CAPÍTULO 17

Tras varios minutos dentro de su despacho, luego de ser informada que por fin aquella horrenda mujer había llegado a su consultorio, Erin se arregló un poco frente al espejo, luego de que aquella misteriosa mujer se fuera, y salió para atender a la salvadora del tío del rey.

—¡Su majestad!—habló Abril.

Con una reverencia completamente torpe, donde terminó de golpearse la parte de atrás de la cabeza con un mueble, la hija ilegítima del emperador observó anonadada la enorme belleza de la esposa del sobrino de Elwin. De inmediato los ojos de Abril se abrieron enormemente, mostrando un brillo muy grande ante ella.

—¡Me alegro por fin conocerte!—respondió Erin—estoy tan alegre de estar al lado de la salvadora del archiduque, por favor, puedes tutearme.

—¡Sí!—habló con una sonrisa muy grande.

Con cuidado, Erin ayudó a Abril a sentarse en la camilla mientras daba un primer vistazo de manera superficial a su piel, aunque Abril seguía teniendo cierto recelo a dejarse ver por completo sin su capa. Sin dejarse ver, Erin frunció el ceño, puesto que, pese al estado en el que estuvo la bastarda ilegítima, el anillo en su mano había cuidado muy bien de su cuerpo, tanto que ni siquiera se podía palpar alguna costilla.

—Estás repuesta pese a todo—habló ocultando su ira—el anillo en tu mano, te ha cuidado mucho.

—¡Sí!—habló sin malicia Abril.

—¿Crees que puedas desnudarte frente de mí?—preguntó mientras acomodaba una bascula—debo examinarte bien.

Abril de inmediato agachó la cabeza, no quería que nadie la viera así, si era otra persona que no fuera Elwin, se sentía muy mal. Sin embargo, lo que más pánico le daba, era que la reina pudiera observar sus cicatrices.

—No...—fue lo único que dijo.

Erin, al ver la postura cabizbaja de Abril, tomó sus manos y con una dulce sonrisa la calmó. Luego, sin pensarlo venir, sintió como la reina le daba un calido abrazo.

—¿Fue muy duro, no?—preguntó Erin mientras la abrazaba—tranquila, ya estás fuera del imperio, no tienes que seguir temiendo.

Abril solo asintió mientras sentía como las palmas de Erin le daba un vago y cálido aliento de apoyo. Recordando el deseo de su corazón de querer estar con Elwin, agachando aún más su cabeza, dejó que Erin la ayudara a levantarse de la camilla y empezara a desnudarla.

La segunda esposa del Rey Somnus contuvo su ira, puesto que, pese a que en gran parte de su cuerpo y rostro, aquella mujer poseía quemaduras muy notorias, tenía una figura mucho más curvilínea y voluptuosa que la de ella. Si no fuera por sus quemaduras, pudiera ser más atractiva que ella.

—Tranquila—intentó calmarla—voy a ayudarte a mejorar y así tu estadía en la capital real no será tan dura.

—¿Dura?—preguntó mientras se subía a báscula.

—Eres una refugiada, por lo que estarás bajo custodia del rey en su palacio—respondió Erin—y como su aliada, deberás encontrarte con muchos políticos; sin embargo, lo más difícil son sus esposas e hijas. Apenas vean la fealdad de la hija del emperador, comenzarán a hablar mal, incluso en frente tuyo.

—¿Fealdad?—cuestionó fria ante la palabra—¿soy fea?

—¡No! ¡Tu corazón es hermoso, Abril!—respondió anotando su peso—pero fisicamente, no eres bella. Por lo que al ver a alguien como tú, recibiendo la atención de los dos hombres más poderosos del reino, levantarás muchas envidias y recelos.

—Entonces... ¿Elwin no me querrá porque soy fea?—preguntó al borde del llanto.

—¡Oh! ¡Cariño!—la consoló mientras la cubría con una manta—aunque seas fea, el archiduque nunca te rechazaría. Estoy segura de que él está agradecido de por vida porque lo salvaste y buscará a alguien digno de tu posición, Elwin es conocido por ayudar a gente de bajo rango como tú.

—¡Yo quiero a Elwin!—gritó con un nudo en la garganta—¿Puedes ayudarme a ser bella? No quiero que Elwin me deje...

—¡Tienes mi palabra!—le prometió Erin—no dejaré que tu fealdad afecte a Elwin, por lo que tienes que confiar en mí y en todo lo que haga para mejorar tu aspecto. Así que hasta entonces, será nuestro secreto, ¡Así le daremos una sorpresa al archiduque!

Sintiéndose extraña ante la ambigüedad de las palabras de Erin, su corazón solo calló y asintió en silencio, mientras la reina le extraía un poco de su sangre con una jeringa. Recordando varias veces aquellas palabras, no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas amargas.

Ella sabía que, debido a sus cicatrices, no era la mujer más bella de todas y, por tanto, no le llegaba ni a los talones a Elwin; sin embargo, su corazón aún tenía la ilusión de poder estar con su príncipe. Sin tener ni siquiera riqueza con la cual balancear su situación, lo único que podía hacer era intentar confiar en las palabras de la reina.

.

.

.

.

Mientras Erin terminaba de realizarle unos últimos exámenes para su primer chequeo médico, Abril tenía que cerrar los ojos ante la mirada de la reina, que seguía observando su cuerpo con sumo detalle. A su vez, dos pisos más abajos del batallón subterráneo, en el ala de las habitaciones, se encontraba el archiduque intentando descansar un poco.

—¡Mi cabeza!—expresó Elwin.

Debido a que Erin debía revisar a Abril y a su madre, no permitió que esta lo revisara aún hasta que ella terminara con su tarea. Estaba preocupado por la situación de Abril, tanto que su cuerpo, muerto del cansancio, no le daba tregua a su mente, que recordaba una y otra vez aquellas veces en que su salvadora se comportó de manera extraña, como si fuera otra mujer y como incluso había intentado asesinar a su madre.

—Necesito hablar con Genevieve—expresó.

Recordando como la madre de Abril aún le debía algunas respuestas sobre la situación completa de su salvadora, Elwin se levantó para ir rumbo a su encuentro; sin embargo, se sorprendió cuando, al abrir su puerta, se encontró a una cabizbaja Abril.

—¿Abril?—preguntó desconcertado.

La princesa, quien tenía levantada su mano desde hacía varios minutos, en un ademán de intentar tocar la puerta, la bajó enseguida y manteniendo su cabeza agachada, solo asintió ante el llamado de Elwin.

—¿Ocurre algo?—preguntó mientras la dejaba pasar.

Una vez la ayudó a sentarse en la cama, le pasó un poco de agua que esta solo aceptó pero sin tomar. Luego de estar en silencio varios segundos, Abril levantó un poco su mirada y le sonrió de manera cansada. De inmediato Elwin frunció sus cejas, pareciera que la llama de la alegría de la princesa se hubiera apagado un poco.

Más populares

Comments

Linupe

Linupe

Nono es para copiarle el cuerpo 😭 que la horrible hermanastra se parezca a Abril

2024-04-08

3

Amikela

Amikela

Pobre, y esa 🐍de la reina metiéndole más mentiras en su cabeza, a saber si en verdad la quemadura es fea o no y la pone de lo peor💁‍♀️😡babieca y envidiosas, todo porque la pelá, se ve bien con todo y quemada

2024-03-12

4

Ale Rojero

Ale Rojero

Supongo que debe pasar por uun poco más de dolor Abril, para Renacer con seguridad en sí misma

2024-03-11

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play