Cinco

...*** Narra Kaylee ***...

Debía de admitir que era gracioso ver como mi hermana rechazaba a Caleb. Él es como un hermano para mi y siempre ha estado conmigo, y sé de su mala suerte en el amor. 

Después de clases, estábamos caminando por los pasillos cuando veo a Dalton, mi amor platónico desde que tengo 10 años. 

-¡Oh, oh! bello chico a la vista -me dice Maxine 

Solemos llamarlo "bello chico" desde que quede completamente enamorada de él.

-¿De quién hablan? -dice Haylee mientras ve a todos los chicos discretamente 

-Él -lo señalo y siento como mis manos empiezan a sudar de los nervios 

-¿Él te gusta? 

-Si -le digo en susurro 

-Pues ve a hablar con él 

-Ni loca -le digo 

-¿Por qué no?, ¿Acaso muerde?

-No es gracioso, de verdad suelo ponerme muy nerviosa cuando estoy a su lado 

-¿Por qué? -dice conteniendo la risa 

-¿Nunca te has puesto nerviosa al lado del chico que te gusta?

-Jamás -trato de detectar un sonido de broma, pero esta diciendo la verdad 

-No puedo hacerlo 

-Bien, vamos y preséntamelo 

-Ni hablar 

-¿No se conocen?

-Claro que si, su mamá y mi mamá eran amigas en la secundaria 

-¿Y entonces?

-Pues tiene mucho tiempo sin hablar con él, solo se saludan de mano -le explica Caleb a Haylee -Suele paralizarse y no sabe que hacer o decir, es tan gracioso 

Elaine lo golpea por mi y se lo agradezco con la vista.

-No voy a tolerar eso, vamos ahora mismo 

Haylee me toma del brazo y comenzamos a caminar hasta donde esta la razón de mis suspiros y sueños más bonitos.

-No puedo hacerlo -le digo mientras el corazón golpetea en el pecho 

-¿Confías en mi?

-Si 

-Perfecto 

Llegamos y Dalton nos regala una sonrisa que mi corazón recibe alegremente.

-Hola -le digo controlando mi nerviosismo 

-Hola Kaylee

¡Dios! mi nombre saliendo de sus hermosos labios me hace suspirar para mis adentros y me obligo a guardarlo en mi memoria para siempre. 

-Ella es mi gemela, Haylee 

-Un placer conocerte -le dedica una sonrisa 

-El placer es mío, me encanta todo por aquí 

-¿Enserio? 

-Si, claro que si 

Yo solo espero que siga hablándole mi hermana para poder deleitarme con la melodiosa voz de Dalton. 

 -Bueno, esta noche tengo una fiesta en mi casa y ambas están invitadas 

-Eso seria fantástico 

-Las espero ahí, se que Kaylee es el alma de las fiestas -me da una mirada y siento que mis piernas están por flaquear 

-Ahí estaremos, gracias por la invitación  

Nos damos la vuelta y regresamos con los chicos.

-¿Y bien? -pregunta Maxine 

-Estamos invitadas a la fiesta de esta noche -dice mi hermana 

-¿Es enserio?

-Si, además admitió que mi querida hermanita es el alma de las fiestas 

Los chicos me miran atónitos 

-Lo se, ni yo puedo creerlo -les digo por fin 

-Tu hermana es maravillosa, logró que tu príncipe azul te invitara a su fiesta -me dice Maxine emocionada

-Tienen que venir -les digo 

-No, nos invitaron 

-Por favor, no puedo hacerlo sin ustedes, además no creo que le importe que los lleve, él sabe que ustedes son mis amigos 

-¿No quieres pasar tiempo a solas con tu hermana? 

Miro a Haylee. 

