Capítulo 3

                                                                           "Una ilusión unilateral"

El día había llegado hoy se llevaría acabo la aparición de Keiko Sato la única chica en el corazón de Logan, estaba emocionada y a la vez temblorosa me refugiaba en mi cama sin querer salir pensando en todo el daño que le hice.

Las disculpas no bastarían, Keiko me dio su amistad, confió en mí, pero mi acercamiento hacia ella nunca fue sincero, a pesar de todo ella tampoco me culpó, estas dos personas eran tan iguales con un corazón puro, era evidente que terminarían juntos. Una vez vi como Loaiza molestaba a Keiko, haciendo que se sienta mal por ser amiga de Logan, al ver esto no sentí nada bonito, quise defenderla, pero los celos y la envidia pudieron más. Al final no dije nada.

Logan al enterarse de que Loaiza le había dicho esas cosas a Keiko la humilló delante de todos, haciendo que todos notaran que para él Keiko era demasiado importante.

Si hice algo fue detrás de las sombras, esparciendo rumores, creando muchas ocurrencias, demostrando ser una amiga falsa y conllevando una máscara, cada vez que me salía de mi papel y lastimaba a Keiko por una palabra que decía, recibía la mirada de decepción de Logan la cual era peor que una de enojo...

Ayer no me atreví a ir a su partido porque cada partido en el que Logan jugaba era la primera en animarlo, la primera en desearle suerte si ganaba o la primera en consolarlo si perdía. En otras ocasiones Logan me daba su camiseta de equipo.

Dar la camiseta era solo para la persona que le gustaba o que era su pareja, tal vez también por eso me aferré tanto a Logan, lo recibía con tanta ilusión que mis ojos brillaban y era envidiada por muchas chicas. Era claro que Logan lo hacía solo para molestar o él muy imbécil no sabía lo que significaba.

En todos los partidos estuve, pero ayer no. Ese fue el primero de muchos partidos al que no iría, porque ese lugar en primera fila le pertenece a Keiko.

Fue a mediados de verano, después de un mes, que se transfirió Keiko. Logan la invitó a ir a su partido, claro que yo estaba ahí, esperando la camiseta como idiota, pero esa camiseta perdió su valor cuando se la entregó a Keiko robándole un beso en la mejilla... Todos silbaron de la emoción y Logan al irse le dedicó su partido el cual ganó.

Mientras tanto yo quedé ahí parada hecha trizas odiando a Keiko y a punto de llorar.

Pero este día sería diferente, el sol no dejaba brillar como tampoco el tiempo se detuvo así que ánimos para mí misma. Hoy será el día donde la feliz pareja se conozca, y en marcha Milai tenemos que prepararnos.

Salté de mi cama en modo karate kid lista para la batalla, mi madre al entrar dio una risa disimulada al verme en esa posición, al verla le dije con la mirada " Está bien puedes reírte después de todo hasta yo lo hago" después de mi célebre mirada descifradora ella se río a carcajadas, en el desayuno le contó a mi padre quien también terminó riéndose a carcajadas de mi actuación divina.

Me sentí como un bufón de la corte.

—Hija mía en otra, invítame a tu sesión de combate— dice mi padre en modo de poción de Karate como Jackie Chan.

—Lo haré sin falta— lo señaló con el pequeño tenedor de mis frutas.

—No te olvides de mí eh— dijo la señora sin guardarse nada.

Los dos eran una bomba de diversión cuando estábamos los tres juntos, pero al ser hija única no tenía con quien compartir mis travesuras o con quien pelear hasta la muerte en una batalla por quien se quedara con el pan... Puse la tostada en mi boca antes de irme y salir a toda prisa no sin antes despedirme al estilo combate, lo cual mis padres copiaron al instante. Hoy sería el día, hoy sería ..... No quiero pensar en nada.

Vamos Milai, déjalo ir, tienes que hacerlo, tú puedes.

Al entrar al instituto una voz familiar me volvió a la realidad. Más que una voz fue una sacudida de mi uniforme.

— ¡Milai Gensin, porque no fuiste a mi partido! Estuve en tu casa y tus padres me dijeron que ya te habías ido. —protestó delante de todos.

