El día de la boda finalmente llegó, Alana se miraba al espejo, aquel vestido corte princesa era tan hermoso, su maquillaje perfecto había cubierto sus enormes ojeras, sentía que no estaba haciendo lo correcto, la muerte de su padre había sido hace tan solo unos días, camino hasta la cama donde se sentó.
- Sebastián- Lo llamo, sabía que aquel hombre estaba del otro lado de la puerta, desde la muerte de su padre hacía lo había hecho.
- Dígame- Entró vistiendo un elegante traje negro, al ya no estar su padre, le pidió a él que la entregara, quien no se negó en lo absoluto.
- ¿Estoy haciendo bien? – Pregunto mordiendo su labio inferior, impidiendo que sus lágrimas salieran, Sebastián cerró la puerta y se acercó a ella.
- Alana, eres la única que puede responder a esa pregunta – Dijo arrodillándose frente a ella y tomando sus manos, cubiertas con guantes de fino encaje. – Escucha tu corazón- Continúo dedicándole una leve sonrisa, muy raro en aquel joven.
- Tienes razón- Soltó Alana en un suspiro, Sebastián era de confianza, sabía que podía confiar totalmente en él - ¿Sabes algo de ella? – Pregunto refiriéndose a su hermana, Sebastián negó, pero recordó el día del funeral, a aquella mujer alejada, tal vez se trataba de ella, pero tampoco quería darle falsas esperanzas a Alana y menos en ese día. – Sabes…tengo algo que hacer- Se puso de pie con aquel ostentoso vestido, Sebastián la miró, pero ella no dijo nada más, salió de la recamará en búsqueda de su prometido, tenía que hablar con él, sabía que él entendería su decisión. Al llegar a la habitación que le habían asignado, la puerta estaba entre abierta, escuchó unas voces y las conocía a la perfección.
- Ahora que te cases, estaremos más cerca juntos- Dijo la chillona voz de Dana, Alana frunció el ceño.
- Si, pero tenemos que ser cuidadosos, Alana no es ninguna tonta y además tiene a ese perro fiel de su lado- Hablo Joan.
- Tranquilo, bebé, Sebastián estará ocupado con la empresa y Alana seguirá llorando un par de meses más por la muerte de Evans- Continuo Dana, la ira crecía en Alana, apretaba sus puños con coraje, no podía creer que ese hombre quien decía amarla la estuviera traicionando.
Escuchó un par de risas y luego el silencio, para después escuchar los jadeos de Dana, apretó la perilla con fuerza está comenzó a derretirse, sus ojos se llenaban de lágrimas, Sebastián llegó en ese momento, suspiró, aquel suspiró provoco un helado aire que controlo el vapor que expulsaba Alana, ella lo miró.
- Los voy a matar- Dijo con los dientes apretados, entro de golpe, sin darle tiempo a Joan y Dana de reaccionar, los encontró en la cama, Joan arriba de ella con solo unos pantalones desabotonados y ella en ropa interior.
- Alana, bebé- Dijo separándose de Dana, quien trató de ocultar su sonrisa, tomo su vestido de dama de honor y trató de cubrirse- Hay una explicación – Continuo mientras se abotonaba los pantalones y se acercaba a ella.
- Lo sé, te estás follando a la estúpida de mi hermanastra ¿Desde cuándo? – Pregunto tratando de controlar su ira. Dana frunció el ceño por la forma en la que se expresó de ella.
- No es así, bebé… yo- Trato de excusarse, ya estado a un paso de ella
- ¡Vete a la mierda! - Le grito dándole una gran bofetada, Joan cayó al suelo del impacto, Alana le había roto el labio, la miró con coraje, se puso de pie, paso su mano por su labio y miro la sangre que salía de él.
- Perra- Gruño lanzándose a querer golpearla, pero Sebastián se interpuso para defenderla- Quítate basura- Dijo amenazante, pero Sebastián ni siquiera se movió.
- ¿Qué pasa? - Entró Maritza vestida con su elegante vestido negro, Alana la miró y suspiro al verla.
- La perra de tu hija como siempre queriendo lo que me pertenece, se ha estado revolcando con mi prometido- Respondió sin rodeos, Maritza miró a Dana con cierta sorpresa- Perdón, ex prometido- Corrigió mientras se quitaba en el anillo de compromiso.
- Alana, no, todo está listo, no podemos cancelar la boda…- Dijo nervioso, sabía que eso sería un gran escandaló, sus padres estarían furiosos si la boda se cancelaba.
- Me importa una mierda, no me casare con una basura como tú- Le lanzó el anillo a Dana- Toma- La miro de pies a cabeza- Quédate con mi basura- Le dijo con una leve sonrisa, aunque en el fondo estuviera cayéndose en pedazos, no mostraría debilidad ante nadie.
Se dio la vuelta y miro a Maritza, camino con autoridad hacia a ella quien rápidamente se hizo a un lado, Sebastián la seguía de cerca, Alana caminaba a agrandes pasos por los pasillos de la mansión, la boda pensaba llevarse a cabo en ese lugar, sabía que ya debían estar los invitados esperando, llegó hasta el gran jardín decorado perfectamente, miró todo a su alrededor, se había esforzado casi un año en aquellos preparativos, para nada, todo se fue a la basura, sentía tanta rabia, expulsaba un vapor caluroso que sabía que Sebastián estaba controlando con su propio poder. Se paró frente al altar donde Joan y ella pensaban decir sus votos, tomó el micrófono.
