CAPÍTULO 13

Elwin observó con preocupación a Abril, tanta responsabilidad caía sobre los hombros de una mujer que tenía la mentalidad atrofiada debido a los abusos que sufrió. Soportando en su pequeña mano un anillo que contenía el poder de mil años de historia.

—He visto que sus ojos se colocan oscuros...—respondió—hay veces que no parece ella, pero hoy...hoy fue un demonio.

—Eso—tragó en seco Genevieve—eso...

En lo que Elwin esperaba la respuesta de la madre de Abril, esta comenzó a llorar mientras respiraba con rapidez. Preocupados por ella, ambos se acercaron a su cama.

—Mi príncipe—lloró mientras su alma seguía en el mundo de los sueños—seré buena...no me dejes...

—¿Una pesadilla?—preguntó en un susurro Genevieve.

Cuando estaba por abrazarla, la mano de Elwin la detuvo y este de inmediato tapó sus ojos con su mano, para luego comenzar a acariciar su frente.

—Lo malo se va—le comenzó a decir—lo malo se va...

Avergonzado ante la mirada anonadada de la madre de Abril, recordando la actitud infantil de Abril con la actitud de su sobrino, luego de la muerte de su hermano y su cuñada, lo único que se le ocurrió para intentar calmarla era intentar cantarle la canción de cuna que le cantaba a Somnus.

—Ya se fue, ya se fue—continuó el capitán—ahora la niña buena debe dormir...

Poco a poco el gesto de Abril se calmó y siguió durmiendo. Aquello dejó aún más atónita a Genevieve, que no pensó que un hombre, en especial el tío del propio rey, tuvieron ese nivel de tacto.

—Usted sirve como papá para mis 20 nietos...—dijo tapándose la boca al ver la cara roja de Elwin—lo siento, yo.

—¡Tranquila!—respondió cerrando los ojos.

—Creo que debo dormir hoy con Abril—dijo con el corazón dolido—la primera transformación siempre es la más extenuante.

—¡No!—dijo casi en un grito—No.

—¿Por qué?—preguntó Genevieve—solo necesito un camarote, pequeño, así sea, y duermo con ella. Le juro que no lo molestaré en su habitación.

—Le prometí a su hija estar siempre a su lado, así que hasta nuevo aviso ella dormirá conmigo en mi misma cama—habló casi al borde del paro cardíaco de lo rojo que estaba.

—Entonces... ¿Ha aceptado ser mi nuero?—preguntó emocionada—¡¿Me dará 20 nietos?!

—¡No!—refutó con el corazón acelerado.

—Oh, entonces lo hace solo por compromiso—dijo Genevieve—entiendo que se sienta agradecido con Abril; sin embargo, le pido, no le dé falsas ilusiones. Mi hija ya ha sufrido mucho, se lo ruego por favor, si no la ve como candidata a esposa, detenga su comportamiento con ella.

Mientras veía como la madre de Abril se iba en compañía de una doncella, aquellas palabras resonaron demasiado en la mente de Elwin. Inclusive, mientras se duchaba para irse a dormir, rememoró cada cosa que Genevieve le había dicho. Era algo innegable que sentía cierta ternura y a la vez lástima por su salvadora, el deseo de protegerla no solo se debía al agradecimiento que tenía, sino también porque le recordaba a su sobrino cuando quedó huérfano de niño.

—Bueno, supongo que solo estoy cumpliendo ciertos deseos—dijo en un susurro mientras se colocaba la pijama—solo que, no podré cumplir todos.

Al salir y verla dormir tan profundamente, apagó todas las lámparas de aceite y se acostó a su lado, abrazándola, mientras daba pequeñas caricias en sus hombros. Había tomado una resolución, protegería a aquella chica hasta que la vida decidiera que era momento de separarse.

—Quién sabe, Abril—habló mientras se quedaba dormido—una vez te conviertas en una mujer poderosa, encuentres al padre de tus 20 hijos, un hombre que te quiera incondicionalmente, je...je...

Poco a poco su alma fue transportada al mundo de los sueños, donde se vio así mismo en las tierras donde quedaba la cabaña que usaría para su retiro. Una vez terminó de recolectar leña, caminó hasta lo alto de una colina, donde se encontraba los árboles de manzana que tanto le gustaba, y allí, bajo la copa de uno de ellos, vio a Abril jugando con muchos conejos.