Este chico hacía lo que quería y se le diera la gana, y no le importaba el hecho de que todos no lo estaban viendo.

—Eh... verás que estaba enferma— intento explicarme con mentiras claras.

—No me mientas —sus ojos castaños no dejaron que le quite la vista de encima— Tus padres me dijeron que no estuviste enferma.

Por dios cuando mis padres aprenderían a quedarse callados, los muy chismosos...

—Yo...— quise excusarme pero era imposible.

Esa mirada era igual a cuando un detective de la CIA te interrogaba y pedía información sin ocultar nada.

— ¡Milai estoy de regreso! — escuché como esa voz se hacía notar en la multitud mientras todos nos observaban.

No podía creerlo, era mi amiga, mi única amiga, Rebeca Sinder una chica de cabellera negra peinada en coleta alta, con unas gafas que le cubrían las pequeñas pecas que tenía...

Antes de volver Rebeca y yo nos habíamos separado, porque Rebeca descubrió que detrás de todos los rumores que habían surgido culpando a Keiko era yo la responsable, y ella intentó hacerme entrar en razón pero era tarde.

Lo único que logré fue perder a mi amiga y aumentar el odio hacia Keiko, quien no tenía nada que ver. Desde ese día no la volví a ver, por eso corrí donde ella con un fuerte abrazo como solíamos darnos antes, mis lágrimas las oculté dejando atrás a un Logan enfadado por no haber asistido a su partido.

—Sé que me extrañaste, pero solo fue un día mi adorable Mila —me da pequeñas palmaditas de abuela consentidora.

—Te extrañé— solté en un arranque de nostalgia.

—Ohhh mi dulce Mila me matarás de ternura —pellizcó mis mejillas, como si de una masa se tratase.

Escuche un pequeño chasquido de legua del niño rabioso que se había acercado a nosotras. —A mí no me recibes así —se quejó el niño.

—Celoso pequeño Logan— sonrió pícaramente al ver a Logan molesto.

El niño se había perdido, me dedicó una mirada de "Nos vemos luego" y se marchó a pasos firmes.

— Cuando será el día en que se lleven bien — resople de cansancio.

Estos dos no se llevaban para nada bien, de hecho parecían enemigos íntimos.

—Cuando ese sujeto se entere de que Mila me pertenece —anunció alarde la señorita poseedora de mi persona según ella.

—Ni que fuera perro— volví a resoplar.

Rebeca era así, una chica extrovertida y que daba buena pelea, no se dejaba con nada ni con nadie aparte. Sus peleas con Logan incrementaron cuando llegó Keiko, esto fue porque Rebeca vio cómo lloraba a escondidas. Mi amiga me defendía y no me di cuenta hasta que la perdí. Eso ahora cambiará.

En dirección al aula con la Maestra de Filosofía Sonia, Rebeca me contó por qué no asistió ayer, estaba con una alergia terrible y para colmo su helado favorito se había terminado ni como salir con la cara hinchada al supermercado por otro. Al escuchar su historia di una risa que Rebeca terminó riendo también haciendo gestos de su cara hinchada...

Antes de que todo pudiera ir peor Logan y Rebeca tuvieron una pelea otra vez, esta vez por quién se sentaría a mi lado. En el pasado ambos pelearon también, pero como era un idiota interpuse de antemano el hecho de sentarme con Logan dejando a mi amiga atrás.

— Oye quítate, este es mi sitio junto a mi Mila — dijo Rebeca.

—No ves con esos anteojos o son de juguete, ya estoy sentado aquí —dice el niño en un tono de obviedad.

—Será mejor... —antes de que pudieran continuar con su pelea, la maestra interrumpió.

Era la llegada de la belleza adorable, en el momento que la presentó su hermosa cabellera larga negra se hizo presente con esos ojos como la noche, todo de ella era lindo, muchos quedaron boca abierta. Ella saludaba al estilo japonés, con la cabeza hacia abajo.

—Bueno chicos ella es Keiko Sato y nos estará acompañando en este año así que démosle la bienvenida —terminó su anuncio viendo donde podía situarla.

Alcé mi mano para informar que había un sitio disponible al lado de Logan.

