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Había pasado el día entero y si bien le escribí, no fue para que ella se sintiera grande con ese hecho, lo hice, por qué supe que fue Ricardo quien respondió y sin mi permiso, pero en fin... Es historia de otro día, como diría ella, soy más del tipo de persona, o mejor dicho, estoy siendo el tipo de persona que se adapta al trato que le dan, puedo ser una basura con y quién quiero, puedo ser un amor, también puedo verte y hacer de cuentas que jamás te he visto y así me muera por hablarte, simplemente no lo hago, pero por muy idiota que me pueda portar la mayoría de las veces, sé reconocer cuando las cosas no están bien y simplemente, buscaré la manera de solucionarlo, pero si solo ignorarás mi manera de ser o pensarás que tienes el derecho de pisotear mis sentimientos, ten por seguro que seré igual o peor que tú, si me olvidas, simplemente te olvidó, le es escribí disculpándome, ella responde unas 7 u 10 horas después, no puedo negar que por un momento me enoje, pero luego entendí algo, que quizás me guarde para más a delante, ¿te veo hoy? -pregunto ella-, claro! -le respondí

minutos despues, me estaba mandando la dirección de un hotel exclusivo, sonreí un poco al ver la dirección, pero antes de irme, recordé que debía esperar un proyecto, así que lo esperé, luego de que me entregaron lo que esperaba, tome las llaves del coche y salí en busca de ella, al llegar, toque a la puerta, ella abrió y me jalo hacia ella, me besa con hambre, lo cual obviamente correspondo de la misma manera, mis manos se posicionaron en su cuerpo casi desnudo y aún mojado, no lo voy a negar me calente rapidito, ella causa tantas cosas en mi que aun, para ser sincera, no logro resolver el enigma del por qué, lo que tengo bien claro es que ella me encanta y tocar su piel, hacerla mía, para mí es un completo placer que no pienso desperdiciar.

Mis manos jugaban con su pecho, mis labios mordían los suyos, no hubo un solo rincón de su cuerpo, que no tocaran mis labios, mis dedos jugaban en sus muslos, su zona estaba tan humedad que no podía evitar más placer al oírla gemir, ella me jalo al sofá, haciendo que me sentara mientras quitaba mi ropa, yo solo deje caer su toalla y mordí mi labio inferior al ver ese cuerpo tan divino, el mismo que estaba a punto de volver a devorarme, ella rio de lado y se subió a mis piernas, mordí levemente su cuello, una de mis manos jugaban a marcar sus pechos y la otra marcaba su zona, su humedad me enloquecía, así que como pude, me volteé, dejándola abajo de mí, pegue mi cuerpo por completo al de ella, quedando entre sus piernas, mientras ambas movíamos nuestras caderas y ahogamos nuestros gemidos en un profundo y apasionado beso, pero aún quería explorar más, hacerla aún más mía, así que la lleve a la cama y entre juegos esparcidos, los minutos, sé nos hicieron horas, la tarde se hizo noche, la noche madrugada, no me queda claro, solo se que del agotamiento, me quedé dormida, abrazada a ella.

Al abrir los ojos, ella estaba abrazada a mí, acomode su cabello atrás de su oreja, acaricié su rostro, ella abrió sus hermosos ojos, le dejé un cálido beso en sus labios y nos fuimos a la ducha, por una noche completa me volví a olvidar de absolutamente todo lo que me rodeaba y no tenía que ver con ella, eso incluye a mi esposo, ambas nos arreglamos, tomamos nuestras cosas y salimos en direcciones opuestas, yo a la oficina y ella a su universidad, al llegar a mi trabajo, al cual llegue muy temprano, me cambie de ropa, gracias a dios siempre guardo un cambio, por si acaso y ese era el caso, me arregle antes de que todos llegaran, y me puse a revisar los mensajes del teléfono el cual estaba en modo avión, era algo extraño, porque nunca lo pongo en esa modalidad, pero no me detuve a pensar nada, al quitar la opción, llegaron los mensajes y las llamadas perdidas de Ricardo, ¿dónde estás? ¿Estás bien? ¿Paso por ti? Estoy preocupado… Y pare de contar, eran tantos, que solo le di a vistos y los ignoré.

Al rato el llegó a mi oficina, ¿así que es aquí donde estás?, -me dice en tono preocupado- si! Aquí estoy ¿qué sucede?, -le pregunto- eres hasta un poco descarada al preguntarlo de esa manera, yo aquí preocupado por ti y tú a saber donde rayos y con quien estabas?, -me dijo- lo miro y le digo, no seas patético Ricardo, limpia tus falsas lágrimas, solo estuve aquí, quería olvidarme de todo por un día, ¿tan malo es? -pregunto-

No es eso Renata, se trata de que tú no acostumbras a hacer ese tipo de cosas y menos sin avisar, casi llamo a la policía, -me dice- no era necesario ya te lo dije, pero ahora que lo mencionas, no se siente mada bien cuando te hacen las cosas que tu haces, el karma existe cariño, de seguro hoy te tica visitar a tu prima, tranquilo, ve con calma, que yo me ire de pijamada con mi amiga, -le dije de manera ironia mientras el solo se dio media vuelta y salio de la oficina-

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