Capitulo 9- Subasta de beneficiencia

Flor se encontraba parada junto al pastel de tres pisos de crema blanca con flores pequeñas de azucar en color azul y rosado que ella preparo para la subasta a beneficio de una casa de niños que necesitaba fondos para comprarle abrigos. En realidad los pasteles eran como un premio ante quien sea el mas generoso en aportar. Ella se veía firme como un soldado mirando con sus enormes ojos que saltaban de un pastel a otro que trajeron las demas mujeres del club, eran esplendidos, radiantes, hechos por los mejores pasteleros segun alardeaban, en cambio ella preparo el suyo con sus propias manos, la masa era de vainilla y chocolate intercalado en cada piso, tenian relleno de crema de frutilla con trozos de frutos de estación. La crema chantilli que ella misma hizo a punto nieve y las flores de azucar que armo pegando con dulce de leche pastelero y caramelo para darle brillo.

La presidente del club tenia sentada a su derecha a su suegra Rosa que anotaba las cifras que se ofertaban y otra se ocupaba de recibir las llamadas de los demas aportantes.

El tio de Manuel se hizo presente como miembro importante del club de caballeros que apoyaban la causa, junto a los demas hombres del club que realizaban sus ofertas en persona. Y un martillero se ocupaba de presentar cada pastel para que ofrezcan. Flor escuchaba las cifras enormes acompañadas de muchos ceros que pujaban por los pasteles que pasaron primero uno era de tres pisos que parecia forrado en oro, otro tenia la forma de un castillo, otro de un canasto de flores. Todos eran inigualables.

"Sera que tienen una base", se preguntaba Flor mirando con curiosidad para saber como lo habian hecho.

-Solo son simbolos... Nunca los comen. Le susurro una de las damas.

-Que lastima. Dijo Flor que no se explicaba como podian desperdiciar esos pasteles.

-No te preocupes... Al mio le donare a los niños. Dijo una señora muy bien arreglada en sus atuendos.

Flor se miro como ella estaba arreglada tenia un vestido de mangas tres cuartos cuello alto de seda en color celeste pastel y falda acampanada hasta las rodillas, usaba medias oscuras con sus botas cortas de charol, su cabello suelto con un prendedor de perlas en forma de flor del lado derecho y su maquillaje suave y delicado no muy cargado. Para ella estaba muy bien. Pero a lado de esas mujeres parece muy sencilla. No le gustaba cargarse de joyas. Apenas tenia el anillo de matrimonio y un par de aros de perla rosa. En cambio las otras parece que traian la joyeria encima.

El tio de Manuel, el señor Alberto como lo llamaban respetuosamente en realidad apenas rondaba los 26 años, era alto de cabellos negros prolijamente peinado, una barba corta bien arreglada, sus ojos collor miel y sus labios rojos bien marcados, le daban un perfil fino y atractivo, pero era muy serio, callado, solo hablaba lo necesario, siempre parecia reflexivo ante la conversación de los demas. Él tenia puesto un traje de tres piezas hecho a medida de un tono gris oscuro, se armo su camino haciendo su propia fortuna al ejercer su oficio de abogado, consiguiendo abrir su propia firma, sin contar que provenía de una familia muy bien acomodada de la alta sociedad. Parecía que nada le llamaba la atención bebiendo junto a los demas hombres whisky. Pero él habia visto a Flor, la habia estudiado de pies a cabeza, como tenia sus manos cruzadas hacia delante y como su mirada estaba atenta a lo que se desarrollaba ante ella.

-Esto parece dar para mucho. Dijo el señor Alberto al caballero a su lado.

-Si... Este año han preparado muchos pasteles... Todo para ayudar a esos niños. Le comento el que estaba proximo a él.

En eso el martillero anuncio el pastel de Flor.

#SEÑORAS

Y SEÑORES PRESENTES Y A TODOS LOS QUE SIGUEN ESTA SUBASTA A BENEFICIO DE LA CASA DE NIÑOS DE LA MADRE SUPERIORA MARIA TERCERO... LES PRESENTO ESTE PASTEL UNICO... HECHO POR LA SEÑORA FLOR ... DE TRES PISOS... RELLENO DE CREMA DE FRUTILLA... DECORADO CON CREMA CHANTILLY Y CON FLORES DE AZUCAR... DANDOLE UN TOQUE DELICADO Y ELEGANTE COMO PUEDEN APRECIAR... NO SOLO ESTA COMO PARA VERLO... SINO PARA COMERLO... LES ASEGURO... DE QUIEN LES HABLA... LO QUE LA SEÑORA PREPARA SIEMPRE DEJA CON GANAS DE MAS... DESDE QUE SE UNIO AL CLUB... HE AUMENTADO UNOS KILOS. Comento divertido y todos rieron.

