Naím volteó con sorpresa por la repentina voz y solo pudo ver el torso de la persona, así que tuvo que levantar la vista más arriba, obviamente se trataba de un Alfa, un jugador del equipo de baloncesto, Axel.
"¿Por qué no entras?", volvió a preguntar con una sonrisa.
Aunque parecía amable, Naím lo miró con sospecha, había aprendido a no bajar la guardia ante nadie, no había excepciones, fue lo que le enseñó su hermano.
Sin escuchar respuesta alguna, Axel volvió a preguntar.
"¿Acaso tienes miedo?"
Era habitual para él ser visto por varios omegas mientras entrenaba junto al equipo, incluso ahora, dentro de la cancha había algunos que se sentaban en las graderías para verlos.
"Si estás asustado, hay más omegas dentro que pueden acompañarte"
"No estoy asustado", dijo finalmente Naím.
La razón por la que no entraba cuando entrenaban dentro, era porque estaba asustado, no podía negarlo, pero no iba a admitirlo frente a él.
Como era un lugar cerrado y no había muchas personas aparte de los jugadores, tenía miedo de estar sentado solo y que lo vieran como un acosador solo por el hecho de ser omega, tenía que mantener su dignidad.
"Entonces puedes entrar, nadie va a comerte"
Volvió a decir Axel con una sonrisa, Naím lo miró con extrañeza por su chiste tan malo.
"Axel, entra ya"
La voz del entrenador llegó desde la cancha, Axel se despidió de Naím con una sonrisa y entró.
Cuando desapareció, Naím se asomó y pensó si sería bueno entrar, después de todo hoy había más personas en las graderías, el sonido del rebote del balón comenzó y Naím entró, pero se quedó de pie cerca de las graderías, no era un lugar que no conociera, pero era especial solo para jugar baloncesto, y no entraba cuando el equipo entrenaba.
El sonido del balón y las zapatillas eran diferentes aquí, el eco que se escuchaba dentro de la cancha era fascinante.
El tiempo pasó rápidamente, ya era hora de volver, Naím miró una vez más la cancha y al mismo tiempo, Axel volteó a ver hacia su dirección y cruzaron miradas, Naím lo miró por un momento y salió del lugar.
Los días pasaron tranquilamente, Naím seguía su rutina habitual, como a Dylan no le interesaba el baloncesto, se iba temprano.
Un día antes del partido, Naím fue a ver el entrenamiento como siempre, de pie al lado de las graderías, solo que esta vez también estaba Rosie.
Naím la ignoró y se enfocó en ver el entrenamiento, el equipo jugaba muy bien, su forma de jugar era tan natural que lo hacían ver sencillo.
Cuando el entrenamiento llegó a su fin, los jugadores fueron hacia las bancas a limpiarse e hidratarse, Rosie se puso de pie y se acercó a Axel dándole una botella de agua, parecían llevarse bien, Naím volteó para salir y se fue.
Camino a casa, Naím fue a su tienda favorita a comprar otra tarjeta, mientras miraba las cosas de las repisas, un grupo de personas entraron a la tienda riendo.
Naím no les prestó atención y continuó mirando las cosas.
"¿No es el pequeño omega que se molestó con nosotros la otra vez?", dijo uno de ellos acercándose a Naím.
"Hola"
Lo saludó y Naím volteó a verlos, eran del equipo de baloncesto, exactamente tres de ellos, entre los cuales se encontraba Axel.
"No soy pequeño, tengo un nombre", dijo molesto.
El alfa solo empezó a reírse.
"Entonces, cuál es tu nombre"
"No es de tu incumbencia"
Naím lo ignoró y continuo mirando por el lugar, pero el alfa seguía molestándolo.
"Ryan, déjalo ya", Axel intervino apartándolo.
"Lo siento", y se disculpó con una sonrisa.
Naím asintió, escogió una tarjeta y fue a pagarlo.
"¿Así que eres un fanático?, debe ser una pena haber nacido como un omega y no poder jugar baloncesto"
Ryan continuó molestándolo incluso cuando fue a pagar, tanto el vendedor como los otros dos Alfas, se sorprendieron por sus palabras, pero Naím habló primero.
"No tanto como haber nacido sin un cerebro, a veces el tamaño no es suficiente para compensar ciertas aptitudes, como por ejemplo, tu vulgaridad"
Con una gran sonrisa, Naím pagó el precio de la tarjeta y salió de la tienda sin mirar atrás.
La tienda que se quedó en silencio, estalló en risas después de que Naím se fue.
...****************...
El día del partido, las graderías estaban llenas, Naím y Dylan también estaban ahí.
"Entiendo que te guste, pero yo voy a aburrirme"
Dylan se quejó, no entendía lo que le gustaba a su amigo al ver una pelota rebotando, además el chirrido de las zapatillas era molesto.
"Puedes mirar tu celular si te aburres, ¿o prefieres volver y pasar clases?"
Como el partido era entre clases, tenían que conseguir permiso para asistir y tener buenas notas.
Dylan no pensaba volver a clases y se enfocó en mirar su celular.
El partido dio comienzo y el equipo contrario anotó un punto rápidamente, eran igual de buenos que el equipo de la escuela.
Los estudiantes empezaron a animar al equipo, Naím también los siguió y gritó levantando un cartel con el nombre del equipo.
Un tiro de tres puntos fue anotado por Axel, los estudiantes se entusiasmaron más, al igual que sus gritos.
Durante casi todo el partido, la vista de Naím se dirigía hacia Axel, era un buen jugador, en especial para los tiros de tres puntos.
El partido terminó con la victoria del equipo.
"Vamos a comer algo, tengo hambre"
Dylan se levantó tan pronto como terminó el partido y se llevó a Naím junto con él.
El entusiasmo de Naím aún seguía, quería quedarse un rato más, pero también tenía hambre.
Mientras salía, pudo ver que una gran multitud de estudiantes se acercaba al equipo para felicitarlos, Rosie también se encontraba ahí y se acercó a Axel para darle una bebida.
Cuando todos se fueron, Naím volvió a la cancha después de despedir a Dylan, el lugar estaba vacío, dejó su mochila a un lado y fue a tomar un balón, el cesto era demasiado alto debido al tamaño de los alfas.
Naím tomó impulso y lanzó el balón, el balón no llegó ni siquiera a la mitad del espacio entre él y el arco.
"Así que después de todo si puedes entrar"
Naím se sobresaltó por la repentina voz y volteó asustado, era Axel quien lo miraba con una sonrisa.
"Siento haberte asustado, olvidé algo, por eso volví"
Caminó hacia la banca, levantó una llave, lo guardó en su bolsillo y se acercó a Naím.
"¿Quieres que te ayude?", preguntó.
Naím estaba realmente avergonzado por haber sido descubierto, no podía salir corriendo como un cobarde y asintió.
Axel tomó el balón y le explicó.
"Tienes que impulsar el balón con tu mano dominante, donde tienes más fuerza, con tu otra mano orienta el balón y lanza"
Su lanzamiento fue perfecto, directo al cesto, Naím miró como el balón rebotaba en el piso después del lanzamiento, esta situación era vergonzosa, además su explicación no fue tan buena.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 67 Episodes
Comments
Yoha D' Boliivarr
eso es muy triste que podemos hacer con solo 1,49 nadita/Sob/
2025-01-06
1
Nekochan
Ese es mi niño, me llena de orgullo 😎
2025-04-01
1
marian Cor
jajajaja esoo es no te dejes
2025-01-30
4