Martina era una niña que lo tenía todo una familia que la amaba y una infancia feliz, Pero todo eso se le fue arrebatado de un momento para otro por un tornado llamado Julio Salvatore quien mató a su familia dejando a la pequeña sola para toda la vida
Luego de dieciocho años Martina regresa para vengar la muerte de su familia, Pero lo que ella no sabía era que se terminaría enamorando del hijo de su peor enemigo y asesino de su padre
Podrá Martina llevar a cabo su venganza? O terminará renunciando a ella por amor?
Acompáñame a descubrirlo
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CAPÍTULO 1
Martina
Mi despertador suena a las cuatro y media de la mañana, quisiera tirarlo contra la pared y que se haga pedazos o agarrarlo con un martillo Pero lamentablemente tengo que trabajar, si no trabajo no tengo dinero para pagar mis alimentos, mi ropa, tarjetas de crédito, boletas de luz, agua etc, en fin odio mi vida de pobre
De mala manera me quito mi suave y calentita manta piel de piel color crema y camino descalza y aún con los ojos cerrados hasta la cocina para buscar mi tan amado e indispensable café, mi día no puede comenzar si no bebo una inmensa e humeante taza de café, ya se que mi médico me ha dicho que debo dejar de beber tanta cafeína Pero la necesito tanto como al aire para respirar
Le doy el primer sorbo a mi taza y sonrió al sentir el delicioso sabor quemando mi garganta
Ya con un poco de cafeína en mi sistema todo parece cambiar, vuelvo a mi habitación y me pongo mi ropa deportiva que consiste en un top con una campera ya que estamos en época de otoño y ya comienza hacer bastante frío sobre todo a estas horas de la mañana y una calza que levanta mi trasero, de vez en cuando me gusta verme y sentirme sexy, me hago una trenza en mi largo cabello, tomo mis auriculares y salgo de casa para comenzar mi rutina de gimnasia
Mientras mi lista de Spotify se reproduce corro como si no hubiera un mañana, amo la sensación que me produce el viento al golpear mi cara, es como si todo lo malo se borrara, si el dolor dejara de existir, me siento tan libre que sin darme cuenta corro mas y mas fuerte, me detengo cuando llego al final de la ruta y comienza la autopista, mi respiración está agitada, mis piernas duelen un poco y es entonces cuando observó el reloj en mi muñeca derecha y me doy cuenta que corrí alrededor de una hora y media, mi celular suena y veo que es una llamada de mi jefe contesto de inmediato
- Señor - respondo educadamente
- En dónde estás? Te quiero en la estación en treinta minutos Suárez - dicho esto cuelga sin darme tiempo a nada
Mi jefe tiene un problema serio con decir buenos días o buenas noches en todos los años que lo conozco jamás ha Sido amable conmigo, digamos que es bastante machista y no cree que una mujer pueda hacer el mismo trabajo que el, Pero se lo he demostrado en varias oportunidades que soy mas eficiente que varios de sus protegidos a los cuales le he pateado el trasero en varias oportunidades
Vuelvo a observar el reloj y pego un grito al ver que no tengo casi tiempo para nada
- Mierda como diablos voy a llegar a la otra punta de la ciudad? No debí correr tanto
Por suerte logré contactarme con Iván un amigo que tiene una super moto y que en menos de dos minutos estaba frente a mi, me pasa un casco que me lo pongo de inmediato para luego subirme a su Kawasaki y emprender el viaje, Iván acelera a fondo, mientras se incorpora al tránsito, comienza a zigzaguear entre los demas vehículos y en diez minutos estoy frente a mi casa
- Gracias amigo te debo una - digo bajando a gran velocidad de su moto
- El sábado karaoke en el bar del viejo Enrique - dice y como negarme después de que siempre me esta salvando las papas?
- De acuerdo nos vemos - respondo antes de entrar corriendo a mi casa odio cantar y todo eso Pero mi amigo me salvó una vez más y debo de ser agradecida con el
Corro al baño y me ducho rápido, luego salgo y a las apuradas busco que ponerme, termino por usar una remera negra, pantalón de cuero negro y para completar unos borcegos negros bajitos ya que en mi trabajo nunca sabes cuándo vas a tener que correr y por último una chaqueta de cuero también negra, amo el color negro creo que combina justo con el color de mi alma, es gracioso ya que cuando era niña amaba el color rosa y ahora de solo verlo me produce náuseas, era tan tonta creía ciegamente en los cuentos de hadas, en el amor, la felicidad y toda esa mierda que uno creé cuando se es una niña inocente de ocho años
Me sirvo más café en mi vasito termico tomo mis cosas y me apresuró a subir a mi auto, tengo exactamente diez minutos para hacer un recorrido de treinta cuadras por lo que tendré que arriesgarme a que me hagan varias multas si no quiero que mi jefe me suspenda o en el peor de los casos me despida.
Ojalá que Martina lo ayude a escapar y no le pase nada malo😖