La historia de Alexandra Maxwell, es un testimonio de valentía, resiliencia y solidaridad. Cuando fue víctima de violencia de género, se sintió tan pérdida que se aisló emocionalmente, y gracias a un ángel terrenal que luego se ascendió al cielo, encontró refugio en una fundación que le abrió las puertas permitiéndole tener la oportunidad de enfrentar sus demonios y comenzar a reconstruir su vida.
En la fundación Esperanza, que fue su salvavidas, ella encontró su propósito, y decidió dedicar parte de su tiempo y energía a ayudar a otras mujeres que están pasando por situaciones similares, brindándoles apoyo emocional y legal, asesoramiento y orientación, haciéndolas visibles contando sus historias y mostrándole que es posible salir adelante y construir una vida libre de violencia.
LOS/ AS INVITO A LEER ESTA HISTORIA QUE CUANTA LA REALIDAD DE MUCHAS MUJERES QUE SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. ESPERO LA DISFRUTEN. GRENM@
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CAPÍTULO II INQUIETANTES ESTADÍSTICAS
ALEXA
Debo contarles, que estoy bastante preocupada, y es que estas cifras cada vez aumentan más, es impresionante ver como se ha disparado de manera alarmante la violencia contra la mujer. No solo aquí en la ciudad, sino a nivel mundial. Estas estadísticas me causan grima, porque ya esto parece otra enfermedad contagiosa.
Y es que indudablemente, este mal fácilmente se puede comparar con otra pandemia, como bien la cataloga la ONU-MUJERES, “Una pandemia en la sombra”, tan igual a la que acabamos de pasar, que por lo visto ha influido demasiado en esta atrocidad. Para mí, esta ha sido, digamos el dispositivo para desatar la arrogancia machista pues…
Sin embargo, no podemos darnos el lujo de dudar, que desde antes, esto venía ocurriendo, por cuanto siempre ha sido una problemática, solo que antes digamos era oculta, “en las sombras” donde nadie más la podía ver ni escuchar, cosa que se ha prestado para dificultar su denuncia y prevención.
Y algo debemos hacer para poner fin a esta injusta violencia contra las mujeres, no nos podemos quedar callados ante tanta iniquidad en contra de nuestro género. Y es que por donde metamos la cabeza, nos quieren dar con un garrote o mejor dicho, con un puño, porque esto ya está dejando de ser una cosa que a menudo ocurría en privado, como una mala experiencia de pareja, donde nadie más era testigo de esta vileza, ahora el que quiere ataca y abusa donde sea…
Esta problemática social es algo que se extiende y se hace tan público como la palabra lo expresa, y puede ocurrir en casa, en el trabajo, en las calles, y hasta en eventos sociales, porque prácticamente, ya no hay límites, ya golpean o asesinan a una mujer, en un centro comercial, una escuela, y en cualquier espacio público, es decir, a cualquier parte llega un resentido que se cree con derecho exclusivo, y atenta contra la vida de una fémina y lo peor, es que ahí queda el asunto. ¡Y eso debemos evitarlo y detenerlo ya!
Mi mayor anhelo, es poder hacernos escuchar a nivel mundial si es posible, y encontrar justicia para todas las victimas tanto fatales como no, además de protección para todas en general. Esta labor no la hago para ganar indulgencias con escapulario ajeno, de ninguna manera, pues, yo también formo parte de esas malas estadísticas, soy en mi mejor versión, testigo omnisciente de esta cruda realidad que viven las mujeres hoy en día. Y tampoco lo hago, para que me cataloguen como fanática feminista, para nada, yo conozco mis límites, así como el verdadero significado del feminismo.
Así que, para dejar claro, mi lucha no es buscando fama, ni en contra del género masculino en general, porque sería irresponsable meterlos a todos en el mismo saco. No, mi lucha es contra los agresores, y por crear conciencia no solo en algunas cabezas mal dirigidas a ese renglón machista posesivo, sino a las mujeres, para que tengan discernimiento de reconocer su valía, y no permitir tales abusos, así como diferenciar y rechazar una relación tóxica.
