CONFESANDO SENTIMIENTOS

Cristopher está sentado en su oficina, observando el paisaje a través de la ventana. Sus pensamientos están centrados en un sueño perturbador que ha tenido recientemente.

Christopher: Por Dios, Samantha, mira lo que me haces soñar.

¿Será verdad que me odias?

Puedo aceptar que me detestes por todo lo que he hecho, pero ¿odiarme?.

Tal vez cuando veas a la señora Ana recuperada, cambies de opinión. Puede que me perdones por ser un patán y haberte cohibido de encontrar a alguien que te ame de verdad.

Pero, yo...

Sam ha sido lo más importante para mí, solo si fui un gran patán por lo que te hice, solo no sabía cómo actuar, me volví un hombre fuerte y sin miedo a nada y conseguir lo que quiero. Sin importar a quién dañe en el proceso.

pero, yo te amo sam

Sus pensamientos se ven interrumpidos por un leve toque en la puerta, seguido de la entrada de su secretaria.

Secretaria: Disculpe, señor Bustamante. La señorita que será su nueva asistente está afuera, esperando para ser entrevistada.

Pues maria se tendrá que ir por unos meses por motivo de que está embarazada y el doctor le dijo que es de alto riego y tiene 5 meses de embarazo y debe proteger a su hijo, trabajo Christopher eso será difícil.

Y Cristopher no perder a una persona tan leal decidió darle los siguientes meses de

vacaciones hasta que nazca su bebé y se recupere

Christopher: Hazla pasar.

La puerta se abre y entra una mujer de piernas largas, cabello castaño y busto pronunciado. Su porte es elegante, y su presencia llama la atención de inmediato.

Sandra: Buenos días, señor Bustamante. Mi nombre es Sandra Valdez.

Cristopher: Bien, ¿cree que pueda con este trabajo? No acepto quejas ni reproches. Si necesita quedarse unas horas más de lo normal, tendrá que hacerlo sin objeciones.

Sandra: Entendido, señor. No tendré ningún problema en quedarme las horas necesarias.

Sandra lo dice con un tono de coquetería, mirando a Cristopher directamente a los ojos. Él, sin embargo, mantiene su profesionalismo y continúa con la entrevista.

Cristopher: Excelente. Al no estar casada y no tener hijos, eso nos conviene. Ve con María, ella te mostrará cómo se hacen las cosas aquí. Tendrás una semana de prueba.

Sandra sale de la oficina con una leve sonrisa en el rostro, mientras María se encarga de mostrarle las tareas y le advierte sobre el estilo de liderazgo estricto de Cristopher.

María: Cristopher no se mide el corazón para despedirte ante el primer error.

Sandra: No se preocupe, María. Estoy segura de que no le daré motivos para despedirme.

Más tarde, Sandra va al baño y envía un mensaje a su jefe, informándole que ya está dentro.

Andrew: Muy bien. Ahora ese idiota me pagará todo, pero primero, Samantha tiene que ser mi...

La llamada de Andrew se corta abruptamente, dejando entrever que tiene un plan en marcha, y Sandra es una pieza clave en él.

El teléfono de Samantha suena, rompiendo el silencio de la mañana.

Samantha: Buenos días.

Andrew: Muy buenos días, mi bella flor. Quiero invitarte a almorzar esta tarde, ¿podrás?

Samantha: Sí, a las 2 de la tarde está bien.

Andrew: Claro, mi bella flor. Pasaré por ti a tu casa.

El tono dulce de Andrew hace que Samantha sonría, ha comenzado a disfrutar de su compañía.

Mediodía

Andrew y Samantha almuerzan en un restaurante elegante. La conversación fluye cómodamente, con risas y miradas cómplices. Después de un rato, Andrew propone un paseo.

Andrew: ¿Te gustaría ir a un parque privado después del almuerzo? Es un lugar tranquilo.

Samantha: Claro, suena bien.

Llegan al parque privado, un lugar apartado y sereno. Caminan entre árboles y flores, disfrutando del sonido de la naturaleza. Andrew se detiene y mira a Samantha fijamente.

Andrew: Susurrando Samantha...

La besa suavemente pero es apasionado, pero sus manos empiezan a descender lentamente. Samantha, al sentirlo, lo detiene con firmeza.

Samantha: Esto no está bien, Andrew. Mejor no. Deberíamos irnos.

Andrew: Lo siento, Samantha. Disculpa, no volverá a suceder.

