Siete

...*** Narra Kaylee ***...

Después de estar bailando por mucho tiempo con Dalton decidimos ir a tomar algo para calmar la sed.

-¿Cómo se siente vivir con tu gemela?

-Es raro, pero increíble, siento como si por fin encontré una parte que ni siquiera sabia que me faltaba

-Es sorprendente el parecido entre ustedes, si no fuera porque tiñe su cabello, ni siquiera podría identificarlas -dice Dalton con una sonrisa

-Si te dejas guiar por la personalidad, no dudarías ni un segundo -lo miro a los ojos

Me sonríe y mi corazón da un vuelco.

-Tienes que probarla -me da una copa

Me la tomo y el sabor a cereza me refresca la garganta.

-Deberías de ir a buscar a tu hermana, no conoce a nadie y tus amigas están por allá

Veo a Maxine bailando con un chico y a Elaine besando apasionadamente a un chico algo mayor que ella.

-Debe de estar con Caleb

-¿Segura?

-No, ya que lo pienso, no -le doy una sonrisa tímida -Ahora vengo

-Tomate tu tiempo

Comienzo a caminar, voy a la mesa de comida y veo a Caleb

-¿Y Haylee?

-Ni idea -dice comiendo

-¿La dejaste sola?

-Corrección, ella me dejo a mi, después de aclararme que no tengo ni la menor oportunidad con ella

-¿De verdad te gusta?

-Si

-¿No es solo un capricho?

-No, de verdad me intriga y quiero conocerla

-Yo podría ayudarte, ya sabes hablándole bien de ti -lo miro -Aunque va a ser difícil ya que no tienes nada bueno que pueda contarle

Ambos reímos.

-Enserio, voy a ayudarte a conquistarla

-Gracias

Le doy un beso en la mejilla.

-Ahora voy a buscarla

Voy a buscarla en el patio y logro verla sentada en el césped mientras mira las estrellas.

-¿Aburrida?

-Las fiestas no son lo mío

-¿Y qué haces en una?

-Ayudándote a conquistar a tu príncipe azul -dice con una sonrisa

-No creo poder conquistarlo con una noche

-Bueno cenicienta tuvo solo unas horas con el príncipe y quedó cautivado con ella

-No estamos en un cuento para niñas

-Si te lo propones lo puedes lograr

-¿Vamos adentro?

-Esta bien

Se pone de pie y ambas entramos de nuevo al salón principal.

-El viernes son las pruebas para porristas

-¿Hay porristas en la escuela?

-Claro, estás frente a la capitana -le digo con una sonrisa

-¿Enserio?

-Si, me gusta mucho

-Supongo que Dalton está en el equipo del deporte que practican

-Si, es el capitán

-Serían la pareja perfecta

-Lo sé -le digo suspirando

-Bueno, ¿Y te gustaría que yo este en el equipo?

-Claro que si, solo tienes que hacer una rutina como solista

-¿Algún ritmo en especial?

-Animado

-De acuerdo

-Tu debes de ser la famosa Haylee, un placer preciosa, mi nombre es Galina

Mi hermana le dedica una mirada curiosa.

-Un gusto

-Al contrario, el gusto es mío, todo el colegio no deja de hablar de ti

-Bueno es lo que pasa siempre con los nuevos

-Si, eres idéntica a tu hermana, solo que supongo que más inteligente y más sofisticada

-¿Qué acabas de decir? -dice Haylee confundida por haber escuchado mal

-Solo hace falta verte para saber que eres una joya de persona, todo lo contrario a la ordinaria de tu hermana

Haylee permanece con su semblante calmado pero algo en su mirada cambió.

-¿Consideras que mi hermana es ordinaria?

-Por supuesto, no está interesada en la moda y siempre viste con mezclilla

-Bueno es que la mezclilla tiene incluso más clase que los relojes de imitación

-¿Qué?

