Doce

...*** Narra Haylee ***...

Estábamos en el salón de redacción después de clases. La maestra estaba leyendo su articulo en voz alta y admito que si le quedo bien, pero no es perfecto, claro no se lo diría ya que supongo puso todo su empeño y yo no era nadie para decirle que era bueno pero no excelente, quizá Kaylee me odiaría si fuera del todo sincera con mi opinión. 

-¿Y bien? -pregunta 

-Está bien -le digo con una sonrisa 

-Es increíble maestra, lo mejor que ha escrito hasta ahora 

<<¡Dios! eso tenía que ser una broma. ¿Cómo que eso es lo mejor que ha escrito?>> 

-Me alegra tanto, te mandaré el resultado final para que lo edites -me dice con una sonrisa 

-Por supuesto -le digo con una pequeña sonrisa 

Ya habíamos escuchado el articulo de Kaylee y la verdad es que quedé asombrada con el desempeño que puso. La verdad había hecho un trabajo excelente. 

-Bueno eso es todo por hoy niñas, pueden irse a sus casas

-Genial, gracias por todo maestra -le dice Kaylee por ambas y salimos del salón 

-¿A donde van mis pequeñas cerebritos? -dice Caleb mientras nos alcanza 

-A casa -le dice Kaylee 

-Permítanme ser quien las lleve a su hogar -dice con voz de caballero 

-Sería increíble -dice Kaylee 

Vamos hasta el auto de Caleb que estaba en primera fila en el estacionamiento, nosotras nos sentamos en la parte trasera del auto y él frente al volante evidentemente.

Enciende la radio y "There's nothing holding me back" suena a todo volumen. Caleb y Kaylee comenzaron a cantar a todo pulmón y sentía la mirada de él a través del retrovisor. 

Cuando llegamos a la casa vi cuatro patrullas estacionadas en el jardín.

-¿Qué fue lo que pasó? -Pregunta Caleb alarmado mientras apaga el motor 

Bajo del auto a toda prisa, la gente estaba rodeando una cinta amarilla, entre por debajo de esta y camine más aprisa pero estaba a mitad del jardín cuando un policía me detiene del brazo con mucha fuerza.

-¿Qué es lo que está pasando?

-No puede pasar señorita 

-Es mi casa 

-Entonces debe de saber que su hermana se suicidó 

-¡¿QUÉ?! -el grito de horror de Kaylee a mis espaldas me espantó -¡COLETTE! NO POR FAVOR, ¡COLETTE! -gritaba a todo pulmón 

Me gire para mirarla y Caleb estaba sujetándola fuertemente para que no entrara a la casa corriendo. 

-¿Estaba sola? -le pregunto al oficial

-Si, su tía llegó de hacer las compras y fue quien encontró el cadáver

-¿En donde está ella?

-Dando su declaración 

-¿Y mi padre? 

-No está en la casa, su tía lo llamó y dijo que estaba en camino 

Saco mi celular y le marco a mi papá. 

-"Hola" 

-"Papá, Colette se suicidó, ¿En donde estás?"

-"Yendo de camino a la casa, estaba en el consultorio con un paciente cuando tu tía me llamó toda alterada"

-"¿Por qué la dejaron sola?"

-"Le dije claramente a tu tía que no se separara de ella ni un solo segundo, ella me juró que no lo haría, pero creo que su palabra no vale nada después de todo"

-"¿Qué hago con Kaylee?"

-"¿Cómo está?, ¿tiene un ataque?"

-"No, solo esta llorando en brazos de Caleb"

-"No tardo en llegar"

-"Bien, te espero"

Vamos hasta una banca y acaricio la espalda de Kaylee, mientras llora desconsoladamente sobre el hombro de Caleb.

-Me dejó sola, me abandono ella también -dice entre el llanto 

-No estás sola, me tienes a mi, a Haylee, a Maxine, a Elaine, a tu papá y a tu tía Makena, no estás sola pequeña -trata de consolarla Caleb

-Se están matando, ¿Por qué lo hacen?, ¿Por qué no pensaron en el dolor que me iban a causar?

Caleb me mira con los ojos llorosos, yo también estaba igual, pero necesitaba estar fuerte para ella.

-No pensaron en ti -le digo -Pensaron en como terminar su dolor, no en el dolor que te iban a causar 

Kaylee me mira y veo la imagen que desgarra mi alma. La abrazo tan fuerte como me es posible y ella hace lo mismo conmigo.

-No me dejes tu también por favor -me susurra 

-Jamás lo haría 

-¿Kaylee? -la voz de mi padre preocupado nos hizo separarnos 

-Papá, se mató ella también 

Mi padre abre sus brazos para recibirla y Kaylee se engancha a él como una pequeña niña asustada, buscando la protección de su padre.

-¿Haylee, necesitas algo? -me susurra Caleb  

-No, estoy bien -miento 

-Esta bien sentirse triste y afligida, después de todo ella también era tu hermana 

-No conviví lo suficiente con ella, es más, creo que me odiaba 

-No lo creo, igual si necesitas algo puedes hablar conmigo, soy realmente bueno escuchando a las personas y puedes tener un amigo fiel e incondicional en el cual apoyarte, todo necesitamos eso en algún momento y cuando te canses de ser fuerte solo llámame

Asiento con la cabeza. 

Un policía se acerca a mi papá, y Kaylee regresa a los brazos de Caleb. Mientras que yo permanezco en la banca tratando de controlarme. 

Ya era de noche, mi padre tuvo que darle un calmante a Kaylee y estaba recostada en el sillón con su cabeza apoyada en mis piernas y una manta cubriéndola. Mi papá estaba con los codos sobre las rodillas y el mentón sobre los puños.

Mi tía estaba sentada en el otro sillón con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.

-Fue mi culpa -susurra, terminando con el silencio sepulcral que nos invadía

No dijimos nada.

-Te jure que no me iba a despegar de ella, pero me parecía que estabas exagerando, nunca la creí capaz de quitarse la vida

-Yo te lo advertí, necesitaba que la cuidaras por tres hora solamente -dice mi padre tranquilamente 

-Ya lo sé, pero solo quería comprar unos ingredientes para prepararle un pastel de chocolate 

-Ella no necesitaba un pastel de chocolate, necesitaba que tu estuvieras ahí, que estuvieras cuando le diera un ataque 

Mi tía comienza a llorar en silencio de nuevo.

-Vamos a aplicarte un calmante Makena, necesitas descansar 

-No quiero descasar 

-Necesito que descanses, porque no quiero que cometas una locura y termines de perjudicar a Kaylee 

-Yo no le haría daño a Kaylee

-Te aseguro que Maddison y Colette, tampoco querían hacerle daño a Kaylee 

-Yo no me atrevería a suicidarme 

-No lo sé, tu palabra antes tenía valor para mi, ahora ya no confío en eso -mi padre me mira -Ahora vengo, voy inyectarle un sedante y regreso para subir a Kaylee a su recamara 

-Puede dormir conmigo, creo que ambas estaríamos mejor así  

-De acuerdo, no me tardo 

Ambos se pierden por las escaleras. Mientras que yo acaricio el cabello lentamente el cabello de mi hermana. 

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