- Gracias a todos por venir, pero lo siento, la boda se cancela- Dijo sin rodeos, los invitados se miraron unos a los otros y comenzaron a murmurar sin entender lo que pasaba- Se preguntaran el motivo, es fácil, mi ahora ex prometido se ha estado revolcando con mi querida hermanastra, ok, omitan lo de querida- Continúo mientras caminaba de un lado a otro con el micrófono. – Lamento haberlos hecho venir, pero descuiden, la boda puede seguir, solo que habría cambio de novia- Sonrió con grandeza al ver llegar a Joan con una camisa mal abotonada y Dana con el vestido azul que había elegido para ser su dama de honor. – Ya todo está pagado, deberían aprovechar, jamás podrían tener una boda como está, su pobreza no se los permite- Soltó el micrófono y todos se taparon el oído al escuchar aquel molesto ruido.
Alana comenzó a bajar los pocos escalones y ahí estaba Sebastián esperándola, hizo una reverencia y extendió su mano a ella, Alana no dudo en dar la suya y camino con elegancia con aquel ostentoso vestido, dejando a todos los invitados sorprendidos, algunos fieles a la familia Rosental y amigos de Alana se pusieron de pie y marcharon una vez que aquella chica ya no estaba a la vista.
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Alan llegó a su recamará comenzó a quitarse aquel ostentoso vestido sin importarle que lo rompiera en el proceso, camino hasta su armario era más que otra habitación, busco ropa que usar, se puso un vestido negro corto que se ajustaba a su cuerpo, soltó su cabello negro azulado y se miró al espero, sus lágrimas caían sobre sus mejillas, tomo un servilleta y comenzó a secarlas, arreglo su maquillaje, se puso unos tacones y salió nuevamente de la recamara, ahí estaba Sebastián como siempre, ella sonrió amargamente.
- Tienes que buscar a mi hermana, ella debe volver y no dejarle la empresa a ese par de perras- Dijo de manera autoritaria.
- Ya estoy en eso- Respondió con una leve sonrisa, mirándola de pies a cabeza- ¿A dónde vas? – Pregunto cruzando los brazos.
- A divertirme un rato, lo necesito- Comenzó a caminar, él la siguió- Tienes prohibido intervenir en lo que haga ¿Quedo claro? – Lo miró de manera amenazante, él asintió con una leve sonrisa- Y deja de sonreír, me asustas- Dijo mientras hacia un gesto de desagrado, Sebastián solo se encogió de hombros.
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Alana llegó a un club al que acostumbraba ir, aunque era aún de día este ya estaba en servicio, todo estaba oscuro, apenas iluminaban las luces de colores, camino hasta la barra y pidió una botella de Whisky, el mesero le sirvió un vaso, ella lo tomo como si fuera agua, miro a su lado estaba Sebastián aquel hombre solo se quitó la corbata y desabotono algunos botones de la camisa, pidió un vaso y tomo aquella botella, se sirvió un poco y volvió a llenar el vaso de Alana.
- No deberías estar buscando a mi hermana- Dijo mientras le quitaba la botella.
- Mis hombres ya están en eso- Respondió y después bebía un sorbo de aquella bebida- ¿Qué harás aquí? – Pregunto mirando alrededor, a pesar de ser temprano, ya había gente divirtiéndose.
- Ya te dije, divertirme un rato- Respondió, mientras servía nuevamente de aquella bebida, miro a los lados, ella no era ninguna santa, había estado con uno que otro hombre antes de conocer a Joan, pero desde que inició su relación con él, jamás lo engaño y de nada sirvió, él se revolcó con su estúpida hermanastra, ahora volvería a buscar a alguien para desahogarse, ahora entendía porque el perro de Joan no había querido tener seguido sexo con ella desde hacía algunos meses, si ya se estaba follando a la sucia de Dana, continúo buscando a alguien que le gustara, pero no lo había, centró su mirada en Sebastián, no era feo, para nada feo, era demasiado guapo, incluso más que Joan, pero había algo de él que no le atraía por completo, pero sino encontraba a alguien, tal vez podría ser una opción.
- Deja de pensarlo, no eres mi tipo- Respondió Sebastián despreocupado, dirigió su mirada a ella.
- ¿Por qué no? Soy hermosa- Le dijo ofendida, Sebastián se encogió de hombros y dirigió su mirada a ella de pies a cabeza, ciertamente era hermosa- Te faltan mínimo quince centímetros- Le señalo directamente su busto, Alana abrió la boca de sorpresa.
- Jódete – Dijo molesta, mientras tomaba la botella y se alejaba de él, Sebastián la miró marcharse y rio levemente, hizo una seña al mesero y le pidió otra botella, cuidaría de ella, pero obedecería su orden en intervenir en lo que sea que hiciera, no era una niña, ya era una mujer y sabía lo que hacía, o eso pensaba.
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Las horas pasaron en aquel club, se fue llenando de gente quien se hundían en el alcohol, Alana bailaba en la pista sin dejar que ningún hombre que no fuera de su agrado se le acercara de más, sentía ya los efectos del alcohol, ni siquiera recordaba cuantas botellas llevaba ya, a lo lejos la observaba Sebastián, quien permanecía sereno a pesar de ya ir por su tercera botella, miraba a los hombres que rodeaban a Alana, ninguno se veía amenazante, no de la manera que él esperaba, frente a él se puso una mujer con un busto muy grande, su tipo, la miro de pies a cabeza y luego hizo su cabeza a un lado, Alana seguía bailando alegremente.
- Bueno, también necesito diversión- Dijo encogiéndose de hombros, atrapo a aquella mujer en sus brazos y la beso apasionadamente.
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Comments
Marien Jose💕🇻🇪
Valeria nos darás imágenes d los personajes?😁
2025-03-17
5
Lisbeth Gutierrez
me quedé con ganas de seguir leyendo jajaja más capitulos autora por favor
2025-03-16
4
Judith Loor
de momento me encanta y vas muy bien,si lo único que falta es fotos de los personajes😘😘
2025-03-28
1