-Ese reloj que tanto estás presumiendo es imitación, la gargantilla que estás utilizando no va a juego con los enormes y horribles aretes que cuelgan de tus orejas, además de que no combinan con el estilo del vestido y tu maquillaje está corrido, incluso la cola de tu delineado derecho es más largo que la del izquierdo, no dominas las zapatillas que traes puestas y parece que estas caminando sobre piedras cuando en realidad esta perfectamente lustrado el piso

Galina estaba con la boca abierta y atónita.

-Si piensas criticar a los demás, primero asegúrate de lucir decente al menos -Haylee me mira -¿No vamos?

-Claro -digo aún impactada por lo que acaba de pasar

Vamos a la mesa de bocadillos y sigo con la misma sorpresa.

-¿Te sientes bien? -me pregunta Haylee

-Acabas de insultarla

-Ella te insultó primero

-Pero... Es que es imposible como lo dijiste tan natural

-Se lo tenía merecido -dice restándole importancia

-Te va a odiar

-No buscaba caerle bien

-Pero no quiero que te haga daño

-¿Crees que podría hacerme algo?

-Bueno es la chica más vanidosa de toda la escuela, todos babean por ella y tu acabas de pisotearla con esos insultos

Me mira por un segundo detenidamente.

-¿Le tienes miedo?

-No es miedo, pero si es mejor no meterse en su camino

-Bueno ella se metió en el mío y no va a hacerme nada y si llega a hacerlo que se prepare porque soy maravillosa jugando a las venganzas

-Por tu mirada te creo, el solo pronunciar la palabra venganza tus ojos brillan

Sonríe y le devuelvo la sonrisa.

-Hermosas -dice Caleb mientras se acerca a nosotras

-Hola -le digo

De pronto un estruendo resonó a nuestras espaldas. Unas copas con bebida volaron y se estrellaron en el piso en miles de cristales.

Dos chicos comenzaron a golpearse, después un chico intentó separarlos pero otro llegó y comenzó a golpearlo.

-Hora de irnos -nos dice Caleb

En cuestión de segundos todo se volvió un caos, las botellas, y las bebidas volaban por todas partes. Corrimos a la salida y nos subimos al auto de mi mejor amigo.

-Faltan las chicas -le digo preocupada

Pero veo a Elaine y a Maxine corriendo hacia nosotros. Entran al carro de un salto y Caleb arranca a toda velocidad cuando dos autos detrás de nosotros chocan estruendosamente.

-Regla número uno de las fiestas -le digo a mi hermana -Huir a toda prisa en cuanto empiezan los golpes, porque eso significa todos contra todos

-Que locura -dice mientras me ve -¿Y esa regla es para todos?

-Para nosotros realmente

-Son estúpidos los que se quedan a golpearse sin sentido ni razón -dice Elaine -Una verdadera lástima que comenzaran a pelear, estaba a punto de tener una gran noche hoy

Reímos por su comentario, seguramente así hubiera sido, ella y ese chico mayor realmente estaban ocupados robándose oxígeno e intercambiando saliva mutuamente.

Llegamos a nuestra casa y me despido de todos con un beso en la mejilla, mientras que Haylee solo les hace una seña con la mano y bajamos del auto.

Caleb arranca y se pierden al doblar a la izquierda en la esquina.

-Llegan temprano -dice mi tía en cuanto entramos

-Me espanto tía -le dice Haylee

-Lo siento, se me olvida que no estás acostumbrada a que te espere detrás de la puerta -dice apenada

-Descuida Haylee, ya te acostumbraras -le digo con una sonrisa -Y si, la fiesta terminó pronto -le digo a mi tía Makena

-Bueno eso fue muy considerado ya que mañana hay escuela, vayan a dormir

Nos da un beso a ambas y subimos en silencio.

-Gracias por acompañarme Haylee, significó mucho para mi

-No fue nada

-Fue mucho ahora que sé que no te gustan las fiestas

-Lo que sea por ti