Capítulo 6. Las casualidades si existen

Capítulo 6

Las casualidades si existen

Sigo enojada, no puedo creer que este hombre me trajera como su novia para luego prestarle más atención a la ex y lo peor es que ahora todos comienzan a darse cuenta de lo que está sucediendo

Salgo del tocador y voy directo hacia la barra a pedir una copa, veo a un chico sirviendo las bebidas, es muy atractivo en realidad. Me acerco y no puedo creer lo que ven mis ojos, era él... El chico de la sonrisa bonita está aquí trabajando como bartender y no puedo creer como mi suerte ha podido cambiar en un instante. La persona que más he buscado en mi vida, hoy está aquí... Justo frente a mi.

¿Pero... Por qué aquí? Justo cuando tengo todo un enredo encima

Trato de disimular un poco para irme sin llamar su atención, pero logro exactamente lo opuesto a mis propósitos

—Hola, bonita —me dice con su sonrisa encantadora

—H. Ho... Hola —respondo casi tartamudeando

—¿Vienes a por un trago y de pronto decides irte? ¿Eso es porque me has visto aquí? ¿Tu también te sorprendiste? Porque yo jamás hubiera imaginado que te vería en este lugar

—N. no. No es eso, es solo que recordé que debía hacer otra cosa

—¿Y cuéntame, te la estás pasando bien aquí?

Me pregunta y dudé acerca de si debía decir la verdad o si tendría que seguir fingiendo, pero la verdad es que el enojo vuelve a mí de repente al pensar de nuevo en Steven y su comportamiento con la tal Brenda

—Sí... Pero es algo estresante la verdad, ya quisiera irme

—¿Estás hablando en serio? —bufó una leve sonrisa— ¿Que puede tener de estresante este lugar? Esta boda es hermosa, elegante, grandiosa. La mejor en la que he estado. De seguro es que no te están prestando la atención que mereces

—¿Qué? —pregunto desconcertada. ¿A caso me vio con Stev?

—Solo bromeo. ¿Qué quieres que te sirva? Espera... Puedo saber lo que te gusta tomar tan solo mirándote fijamente a tus lindos ojos —me señala con su dedo y vuelve a sonreír—

—Eres un mentiroso —sonrío nerviosa— Nadie puede hacer eso

—Pruébame —dice él con mucha confianza y yo lo miro fijamente y sentí como si mi corazón se detuvo

—Sorprenderme. A ver —respondo con un tono burlón

—Pues, me has dejado sin aire —sonríe muy lindo— tienes una mirada hermosa. Déjame verte de nuevo. Mmm... Me parece que te gusta el tequila, pero eso es más para cuando estás sola, exhausta y quieres desestresarte. Para una cita, eres de las que suele tomar un margarita o un vino blanco, pero para esta ocasión, yo diría que preferirías tomar un Shirley Temple. Si, un cóctel es más apropiado para una señorita tan hermosa como tú en un lugar como este

—Vaya, en serio eres bueno. Si, eso es exactamente lo que quiero —le digo y el sonríe—. Y esto... ¿Cómo es que puedes saber que es lo que al cliente le gusta?

—Es una habilidad que obtienes al ejercer este oficio —miente y me entrega la copa— ¿Qué te parece, te gustó?

—Es el mejor que he probado. Gracias.

Ambos nos quedamos en silencio un momento, él va a atender a otra persona y luego vuelve a acercarse a mí enseguida

—Y dime... ¿Hace cuanto que eres camarero? —pregunto con curiosidad y el sonríe de lado

—Hace unos cuatro años, sabes, tengo una historia bastante larga, una madrastra malvada, un padre que nos abandonó y todo eso, tuve que trabajar para pagar mis estudios.

—Pero que bueno que tengo tanto tiempo para escucharte. ¿Siempre trabajas en fiestas como esta?

—Si tengo suerte, si. Pero ya sabes, siempre estoy en constante movimiento, una fiesta aquí, una convención allá, uno que otro evento corporativo, esos pagan bastante bien. Ya sabes como es esto

—Parece divertido

—Lo es, algunas veces agotador, pero vale la pena; bonita... La próxima semana tengo trabajo en un crucero por diez encantadores días, no puedo decir que serán como unas vacaciones, pero casi.

—Vaya, eso sí que suena divertido, siento que te envidio —comento y el sonríe tierno—

—No todo es lo que parece, hay que sacrificar algunas cosas y trabajar muy duro. Cuéntame a que te dedicas tú, cuando no estás acosando a un chico en el tren —me dice con mucho descaro y yo me ahogué con la bebida

—¿A que te refieres con eso? Yo... No... No te estaba acosando. Lo juro

—Fingiremos que esto no fue mencionado esta noche —comenta, sonríe y se aparta de mí momentáneamente, luego vuelve y me habla— De verdad quiero saber a que te dedicas. Oye... Me parece que eres una de las inteligentes. Casi estás por terminar tu último año, ¿No?