#Iniciaremos LA PUJA CON 20.000... Y SERA ENTREGADO POR LAS PROPIAS MANOS DE LA SEÑORA FLOR. Dijo.

"OFRECEN 50.000 EN LA LINEA 1", Aviso la que atendia el telefono.

#YA ESCUCHARON... QUIEN DA 55.000... O SE VA EN 50.000.

"OFRECEN 80.000", EN LA LINEA 3. Aviso la telefonista.

#AL PARECER NO SOY EL UNICO QUE ES FAN DE LA COMIDA DE LA SEÑORA FLOR... 80.000 A LA UNA...

"OFRECEN 100.000", EN LA LINEA 1 Avisa la telefonista.

#¡100.000! SEÑORAS Y SEÑORES... LA MAYOR OFERTA DEL DIA... 100.000 A LA UNA... A LAS DOS... Y A LAS TRES. VENDIDO POR VIA TELEFONICA. Concluyo el martillero.

Flor quedo impresionada quien ofrecería tanto por un simple pastel casero, y sabia que solo achicaban el número de oferta pero en realidad eran millones como le habia contado una de las damas que estaba ahi. Muchos donaban asi al estar proximas las fiestas, los millonarios se sentian generosos por lo general en esas fechas.

-Señora Flor... Me acompaña. Le dijo uno de los organizadores mientras trasladaba el pastel en un carrito. Se ve que el que oferto estaba en el mismo edificio, tan solo no se quiso mostrar y prefirio su anonimato. Caminaron por un pasillo y antes de tocar la puerta el organizador le dijo.

-Quedo en entregarle el cheque en persona... Lo recibe y luego nos lo lleva. Le dijo.

-Por supuesto. Le respondio Flor. Que vio al señor retirarse dejandola a ella ahi parada ante la puerta. Se acomodo su vestido antes de tocar.

"Toc, Toc", golpeo Flor y su corazón le latia fuerte, era la primera vez que participaba en un evento asi, su madre era la que siempre lo hacia, segun le conto debia ser amable y sonreir porque los que aportaban para las causas que ellas luchaban eran importantes.

"Debo entregar el pastel... Dar gracias... Sonreir... Y retirarme con el cheque", repasaba lo que debia hacer.

-Adelante. Se escucho una voz grave del interior. Ella abrio la puerta haciendose paso con el pastel.

-Nos sentimos agradecidos por su colaboracion. Le dice Flor y se queda muda al ver al señor Alberto que se gira a mirarla.

"Él dio ese donativo por mi pastel", penso nerviosa.

-No suelo comer dulce... Pero al escuchar al señor Marfil... Me dio ganas de probar su pastel. Le dice mirandola directo, esa frase traia un mensaje oculto que ella no descifro. Flor suspiro profundo nerviosa sin poder decir una sola palabra.

-Nadie lo ha probado antes. Le consulto sin quitarle la mirada.

"Se nota que nadie visito su alcoba", penso el señor Alberto

-¿Cómo?.Le pregunto Flor y sintio que sus mejillas ardian.

-Me refiero al pastel. Le dijo el señor Alberto carraspeando sin quitarle la mirada, cerraba su puño de la mano derecha que tenia atras de su espalda.

-No... Es la primera vez que lo hago para un evento asi. Le responde Flor en un susurro, ajena a lo que él le decia en si, creia que le hablaba del pastel nada mas.

-No le molesta acompañarme con una taza de cafe y un poco de pastel. Le pregunta señalando para que se siente. Él queria al menos disfrutar de su compañia.

-Claro. Le responde Flor. En eso ve que ingresa un mozo trayendo una charola con cafe y corta una porcion del pastel colocando en un platito con una cuchara posando ante ella al mismo tiempo que ante el señor Alberto. Se retira y vuelven a quedar solos.

-Adelante. Le indica el señor Alberto. Ella toma la cuchara extrayendo la crema y se lo lleva a la boca ante la mirada del señor Alberto.

