Capítulo 14. Me siento desanimada

Capítulo 14

Me siento desanimada

Apenas nos apartamos de la mesa pude notar que el semblante de Steven cambió por completo, ya no se le veía alegre como hace un momento, sino que iba caminando a mi lado tomando de mi mano ejerciendo mucha fuerza, parece que no se da cuenta de que comienza a lastimarme, volteo y veo que tiene el ceño fruncido y su mirada vacía. Es primera vez que lo veo así desde que lo conozco y admito que esto comienza a darme un poquito de miedo

"Awwchs" Me quejo de dolor y el me suelta de inmediato sin siquiera voltear a mirarme. Mi mano ya estaba enrojecida

Llegamos al camarote y ese hombre ni me determina solo se sirve un trago y se acerca a la terraza

—¿Quieres hablar de lo que ha pasado? —pregunto un poco confundida y el bufó una leve sonrisa—

—¿Qué es lo que quieres saber? ¿Qué fui lo suficientemente estúpido como para llamarte a ti como le decía a ella? Pues si, lo hice —me dice alzando su voz—. No sabes cuanto me dolió ver su cara de asombro y tristeza. Fui un imbécil

Tira su camisa en el sillón y pasa al baño, luego escucho la ducha

Esto es malo y no debe estar pasando. No llevamos ni veinticuatro horas en este lugar y ya ha roto una de las reglas de nuestro contrato. No debió gritarme, fue su error no el mío, yo no le pedí que me llamara así. Además fue el quién casi me suplicó para que viniera a este lugar.

Al salir del baño pude verlo un poco más calmado, parece que ha reflexionado acerca de su comportamiento tan hostil mientras se duchaba, así que se acerca un poco a mi y se disculpa

—Lo siento Mariela, no tenía derecho a hablarte así, que pena, es que... Es muy difícil toda esta situación para mí, yo solo quería que todos se dieran cuenta de que pude salir adelante sin ella a mi lado. No estoy aquí para hacerle daño a la mujer que mas he amado en mi vida y verla en ese estado me partió el alma, no supe como reaccionar y creo que la pagué contigo

Sus palabras irrumpen en mí como dagas, pero hago un gran esfuerzo para no romperme ahora mismo

—Yo te comprendo, No te estoy haciendo reclamos, ya que para eso son las cláusulas que estipulamos. Pero me molesta que ahora mismo la pongas a ella por encima de mi. Es tu ex y yo soy tu novia delante de todos, es normal que me trates así ¿Para que me trajiste si sabías que ibas a actuar así?

—No, no lo sabía, pensé que podía controlarme y ser más prudente

—Pues no lo estás haciendo bien (Suspiro)

—Lo sé y créeme que lo estoy lamentando. No debí traerte aquí. esto fue un error

Me dice y yo me quedo mirándolo como una psicópata, con ganas de clavarle un cuchillo en el abdomen y arrancarle las entrañas

—¿Estás bien? —tiene la osadía de preguntarme, como si eso de verdad le importara.

—No, no lo estoy. Tú aún estás enamorado de ella y eso te está nublando la mente, no te estás dando cuenta de que tan solo estás empeorando nuestra situación. Mira Steven, esa mujer es muy mala persona yo entiendo que tú estés enamorado de todo lo que quizás aparenta ser frente a ti. Pero ella es una maldita víbora a tus espaldas. Es horrible y como persona siento que no vale nada

—Ya cálmate, por favor. Estás exagerando las cosas, Brenda suele ser un poco difícil de entender, pero sé que tiene un gran corazón

—Yo no estoy exagerando nada. Si eso es lo que quieres creer es tu problema —respondo alterada—

—Sé que es difícil a veces lidiar con ella, pero solo ignórala, Hazlo por mí ¿Sí?

—Parece que no estás entendiendo nada o simplemente no te interesa hacerlo. Mira, apenas Richard y tú fueron a buscar esas bebidas Brenda cambió su actitud conmigo, se convirtió en una persona totalmente distinta —le digo ya estresada— Todo esto ha sido horrible, se comportó muy grosera conmigo, me humilló y te juro que no le reproché nada por respeto a ti. Pero no siempre me quedaré callada

—Ok ya. Te estoy entendiendo —pone cara triste— Pero sabes que no podemos pasarnos todo el viaje escondidos en este camarote. Quizás sea que está celosa o que aún no asume que yo también podría encontrar a alguien y rehacer mi vida, ya se le pasará, ¿Sí? Tu tranquila

Me dice Stev y sale a caminar por ahí. Mientras yo me quedo a darme un baño y escribirle a mi madre, en eso recibo una llamada de Diana

📲–Hello Baby...

