Capítulo 11

El examen de Naím resultó ser la mejor nota de la clase, pero él se encontraba más enfocado en mirar los entrenamientos, como los integrantes del equipo ya lo conocían, lo saludaban amigablemente y Naím llevaba bebidas para todos, incluido el entrenador.

"¿Quieres ir a la cafetería a la que fuimos antes?", preguntó Naím.

Ambos volvían juntos de camino a casa, como sería fin de semana, Naím quería invitar a Axel a tomar algo e ir de paseo.

Ahora que era más cercano a él y habían pasado tiempo juntos, Naím tuvo que admitir que Axel le gustaba, era la primera vez que le gustaba alguien, no sabía como describirlo ni que hacer, pero era igual a lo que dijo Dylan, quería pasar más tiempo con Axel, hablar, conocerlo mejor, y esperar que se sintiera de la misma manera que él.

"Bueno"

Axel estuvo de acuerdo, Naím estaba feliz y planeó en su mente lo que harían después, cuando llegaron a la parada del autobús, Naím subió despidiéndose de Axel, planeaba bajar en la primera parada para ir a comprar una nueva tarjeta.

"Yo también subiré", dijo Axel mientras subía.

Él vivía en la dirección opuesta a la de Naím, casi siempre lo acompañaba hasta la parada después de los entrenamientos y se despedía ahí.

"¿A donde irás?", preguntó Naím.

El bus partió, ambos se sentaron juntos y bajaron en la primera parada.

"Hay una tienda por aquí, necesito comprar algo", dijo Axel mientras caminaban.

"¿Quieres que te acompañé?, puedo ir a comprar lo que necesito después"

"De acuerdo, te acompañaré después", dijo Axel.

La tienda a la que entraron era una tienda donde vendían accesorios y maquillaje.

"¿Crees que es bonito?"

Axel le mostró un lindo sujetador de cabello con forma de una rosa, era bonito, Naím no sabía de esas cosas, pero si era bonito, era bueno llevarlo.

"¿Es para un regalo o planeas usarlo tú?", preguntó Naím con una sonrisa.

"Es para un regalo"

Naím pensó que tal vez era un regalo de cumpleaños para algún familiar o amiga cercana, la idea le molestó un poco, pero no dijo nada, no tenía derecho de quejarse.

Axel decidió llevarlo y compró una linda bolsa de regalo.

Luego fueron a la tienda donde Naím escogió una tarjeta para su colección.

"En verdad te gusta mucho el baloncesto", dijo Axel mirando lo que compró Naím.

Él venía a este lugar a veces para acompañar a sus amigos que les gustaba coleccionar estas cosas.

"¿A ti no te gusta coleccionar esto?", preguntó Naím.

"La verdad es que me vi obligado a unirme a un equipo de deporte por mis padres, el baloncesto se me hizo fácil, así que lo escogí, no es que no me guste jugar, más bien, es solo un pasatiempo"

Naím lo miró en silencio, no era quien para juzgarlo, pero de alguna manera, se sintió un poco decepcionado.

"Supongo que la vida es así, a ti no te interesa el baloncesto cuando eres bueno en ello, en cambio, a mí me gusta, pero no puedo jugar"

Su condición no era buena para jugar, se resfriaba fácilmente, además no tenía fuerzas en los brazos para realizar un tiro, aunque sus padres lo inscribieron a una clase de baloncesto cuando era pequeño, al final terminó llorando porque no podía jugar.

"¿Eso es malo?", preguntó Axel con una sonrisa.

"Claro que no, solo me siento mal por mi mismo"

Caminaron por la tienda observando todo, había cosas realmente caras que solo compraban los mayores coleccionistas.

"¿Alguna vez compraste uno de estos?"

Axel se fijó en unos llaveros vintage que costaban mucho para ser un simple llavero.

Naím negó con la cabeza, era muy costoso y tardaría años en reunir el dinero para comprarlo.

"¿Qué hay de éste?"

Axel tomó el llavero que colgaba de la mochila de Naím.

"Fue un regalo", dijo Naím.

Cuando volteó el llavero, tenía su nombre escrito detrás.

"Pero algún día compraré uno de estos"

Naím señaló uno de los llaveros que colgaban del mostrador.

Fue a pagar y se despidieron en la parada de autobús, quedaron para reunirse el fin de semana por la tarde frente a la cafetería donde fueron la última vez.

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Naím se alistó desde temprano escogiendo que ropa ponerse, la mayoría era ropa holgada, pensó que no importaba mientras se sintiera cómodo, pero ahora quería verse mejor, escogió lo más bonito que tenía y se cambió cuidando cada detalle.

Después de terminar de comer, se preparó para salir.

"¿Es una cita especial?", preguntó su papá con una sonrisa viendo a su hijo apresurado y vestido de manera diferente.

"¿Qué cita?"

Su padre que estaba cerca, se asomó para ver a su hijo con un poco de pánico en su corazón.

"No lo molestes", dijo su papá deteniendo a su esposo.

"No llegues demasiado tarde"

Naím asintió y fue a tomar el autobús, todo el camino estaba nervioso pensando que hablar cuando se encontrara con Axel.

Cuando finalmente llegó, Axel aún no había llegado, Naím escogió el asiento cerca de la ventana y esperó.

Después de media hora, pudo ver a Axel desde la ventana caminando hacia su dirección, se veía muy guapo mientras caminaba, Naím sentía como si se quedara sin aliento con cada paso que daba, era como si el tiempo avanzara lentamente mientras Axel se acercaba.

"Perdón por llegar tarde"

Se disculpó tan pronto como entró, Naím asintió.

"No pasa nada", dijo con una sonrisa.

Como Naím aún no había ordenado nada, Axel fue a realizar las órdenes y pidió su bebida favorita con el monito encima.

Cuando llegó la orden, Naím colocó canela encima de su malteada.

"¿Quieres un poco?", preguntó ofreciéndole la canela a Axel.

"No, así está bien", dijo Axel apartando el frasco de canela.

"En realidad, odio la canela, su olor es desagradable"

Naím se quedó pasmado después de escucharlo, apenas pudo hablar después de un tiempo.

"Ya veo", dijo forzando una sonrisa.

Cuando probó la malteada, no pudo sentir su sabor, es más, tenía un sabor muy amargo.

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