Flor se refugió en la cocina aferrada a la cajonera como buscando un cubierto, pero en realidad reflexionaba sobre la mujer despampanante con la que hablaba el señor Alberto.
"Es muy hermosa"
"¿Será que es algo de él?"
"Soy tan tonta que me deje ilusionar de nuevo"
"¿Como me deje engañar tan facil?"
"¿Tan necesitada de afecto estoy?"
"Me sentía desdichada, y herida que me aferre al menor signo de aprecio"
"¿Solo soy un pasatiempo?", reflexionaba Flor mirando fijo la cajonera.
-¿Necesita algo señorita?. Le pregunto la cocinera haciendo que se asuste tirando todos los cubiertos provocando un gran barullo.
-OH... Lo... Lo siento. Dijo tartamudeando Flor.
-No se preocupe... No debí asustarla. Le dijo la cocinera.
-Solo quería preparar un pastel...Buscaba... La... Este... Como se llama. Decía nerviosa sin que le salgan las palabras.
-El batidor. Le dijo la cocinera.
-Sí... Eso... El batidor. Le respondió Flor.
-Está en ese gavinete... Permitame que le de los utensilios. Le dijo la cocinera para que Flor no le tire todo abajo el estante.
"Sabe cocinar"
"Pero sus manos son de manteca", penso la cocinera al referirse a que se le caian las cosas a Flor.
-Aqui tiene lo necesario. Le dijo una vez que le puso todo sobre la mesada.
-Muy amable... Disculpe nuevamente el desorden. Le dijo Flor avergonzada.
-Solo tenga mas cuidado... Y no se preocupe... El servicio limpiara eso. Le dijo la señora con una voz pausada y tranquila, pero por dentro la insultaba a Flor por su torpeza pero por ser la señora de su patron se guardaba las opiniones.
-FLOR... QUERIDA.( Aparecio su suegra con una gran sonrisa) -JUSTO TE BUSCABA... NOS VISITA LA SEÑORITA GOLD SARA... HAS UNO DE TUS FAMOSOS POSTRES PARA LA CENA... NOS ACOMPAÑARA ESTA NOCHE... ASI QUE CENAREMOS TODOS EN EL SALON... GUILLERMINA ( Le hablo a la cocinera)... PREPARA POLLO AL HORNO CON PAPAS Y ENSALADA CESAR... SON LOS ALIMENTOS FAVORITOS DE LA SEÑORITA... QUEREMOS AGAZAJAR SU VISITA... DE PRISA. Ordenó la señora Rosa.
-Si señora. Le respondio la cocinera soltando las verduras que picaba para la cena que iba a ser sopa.
-La puedo ayudar... Se preparar eso. Le dijo Flor al ver la cara de fastidio de la cocinera el tener que cambiar el menu.
-Tú prepara el postre... No te preocupes... Puedo con esto... Y por lo visto van a estar todos presentes por la visita de la señorita. Comento entre dientes.
-¿Quién es?. Aprovecho Flor a preguntarle.
-Es una de esas... Hijitas de papa que viven viajando... Tienen una vida... Que dios me libre de una hija asi... Solo pasa de hombre a hombre... Se caso dos veces... Las dos veces enviudo... Le pusimos viuda negra... Ahora capaz este en busca de su siguiente victima... Solo le interesa el dinero... Pero no lo comentes... Solo te cuento porque te tengo confianza y se que no eres de andar hablando. Le advirtió la cocinera.
-No claro que no. Le respondio Flor.
*
*
La señorita Sara estaba sentada en la sala acompañada por el señor Alberto a quien lo veia en calidad de cliente.
-Es asi como te conte... Jamas pense que se iria tan pronto... Lo queria mucho... Creo que lo mataron... El abogado que tenia no me soluciono nada... Por eso ahora recurro a ti... Se que te ocupas de casos asi... Desconfio de su hija... Que fue la que armo todo... Y me acusan a mi de esa posibilidad por ser su esposa hace poco... Me tachan de interesada. Le contaba al señor Alberto con una voz aguda y penosa.
