El juego

Maximiliano Kingsley, saludo a hombres prestigiosos de la Ciudad Amatista, escuchaba sus halagos y palabrerías sin importancia, estaba harto de toda esa fiesta, lo único que quería era a esa mujer, Alana Rosental, sabía que lo estaba evadiendo, pero no podría por mucho tiempo, pues ella ahora era la accionista mayoritaria de la empresa Rosental, una de las más acaudaladas de no solo Amatista, sino también del país Violet, sabía que quien se hacía cargo era aquel hombre, Sebastián Holmes, quien la acompañaba aquella noche, recordó cuando fue presentado, la encontró fácilmente, resaltaba entre todos vistiendo aquel elegante y sexy vestido rojo corte sirena, acentuando perfectamente sus curvas, hizo señas a uno de sus hombres y le susurro que la buscaran, ya estaba harto de jugar al gato y ratón.

Alana estaba oculta en lo más profundo de aquel salón, quería largarse de aquel lugar de inmediato, pero Sebastián no se lo permitía, debía presentarse con Maximiliano Kingsley, como la heredera de Rosental.

- No quiero, mierda- Soltó apretando los dientes, mirando a los lados, Sebastián suspiro.

- Por eso debes tener cuidado con quien carajos te revuelcas- Le reclamo- Lo siento mucho, pero debes presentarte oficialmente con ese hombre, vamos, a lo mejor él ya se olvidó de ti- Dijo despreocupado, Alana asintió tal vez tenía razón, pero no podía evitar sentirse nerviosa.

- Disculpen- Los interrumpieron, Sebastián miró a aquel hombre y asintió- Señorita Rosental, el señor Kingsley, desea cruzar algunas palabras con usted- Dijo con formalidad mirando directamente a Alana, ella asintió con una leve sonrisa, el hombre dio paso para que ella caminara, la guiaría directo hasta su señor.

- Vamos, Sebastián- Rodeo su brazo en la de él y lo jaló, no iría sola ante aquel hombre, Sebastián también era alguien importante como Ceo de la empresa Rosental, llegaron hasta ese hombre, quien, al verla, se despidió de los hombres con quien estaba, su mirada se fijó directamente en el agarre de aquel hombre, frunció levemente el ceño.

- Señorita Rosental, es un gusto conocerla finalmente- Dijo saludando cortésmente, extendiendo su mano a ella, Alana se sintió aliviada, al parecer ese hombre no la recordaba, dio su mano y respondió al saludo.

- Señor Kingsley, el gusto es mío- Respondió con una cálida sonrisa.

- Usted debe ser, Sebastián Holmes, el Ceo actual de Rosental- Miró al hombre con una leve sonrisa, ella seguía aferrada al brazo de él.

- Si, es un placer señor Kingsley- Dijo con una leve sonrisa, sintió el fuerte agarre de Alana, quería reírse, pero tenía que comportarse.

- Lamento mucho la pérdida de su padre, Señorita Rosental- Dijo mirando a Alana, ella asintió tratando de mantener su sonrisa- Sabe, había contactado con él hace un par de meses, para hacer unos negocios – Dijo, Alana asintió y dirigió su mirada a Sebastián.

- Bueno, Sebastián es quien se encarga de la empresa actualmente, en ausencia de mi hermana, podría negociar con él- Dijo dirigiendo la mirada a ese hombre, notó algo extraño en su mirada, algo había cambiado y le hizo sentir cierto temor.

- La señorita Rosental está aprendiendo a manejar los asuntos de la empresa, pero podría negociar con ella, le serviría de experiencia- Dijo Sebastián al ver aquella amenazante mirada de Maximiliano, comenzaba a creer que ese hombre realmente recordaba a Alana de su aventura de aquella noche.

- Perfecto- Dijo con aquella sonrisa, Alana maldijo por dentro, ya luego golpearía a Sebastián.

- Bueno, debe seguir atendiendo a sus invitados- Dijo Alana, moría por alejarse de ese hombre, quien de solo verlo le hacía recordar aquella noche y despertar su deseo.

- Claro, podríamos vernos mañana- Dijo más como orden que como sugerencia, Alana lo miró pensativa, sería domingo, día de descanso, no laboral.

- Por supuesto- Respondió rápidamente Sebastián, sabía que Alana estaba por negarse- Este es el número de la Señorita Rosental- Saco una tarjeta de su saco y se la entregó, Alana miro con sorpresa aquella tarjeta ahora en manos de ese hombre.

- Gracias, me contactare con usted- Dijo mirando a Alana, aunque no necesitaba de esa tarjeta, pues él ya tenía todo lo relacionado con aquella mujer, incluyendo sus cuentas bancarias.

Alana y Sebastián se alejaron juntos, ella miraba a ese hombre, quien contenía su risa a más no poder.

- ¿Por qué carajos le diste mi tarjeta? ¿Desde cuándo tengo tarjeta de presentación? – Pregunto molesta. Sebastián solo sonrió.

- Alana, trata bien al señor Kingsley y ya no te acuestes de nuevo con él, como sugerencia- Dijo tomando dos copas y dándole una a ella.

- Joder, ya lo sé- Tomo un sorbo de su bebida.

- Debo ir a saludar a unas personas ¿Vas o te quedas? – Pregunto, ella hizo señas de que fuera solo, ya no quería caminar. Miro a Joan caminar hacia a ella, puso los ojos en blanco.

- Alana, hablemos- Dijo el hombre tomándola del brazo, ella frunció el ceño.

