Dulce Pecado.

Han pasado dos días y la tal Olivia no deja de venir a rogarle a Alex que no cancele la boda, la verdad siento lástima por ella, pero yo no tengo la culpa de verdad que no.

Paso por dónde ellos están y escucho a mi padre y a su esposa hablar en la sala, mientras que Alex y Olivia están en el pasillo cerca de la sala es allí cuando ella habla.

— Amor no me puedes dejar, no ahora.— dice Olivia subiendo la voz al ver a la madre de Alex.

— Olivia entiende tú, ya sabías que nuestra relación no estaba funcionando, no te quiero hacer daño— Dijo Alex tratando de que entendiera.

— Como puedes dejar a tu hijo sin padre.— Grita y mi corazón se paraliza, creo que estoy a punto de desmayarme.

— Qué... De ninguna manera se cancela el matrimonio y tú te casas como sea, me entiendes.— en ese momento por la puerta paso James corro y lo abrazo, así siempre nos saludamos, pero esta vez necesito el abrazo.

Lo jalo por el Brazo para salir de la mansión, pero Alex habló.

— Qué... No, no, no Olivia que pretendes, sabes muy bien que yo me cuido.— dice tratando de defenderse.

— pero los condones se rompen Alex.— grita y Alex explota al verme casi empujar a James para irnos.

— Basta con esta mierda Olivia, yo me cuido con inyecciones y te lo puedo probar.— Dice y Olivia empieza a llorar.

— si de verdad estás embarazada me has decepcionado, pues, me engañaste.— dice y esta se pone nerviosa y se va, pero al salir me empuja y me le voy encima, pero James agarra.

— James suéltala.— dice Alex, demandante y todos lo miran.

— necesito que me ayudes a revisar algunos documentos.— dice caminando y su madre lo detiene.

— Amor disculpa por creerle.— dice su madre mirándolo.

—no te preocupes, te perdono, pero trata de confiar siempre en mí, por favor.— le respondió él, pero mirándome a mí sentí muchas cosas en ese momento.

— papá regreso más tarde.— y sin darle tiempo a contestar me fui, ese día estuve en el cine hasta que oscureció y regresé a casa.

— en dónde estaba mi princesa casi te mando a un equipo policial.— Dice mi padre y yo me río, estuve en el cine, papito dije para después abrazarlo.

James y Alex venían saliendo y me vieron.

— Hermosa, como desapareces así, estábamos preocupados.— Dijo y me encogí de hombros.

— por ahí—... Dije sin más.

— Adiós madre, me voy, no me esperes despierta.— Dijo Alex saliendo y su madre le habló.

— Hijo a dónde irás

— Pregunto la señora.

— iré a dormir con la razón por la que deje a Olivia.— Dijo y salió y James también después de despedirme, yo por mi parte me hice pequeñita, bastardo, desgraciado y yo de ilusa pensando que era por mí lo odio, cene con papá y su novia, luego subí a mi recámara cerré la puerta con seguro y me fui a duchar el agua se mezclaba con mis lágrimas, no puede ser Pía Rossetti llorando y por un idiota eso jamás.

Después de la ducha tomé una pijama de seda color lila que constaba de unos shorts muy pequeños, parecían lencería y un tip de encaje, me acosté y cerré mis ojitos, caí en los brazos de Morfeo durante mucho no supe nada de mí hasta que el desgraciado de Ale me siguió al mundo de mis sueños más sucios y pecaminosos, soñé que él estaba encima de mí mientras tenía mis ojos cerrados era un sueño muy real, sentía su boca en mi cosita, sentía que succionaba, y besaba.

— mmm, ah, ah.— decía mientras sentía aquello, me había vuelto una pervertida como iba a soñar tal cosa.

Luego sin abrir mis ojos, pues, si bien me molestaba que invadiera mi sueño, no quería despertar, luego sentí dos dedos en mi interior, estaban helados, pero me gustaba, sentía como se recogían y se estiraban, yo gemía aún más alto, por suerte la habitación de mi padre estaba muy lejos de la mía y está era tan grande que no creo que mis alaridos salieran de aquí, volví a sentir su lengua, pero tenía una sensación mentolada, se sentía extraño, frío, fresco, pero delicioso, besaba y chupado simulando la tetina de un chupón y eso me encantaba.

— Te molesta que haga esto chiqui.— Dijo y eso me prendió más, entonces rápidamente negué con mi cabeza, mientras él seguía con su dulce tortura, movía su ágil lengua en círculos y esto hacía temblar mis piernas.

—mmm, ah, ah... Oh por Dios, Alexander Oh Alexander.— Decía entre gemidos.

— Quieres que me detenga bebé.— volvió a preguntar y volví a negar.

Él me Lamía como a una paleta y eso me volvía loca y por último utilizo su lengua como arma para darme estocada, tras estocada, mierda y más mierda que delicia seguía cegada de placer hasta que me abre completamente y se introduce lo más que pudo, y entonces tomo un ritmo rápido y constante hasta que sentí mi cuerpo tensarse, la respiración a mil, piel erizada, y al final sentí un líquido salir de mí había estallado de placer había tenido un sueño húmedo con mi amor.

— Qué delicia mi amor.—

Dije mordiendo mis labios.

— Repítelo mi chiqui.— dijo y lo decía una y otra vez.

— mi amor, mi amor, mi Alex, mío, mi amor.—decía mientras hacía y deshacía con mis pechos.

— Mi amor, mi chiqui abre tus ojitos para mí.— dijo y negué

—no me obligues a despertar mejor, sigue el sueño y abrázame — dije abrazándolo muy fuerte.

— Ey, mi amor, no estás soñando mírame.— dijo y volví a negar.

— hasta en sueños eres un mentiroso, solo quieres que despierte, pues bien lo haré adiós.— dije abriendo mis ojos y viéndolo a él aquí en mi cama con una sonrisa muy bella.

— Mi amor... Todavía estoy en un sueño.— pregunté incrédula.

— si siempre serás parte de mis sueños, mi chiquita, pero ahora estás despierta y en mis brazos.— dijo riendo y me sobresalté.

— pero como Alexander estás loco, cerré la puerta y tú saliste a verte con una tipa, tu lo dijiste. — dije y puso cara de ofendido.

— ahh, no es ninguna tipa, respeta, le dije a mi madre que iría a pasar la noche con la razón por la cual deje a Olivia y si la puerta está cerrada, pero el balcón no.— dije y lo golpee.

— oye, entonces viniste a abusarme mientras dormía— dije mirándolo con una ceja levantada.

— te sientes abusada, amor a mi parecer, tú lo deseabas tanto como yo, aparte te pregunté— dijo y sonreí.

— pensé que te habías ido con alguien más.—dije e hizo una cara extraña.

— estar con otra teniendo a un monumento jamás, eres todo lo que quiero.— dijo y me besó, esa noche dormimos juntos y algo más.