No faltó para que todos me miraran, incluyendo Logan quien estaba con el sonrojo en las mejillas y una mano tapando su boca. Igual que antes.

Me dispuse a ir al último lugar de los asientos junto a Rebeca dando la espalda al encuentro establecido por el destino... Lo peor era que desde donde estaba podía ver todo lo que hacían, pero también era una buena oportunidad para dar inicio al primer número de mi lista, activando a una Milai en operación encubierta.

—¿Estás bien?—preguntó Rebeca a mi lado, su mirada estaba llena de preocupación como también de confusión.

Sabía porque Rebeca me miraba así, después de todo, ella sabía que Logan me gustaba.

—Todo está bien Rebeca — sonreí mientras miraba disimuladamente a la feliz pareja — ¿No crees que ellos hacen una bonita pareja? — pregunté esperando que me entendiera.

Rebeca solo suspiró y me dijo "Te apoyaré en lo que decidas" agradecí sus palabras y esta vez ya estaba decidido que no interferiría en su relación.

Al observarlos vi a un Logan nervioso junto a una Keiko curiosa por todo lo que hacía.

No faltó poco para que la campana sonara y todos se movieran de sus asientos para ir a la cafetería, tuve que llevar rápidamente al baño a Rebeca, se le había hinchado nuevamente la cara, en el baño le quité sus anteojos y fui corriendo en busca de unos medicamentos para la alergia. Rebeca no quería que nadie le vea, y tuvo que irse junto a su madre que era igual en apariencia a ella.

Mi amiga se había ido dejándome sola en la batalla, no podía hacer nada, tuve que ir a la cafetería, tomar lo primero que vi e ir en dirección en donde me esperaba Logan, pero ahora en el lugar que ocupaba estaba Keiko.

— ¡Aquí Mila, ven! — me llamó con entusiasmo.

—Ya lo sé— volque los ojos antes de poner mi refrigerio en la mesa.

—Ah... Kon'nichiwa oh...— sus nervios estaban acelerados, era ver un personaje de anime todo lindo.

—Kon'nichiwa Keiko Sato— le devolví el saludo con una sonrisa evitando que se ponga más nerviosa.

—Ah, no es tierna, ella está aprendiendo un poco español, de hecho lo domina ¿verdad Keiko? —por poco se le salen los ojos cuando Keiko asintió con la cabeza.

Ahora que lo pienso la molestaban porque no hablaba mucho, esto era porque no podía pronunciar algunas palabras y los nervios le ganaban. El único que le entendía era mi amigo aquí presente. Además, desde un principio él la llamó por su nombre y tengo entendido que para los japoneses decirse por sus nombres es algo especial.

Así que ellos ya estaban conectados.

—Ah Milayi Gensin ¿Verdad? —suelta tiernamente que a cualquiera le produciría una intoxicación de azúcar.

—Es Milai sin la yi— le di mi mano en modo de saludo. —Puedes decirme como quieras— informó al saber que tal vez el nombre era difícil decir.

—Entonces Gensin San arigatō— me da su fantástico saludo tradicional.

Ahora comprendo por qué Logan se enamoró de ella, es muy linda y tierna, y tal vez no lo vi por mi envidia y celos sin ningún fundamento.

— Entonces a mí solo dime Logan ¿si? Keiko —pidió Logan con brillo en sus ojos.

—Vale— contestó una Keiko sonrojada.

Ella sabía el significado de los nombres y lamenté decirle en mi mente que el idiota de Logan no lo sabía. Aun así quise mantenerlo para ellos dos, pero también sentí como mi corazón se rompía de solo verlos.

— Sato ¿te gusta el instituto? — pregunté para evitar sentirme de esa manera.

— Oh ... Puedes llamarme Keiko —sonrió amablemente.

—No está bien —apuntó a Logan— Creo que solo uno debería.

Keiko otra vez se sonrojó y Logan no entendía nada de lo que decía.

Antes de que Keiko respondiera a mi pregunta anterior, escuché cómo un chico llamaba a Keiko sin trabarse, tenía el español fluido. Levanté la mirada y frente a mí estaba un chico igual a mí según mi tipo ideal inventado.

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Maura Pericana

Maura Pericana

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2024-11-09

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