Capítulo 15

A Naím no le afectó haber sacado una mala nota, pero a Dylan sí, no podía soportar ver a Rosie jactándose de sus notas.

"Vamos a comer", dijo Naím.

Tenía mucho orgullo como para quedarse encerrado en el salón después de lo que había pasado, además no hizo nada malo.

Pidieron su comida, fueron a sentarse y comieron tranquilamente a pesar de que algunos susurraban a sus espaldas, más bien, eran las amigas de Rosie quienes hablaban de ellos.

"Ignóralas"

Naím le dio un pequeño golpe a Dylan indicándole que siguiera comiendo, los compañeros alfa que siempre se sentaban con ellos, se acercaron con normalidad y se sentaron en la misma mesa.

"Buenos días, trajimos muchas cosas"

La mesa fue llenada de varios dulces, pasteles, galletas, bebidas y más.

"Gracias chicas y chicos, comeré todo muy bien", dijo Dylan guardando varias cosas en una bolsa.

Naím también les agradeció y tomó varias cosas.

"Toma más", dijo uno de ellos guardando más cosas en la bolsa de Naím.

"Sí, toma más"

La bolsa de Naím estaba repleta, una suave sonrisa apareció en su rostro, todos eran muy buenos y amables.

"Deberías sonreír más, tienes unos bonitos hoyuelos", dijo una chica sonriéndole.

Naím se sintió un poco avergonzado al ser elogiado frente a tantas personas.

Axel entró en ese momento junto a Rosie y sus dos mejores amigos.

"Iré a sentarme ahí"

La mesa donde se encontraba Naím era muy animada, James fue a sentarse y Ryan también lo siguió.

"Vamos, tengo hambre, además dijiste que me comprarías algo por tener la mayor nota de mi clase"

Rosie llevó a Axel a sentarse donde sus amigas, era suficiente que él le creyera, no le importaban los demás, porque sabía que para Naím, Axel era más importante.

"Ahora vuelvo", dijo Axel después de dejar que Rosie se sentara.

Pudo ver como Axel se dirigía hacia Naím y su ira creció, no comprendía porque aún quería hablar con él después de lo que pasó.

"Naím, ¿podemos hablar?"

Mientras Naím reía con sus amigos, sintió cuando alguien tocó su hombro, reconoció la voz de Axel de inmediato, pero no volteó a mirarlo.

"Naím", volvió a tocar su hombro.

"Estoy comiendo", dijo Naím tomando un trozo de pastel.

Aún no quería hablar con él, menos verlo, sin embargo, al siguiente instante fue levantado del asiento con facilidad, se sintió como un déjà vu.

"¡¿Qué haces?!, ¡bájame!"

Entre gritos y pataleos, Naím fue llevado hasta el patio ante la vista de todos.

"Tan intenso", dijo James riendo.

Cuando finalmente llegaron al patio, Axel bajó a Naím y le entregó una pequeña caja.

"Lo siento"

"¿Qué es esto?", dijo Naím observando la caja.

"Una disculpa", dijo Axel acercando la caja hacia él.

"No todo se arregla con regalos, ¿lo sabías?"

"Debí escuchar tu explicación antes de sacar conclusiones, lo siento, siento no haberte escuchado, por favor acéptalo"

"Al menos debiste esperar hasta que yo hablara", dijo Naím tomando la caja.

"Lo sé, por eso dije que lo siento"

Axel esperó para ver si a Naím le gustaba su regalo.

Un pequeño monito salió de la caja, era una pequeña figura de un monito colgando de la rama de un árbol.

"Es muy tierno, ¿verdad?", dijo Axel con una sonrisa.

Era bonito, pero a Naím solo le recordaba cuando estaba colgado en el cesto, miró a Axel y trató de irse otra vez.

Pero Axel volvió a levantarlo.

"¿Quieres que te tome otra foto en el cesto de baloncesto?", dijo riendo.

"Ya bájame, no fue gracioso quedarse colgado"

Naím también comenzó a reírse junto a Axel y lo golpeó en cuanto lo bajó.

...****************...

Dylan fue de compras durante el fin de semana y Naím lo acompañó, volvió a asistir a los entrenamientos nuevamente, iba a realizarse otro partido, pero esta vez sería en otro lugar, quería comprar ropa nueva para poder asistir al partido.

"Este te quedaría bonito"

"Este también"

Dylan tomó varias prendas y continuó escogiendo más.

"¿Tratando de cambiar?"

Naím reconoció la voz de Rosie, era la persona a la que menos quería ver en este momento.

"Sabes que no servirá de nada teniendo esa personalidad", dijo burlándose de Naím.

"Es por eso que Axel no te ve como un omega, aunque si lograras cambiar, no serviría de nada"

Hablaba muy segura de sí misma, Naím la ignoró y continuó buscando ropa.

"Te lo digo para que después no te sientas mal y no te ilusiones", dijo Rosie despidiéndose.

Naím no quería gastar energía en ella y dejó que se fuera, era más importante prepararse para el partido.

Se probó varias prendas que Dylan había escogido, se sentía raro al usar ropa a la que no estaba acostumbrado, pero valía la pena.

"¿Con qué tarjeta pagarás?", preguntó Dylan.

Tanto el padre de Naím como su hermano le habían dado tarjetas de crédito que podía usar como quisiera, como no los usaba, si usaba solo uno ahora, estaba seguro de que no dejarían de molestarlo, así que decidió pagar la mitad con uno y la otra mitad con el otro.

El día del partido, Naím se arregló desde temprano con la ayuda de Dylan y su papá, mientras su padre caminaba de un lado a otro en la sala de estar hablando con su hijo mayor por teléfono sobre Naím.

Cuando el papá de Naím salió de su habitación, Dylan le enseñó el cartel que había preparado.

"¿No crees que es demasiado?", preguntó Naím leyendo el cartel.

En el tenía escrito el nombre de Axel en letras grandes con varios dibujos alrededor.

"Nadie se dará cuenta, después de todo, varios chicos y chicas lo hacen, ¿no es así?"

Para animar a su jugador favorito, varios estudiantes de la escuela llevaban carteles con sus respectivos nombres.

Naím tenía que tomar el bus para llegar a la estación de tren, su padre se ofreció a llevarlo, pero él quiso hacerlo solo.

Cuando llegó, el lugar ya estaba lleno, Naím entró sosteniendo el cartel y fue a conseguir un asiento.

<¿Ya saldrás?>, Naím le envío un mensaje a Axel, era posible que no lo viera al estar ocupado, pero igual lo hizo.

Él respondió, Naím sonrió feliz y le envío otro mensaje deseándole suerte.

Los equipos salieron a la cancha y el partido comenzó, Naím desdoblo el cartel y lo agitó entre la multitud, también sacó su teléfono celular y grabó las jugadas de Axel.

Cada vez que tenía la oportunidad, saludaba a Axel cuando miraba en su dirección, el partido terminó con la victoria del equipo de su escuela.

Naím se acercó para felicitarlo.

"Fue un buen juego, felicidades por haber ganado", dijo con una sonrisa.

"Felicidades, te veías muy bien jugando"

Rosie se acercó también, Naím no la había visto y no sabía que estaba aquí.

"Gracias, por cierto, hoy te ves muy bonita", dijo Axel con una sonrisa mirando a Rosie.

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