regaló y Nana

Por largos minutos llorando en la cama necesitaba algo de frío.

Quería estar pegada a algo.

Me puse en el rincón del cuarto donde pudiera estar consolada por las paredes que escuchan mis llantos.

Estaba en una posición incómoda con mis brazos enredando mis rodillas. Llorando entre mis piernas.

Lo siguiente que se es que un perrito tamaño salchicha.

Que más decir era un perro salchicha.

Estaba caminando con sus cuatro patas cortas y me movía la cola.

Posicionó su hocico entre mis rodillas.

Acaricie su hermosa cabeza y lo abrace.

Me sentía sola.

Son compañía.

Tenía frío.

Nada podía calmar el dolor que estaba sintiendo dentro de mi ser.

Horas después vino una mujer con aspectos sexys que seguramente no pasaba más de los 35 años.

Ella irradiaba paz

Cencillez.

Se acercó hasta mi y me tendió su mano. Con gusto acepte mientras las dos hacíamos fuerzas para levantarme.

Yo aún tenía al cachorro salchicha en mis manos.

Lo abrace y mire a la mujer con desconfianza.

- Luna ...-me miro a los ojos con dolor unos instantes- el Alfa ...-

-¿Que eres? -la interrumpí secando las gotas restantes de mi lagrimal.

-¿Que? -. Quedó confundida.

- No lo repetiré más -le eche una mirada fría- que eres.

- Somos ...

-¡Nana!- El extraño hombre que me había encerrado apareció con una cara llena de preocupación.

- Quería conocerla -..- no te alteres.

Me miró a mi y "Nana", dejo largar un enorme suspiro y me miró seriamente mientras se iba acercando.

Me agarró fuertemente del brazo y miro a Nana.

- Creí decirte que no comerá hasta mañana -me tomo de la cintura y me pegó a su pecho con fuerza.

- La asfixias -Recalco Nana.

- Ella sabe cómo comportarse.

No entendía una mierda, primero cuando estaban a punto de decirme que era lo que sucedía aquí viene a interrumpir este estúpido.

- La cena, si no la come estará mareada.

Alfa suspiro y me soltó.

- Más vale de la comas toda- con eso se retiró.

Nana se había quedado conmigo el resto de la velada.

Me contó que se llamaba Virginia. De suerte me consoló en todo momento explicándome que el "Eliot" se comportaba así de vez en cuando como en momentos de crisis cuando le explota el cerebro de tanto trabajo.

Dijo que tratara de entenderlo pero yo sé que ni en mi puta vida estaría del lado de un maníaco.

No tenía ganas de comer pero Nana no me obligó.

Con suerte ya me había dormido con sus historias de hombres pirata.

Nana era lo justo que toda persona necesitaba como madre. Era pura calma.

Si, puede ser que al principio me daba desconfianza pero a este punto yo ya la amaba, puede ser que apenas la conocía pero... Era tan rápido el afecto.

Después de todo ...

Me desperté impactada con lo último que dijo.

- Son hombres lobo.

Mi cabeza daba vueltas, se sentía como si estuviera drogada por un tipo de fuerza que me debilitaba.

El perro salchicha se encontraba durmiendo en mi costado.

Desperté.

Pero sin las ganas suficientes.

Todo estaba oscuro y agradecía que por órdenes del Alfa no abrieron las cortinas.

En la mesita de luz ya había un sumó de naranja con un par de galletas y tostadas con mermelada.

Mire a mis costados para verificar si estaba el cachorro. Y si, lo estaba.

Acaricie sus enormes orejas y me levanté de la cama.

¿Para que?. Nose.