Mi promesa.

Athena.

Al despertar me di cuenta de que estaba recostada en su pecho, intente moverme, pero sus brazos me apretaron más a su cuerpo, sintiendo su calidez y su aroma varonil.

Por un momento volví a recostar mi cabeza en su pecho, cerre mis ojos sintiendo una paz inmensa entre sus brazos.

Lo sentí moverse y una delicada caricia sentí pasar por mi rostro, Suspire tan profundo que el hizo lo mismo, hasta que abrí mis ojos viendo su rostro cerca del mio.

Por un momento sentí que me besaría, pero se separó de mí y al darse cuenta en la posición que estábamos los dos de inmediato se levantó e hice lo mismo.

--lo siento, pero al verte asustada no pude dejarte así-- asentí aceptando sus palabras y justificación ante su acto.

Yo sabía que desde que me casaron con Besimir he experimentado sueños extraños hasta revivir cada dolor causado por ese hombre.

-- está bien, no, no tienes porque explicarme, solo, solo puedo decirte nuevamente gracias por todo Galt-- él asintió ladeando sus labios los cuales formaron una pequeña sonrisa.

Y sin mentir, era hermosa su sonrisa, Suspire mientras aún lo veía, abrí mis ojos por lo que estaba pensando y solo baje mi cabeza al piso, no tenía cara de verle de nuevo.

Salimos del dormitorio e hizo la comida, al terminar de comer volví a suspirar porque sabía que era momento de regresar y sin cruzar palabras solo salimos de la pequeña, pero cálida cabaña.

Subimos a su caballo, paso sus manos por un costado de mi cuerpo tomando con fuerza las riendas, las jalo y el caballo entendió la orden.

Mi cabello se movía con el viento y al estar a unas cuantas leguas de llegar, el caballo solo caminaba con lentitud, gire mi cabeza para verlo y él solo sonrió posando su barbilla en mi hombro.

-- solo no quiero que esta cercanía acabe--abrí mis ojos al escucharlo decirme esas palabras, palabras que causaron algo en mi interior.

Suspire mientras sentía mis mejillas arder,-- yo, yo tampoco quiero.

En eso se detuvo y al voltear era un guardia quien nos veía, Galt de inmediato se bajó y se acercó a él.

-- ¿por qué no mandaron por la princesa?, estaba en péligro-- él guardia solo asintió y abrió las grandes puertas que dividian del pueblo y el castillo.

-- fueron órdenes del príncipe-- sabia que a Besimir no le importaba si vivía o moria-- princesa le ofrezco una disculpa.

Solo asentí. Galt tomo la rienda y jalo para que caminara el caballo, al llegar al pie de las escaleras el me ayudo a bajar, me sonrió y estaba por decirme algo cuando la voz de Besimir se hizo presente.

-- mientras tu disfrutas de los campos, él rey Alev esta luchando para que tomemos su lugar-- la sonrisa que tenía se disipo al escuchar lo que decía.

--¿están en guerra?-- él asintió mientras veía fijamente a Galt.

-- si, y en este momento iremos en su apoyo, Sir Galt, reúna a todos los que pueda, hoy partimos--él solo asintió, me vio por uno corto tiempo hasta que se fue.

Besimir se acerco viéndome con asco, por el aroma y la ropa que traia, negó una y otra vez hasta que me dio una fuerte bofetada en presencia de algunos guardias.

-- la próxima vez no solo será un golpe-- se alejó de mí, mientras recibía su casco junto a su espada.

Me quede paralizada en el mismo lugar viendo a cada caballero reunirse, todos portaban sus espadas, su pesada armadura junto a la bandera del reino junto a los escudos de pelea.

Besimir me vio e hizo reverencia y era el primero que encabezaba la caballería, hasta que un caballo se detuvo a mi lado, el caballero se inclinó hacia mí, tomo mi mano y sobre ella dejo una moneda e hizo que la cerrara.

Mis ojos estaban atentos ante cada movimiento de ese caballero hasta que levanto su casco y vi que era Galt, sonrió y antes de irse solo me dijo-- pronto nos volveremos a ver, esta es mi promesa.