—1...3...10...25—la escuchó contar con alegría a la chica.

—¿Abril?—preguntó dejando de lado la leña.

—¿Papi?—preguntó la chica al verlo llegar.

Los 25 conejitos blancos, con ojos celestes, asintieron, haciendo que Abril brincara y diera unos pequeños aplausos. Con una enorme sonrisa, la chica lo señaló enseguida.

—¡A por papi!—les ordenó.

Los conejitos, con ojos brillantes, comenzaron a correr hasta donde estaba Elwin, provocando que este cayera en el pasto. Mientras los 25 animalitos lo lamían y jugaban hasta con su cabello, Abril se acercó y se sentó en su abdomen, mostrando una enorme sonrisa.

—¡Nuestros hijos lo extrañaban, mi príncipe!— exclamó con una sonrisa—¡Papá volvió, bebés!

Con el corazón acelerado a más no poder, Elwin se despertó de un susto de aquel sueño, dándose cuenta de que Abril había vuelto a su forma humana y que se encontraba completamente desnuda, dormida y jugando con sus pectorales. Apartándola con cuidado, Elwin caminó aún adormilado al balcón de su camarote y cerró la puerta para pensar un poco.

—¿De verdad voy a tener hijos con Abril?—se preguntó en voz alta—¡¿Cómo es que de doce bebés pasaron a ser 25?!

Observando estupefacto a la enorme Luna que se observaba en el cielo nocturno despejado, pensó varias veces sobre aquel sueño. Negando con la cabeza, comenzó a reirse.

—¿Por qué estoy tan preocupado por un simple sueño?—se calmó—solo es eso, de verdad no creo que sea un augurio.

Con un semblante más tranquilo, ingresó de nuevo a su camarote, para nada más que quedar de nuevo petrificado ante lo que estaba viendo. No sabía como, pero aquellos 25 conejitos de su sueño se habían materializado y ahora estaban por todas partes de su habitación. Mientras unos estaban en la cama, otros dormían en el tocado y la mesa.

—Solo estás cansado, Elwin—se repitió mientras se acostaba en la cama—solo... estás cansado, mañana todo volverá a la normalidad. Solo necesitas dormir.

.

.

.

.

Al día siguiente, a la altura del medio día, por fin el barco logró llegar a la bahía cercana al batallón subterráneo donde se encontraba su sobrino. Mientras que Abril, con una capa, se ocultaba tomándolo de su brazo, Elwin sufría de un severo tic nervioso en el ojo.

No solo no había podido dormir nada, sino que, uno de los conejitos se había dormido encima de su rostro, provocando que no pudiera moverse para acomodarse en la cama. No obstante, se sentía confundido, puesto que ni siquiera Abril podía verlos, solo él.

Nervioso, esperando a que al final pudieran bajar del barco, viendo como una parte de los conejos estaban encima de él, otra encima de Abril y el resto en el piso rodeándolos, suplicaba en su interior que todos aquellos conejos fueran alucinaciones por el cansancio que sentía.

—Así que por ellos usted está así—la voz de Gladiolus se hizo notoria.

Tanto el hechicero, como la madre de Abril, quien se tapaba la boca debido al asombro, podían observar también aquellos conejitos, los cuales no se separaban de ningún momento de aquellos dos.

—¿Cómo? ¿Usted puede verlos?—cuestionó asombrado.

—¡Je! No puede seguir negando lo innevitable—se burló Gladiolus.

—¿A qué se refiere con innevitable?—le preguntó mientras el hechicero se colocaba detrás de él.

—Solo le puedo decir que debe decidirse pronto—respondió Gladiolus con una sonrisa más grande de burla—o el número seguirá aumentando.

Con cada segundo que los oficiales del barco colocaban la plataforma para desembarque, la cara de Elwin se colocaba más y más pálida, intentando ignorar las palabras de Gladiolus; sin embargo, no podía evitar sentir cierta certeza tras ellas.

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Comments

Grace Patricia Jacome Hidalgo

Grace Patricia Jacome Hidalgo

/Facepalm//Facepalm/

2024-04-26

1

Lorena Larios

Lorena Larios

cada vez más sube la cantidad de bebes 🤣🤣🤣

2024-04-24

0

Patricia Hernandez

Patricia Hernandez

es yerno

2024-04-22

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