Diecisiete

...*** Narra Kaylee ***...

Llegamos a la escuela gracias a que mi papá nos había traído personalmente, ya que le dio unos días de vacaciones a Malik porque su esposa acababa de dar a luz, una suerte que alcanzara a llegar y presenciar el parto.

-Gracias papá -le doy un beso en la mejilla

-Nos vemos a la salida -le dice Haylee y le da también un beso en la mejilla

-Tengan un día productivo -nos dice de manera neutral

Salimos del auto y entramos a la escuela. Vamos hasta donde suelen esperarnos mis amigos. Al vernos fruncen el ceño claramente confundidos por nuestro extremo parecido.

-¿Kaylee? -dice Maxine mientras mira a Haylee

-En realidad yo soy Kaylee -le digo riendo

-No puede ser, están más idénticas que nunca, definitivamente el cabello de color diferente era lo único que ayudaba a diferenciarlas -dice Elaine

-Bueno, eso y la personalidad -dice Caleb -Por cierto, en una semana es mi cumpleaños y están invitadas -dice pero no deja de ver a Haylee mientras nos invita

Suplicando con la mirada que acepte la invitación.

-No se me dan las fiestas -dice Haylee

-En realidad es más de ambiente familiar

-Mayor razón para no ir, no soy parte de tu familia

-Eres la hermana de mi mejor amiga, a la que quiero como una hermana, así que de cierta forma formas parte

-No sabría que regalarte...

-Tu presencia va a ser el mejor regalo de cumpleaños que pueda tener

-Iremos -le digo con una sonrisa

-Genial -dice Caleb con una enorme sonrisa

Haylee simplemente aparta la mirada con algo de molestia o incomodidad, aun estoy aprendiendo a conocerla.

-Vamos al salón, que no tarda en llegar Miss pesadillas

Esa era nuestra maestra de Filosofía, una mujer odiosa e insoportable que no paraba de quejarse por todo, literalmente de todo.

Después de las clases, Haylee y yo fuimos al campo de la escuela, necesitaba hablar con mi equipo de porristas y ponerme al día con ellas.

Al llegar las veo entrenando muy animadas, aunque con una coreografía totalmente diferente. Me acerco a ellas y al verme se detienen.

-Hola chicas -las saludo con una sonrisa

-Lamentamos mucho tu perdida -dice Annette

-Estoy bien, ¿Listas para entrenar?

-¿Por qué demonios se detuvieron? -dice la odiosa e insoportable de Galina

Todas agachan la mirada.

-No les hables así -le digo molesta

-Yo les hablo como quiero, ahora soy su capitana

-¿Qué? -le digo casi en grito

-Como escuchaste, soy la nueva capitana, ya no eres nadie -dice con una sonrisa de oreja a oreja -Claro que puedes hacer una audición y veré si te meto al equipo, quedarías bastante bien en la parte trasera, siendo invisible a los ojos del publico 

-No puedes hacer esto -le dice Haylee furiosa

-Claro que puedo, el primer partido de basquetbol es en una semana, y las chicas no tenían ni siquiera una coreografía, es más, ni siquiera una capitana a la que le importara

-Ellas me importan y mucho

-Si claro, a otro perro con ese hueso

El coraje estaba empezando a crecer en mi.

-Si no vas a darme tu audición te voy a pedir que te vayas y no interrumpas el entrenamiento de mi equipo de porristas

-Esto no se va a quedar así -le digo furiosa

Me doy media vuelta. Tengo que hablar con el director.

-Vete, no te necesitamos, porque la única que te necesitaba se suicidó porque la hiciste a un lado cuando llegó tu gemela

Me detuve en seco y la mente se me puso en blanco.

Escuchaba a lo lejos, gritos, sentía golpes y arañazos.

Reaccioné y el entrenador me tenía sujeta con mucha fuerza, Haylee estaba hablándome haciendo que reaccionara. Todas las porristas estaban petrificadas y con sus semblantes aterrados.

-¿Estás escuchándome? -me dice Haylee

-Si -susurro

El entrenador me suelta y me mira furioso.

-A la dirección ahora mismo señorita Kaylee -ruge furioso con una vena exaltada en su amplia frente

-Si, ya voy

Camino con Haylee a mi lado.

-¿Qué hice?

-Moliste a golpes a Galina, le saltaste encima como una fiera

-No puede ser -le digo temblando de las manos -¿Por qué actuó así?, yo no hago esas cosas -le digo en susurro

-Porque no te estás controlando

Llegamos a la dirección con el entrenador a nuestras espaldas, entra a la oficina y la secretaria nos indica que nos sentemos en el sillón de espera.

20 minutos después estaba llegando mi papá.

-¿Qué fue lo que pasó? -nos mira

-Fui yo -le digo en susurro

-¿Qué hiciste Kaylee?

-Atacó a su compañera frente a otras estudiantes -dice el director saliendo de la oficina -Por favor, entren ambos

Haylee se queda afuera con el pie inquieto. Mientras entramos y nos sentamos enfrente del escritorio del director.

-La señorita Kaylee agredió físicamente a una de sus compañeras

-¿Por qué? -pregunta mi papá

-Eso mismo me gustaría saber -dice el director mientras me mira con los ojos llenos de furia -Como sabe, la agresión física es motivo de suspensión e incluso la expulsión definitiva

Mi corazón no dejaba de amartillarme el pecho.

-¿Y bien? -dice mi padre con una ceja levantada

-No se que me pasó, yo no hago esas cosas

Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.

-Lo hizo señorita, lo reconoce ¿No es así?

Asiento con la cabeza.

-Bien, comenzaré con el trámite de la expul...

-Un momento -dice mi padre de forma firme -¿Qué fue lo que te hizo agredirla?

-Ella se convirtió en la capitana del equipo de porristas...

-Eso no es motivo suficiente para que la agreda...

-Déjela que termine -lo interrumpe mi papá mientras le da una mirada severa

-Estaba yéndome del campo para venir a hablar con usted, cuando ella me dijo algo que me puso furiosa

-¿Que te dijo exactamente?

-"Vete, no te necesitamos, porque la única que te necesitaba se suicidó porque la hiciste a un lado cuando llegó tu gemela" -suspiro -Haciendo referencia a Colette -y dejo de hablar por el nudo que se forma en mi garganta

-Bueno espero que también las expulsiones sean consideradas para el daño psicológico y la falta de respeto -dice mi padre mientras ve al director de manera seria y severa

-Yo... Yo no tenía idea... Tendré que tomar cartas en el asunto... Yo lo siento mucho...

-Más le vale que lo sienta de verdad, porque acaba de amenazar a mi hija de una expulsión injusta, ella se defendió ante el ataque de esa niña, y debo de admitir que no juega nada limpio, eso que hizo no tiene nombre

-Le llamaré la atención ya mismo

-¿Y cómo me asegura que no lo volverá a hacer? -dice mi padre furioso

-Yo me aseguraré personalmente de que no ocurra

-Más le vale, porque si mi hija presenta secuelas por ese acto inhumano, prepárense para una demanda

Se levanta y yo hago lo mismo. Ambos salimos de la oficina y Haylee se nos une.

-Nos vamos a casa -nos dice de forma neutral, como siempre, como si no hubiera pasado absolutamente nada allá adentro

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***