Sonreí ante sus palabras jurando regresar, asentí y lo vi irse uniéndose a las filas de la caballería, Suspire mientras entraba, subí las escaleras hasta mi dormitorio.

Las doncellas esperanban por mí, recibiéndome con la tina lista para mi, me quite la ropa y entre al agua cálida, una de las doncellass recogió la ropa e iba a llevársela.

--espera, eso no te lo lleves por favor-- me vio dudosa y asintió.

--- como usted lo desee mi señora, permiso.

Me quede por un largo tiempo bajo el agua, al salir un enorme vestido esperaba sobre la cama, y con ayuda de las doncellas me cambie.

Ellas salieron y nuevamente me quede sola, tome el pantalóncillo y busque en uno de los bolsillos la moneda que Galt me había dado, la bese hasta llevarla a mi pecho.

Aún no podía entender de la manera que me sentía a su lado a pesar de que solo fue esa noche, el era un gran protector, mi protector...

Los días avanzaban y no había noticia de nadie, pero quien me interesaba era saber de Galt, paso el tiempo sin reparo, donde solo sabía que la guerra aún seguía.

Hasta que una tarde las trompetas sonaron avisando que la caballería regresaba, baje con alegría porque quizás tendría la oportunidad de verlo de lejos.

Llego Besimír, con piezas faltantes de su armadura, bajo del caballo y se acercó a mi, besándome con fuerza-- te necesito.

Y sin poderlo evitar, el me jalo para que caminara atrás de él, por momentos volteaba, pero Galt no estaba, me llevo a su dormitorio y sabía lo que haría, me vestí de hierro para no sentir.

Cuando termino simplemente me levanto, su mirada era oscura y solo sonrió-- los Reyes han muerto y por linaje nos corresponde.

Solo abrí mis ojos de sorpresa, mis padres habían muerto y en la manera tan fría de decirme que ellos ya no estaban, hacia que me doliera mucho más mi corazón.

El me agarro del brazo y me llevo a mi habitación donde me esperaban las doncellas, yo estaba ida, tanto de que ellas me ayudaron a asearme y prácticamente me cambiaron.

Besimir entro por esas puertas y solo me jalo hasta salir del castillo, subimos a un carruaje, el camino fue rápido, pero igual de doloroso por lo que estaba pasando.

Él carruaje se detuvo y baje dándome cuenta que estábamos frente al castillo de mis padres, al voltear aún había rastro de la guerra y los hombres que murieron con orgullo defendiendo su bandera.

Entramos hasta el gran salón y ahí estaban los cuerpos de mis padres, camine a ellos tocando sus manos intentando sentir su calor, aún no me quería hacer a la idea de la realidad, una lágrima salió de mi ojo sintiendo mi corazón estrujarse.

Me dolía en lo más profundo porque aunque me hayan tratado mal, aun así sentía que todo se me venía encima por su muerte.

Caí de rodillas ante sus cuerpos y comencé a llorar sintiendo un gran hueco en mi pecho, en eso sentí unas manos acariciar mi espalda y al levantar mi vista era mi hermana.

Quien también se notaba qué estaba dolida por la partida de nuestros padres, me ayudo a levantarme y solo nos abrazamos.

Ella me apretó fuerte y solo me susurro-- Athena si puedes huye-- me separe de ella y solo asintió.

Iba a preguntar el porqué de sus palabras, pero Besimir llego junto al rey kougen el esposo de mi hermana.

Y con una dura mirada de su esposo mi hermana bajó su vista y camino hacia el sin volverme a hablar, entendiendo que ella no vivía un lindo cuento de hadas como me lo quiso dar a entender mi madre.

Suspire y solo estube al lado de los cuerpos de mis padre, quería sentir su presencia aunque eso ya no se podía.

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Comments

Socorro Ramirez

Socorro Ramirez

desgraciado. el los mato para quedarse con el trono

2024-11-24

1

🌷Liz PG🌺🌺💛

🌷Liz PG🌺🌺💛

Creo que el los mató

2024-10-04

1

🌷Liz PG🌺🌺💛

🌷Liz PG🌺🌺💛

deseando que el maldito no regrese con vida

2024-10-04

1

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