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Tome una botella de whisky y salí sin rumbo a caminar en la orilla, por unos minutos me tuve y sin pensarlo, me metí al agua, quería avisarme de todo, los cachos de Ricardo que ya me llegaban al cielo, el aceptar que me gusta Zoe y no solo me gusta, estoy sintiendo algo por ella, convivir con el que dirán de todas las personas que conozco, siempre mantuve una imagen de mujer intachable en todo, mis padres no aprobarían lo que siento por ella, más allá de eso está el hecho de que ya no aguanto estar con Ricardo y estoy tomando seriamente la decisión de dejarlo, mientras con Zoe, cada día es más interesante, pero me matan lis estúpidos celos, solo escucho en mi mente esa conversación mientras hacemos el amor, "eres mía, -le digo-, lo soy, -responde ella- pero resulta que veo los asquerosos dedos de el, dentro de ella, es mi mujer, "si suena raro" pero lo es y no estoy dispuesta a compartirla, "carajos, me embobe pues", maldita sea, me matan los celos y sé que no le puedo reclamar nada, después de todo, ella ni se imagina como es mi vida de casada, pues nunca la agobio con esos temas.

Durante unos minutos, estuve enferma en mis pensamientos moralistas y en el posible que dirán, cosa que en realidad me importaba muy poco, si ella me aceptaba, pude notar o al menos percibir que alguien me observaba, pero estaba tan ocupada en mi mente, que la verdad no tuve tiempo de averiguar quien era, solo me concentre en lo fría que el agua estaba y por unos minutos, solo éramos el agua, el whisky, el cielo y yo, hasta, que unos delicados brazos envuelven mi cuerpo y unos labios sedientos, dejan un delicioso beso sobre mi espalda semi desnuda, sabia que era ella, pero estoy enojada, los celos me consumen, así que solo tomo sus manos, las retiro de mi cuerpo y más preámbulo, me aleje un poco, lo siento, -murmuro ella entre dientes- ¿por qué lo sientes?, -le pregunté -, sé que estás molesta por lo que pasó hoy en la tarde, -respondió sin mirarme-, ¿molesta yo? Pregunté sin poder ocultar el hecho de que en realidad estoy muy molesta, pero no puedo reclamar nada -pienso-, no soy quien para reclamarte Zoe, -respondí dejando notar mi evidente molestia -, la vi voltear a otro lado mientras bajaba la mirada, parecía sentirse mal, asasí como niña regañada, pero básicamente es cierto, no estoy en el derecho de reclamarle nada y notoriamente ella estaba más que consciente de que me había decepcionado y eso sin dura era mucho peor que estar molesta, pero no podía dejar de pensar que esto no era una relación común y corriente, éramos amigas con derechos y estábamos metiendo mucho en este juego.

Un juego que me estaba gustando más de la cuenta, ya no era una simple curiosidad, ya había involucrado celos, estaba cruzando mi propio límite y no tenía claro que era lo que ella sentía por mí, la vi acercarse una vez más a mí, recorriendo mi abdomen, haciendo caer en la tentación, esa en la que solo ella me hace caer, por unos segundo, se perdió dentro de mi traje de baño, haciéndome vivir el perfecto placer de sus toques, beso mi hombro y mi espalda, sus dedos se perdieron en mi cabello, la escuche suspirar mientras que mis labios reaccionaron en un beso sobre los suyos y nos hundimos en caricias mutuas bajo el agua, sabía de sobra que este encuentro era rápido, pues ellos llegarán en cualquier momento y quizás eso sería el fin de mi relación, la verdad no me importa mucho que digamos, eso en algún momento pasará y nadie lo podrá evitar, aunque pensándolo bien, no es ni tan mala idea que Ricardo nos encuentre a ella y a mí en la cama, eso podría agilizar un poco las cosas, una vez más, me volví a entregar a ella sin pensar en nada ni en nadie, ella besó mis labios y al separarse de mí, la oí decir, "desde hoy seré tuya y solo tuya", no voy a decir que no me justo como suena eso, porque sería mentir y no le veo la lógica a mentirle al corazón, por unos minutos continúe en el agua, debía pensar que hacer o decir para mandar a Ricardo a la chingada china sin lastimarlo.

Al rato subí a la habitación, me quite la ropa mojada y fui bajo la ducha, al salir seque mi Cuerpo y coloque mi bata de seda, sus palabras no dejaban de revolotear en mi mente, un mensaje me saca de la lucha que tienen mis pensamientos en este momento, "te veo mañana para desayunar juntas, le respondí que estaba bien, segundos después, la puerta se abrió, Ricardo llegó y le informe que había planes de día de chicas, a lo que no se opuso y realmente si lo hacía, me valía un rebanado cacahuate, igual iría con ella, el solo asintió y dijo que buscaría que hacer con. Su amigo, le dije que me daba igual.

...........

Al día siguiente, desperté temprano como siempre, tome una ducha, me arregle de manera cómoda y llegó su mensaje, "te espero en el lobby para desayunar juntas" ok está bien, me termino de arreglar y bajo.

Al llegar, no se en qué momento ella me robó un beso, a lo que obviamente se me escapó una sonrisa cómplice al corresponderle, me dio el desayuno, me sorprendió mucho que ella preparara justo mis frutas favoritas, se nota que me conoce bien y eso hasta cierto punto da un poco de miedo, le agradeci con una sonrisa e inmediatamente veo que su rostro cambia y volteo a ver que pasaba, solo vi que ricardo estaba mirando lo que hacíamos, asi que le dije a zoe que me esperara unos segundos y me acerque a él, ¿que necesitas?, -pregunte-, nada, solo veo que ustedes son muy fraternas,-me dice- no es tu problema, -respondo- ve con tu amiga, luego lo hablamos, -dijo el-, es que pienses lo que quieras, hagas lo que hagas, igual iría con ella, pues no te estoy pidiendo permiso, me volteo y voy con zoe

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