No es, ni será fácil, lo sé, lo vivo a diario en la fundación. Y la verdad, a veces el antagonismo, y porque no decirlo, el masoquismo de algunas mujeres, ayudan a aumentar tales cifras. Otras lamentablemente, no consiguen la ayuda o el apoyo antes de la tragedia, pero otras viven la tragedia e insisten en quedarse, hasta que ya se hace tarde, y lamentablemente, pasan a formar parte de las víctimas fatales.
Unas más piden ayuda a las autoridades, y estas no hacen mayor cosa, hasta que igual, llega la fatalidad. Entonces el trabajo es arduo sí, pero no imposible, seguiremos avanzando por bajar esos números y crear o activar las leyes que realmente le brinden a la mujer protección, preferiblemente en vida, eso es lo que esperamos.
Ahora estoy en la fundación, terminando de escuchar una charla motivacional, y nos vamos a quedar organizando una marcha de protesta cívica y pacífica que pretendemos hacer, para levantar la voz en contra de este mal que nos aqueja, y al que el estado sigue viendo con indiferencia.
Es la primera marcha que organizamos y estamos algo crudas en ello, por eso le solicité la ayuda a una agente, que ha sido bastante receptiva y empática con los casos que le hemos llevado a la estación…
. – ¡Agradezco mucho que hayas podido venir! – Le señalo mientras las recibo en el salón, ellas son dos agentes quienes nos acompañaran en la marcha.
. – ¡No, gracias a ti por invitarnos, es un placer para nosotras estar aquí!
. – ¡Además estamos para servir! – Con una sonrisa de gratitud, les inclino la cabeza, porque además de todo, tenerlas como apoyo ha sido fundamental para la fundación.
. – ¡Chicas! – Llamó la atención del resto de las mujeres, quienes están concentradas en el piso pintando las pancartas con los diferentes lemas - La agente Ross y su compañera, nos van a dar algunas recomendaciones para el día de la marcha… - Con la mano les hago señas para que se acerquen - ¡Vamos a escucharla con atención por favor!
Las chicas asintieron y se sentaron, entonces les indiqué a las agentes que podían hacer lo mismo, pero decidieron quedarse de pie, así que lo hice yo para que dieran inicio a su discurso.
. – ¡Hola a todas! – Saludó la agente presentándose, aunque algunas ya la conocen. Y comenzó a explicar algunas cosas…
Esto lo hacemos con el fin de evitar salirnos de nuestros límites como protestantes, somos consciente que esto es un derecho, pero también sabemos que tenemos deberes que cumplir, además que bien podemos encontrarnos algún resentido que nos va a querer tentar, por supuesto, debemos evitar ofuscarnos y caer en el plano de las agresiones y todo lo demás.
. – Ya es claro para ustedes el comportamiento que deben mantener durante la marcha, así como las cosas que están permitidas para esta, y cualquier marcha que como su nombre lo dice es pacífica, aun cuando es en función de protestar…
. – En el cartel que le entregará la agente Sullivan, están descritos los objetos que no deben llevar a este tipo de actividad, porque de encontrarle a cualquier miembro de esta organización, algo ajeno a lo permitido, será catalogado como incitación a la violencia y ahí perderán todo su derecho de seguir protestando, y así mismo la fundación puede ser sancionada.
. – Deben tener claro que encontraran en su camino, provocadores, pero deben hacer caso omiso a su instigación. Sabemos los maltratos a las que han sido sometidas, y las frustraciones que tienen, pero señoras, ¡Violencia con violencia no resuelve nada!
. – ¿Estamos claras hasta aquí? – Las chicas asintieron – Lo otro, y también muy importante para evitar sanciones o vetos a futuro, es no rebasar el límite del espacio que les permitieron transitar, evitar así mismo las palabras obscenas o calificativos despectivos, pues terminaremos siendo catalogados, iguales o peores a quienes les protestamos…
Después de quedar claras en las normas, ellas hicieron preguntas para aclarar dudas…
. – ¡Ojalá pudiera tener un uniforme y un arma para saber defenderme! – Soltó una de las chicas de nuevo ingreso, ella aún se sentía fracasada por no haberse podido defender en el ataque del que fue víctima.