El no perdio de vista como ella abrio la boca para saborear la crema en un suave movimiento de sus labios.

Flor no sabia la razón pero se sentia nerviosa, la manera en que él la miraba le hacia recorrer una electricidad por todo su cuerpo.

- Veo que primero toma la crema. Le dice y ella se sonroja.

-Una mala costumbre. Le responde.

-El ir por lo dulce primero... No es malo... Sabia que por la manera de comer se conoce a la persona. Le comenta el tio Alberto que comio el relleno.

-No... No lo sabia...Y usted como es segun su manera de comer. Le pregunta Flor curiosa.

-Primero... Te dire como eres tu... Siempre sacas lo dulce... Eso quiere decir... Que ves lo bueno en todos. Le responde y ella observa con que delicadeza él comia cada cucharada.

-Aja... Y usted. Le vuelve a preguntar.

-Voy al centro... No me guio por lo de la superficie... Me gusta indagar mas profundo... Y eso me ha llevado a saber que a veces nada es lo que parece. Le responde.

-¿A qué se refiere?. Le pregunta flor.

-Algunos pasteles podrían tener una espléndida apariencia, pero en el centro son insaboros, secos... Nada agradable al paladar ("Cómo algunas mujeres que pueden lucir extravagantes, pero vacias en sentimientos", penso)... -Pero en cambio otros... Como el suyo... Que son sencillos, delicados... Tienen el sabor mas exquisito en el centro... Esta suave, cremoso, con la humedad justa ("Es como me la imagino", penso). Le describio saboreando la cuchara y por alguna extraña razón esa acción por su parte hizo que a ella se le empapara una parte de su cuerpo sin entender la razón y apreto su falda con fuerza conteniendo esa sensación que le hacia temblar.

Flor no sabia si hablaba del pastel o que, pero a ella le subio el calor por su cuerpo con solo escuchar el tono de su voz.

-Me alegro que lo disfrute. Le dijo Flor tratando de reponerse.

-Aqui tiene el cheque. Le paso y ella al extender su mano quedo atrapada en las de él, sonrio nerviosa sin poder apartar la mirada de sus ojos.

-Debo irme. Susurro Flor tratando de soltarse.

-Por supuesto... No ha probado el cafe. Le observo el señor Alberto.

-Cierto... Me quede atrapada en su elocuencia... Tiene facilidad en las palabras. Le responde Flor.

-Terminelo antes que se enfrie. Le indica.

-Muy amable. Le dijo Flor agarrando la taza con delicadeza y sorbio sin hacer ni un sonido.

-He notado que no hace ningun sonido al comer. Le observa el señor Alberto.

-No es adecuado. Le respondio Flor, bajando la taza.

-No la he escuchado reir como a las demas. Le dice sin quitarle la mirada, al recordar la fiesta de la vez pasada donde las mujeres producian sus risas sonoras, en cambio Flor sonreia de una manera delicada y a la vez cubriendose al no querer enseñar completamente sus dientes aperlados y tan perfectamente alineados.

-Las que lo hacen... Es para llamar la atención de los caballeros... No es mi interes hacerlo. Le responde Flor recordando cuando estaba en el instituto que recibia severos castigos si su risa dejaba oir, sacudio la cabeza tratando de borrar esos recuerdos.

-Todas esas etiquetas ha aprendido en la escuela de señoritas... Como hace para alejarse de reir con ganas cuando algo le resulte muy gracioso. Le pregunta el tio Alberto que deseaba conocer su risa.

"Me acuerdo de los castigos, los baños de agua fria para bajar la calentura segun decia la directora del lugar, o los dias sin ración alguna al considerarnos indignas de ser tratadas como señoritas sino como meros animales alzados", penso Flor.

-No seria adecuado para mis cuerdas vocales. Le respondio a modo de escusa, al recordar que su profesor de canto le habia dicho eso entre otras cosas que queria suprimir en lo mas profundo de su ser.

-¿Quién te dijo semejante mentira?. Le pregunto estirandose.

-Mi profesor de canto. Le dijo Flor.

-Hagamos esto... Ria una vez conmigo... Le demuestro que no le afectara... Si lo hace... Me hago responsable... Si quiere me demanda. Le dijo el señor Alberto, ella lo miro sorprendida con un temblor en los labios de emoción.

En ese momento llamaron a la puerta.

-Señora Flor si termino... Los organizadores requieren su presencia. Dijeron del otro lado.

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