—Hola Didi... ¿Cómo estás? —pregunto sin ánimo

—Desearía decirte que bien, pero no, estoy cargada de trabajo y ya casi ni hora de descanso tengo

—Lo lamento, debí quedarme a ayudarte

—Claro que no... Tú disfruta de tu luna de miel improvisada. A propósito, ¿Cómo les va?

—Fatal. Me siento desanimada. La verdad es que había pensado que Steven y yo habíamos conectado muy bien desde el día de esa boda, pero la verdad es que parece que no fue así, al pasar un poquito de tiempo con su ex comienzo a sentirlo distante

—Hay ya empiezan los celos. Que agradable.

—No son celos... Tarada. Mejor olvídalo. No tengo ganas de hablar.

Termino esa llamada y me tumbo en la cama. Tengo la sensación de que este Steven se está alejando de mi y no se que hacer al respecto, ese hombre es la única persona con la que cuento en este lugar, odiaría perder su apoyo. Lo peor es que no se qué puedo hacer respecto a esto. Faltan nueve días enteros, creo que voy a enloquecer

>> "Asegúrate de reservar algo de tiempo para ti"

Releo ese mensaje de mi madre y no se si reír o llorar, tal parece que tiempo para mí es lo que más va a sobrarme en este lugar.

No puedo dejar que esto me baje los ánimos, rápidamente me doy un baño, me coloco un hermoso vestido de baño y un vestido blanco traslúcido por encima y me maquillo muy bonito

Me acerco a la puerta y Steven viene llegando

—Estás hermosa, ¿Puedo saber a dónde irás?

—Gracias, tenía pensado dar un paseo por la cubierta

—¿Me permites acompañarte? No quiero que la gente comience a murmurar por los pasillos acerca de que te he abandonado

—A claro, si —viro mis ojos— ¡Las apariencias!

—No lo digas de esa manera, me preocupo por ti y no quiero que vayas a sentirte incómoda. Yo conozco a mucha gente aquí, son viejos clientes, algunos socios, pero tú... Tú solo me tienes a mi en este lugar

—Que bueno que comiences a usar la cabezota esa para pensar —comento con elocuencia y el sonríe—

Llegamos a cubierta, luego damos un paseo por el interior del barco hasta que por fin nos quedamos en la proa sentados un rato disfrutando del amplio mar hablando con el capitán

Las cosas vuelven a tomar un buen rumbo. Empiezo a sentirme tranquila, esta noche ocupo de nuevo la cama, parece que no hay quien quite a Steven de ese sofá. Al amanecer el ya no está en la habitación, pero esta vez me deja un bonito mensaje de buenos días en mi celular y me informa que me estará esperando para desayunar juntos. Así que me preparo rápidamente para ir a desayunar

Steven ha dicho que me arreglase para nuestro encuentro, pero creo que esta vez me parece que lo dejaré sin palabras. Este vestido está muy hermoso, sexy y elegante a la vez.

Lo siento mucho por Brenda, pero esta guerra ya se ha vuelto personal, así que haré mi mejor esfuerzo para hacer de su vida una pesadilla, tanto como estoy segura de que ella también planea hacerlo conmigo

Al llegar al restaurante puedo ver a lo lejos que Steven está sentado en una mesa cerca de la ventana, así que me acerco sigilosamente para tomarlo por sorpresa

—Hola —saludo en tono bajito y dejo un beso suave en sus labios—

Este acto no es más que porque acabo de ver a Brenda acercarse al restaurante junto con su esposo

—¿Y esto a que se debe? —pregunta Stev acerca de ese beso que lo ha tomado por sorpresa—. Nadie nos está mirando

—Lo sé tan solo me provocó —miento— ¿Te molesta?

—Para nada, si es así entonces...

Se levanta de su silla toma mis mejillas con cuidado y me atrae hacia él con mucha delicadeza, besa mis labios esta vez de manera un poco más apasionada justo en el momento en que Brenda pisa la puerta de este lugar. Al separarnos él sonríe con ternura

—Esto sí que no me lo esperaba. Tus besos... Son tan dulces que me encantan

—Estás muy lindo hoy —lo interrumpo— ¿Tienes algún plan?

—Nada aparte de este desayuno. Tú también estás hermosa Mari... ¿Estás bien? Digo, anoche no podía conciliar el sueño, estaba muy preocupado por ti

—Estoy bien Steven, no pasa nada que no podamos resolver juntos

En ese momento Richard y Brenda están por tomar asiento, pero el hombre nos ve a distancia y ambos deciden invitarse ellos mismos a nuestra mesa. Afortunadamente son interrumpidos por otras personas antes de llegar a nosotros y esto nos da algo de tiempo para hablar con respecto a lo que ha sucedido en este corto tiempo

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