MORFELIA, ENTRE LA LUZ Y LA OSCURIDAD, TOMO II (Tomo I, II Y III Están Publicados En MangaToon)
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I - HUÉSPEDES O PRISIONEROS🤞
Ajnep se refregó los párpados y abrió los ojos con dificultad. Se hallaba recostado sobre una litera colgante y venía despertando de un profundo sueño. Al sentarse le dolió el cuerpo. A su mente llegaron imágenes de lo vivido en las últimas horas; la ventolera furiosa que se inició en la Tierra y el terremoto en el que vio morir a tanta gente, cuando se aferró a las piernas de su amiga Triama para evitar ser tragado por la Tierra y cuando un demonio se los llevó volando hacia el agujero que los trajo a este planeta. También recordó haber despertado en Morfelia la noche anterior sobre una balsa agitada por el oleaje, la cruenta batalla desatada entre los demonios y los lugareños en medio de la furiosa tormenta y el tiempo que permaneció separado de Triama temiendo ser tragado por esa misteriosa masa oscura. Cuando se hallaba al borde de sus fuerzas, convencido de que iba a morir, apareció esa joven de plumaje en la cabeza y una piedra incrustada en la frente. Lo sucedido después, se le presentaba confuso. Sospechaba que se había desmayado por algo que ella le había hecho para capturarlo.
Al examinarse le extrañó ver que estaba limpio y que por vestimenta solo llevaba puesta una pañoleta amarrada a sus caderas que se le antojó ridícula e indecente.
“¿Quién me la habrá puesto?”. Se sonrojó al imaginar que lo habían visto desnudo. Sus tripas sonaron y experimentó un vacío en el estómago. “Qué hambre y sed tengo”. Por asociación de ideas, pensó en Triama, ella siempre le guardaba un trozo de su ración de comida diaria en la Tierra. “¿Dónde estará Triama?”. Se le apretó el corazón al recordar cuando se encontraban en aquella balsa y un poder cayó del cielo como una flecha, la partió en dos y fueron alejándose el uno del otro. Se había sentido aterrado e impotente al verse a merced de las inclemencias del tiempo. A su alrededor reinaba la oscuridad, gritos, rugidos, detonaciones y temió perder la cordura.
“¿Triama estará muerta?”. Un escalofrío lo recorrió y su corazón se aceleró. Era la única persona a quien él quería. Viajar con su amiga le había parecido una intrépida aventura, pero sin ella se sentía perdido. Se vería forzado a luchar por su libertad y sobrevivir solo como lo hacía en la Tierra. “¿Y qué le habrá sucedido al antipático de Erzac?”. Sentía un profundo rechazo por el hijo de Catany, hermanastro de Triama, pero en estas circunstancias su odio pasaba a segundo plano. “¿Seguirá la descarnada batalla o habrá terminado? Y, de ser así, ¿quién habrá vencido?”. Miles de incógnitas lo asaltaban en desorden. Paseó la vista por la habitación. Acostumbrado a las murallas derruidas de la Tierra, le llamó mucho la atención las paredes de cuarzo violeta y rosado y las enredaderas luminosas que trepaban por éstas, también el orden y la limpieza. A un costado de su camastro había un enorme cántaro que contenía un líquido transparente, que supuso era agua, y vio una mesa hexagonal tallada en el mismo cuarzo del cuarto. En el centro de la mesa una bandeja de metal contenía frutos de diversos colores que no supo interpretar, pues jamás había visto algo semejante. El perfume que impregnaba el aire era diferente a cualquier olor sentido por él con anterioridad.
Cuando quiso bajar del lecho éste se tambaleó y Ajnep se asustó, pues le recordó el movimiento de la balsa. Optó por saltar y al caer al piso se mareó unos segundos. Se sorprendió al sentir el frío de la piedra en la planta de sus pies desnudos. Unos coloridos velos que caían a modo de cortina despertaron su curiosidad y caminó hacia ellos para investigar si había algo detrás. Temeroso, se arriesgó a correrlos. Se sorprendió al ver otra camilla colgante sobre la que reposaba un cuerpo en posición fetal. Un enorme alivio lo inundó al reconocer que se trataba de Triama.
—¡Triama! —le susurró apartando unos mechones de su rostro. Ella no respondió. Ajnep la llamó un poco más fuerte tocándole un hombro.
—¡Triama, despierta!
Su amiga no reaccionó.
—¿Qué te hicieron esos desgraciados? —la remeció.
Triama emitió un quejido y, pronunciando unas palabras ininteligibles, se dio media vuelta.
Ajnep pensó que tenían que escapar lo antes posible, pero Triama no despertaba y además se dio cuenta de que estaban encerrados en una pieza sin ventanas. En otra pared vio un bloque de cuarzo que tapaba la única salida. Trató de moverlo y no pudo. Malhumorado, volvió a tenderse.
“Maldición, ¿dónde estamos? Parece que nos tienen cautivos bajo tierra”. Imaginó monstruos horribles que venían a atacarlos como en los cuentos que Triama le leía. Se hallaba inmerso en sus fantasías de terror, cuando escuchó voces que se acercaban. Se incorporó de un salto, con los ojos dilatados buscó un lugar donde esconderse y no vio ninguna posibilidad. Su corazón retumbaba, ni siquiera se atrevía a respirar y le temblaban las piernas. “Afrontaré lo que venga, me defenderé con patadas, puñetes y mordiscos de ser necesario. No creo que me suceda algo peor a las atrocidades que pasé en la Tierra”. Pensó resignado.
Recordó de súbito que Triama dormía indefensa, pero no se atrevió a llamarla, porque se dio cuenta de que el bloque de cuarzo se estaba moviendo. “Quizás sean nuestros últimos minutos de vida”. Ajnep aterrorizado no movía ni un músculo.
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Updated 40 Episodes
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luna
hermoso
2021-11-16
1