-Vengan, de verdad, sin problemas -dice Haylee -Esto de las fiestas no se me da mucho y sería bueno tener ayuda con Kaylee y su inseguridad con los chicos 

-Bueno, puedo pasar por ustedes bellezas -dice Caleb  

-Si, eso harás -dice Elaine -Ahora llévame a mi casa 

-Como ordene la patrona 

Ambos se despiden de nosotras y se van mientras bromean. Después Maxine se fue en su carro y nosotras vemos a Malik esperándonos recargado sobre el auto de mi padre en el estacionamiento de la preparatoria. 

-Perdón por la tardanza -le digo apenada 

-No es nada señorita, por favor 

Abre la puerta, así que mi hermana y yo entramos, después se pone frente al volante y arranca. 

Al llegar a la casa mi tía me recibe con un fuerte y caluroso abrazo.

-¿Cómo estuvo tu día?

-Bien tía, gracias 

Le da una sonrisa a Haylee. 

-¿Cómo te fue a ti pequeña?

-Bien, ¿mi papá está?

-Está en su recamara 

-Voy a hablar con él -me guiña el ojo y se que va a pedirme permiso para ir a la fiesta 

Asiento con la cabeza y mi tía me mira con una sonrisa.

-¿Que traman ustedes dos?

-Nos invitaron a una fiesta 

-¿Qué? ¿Quién?

-¿Segura que estas preparada para escucharlo?

-Claro -dice emocionada 

-Dalton 

-¿Tu Dalton?

-Si, ¿No es maravilloso?

Ambas gritamos de felicidad y nos abrazamos con todo el entusiasmo del mundo, mientras brincamos en nuestro lugar. 

-¿Pero cómo fue?

-Todo se lo debo a Haylee, estoy tan emocionada que ni siquiera se que me voy a poner 

-Vamos a comprar algo lindo 

-Tengo mucha ropa en mi armario 

-¿De verdad no quieres comprar nada especial para la ocasión?

-Si quiero comprar algo especial para la ocasión -afirmo con entusiasmo 

Volvemos a gritar y a bailar nuestro famoso baile de la victoria. Estábamos concentradas en eso cuando entra Colette y nos mira con cara extraña.

-¿Baile de la victoria?

-Si -le digo feliz 

-¿Y por qué?

-Bueno, Dalton me invito a una fiesta en su casa hoy 

-¿Tu Dalton? 

-SI -grito de la felicidad 

También comienza a gritar y hacemos el baile de la victoria las tres nuevamente. Escucho que carraspean detrás de nosotras y es Haylee conteniendo una risa por nuestro baile, ya que a ojos de los demás resultaba ridículos nuestros movimientos. 

-No quería interrumpir su baile, pero mi papá dijo que si nos da permiso 

Doy un grito de felicidad y corro a abrazarla. 

-Gracias, gracias, gracias, no sabes cuanto significa esto para mi 

-No tienes nada que agradecer -me dice feliz 

-Mi tía y yo vamos a ir a comprar un vestido, ¿Quieres ir?

-Claro que si 

-¿Vienes Colette?

-Tengo mucha tarea, no puedo, además va a venir Abdel 

-¿Quien es Abdel? -dice Haylee 

-Mi novio -le dice Colette de mala gana 

-Oh -dice Haylee 

-Bueno hora de irnos, si es que quieren estar listas -dice mi tía Makena mientras se cuelga su bolsa sobre el hombro  

Las tres salimos y nos vamos en la camioneta, ya que a mi tía no le gustaba la idea de molestar al chófer de mi padre. Además así se sentía con mayor libertad y no se sentía incomoda por hacer esperar a Malik en el auto, aburriéndose mientras nosotras nos divertíamos. 

Llegamos a nuestra tienda de ropa favorita. Y empezamos a buscar el vestido que sería el indicado. 

Al final me decidí por un vestido rosa pastel, de encaje, sin hombros, en la cintura estaba adornada con una bella y delicada cadena trenzada con un hermoso diamante al centro. 

Escogimos uno para Haylee y después fuimos por los zapatos, y ambas me convencieron de comprar unos tacones, por suerte fui yo la que las convencí de las que a mi me gustaron. Si iba a usar tacones serían a mi gusto. 

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