"Era bueno en la cama, no lo mataria y me daba todo lo que le pedia", penso Sara.
-Como te dije... No te preocupes... Dejame evaluar los documentos... Lo que informo tu abogado anterior... Y lo solucionaremos.
-SARA... ¡QUE GUSTO VERTE!. La saludo Manuel que acababa de llegar.
-Manuel... Que gusto... Estás hecho todo un hombre. Le dijo abrazándolo.
"Que guapo se puso", penso Sara.
-Tú como siempre muy bella. Le dice Manuel.
"Quisiera que me poseas ahora", penso Sara.
-Eres un dulce... Me a acuerdo que me regalaste una margarita pidiéndome que me case contigo... Justo el día de mi boda con mi primer marido. Le contó sonriendo.
-Era solo un niño. Le respondió Manuel.
-Uno muy dulce y tierno... Como te dije en ese entonces... Lo haría cuando tengas la edad. Le dijo mirándolo directo.
"Como ahora mismo me caso contigo si me lo pides", penso Sara.
-Lo recuerdo. Le responde Manuel.
-Sí... El tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos. Ella le dice suspirando.
-Si me disculpas... Me alistaré para la cena. Le dijo Manuel dirigiéndose a su habitación al sentir que ella le estaba insinuando estar juntos, pero eso no era posible al estar casado.
-Sara... Que gusto volver a verte. Apareció el señor Marcos Cervantes saludando.
"Futuro suegro", penso Sara.
-Señor Marcos... El gusto es mío. Lo saluda brindándole un beso en la mejilla.
-Me enteré sobre tu esposo... Es una lástima que se fue tan rápido... Acepta mis condolencias. Le dice el señor Marcos indicándole para sentarse.
-Gracias. Le dice Sara sentándose donde le indico.
"Extraño lo bien que me daba duro", penso Sara.
*
*
(En la cocina)
-El pastel está en el horno... En unos cuarenta y cinco minutos lo sacamos. Comento Flor a la cocinera.
-Tienes unas manos increíbles para la cocina. Le dice la señora Guillermina.
-Tome clases con el mejor chef. Le dice Flor enseñando un libro de cocina donde le mostraba el nombre.
-No te lo puedo creer... Él te enseño. Le pregunto incrédula.
-Sí... Ha sido una experiencia inolvidable. Le dijo Flor.
-Lástima que murió en ese tan cruel accidente. Comento la cocinera Guillermina.
-No lo sabía... ¿Cuándo?. Le pregunto Flor.
-Según oí... Iba en el auto con su amante... Y que se quedó sin freno... Todos decían que fue un accidente... Yo creo que le cortaron a propósito la manguera del aceite de freno... Pero solo es un decir... Por un lado, se lo merecía... Su pobre mujer luchando con sus cuatro hijos... Mientras él andaba con otra. Comento la cocinera.
-Permiso... Voy a buscar unas hojas... Así le aplico chocolate y hago las formas de hojas para decorar. Le dice Flor.
-Si ve. Le dice la cocinera.
Flor salió al jardín mirando las hojas de las rosas elijiendo cual tenia el tamaño ideal. Tomo un par y al hacerlo le pidio permiso a la rosa.
" Permiso... Solo quiero estas hojas para hacer un molde... No te enojes conmigo... Gracias". Recito segun le enseño su abuela que le habia dicho cuando era pequeña que las plantas sienten asi como uno siente, por lo que hay que ser amables con ellas hablarle, pedir permiso cuando tomaras una de sus partes y decirle el motivo como " Es para regalar a quien amo", fue lo que le dijo por lo que ella lo hizo.
En eso vio una sombra hacia atras de la mansion y fue a ver de quien se trataba se encontro con un anciano que regaba unas flores con una regadera de mano.
-Buenas tardes. Lo saludo Flor muy respetuosa.
-Buenas... Tardes. Le respondio con una voz debil el anciano.
-¿Quién es usted?. Le pregunto Flor.
-Soy el señor Cervantes. Le responde siguiendo con su tarea.