. – No creas que esto nos libra de los depredadores – Le respondió la agente señalando su uniforme y armamento - No somos inmunes a las agresiones aun cuando llevamos un uniforme, un arma y conocemos algunas técnicas de defensa personal – Se acercó un poco más a la chica en cuestión - Señoras, el hombre es hombre y siempre será más fuerte que una mujer, físicamente hablando claro está, así que no se sientan culpable por no haber podido evitar cualquier ataque inesperado que hayan sufrido.
Casi todas bajaron la mirada…
. – Más, si deben seguir preparándose para que, en un futuro, ni Dios quiera alguien intente lastimarlas nuevamente, y así logren poder defenderse y aunque sea darle una buena patada en las bolas, eso ya es ganancia y no se necesita más para bloquearlos…
. - ¡Ese, es el cerebro de ese tipo de abusadores, ténganlo presente, un buen golpe allí y ya no piensan más! – Las chicas comenzaron a reírse, estaban sorprendidas y encantadas de que estas dos agentes se expresaran así.
Increíble, estas dos mujeres están locas, pero lo cierto, es que sí hay que aprender a defenderse, seguir trabajando duro, y no solo física sino intelectualmente. Las agentes se quedaron un rato más conversando y escuchando algunos testimonios de las chicas, allí supimos que su lucha, aunque interna, tiene el mismo fin, porque ambas tienen algún familiar que ha sido víctima de violencia de género, en una de ellas con consecuencias fatales.
. – Esta labor que hacen aquí es muy importante, pero hay que seguir preparando a las que están fuera, hay muchas allá que también necesitan hacerse visibles.
. – Estoy de acuerdo, y por eso estamos trabajando con charlas en las instituciones educativas, empresas y más, no hemos dado a conocer y ya nos buscan, claro que no queremos que nos vean como un escondite – Es que hemos tenido a varias que llegan, pasan dos, tres días, vuelven con el marido abusivo, luego vuelven acá, moviéndose literalmente en ese círculo vicioso - La idea es que no se vengan a refugiar aquí para luego volver a la zona de guerra, sino para que en general sepan cómo actuar y dónde realmente recurrir – Le comento señalándolas a ella.
. – ¡Ciertamente, hay que denunciar, y acabar con esas relaciones dañinas de una vez! Pero si no denuncian, ¿Cómo podemos ayudarlas?
Es cierto, pero también lo es, que por cada mujer que se atreva a denunciar tiene que surgir inmediatamente a su alrededor un gran apoyo de la administración pública y de su entorno, porque en soledad es muy difícil salir de la violencia en el seno familiar, y son muchas las que no reciben tal apoyo, eso también hay que exigirlo, una ayuda y seguimiento oportuno.
. – ¡Correcto, de una u otra manera tienen que entender que el silencio también es letal! – Sé que hay mucho por saber, todas esas mujeres que deciden callar, las debemos ayudar a romper el silencio, y si somos testigos de un maltrato, denunciar es el eslogan, no convertirnos en cómplices por omisión del agresor – De verdad que estamos agradecidas porque hayas podido sacar un tiempo para venir y por todo tu apoyo en general – Reconozco su tiempo y lo valoro sinceramente.
. – ¡No te preocupes, cuenta con nosotras, también para el día de la marcha!
. – ¡Eso sería excelente, de verdad que sí, nuevamente gracias…!
. – ¡Alguna vez me gustaría escuchar tu historia Alexa…!
. – ¡Oh, seguramente así será!
¡El mundo va a escuchar mi historia, así como el de cada una de los miembros de la fundación y todas aquellas que quieran levantar su voz y hacerse escuchar, no importa cómo, pero que las digan, desde cualquier lugar del mundo, porque sus historias pueden crear conciencia, debemos crear un precedente, con contenido real, historias que debemos hacer visibles, que sé que harán la diferencia, porque todo dependerá de la fuerza con que las usemos y todo esto, nos va a dar fortaleza para luchar y seguir extendiendo una mano a las víctimas.
"Si te retienen, insultan, atacan, pegan o amenazan, no te confundas. Eso no es amor"