fue entonces cuando el beso subió más de tono, ante era un beso con ganas, ahora era un beso con deseos, con deseos de más. Ella dejó mi espalda para profundizar más el beso con su mano, con su otra mano apretaba y acariciaba mi pierna. Comencé a sentir que el espacio donde estábamos era muy pequeño, no podía moverme a gusto. Ella comenzó a subir su mano lentamente por mi pierna, corriendo mi vestido en el proceso, entonces supe lo que quería hacer, con mi mano derecha la detuve rompiendo el beso. Las dos nos quedamos mirando recuperando nuestra respiración. Que estaba haciendo.?, esto no podía estar pasando.—
Mia: Iré a buscar a mi amiga, creo que debemos irnos.
—Dije aún mirándola, sus labios se veían algo hinchado y con el labial corrido, y no dudo que yo este igual. Me pare pero ella me jaló y caí sobre ella.—
Saroth: No te preocupes por ella, ella está con Oliver, no le pasará nada, bueno... a menos que ella no quiera.
Mia: Que.?
Saroth: Ya sabes, eso que hacen las personas desconocidas cuando están con unas copas de más.
—Por qué me estaba hablando como si yo fuese una niña.?. Me separe de ella.—
Mia: No soy una niña, no hables así conmigo.
Saroth: Cierto, olvide que ya tienes una hija. No te preocupes, ella esta bien con Oliver, ese chico es una maquina del sexo, así que tu amiga la pasará bien.
—La miré con enojo.—
Saroth: Vamos, ella no es una niña, si pasa algo entre ellos es porque ella así lo quiso.
—Dijo acercándose a mí, yo me estaba sirviendo un trago cuando sentí sus labios en mi cuello, apreté el vaso en mi mano, saqué fuerzas y me pare, me llevé el vaso a mi boca y vacíe el líquido que había en ella.—
Mia: Vamos a buscar a Oliver y Joyce, creo que debemos irnos.
—Dije sin mirar a Saroth, porque si lo hacia... no tendría las fuerzas para detenerme. Iba bajando las escaleras cuando siento que alguien toma mi mano, me asuste, me detuve y me volteé para ver quien era, y era ella, entonces me relajé.—
Saroth: No te sueltes, a esta hora puede ser peligroso para una chica como tú.
—No sabia que hora era, pero si sabía que ya estaba tarde, y aun así el lugar estaba lleno. Buscamos a Joyce y Oliver por todo el lugar, pero ellos no estaban, no podía creer que mi amiga me había dejado sola y se había ido con Oliver, que por lo que recuerdo... ella me había dicho que no le caía bien. Salimos del club tomadas de la mano, era tan suave que no quería soltarla, y al parecer ella tampoco quería soltar la mía.—
Saroth: Oliver ya se fue, su auto no esta.
—Dijo ella, yo observé a ver si el auto de Joyce estaba y sí, si estaba, eso significaba que ella se había ido con Oliver.—
Saroth: Vamos, te llevaré a tu casa.
—Dijo ella dirigiéndose a su auto, entonces pare, por lo que había escuchado de los muchachos en la empresa, ella no sube a nadie en su auto personal, pero ahora ella quiere que suba.?—
Saroth: Que pasa.?
—La miré y luego miré su auto.—
Mia: Quieres que me suba a tu auto.?
Saroth: Claro, te llevaré a tu casa.
—Me dijo acercándose más a mí.—
Saroth: O no quieres irte.?
Mia: Sí, pero pensé que en tu auto personal no subías a nadie.
Saroth: Aaa... eso, es cierto, pero hoy haré la excepción.
—Dijo y me jalo a su auto, yo no le dije nada y la seguí. Ella me abrió la puerta y me dijo que subiera, y eso hice, luego se subió ella.—
Saroth: Debes ponerte el cinturón de seguridad.
—Dijo inclinándose, tomó el cinturón de seguridad y lo enganchó, pero ella no se enderezó, se quedó allí mirándome, y en un abrir y cerrar de ojos, ella me estaba besando, cerré los ojos y le correspondí, sus labios eran demasiado suaves como para negarme. Esta vez el beso era más tierno, más delicado, más con cariño. Después de unos minutos ella rompió el beso, se quedó mirándome, después me dio un pico, se enderezó y puso el auto en marcha. Durante el camino a mi casa no dijimos nada, era un silencio cómodo, pero... que pasaría el lunes.?, que tal si fue solo algo de una noche.?, no quería ilusionarme, tomaría las cosas tranquila, no le diría nada el lunes, veré como será ella y así mismo actuare yo. Ella me dejó en la entrada de mi condominio.—
Mia: Bien, ya puedes irte.
Saroth: Lo haré cuando entres.
— Ella se bajo del auto. Sentía una extraña sensación, era como si ella estuviera dejando a su novia en casa y no se irá hasta que vea que este segura.—
Mia: Vete, no creo que me pase algo.
Saroth: Bien, nos vemos el lunes.
—Ella se acercó y me dio un beso, se dio media vuelta, subió a su auto y se fue, yo me quedé sorprendida, ella se había despedido con un beso.?, eso solo lo hacen los novios, y por lo que sé... ella y yo no somos nada. Entre a casa confundida, tenía muchas preguntas para ella, pero sentía que no tenía el derecho de hacerlas, no podía hacerles las preguntas que quería hacerle, ya que serian muy personal, y no tengo el derecho de hacerlas. Antes de irme a dormir pasé por la habitación de mi niña, era un angelito durmiendo, también pasé por la otra habitación y allí estaba la niñera, entonces entré y tome el alta voz que tenía ella para escuchar a la niña cuando se despertara, me dirigí a mi habitación y únicamente alcancé a quitarme los zapatos, me sentía cansada, borracha, y con mucho sueño, sin quitar que ahora mismo sentía muchas emociones y pensamientos que no sé cuando pueda aclarar. Con miles de pensamientos y recuerdos me quedé dormida.—