Al escucharlo a Flor le recorrio un cosquilleo ella creia que habia muerto por la manera en que hablaban en pasado de él.
-Y dime... Jovencita... ¿Quién eres para estar en mi jardin?. Le pregunto.
-Disculpe... Soy Flor Villanueva... La esposa de Manuel Cervantes... Su nieto vendria ser. Le comenta ella.
-A si... Si... Oi algo al respecto... Pero aun no me dices que haces en mi jardin. Le dijo con su voz debil temblorosa.
-Solo tomaba unas hojas de rosa... Para hacer una decoración de pastel. Le responde Flor enseñando lo que tenia en las manos.
-Me pareció que le hablaste a la rosa.
-Le pedi permiso... Mi abuela me enseño. Le respondio Flor.
-Tu cabello es el color de esa rosa... Es como si hubieras sido una en tu otra vida. Le comento el anciano Cervantes indicandole una que tenia en una maseta cerca de él en su pequeño lugar que parecia un vivero ahora que miraba bien Flor alrededor.
-¿Asi lo cree?. Le pregunta ella tomando su cabello a mirar.
-Me permites tomar un mechon de tu cabello. Le pregunto el anciano.
-¿Perdon?... De mi cabello. Le pregunto ella intrigada.
-Si... Tu tomaste una hoja de mi rosa... Solo te pido un pequeño mechon de tu cabello. Le dice el anciano.
-Disculpe... Pero no... Nunca me lo corto... Y mi abuela dice que jamas se regala un mechon de cabello... Pueden hacer que te pase algo malo con poseer tu mechon. Le responde Flor.
-Asi que crees en eso... Pero que crees que pueda hacer yo... Soy solo un anciano... Alejado de todo para vivir tranquilo lo poco que me quede de vida. Le responde mirandola con sus enormes ojos azules, Flor suspiro contemplo su mechon y asintió.
-Pero hagalo usted... A mi me dan miedo las tijeras. Le dice Flor.
-¿Porque temes a las tijeras?. Le pregunto el anciano.
-La intitutris del internado de jovencitas... Siempre llevaba una tijera de plata colgada de su cintura... Y a la que le respondia mal... Le cortaba su larga cola de caballo o trenzas con cinta y todo... Lo colocaba en una vidriera que era el lugar donde las guardaba... Decia al cortarte "Si no sabes comportarte como señorita entonces seras un varon"... Era vergonzozo... Todas se burlaban de la que quedaba con el cabello corto. Le conto con un temblor en la voz.
-Por eso nunca te cortaste... Entonces tu cabello debe de llegarte a los tobillos si lo estiras. Le observo.
-La verdad... Es de mi estatura... Pero no se nota al tenerlo ondulado. Le comenta Flor.
-Y dime... Te llego a cortar la intitutris. Le pregunto mirandola directo y ella apreto los puños.
-No llego a hacerlo. Le respondio Flor sonriendo.
"Porque murio clavándose sus propias tijeras"
"Todos creyeron que se tropezó clavándose las tijeras", penso al recordar ese dia tan fatidico donde ella quiso defender a su mejor amiga de que no la castiguen por lo que grito pataleo defendiendola. "Esa no es manera de comportarse", le grito la intitutris agarrando sus tijeras. Flor no sabe de donde saco fuerzas, era solo una pequeña niña delgada, pero igual atajo las manos de esa señora que queria cortarle su larga trenza, afuera el tiempo era tormentoso por lo que sus gritos y llanto eran opacados por el sonido de los truenos y el viento. No sabe como paso, sus ojos estaban cerrados cuando en plena lucha escucho un lamento aguado por parte de la intitutris y al abrirlos la vio tendida en el piso inerte, ella permanecía en un rincon llorando abrazada a sus rodillas, hasta que la hallaron y sacaron de ahi. Susurrandole que diga que no vio nada.
"Pero no vi nada", ella aclaro llorando.
"Asi es... No viste nada", le repite la directora que evitaba que salga a la luz cualquier tema que opaque el valor de la institución temiendo que los padres no envien mas a sus hijas al llegar a saber que pasaba muros adentro.
