Capítulo 16

Dean

Despierto con un ligero dolor de cabeza y al mirar hacia el lado veo que Hazel todavía está dormida. Para evitar cualquier malentendido, me levanto y voy a tomar una ducha. Luego me visto y le echo un último vistazo a ella, hermosa, durmiendo desnuda en mi cama, y salgo de la habitación.

La casa está en silencio, pero veo que Anthony y Mayra ya me esperan con cara de ebrios.

— ¿Están vivos? —pregunto con ironía.

— ¡Todavía no estoy seguro! Pero creo que tal vez sea un zombi delicioso y sexy en este momento. —dice Mayra con las manos en las sienes.

— ¡Anthony no lo está! Y no sé si volverá. —Anthony habla con una almohada en la cara.

— Entonces, zombi y quien sea que esté en lugar de Anthony, tenemos trabajo que hacer. Vamos, y no me importa quiénes sean ustedes en este momento. —digo levantándome.

— Es Navidad. No quiero trabajar. —se queja Mayra.

— ¡Estoy de acuerdo! Quiero comer y beber todo el día. No quiero hacer cosas aburridas como trabajar. Es feriado, por Dios. —completa Anthony, y los miro a los dos con la cara seria.

— May, ¿no crees que el día es perfecto para trabajar hasta las dos de la tarde? —dice Anthony poniéndose de pie.

— Claro, Thony, ¡tengo energía de sobra! Vamos, que yo pago el café.

— Sí... Era lo que pensaba. —salimos de casa directo a nuestra oficina para ver cómo fue el beneficio total de esta noche.

Me quedo impresionado con la gente. Pasan una fecha que debería ser para pasar en familia en mis clubes y gastan ríos de dinero. Me quedo pensativo, ya que en Navidad y Año Nuevo gano lo que me lleva casi quince días ganar en este corto período.

Ya en mi oficina, me siento y enciendo mi computadora. Dejé a Mayra y Anthony en el café que está cerca de nuestra oficina. Empiezo a buscar en mi computadora el beneficio de esta noche, y cuando mis ojos se encuentran con los números, me sorprendo.

Esta Navidad, solo en la noche pasada, ganamos tres veces más que el año pasado en la misma fecha.

*****

Mientras Dean está en su oficina, Hazel se despierta con dolor de cabeza y aún un poco ebria.

— Ay, mi cabeza... —mira hacia el lado y ve una pastilla y un vaso de agua en la mesita, los toma de inmediato para ver si su cabeza mejora. Cuando su visión se enfoca, se da cuenta de que no está en su habitación, sino en la de él.

Al mirarse se asusta al ver que está desnuda y su mano va directo a su intimidad, pero no siente nada diferente ni dolor. Para confirmar, mira la cama y no ve ni una gota de sangre, pero ve que él tuvo algunos deslices.

¿No se dio cuenta de que yo no estaba en buenas condiciones psicológicas? ¡No puedo creer que se haya satisfecho sabiendo que no estaba en mis cabales!

Se levanta aún envuelta en la sábana y sale de su habitación, llegando a la suya, toma una ducha rápidamente y se viste. Ya en el comedor, se encuentra con Jordan y Gael tomando café y se dan una sonrisa cómplice.

— ¿Qué pasa?

— Una cierta joven y hermosa mujer hizo que mi hermano aullara como un alfa anoche. —Jordan habla orgulloso— Felicidades, cuñadita.

— Confieso que tuvimos que aumentar el volumen de la música en nuestra habitación por nuestro amor de Navidad. —completa Gael.

— ¡Están equivocados! No recuerdo haber hecho nada con él. —en su pensamiento, recuerda la marca en la cama que evidenciaba claramente que él se corrió, y no fue poco— ¿Podrían cambiar de tema?

— Estás muy arreglada para alguien que va a quedarse en casa. —Jordan la examina.

— ¡Pero no voy a quedarme! Tengo que manejar la cafetería, ya que tu hermano me nombró gerente allí. —se encoge de hombros.

— Habrá gente que trabajará hoy y descansará en Año Nuevo, y los que descansaron hoy trabajarán en Año Nuevo.

— ¡Podemos acompañarla, amor! —Gael sugiere— Solo para pasar el día sintiendo ese delicioso aroma a café y tener un poco de romance como hacíamos cuando nos conocimos.

— ¡Perfecto! ¿Te molesta, cuñada?

— Por mí está bien. ¡Vamos! —terminan su café y se dirigen a la cafetería.

Al llegar, Austin la llama a un lado.

— Necesitas hablar con el "Jefe Poderoso". Atrapé a dos empleados teniendo relaciones en una de las salas VIP... Esto no es un hotel.

— Dame los nombres y hablaré con Dean. Qué cosa. Esos dos allí son Jordan, el hermano de Dean, y el prometido de Jordan, Gael. Sírvalos personalmente. Extraño a Lind, lástima que eligió trabajar en Año Nuevo.

— ¡Cierto! La extraño mucho. —Austin dice con un puchero.

De vuelta en la oficina de Dean, descubre que sus suegros no se mantuvieron alejados de los clubes y además de jugar, ganaron una gran cantidad de dinero.

*****

Después de revisar el informe de ganancias, decido verificar las transacciones en algunos clubes más rentables. Mayra y Anthony entran y ponen sobre la mesa algunos donuts y cupcakes.

— Anthony ya se ha comido como cinco cupcakes mientras esperábamos los cafés, no dejes que te pase por encima. —Mayra dice fingiendo estar molesta.

— ¡Chismosa, podrías haberte callado! —Anthony se queja y ella revuelve los ojos.

— ¡No guardaré secretos! Cuento incluso sobre mí, ¿no voy a contar sobre ti?

— ¡Quédense callados! —vuelvo a mirar la grabación para asegurarme de lo que veo.

No puedo creer que Calvin y Lívia fueron tan tontos como para volver a mi club después de haberles prohibido ir allí.

— Me voy. —digo mirando a Anthony y Mayra— No

volveré a la oficina. Ustedes dos terminen de revisar los informes de ganancias y asegúrense de verificar y pagar los bonos a los empleados.

Salgo de la oficina y al subir a mi coche pienso: — ¿Qué tienen en la cabeza estos dos? ¿Quieren terminar enterrados?

Acelero cada vez más hasta llegar a su casa, paro el coche y no pierdo tiempo, al igual que mis guardaespaldas que siempre están listos para mí. Uno de ellos abre la puerta de la casa sin llamar y de inmediato veo a los dos hijos mayores y sus cónyuges que me miran asustados.

— ¿Quién eres tú y por qué estás entrando en la casa de mis padres así? —dice una de las hijas, que por cierto se parece mucho a Hazel, irritada.

— ¿Por qué todos estos hombres están entrando en la casa de mis padres? —el otro hermano sigue el interrogatorio.

— Soy Dean Evil, y sus padres me conocen. ¿Dónde están ellos? —digo sentándome en el sofá mientras mi personal forma un círculo a nuestro alrededor.

— Mis padres están durmiendo. Nosotros nos quedamos despiertos hasta tarde celebrando la Navidad. —dice el chico.

— ¡No! Están durmiendo porque pasaron la noche en uno de mis clubes de apuestas después de que les dije que no los quería allí. Creo que no saben que me dieron a su hermana menor como forma de pago por su deuda.

— Estás mintiendo. Ellos nunca harían eso. —dice la hermana indignada.

— Entonces, ¿dónde está su hermana? ¿Pueden responderme?

— Está fuera de la ciudad en casa de un pariente lejano de nuestros padres. —insiste el hermano.

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