- Suéltame- Lo amenazo mirado a los lados, no era tonta sabía que Joan haría lo posible para que los fotografiaran juntos. Alana se zafo de aquel agarre y comenzó a caminar, quería alejarse de ese hombre, pero él la seguía.

- Por favor, debes darme otra oportunidad, no podemos tirar todos estos tres años a la basura- Dijo en susurro, mientras caminaba a su lado.

- Eso debiste pensarlo antes de revolcarte con la perra de Dana- Gruño amenazante y se detuvo en seco- Ya estoy harta Joan, no te vuelvas a acercar a mí, o juro que te haré pagar- Lo amenazó.

- Alana…-

- Jódete Joan – Levantó un poco la voz atrayendo algunas miradas, soltó un pesado suspiro- Déjame en paz, no volveré contigo jamás – Dijo bajando la voz, Joan negó y acorto la distancia entre ellos, Alana comenzó a soltar su vapor caliente, Joan se agito.

- Escúchame…- Comenzó a hablar.

- Señorita Rosental- Lo interrumpieron, Alana miro al hombre que estaba justo detrás de Joan, realmente era más alto que él, incluso frente a ese hombre, Joan era nada.

- Señor Kingsley- Dijo con una nerviosa sonrisa dando un paso hacia atrás.

- Me gustaría hablar ahora con usted sobre negocios ¿Está ocupada? – Preguntó mirando de reojo a Joan quien ya se había puesto al lado de ella, Joan pensaba en responder, pero Alana se adelantó.

- Para nada, vamos- Dijo con una sonrisa, ese hombre asintió y dio su brazo a ella, Alana no dudo en acercarse y pasar su brazo alrededor del de él.

Alana camino de la mano de Maximiliano, las miradas estaban sobre ellos, no pudo evitar sentirse algo nerviosa, a lo lejos vio a Sebastián quien le hizo señas de ¿Qué rayos hacia? Ella solo lo insulto en su mente, después se encargaría de él, su mirada se desvió a Maritza y Dana quienes miraban con la boca abierta, sonrió orgullosa, ellas habían sido ignoradas durante toda la fiesta, mientras ella, ahora caminaba del brazo del poderoso hombre Maximiliano Kingsley, llegaron hasta las puertas de una habitación, se habían alejado de toda la fiesta, Alana suspiró, se sentía cansada de ser el centro de atención, Maximiliano abrió las puertas de aquella habitación e invitó a que ella pasara, se soltó de su agarre y entro a lo que era un estudio lujoso, camino hasta quedar en el centro y luego se giró para quedar frente a él.

- Bueno, la verdad aún soy una novata en los negocios, creo que mejor deberíamos llamar a Sebastián- Dijo tratando se controlar sus nervios.

- Descuide, use solo eso porque note que ese hombre la estaba molestando- Dijo mientras caminaba hacia el bar que había en aquel lugar, sirvió dos bebidas y se acercó de nuevo a ella, le entregó una, Alana la tomo y sintió el olor del Whisky era su favorito, el que tomaba justo aquella noche.

- Gracias…es mi ex prometido- Dijo y bebió un sorbo de aquella bebida.

- ¿Se iba a casar? – Pregunto mientras la miraba con profundidad.

- Ah, si…el fin de semana pasado- Respondió tratando de controlar sus nervios.

- ¿Es así? – Se acercó un paso más a ella, Alana levanto la mirada para encontrarse con aquellos ámbares que la miraban de manera inexplicable que hacía que su cuerpo reaccionara- ¿Cuánto tiempo más debemos fingir que no follamos el fin de semana pasado? - Pregunto directamente, Alana abrió la boca de sorpresa, comenzó a sentir que sudaba, dio un paso hacia atrás para alejarse de él, pero Maximiliano daba otro paso adelante.

- Ah, eso…yo…- Dijo nerviosa sin saber que decir, bebió todo el líquido de aquel beso y tomo una gran bocanada de aire. – La verdad, no recuerdo, ¿Era usted? - Mintió o eso trató, Maximiliano soltó una leve risa.

- Puedo ayudarla a recordar justo a ahora- Dijo mientras rozo sus dedos sobre sus mejillas, ella negó nerviosa.

- No- Dijo tomando firmeza y apartándose de él- Lo siento, no vuelvo a repetir con el mismo hombre- Continuo con una sonrisa, le entregó el vaso ya vació y se dirigió a la puerta- Buena noche, Señor Kingsley- Lo miró y se despidió, después salió corriendo de aquel lugar en busque de Sebastián.

- ¿Con que así jugaremos? – Dijo divertido y después tomo toda su bebida, miro los vasos vacíos en sus manos, soltó una amarga risa, los lanzo con fuerza contra la pared, ninguna mujer se negaba a él y Alana Rosental no sería la primera, jugaría su tonto juego del gato y el ratón, cazaría a su presa, esa mujer gemirá su nombre las veces que él quisiera y después cuando se aburriera de ella, la desecharía como acostumbraba a hacerlo.

*************************

Maximiliano

Alana

Sebastián

Joan

Más populares

Comments

Irazu Díaz

Irazu Díaz

obvio que hombres tan mas bellos 🤤 menos Joan es lindo pero me cae gordo ,oportunista caza fortunas 🤨🤬

2025-03-18

3

Beatriz sierra

Beatriz sierra

🤣 jugarán al gato 🐱 y al ratón 🐁 dicen que el se enamora pierde y este par están perdidos si claro después la botaras pero el hombre está como quiere se cae de bueno

2025-04-02

1

Liliana Rios

Liliana Rios

ahhhhh... pero si a mí me toca un morocho así me lo como con helado 🍦 para pasar la calentura!!! 🤣😜

2025-03-18

3

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play