Flor sacude su cabeza como borrando ese recuerdo.
-Solo... Aproximate un poco. Le dijo el anciano, ella lo hizo y en un rapido movimiento le saco un mechon de cinco centimetros. - Eso es todo... Ahora lo pondre en el agua y regare la rosa de la que sacaste la hoja... Asi como ella te regalo una de sus partes... Tu le regalas una de voz... Y quedan a mano. Le dice el anciano.
-Bueno... Debo ir a terminar de hacer el pastel. Le dice Flor.
-Traeme un poco... Hace mucho no pruebo uno. Le comenta el anciano.
-¿Dónde le llevo?. Le pregunto Flor.
-Aqui... Este es mi lugar. Le dijo el anciano.
-Bueno... Se lo traere. Le responde Flor despidiendose con la mano.
Para las 20 horas tenian todo preparado para la cena incluido el postre. Flor como le prometio al anciano Cervantes tomo una porción del pastel de chocolate que hizo y se lo llevo. Al llegar en el vivero no lo vio por lo que dejo el recipiente transparente con el pastel tapado con una notita.
"Espero le guste", Flor.
Regreso al interior de la mansión dirigiendose a su habitación a cambiarse para la cena. Le molestaba esa mujer que lucia muy despampanante por lo que decidio vestirse mas bella de lo que siempre andaba.
"Yo también puedo lucir asi", penso.
Miro los vestidos que tenia en la percha uno a uno, todos eran muy recatados, hasta que encontro uno negro largo de mangas al cuerpo pero que se podia enseñar los hombros, por lo que lo eligio se lo probo mirandose en el espejo, se also su cabello.
"Luce mi cuello largo, siempre me dijeron que era atractivo" penso.
Por lo que se alzo su cabello en un rodete y calzo unos zapatos de taco bajo en vez de sus botitas que acostumbraba.
En la mesa para la cena se sento en la cabecera el señor Cervantes a su derecha su esposa Rosa, a su izquierda como nunca aparecio Bety bien arreglada, a su lado estaba Manuel. En la otra cabecera de la mesa estaba el anciano Cervantes a su izquierda se sento su hijo Alberto y junto a él la señorita Sara. Estaban todos para aparentar ante la visita de la señorita Sara Gold.
Aparecio Flor luciendo radiante los presentes se quedaron boquiabiertos al verla, siempre andaba con esos vestidos que casi no revelaban su figura. Manuel se incorporo retirando la silla junto a él para que se siente.
-SARA... TE PRESENTO A MI ESPOSA. Le dijo Manuel cuando Flor se sento.
"Si claro... Ahora soy su esposa", penso Flor.
-Ohu... Es un gusto. Dijo Sara mirandola fijo y de sus ojos parecian salir chispas.
-Un gusto de conocerte. Le dijo Flor cortes.
-Flor Sara es una vieja amiga de la familia... Sus padres son amigos de nuestros padres... Nos conocemos de siempre. Le conto Manuel y Flor asintio sonriendo.
-Te presento a mi padre Fernando Cervantes y a mi hija Bety Cervantes. Le dijo el señor Cervantes.
-¿No los conocías?. Pregunto Sara a Flor.
-Bety acaba de regresar de un retiro y mi padre estuvo junto a sus amigos excombatientes en una convención a la memoria. Le dijo el señor Cervantes.
-Ya veo. Dijo Sara.
El señor Alberto miraba a Flor de soslayo apretando sus cubiertos, conteniendo su respiración para no saltar ante todos sobre ella y arrebatarle el vestido ahi mismo.
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Updated 53 Episodes
Comments
Yolly Parra
Hay Flor ten cuidado con esa vibora
2024-11-22
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Julia Emperatriz Oyola Urzola
esto se está poniendo bien bueno 👌👍
2024-08-23
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Lisbeth Valbuena
está florecita es hermosa y con ese vestido, hay Alberto y el tonto de Manuel , te presento a.mi esposa 🤣🤣🤣 nunca lo ha sido imbecilllllllll
2024-06-05
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