La lleva de regreso al restaurante, donde se despiden con un beso dentro del auto de Andrew.

Andrew: Perdóname, por favor. No volverá a pasar.

Samantha: Con una sonrisa tímida Está bien. Nos vemos pronto.

Andrew observa a Samantha salir del auto, pero sus pensamientos son diferentes. Acelera después de dejarla y saca su teléfono, llamando a su guardaespaldas.

Andrew: ¿Ya tienes toda la información sobre lo que Cristopher esconde en ese hospital?

Guardaespaldas: Sí, jefe. informe en breve.

Andrew recibe el informe detallado sobre la madre de Samantha, Ana, quien está hospitalizada debido a un accidente automovilístico que sufrió hace años junto con el padre de Samantha, Samuel Morgan. El documento es extenso y detalla el trágico accidente.

Informe: La señora Ana ha estado mejorando en las últimas cuatro semanas gracias a nuevos medicamentos. El accidente fue catastrófico: un choque frontal en una carretera desierta. Ana fue la única sobreviviente, aunque quedó en coma por meses. Samuel falleció en el acto.

Andrew sonríe siniestramente al leer el informe. Su mente maquina los próximos pasos a seguir.

Andrew: Todo está saliendo según lo planeado. Pronto, Samantha será solo para mí, quiera o no, y Cristopher pagará por todo.

Andrew guarda el informe satisfecho con la información obtenida. Ahora tiene una carta fuerte para jugar contra Cristopher, una que podría cambiar el curso de las cosas a su favor.

Mientras tanto, en la oficina de Cristopher, él sigue sumido en sus pensamientos. La llegada de Sandra ha sido una distracción, pero no suficiente para sacarlo de su estado reflexivo. La preocupación por Samantha y la posibilidad de perderla lo atormentan.

Cristopher: Susurrando ¿Cómo pude dejar que las cosas llegaran a este punto?

Decide que es momento de hacer algo. No puede quedarse de brazos cruzados mientras Samantha se aleja cada vez más. Toma su teléfono y marca su número.

Cristopher: Hola, Samantha. ¿Podemos hablar? Hay algo importante que quiero decirte.

Samantha: Claro, Cristopher. Dime

Cristopher: ¿Te parece bien esta noche, en nuestra casa?

¿Puede llegar temprano de donde Zoe?

Samantha: Está bien. Nos vemos allí.

Cristopher cuelga, sintiendo una mezcla de ansiedad y determinación. Esta noche será crucial para ellos.

Esa noche, Samantha llega a casa y encuentra a Cristopher esperándola en el salón. Su expresión es seria, y hay un aire de tensión en el ambiente.

Cristopher: Samantha, gracias por venir. Necesito decirte algo que he estado guardando por mucho tiempo.

Samantha: Adelante, Cristopher. Te escucho.

Cristopher: Durante años, te he amado. Desde aquellos días en la escuela, siempre has sido importante para mí. Pero mi miedo a mostrar debilidad y mi rol como futuro CEO me hicieron cometer muchos errores. Me comporté como un patán, y lo sé. Pero quiero que sepas que estoy dispuesto a cambiar, a ser el hombre que mereces, perdoname Sam por todo lo que te hice.

Samantha Mirándolo con tristeza Cristopher

-Samantha: lo único que has logrado en estos años es que te odie. Lo que sentía por ti se desvaneció con cada cosa que hiciste. Tu comportamiento, las mujeres que trajiste a nuestra casa, la manera en que me tratabas... Y lo peor de todo, el chantaje con lo de mi madre para que me casara contigo. ¿Sabes cuánto me dolió eso?

Le dice con lágrima en los ojos

Cristopher: Bajando la cabeza Sé que lo arruiné. Pero estoy dispuesto a hacer lo que sea para arreglarlo.

Samantha: No sé si puedo olvidar lo que hiciste, Cristopher.

La tensión en la habitación es palpable. Cristopher asiente, sabiendo que ha sido honesto y que ahora todo está en manos de Samantha.

Samantha se levanta, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Sale de la habitación, dejando a Cristopher sumido en sus pensamientos, reflexionando sobre el camino que ha tomado su vida y lo que debe hacer para enmendar sus errores.

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Este encuentro marca un punto de inflexión para ambos. Las heridas del pasado están a la vista, y el camino hacia el futuro es incierto. Pero una cosa es segura: ambos deberán enfrentarse a sus propios demonios para encontrar la paz y quizás, una nueva oportunidad juntos.

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