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Ella parecía estar sorprendida y metida en sus pensamientos, que a decir verdad, quizás sean tan moralistas como los míos, pues recuerdo que me llegó a decir que nunca había llegado a nada con una mujer, lo cual se entiende, yo no he llegado jamás a nada con una chica, ni me han tocado, nunca me pareció adecuado, pero básicamente ella supera mis esquemas, mientras mis labios tocan los suyos, la escucho jadear e incluso gemir y temblar un poco, lo que me abrió pasó a dejar de pensar y solo centrarme en ella, mi lengua danzaba junto a la de ella y entre juegos y toques, nuestros cuerpos sé pegaban más, con cada segundo que pasaba, nuestra respiración se agitaba más y más, el beso se tornaba cada vez más profundo y lleno de deseo por ambas partes.

Mis manos no paraban de tocarla, si cuerpo era un divino placer, que sin pensarlo debía explorar, sus manos se posicionaron en mi cuello, dándome el permiso que necesitaba, un rato impulso dentro de mi, posicionó mi mano en sus piernas, las cuales no dude en acariciar, así que solo me deje llevar, mientras sin pensarlo jugue con sus muslos, y apretaba con lujuria su trasero, me subia al cielo con cada gemido que yo le ocasionaba.

¡llegó un segundo en el que nos separamos por falta de aire, solo la mire con placer y mordí mi labio inferior al recorrerla con la mirada mientras mi respiración se agitaba, ella se acercó un poco más a mí, mientras miraba mis ojos, solo escuché un susurro, ¿qué me está pasando contigo?, -dijo ella un poco agitada- ¿a qué te refieres?, -pregunte agitada también, mientras lamia mis labios- me gustas, pero no sé de qué manera, -dijo ella- yo solo sonreí y exclamé «También esto es nuevo para mí, pero no me quiero quedar con las ganas de saber que hubiese pasado si! Solo déjame mostrarte lo que puedo hacer, dame tu permiso y haré que te olvides de todo».

Ella me miro con dudas mientras acaricié su rostro, sonreí al verla asentir, no sé si luego me arrepentiré de esto, no sé si soy o no soy lesbiana, solo sé que ella me gusta y no pienso perder la oportunidad, la bese con más ganas, mientras subí un poco su falda, mis se** rosaban los de ella, mis dedos se abrieron paso en una cavidad profunda y húmeda, ni yo podía creer lo que estaba haciendo, pero no pensaba detenerme, ella gemía en mis labios mientras solo entraba y salía de ella con placer, ella tocaba mis se** y mi piel se erizaba, ardiendo en deseo por ella, nunca había sentido esa corriente eléctrica, que ella estaba ocasionando en mí y para ser sincera, me gustaba mucho, mi mente explotó cuando sus dedos llegaron a mi espalda baja, ambas estábamos envueltas en ese mar de pasiones que nos volvía locas la una por la otra, parecíamos un par de adolescentes teniendo una experiencia divina en un lugar público, mi mente solo la escuchaba a ella, ah~

En ese momento nada ni nadie, solo éramos ella y yo, al cabo de un rato, ambas llegamos al cielo u al infierno, aún no me queda claro, ella murmuró diciendo "Dios" mientras alcanzaba las estrellas, yo solo sonreí con un poco de arrogancia, ella estaba sonrojada por el toqueteo y sonrió divertida, por lo que acababa de pasar y justo cuando mis dedos salieron de ella, la puerta sonó, -toc, toc- y ambas nos alejamos rápidamente, lavamos nuestras manos, reímos con un poco de complicidad, abrí la puerta y fuimos por nuestras cosas, para dirigirnos a la salida, ¿luego de aquí para donde vas?, -pregunte-, iré a mi casa, -dijo ella-, ¿te llevo?, -pregunte- ella me miró un poco divertida mientras asiente.

Durante el camino, la cosa se hacía más tranquila en el ambiente, más no en mi mente, no podía dejar de pensar en lo que habíamos hecho, mirar sus piernas mientras manejaba, me desconcentraba un poco, "ya concéntrate" -gritaba mi mente- tome el control de mi mente y solo me relaje al verla relajada, no puedo negar que me preocupaba un poco lo que estuviera pasando por su mente en pocos segundos, llegamos a casa, mire a los lados, no quería dejar que eso se nos olvidara y la verdad queria más, sentia que me faltaba explorar y marcar su cuerpo por completo, así que al bajar del auto, me le acerque y le dije, mi marido no viene hoy, ¿quieres un trago?

Nota de autor: les agradezco a todos por el apoyo y les invito a leer la historia según Zoe en el siguiente perfil

Sin más que decir, pronto subiremos el siguiente capitulo, para que estén atentos

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