—Estás asustándome. El acosador pareces tú, ¿Cómo es que sabes todo esto?

–Intuición —Sonríe ampliamente—.

—Estudio derecho y si, estoy cursando mi último año y trabajo como auxiliar jurídico en la firma Hambada

—Vaya, no dejas de sorprenderme, una de las mejores

Me dice con una gran sonrisa y se va a atender a otras personas, sin dejar de mirarme fijamente y siento latir mi corazón tan rápido como el viento

Luego vuelve hacia mí y se acerca hacia mi rostro de manera muy invasiva

—Entonces, ¿Fue en ese bufete donde conociste a tu novio? ¿No vas a compartir conmigo tu linda historia de amor?

Eso si que me tomo fuera de base. No esperaba que el supiera acerca de Steven, pero tampoco debería ocultarlo. Aunque tratándose de él, el chico de la sonrisa bonita que he estado buscando por tanto tiempo, es lógico que no quisiera seguir mintiendo y menos ante él

Estoy a punto de mentir y me detengo. Tomo una buena bocanada de aire. Algo sobre este hombre hace que no quiera seguir mintiendo respecto a todo esto. Me dan ganas de ser sincera con lo que siento

Realmente esta mentira me está pesando. Y más justo ahora que lo tengo a él al frente

—Si, nos conocimos en la facultad de derechos, en la tercera clase de leyes extracontractuales, fue como amor a primera vista, de mi parte claro, yo, tuve que esforzarme mucho para llegar a gustarle hasta que lo logré. Recuerdo que en una de esas clases el me pidió prestado mi libro de texto y cuando estaba a punto de entregárselo, nuestras miradas se cruzaron, fue como un flechazo, tomó mi mano junto con el libro y nos enamoramos

—Buen intento, señorita bonita, pero me parece que estas adulando demasiado esa situación y eso me dice que no estás siendo demasiado honesta conmigo, si no puedes o no quieres hablar al respecto entenderé

Me dice con esa sonrisa encantadora que tanto me mata, luego hace una señal como si se cerrara una cremallera en sus labios y se aleja sonriente a atender a otra persona.

Luego se acerca y me pregunta si quiero otra bebida, pero me parece que ya he tomado suficiente y no quiero hacer un show en este lugar debido al alcohol

—Eres muy bueno descubriendo a las personas

—Lo sé, he estudiado la conducta corporal de un individuo desde hacen años. Es por ello que se cuando me mientes, señorita bonita. Tus manos se vuelven intranquilas apretando tus muslos y rodillas, finalizas rascándote la nariz o llevando tu mano izquierda a la altura de tu cien, son cosas básicas. Entonces ¿Ahora si vas a hablarme con la verdad?

—Así es —le digo— Te mentí, si, Lo conocí en mi trabajo hace ocho meses, pero eso no es todo, ¿Puedes guardar un secreto?

—Puff... Como una tumba, vamos, ponme a prueba

—De verdad el no es mi novio. Es mi jefe y me contrató para fingir que estamos saliendo desde hace tiempo

Puedo ver la cara de sorpresa en él, me da mucha risa, pero a su vez siento un gran alivio al haberme sacado todo eso del pecho. De alguna forma sentía que me estaba ahogando con todo esto

—¡Woow! ¿De verdad me has contado este secreto? ¿Por qué a mí?

—Tenía que sacarme todo esto del pecho o iba a estallar en cualquier momento, además, tú eres un perfecto desconocido, No tendría nada que temer contigo, aparte, me pareces confiable

—Me siento halagado de ser ese extraño al que elegiste para desahogarte. De verdad. Pero... Una chica tan linda, ¿Cómo es que terminó enredada siendo la novia por contrato de su jefe? Tú mereces ser una esposa, no una extra

—Gracias, si, también presento problemas familiares, necesitaba un dinero extra y el ofreció una buena paga, Steven es un buen tipo. Es amable, cariñoso y complaciente, solo que (guardo silencio) Le rompieron el corazón y ahora es frío con las mujeres

—Comprendo perfectamente. Aunque siento algo de celos al oirte decir todas esas cosas de él. Per lo entiendo, sé lo que es eso. Mírame aquí tengo un año felizmente soltero debido a los cuernos que me pusieron —comenta y me lanza un guiño y vuelve a alejarse para atender a alguien mas

Yo ya comenzaba a sentirme ebria, así que dejé de tomar, solo que no quería alejarme de la barra, estaba disfrutando abiertamente de su compañía

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