Capítulo Nº19

Fuera de la clínica, la noche está fresca, los sonidos del viento se camufla con los ruidos de la ciudad, Dante observa por un momento las calles y luego saca su celular y llama por una línea privada a su amigo Gino, que está en la base dirigiendo la misión y sabe que tiene los radares a su disposición.

⎯ Hola Dante.

⎯ Hola Gino.

⎯ Amigo ¿cómo te fue?¿Llegaste a tiempo?⎯  pregunta preocupado.⎯ ¿Cómo está tu abuela?.

⎯ Si Gino, llegue a tiempo. Todo está bien y mi abuela está resistiendo como una guerrera, pero te llamaba por otra cosa.

⎯ Dime, tienes mi atención.⎯ deja de teclear y mira a su alrededor.⎯ Habla.

⎯ Tengo una misión y necesito tu ayuda, es algo personal.

⎯ ¿De qué se trata?

⎯ Necesito ubicar a Bianca.

¿Tienes algún número de teléfono que me puedas enviar?

⎯ Sí, ahora te lo paso, es su antiguo celular, no sé si aún lo conserva.⎯ Dante le manda por mensaje el número.⎯  Dime ¿cuánto tiempo te llevará localizarla?

⎯ Estoy en eso, dame cinco minutos, se están activando las antenas de su compañía telefónica, si está en esa ciudad sólo tomará unos minutos, y si cambio la línea podre localizarla con sus datos personales.

⎯ Está bien, llámame cuando tengas alguna novedad.

⎯ Dante espera, ya la encontré.⎯ el joven soldado sonríe y lleva su lápiz a la boca.

⎯ ¿Tan rápido?⎯ sé sorprende por la eficacia de su amigo.

⎯ Amigo, por algo soy el mejor en mi trabajo.⎯ afirma orgulloso⎯  No hay otro Gino que se iguale a mi. Además fue fácil, ella conserva su número, pero bloqueo a toda la familia.

⎯ Deja de halagarte. ¿Dónde está?⎯ escuchar que ella no quiere saber nada con ningún miembro de la familia le molesto.

⎯ Está en un bar a las afueras de la ciudad, te paso la dirección.

Gino le envía la dirección y el nombre del bar por un mensaje. Dante se sube a la camioneta de su padre y va hasta ese lugar. Al entrar el olor a cigarrillo y alcohol impregna las fosas nasales del joven y una mueca de desagrado se forma en su rostro. Lentamente se abre paso entre la multitud hasta que reconoce a Bianca, que está limpiando una mesa, entonces se acerca a ella y sin saludar se sienta a la mesa y le ordena.

⎯ Tráeme una cerveza y ven a conversar.

⎯ Lo siento guapo, si quieres que me siente contigo tendrás que pagar quinientos euros, Si quieres ir conmigo al privado son mil y si quieres pasar toda la noche teniendo buen sexo serán cinco mil.

Dante no podía creer que Bianca se ofreciera de esa manera y muchos menos que no lo reconociera, entonces la agarra del brazo con fuerza suficiente como para no lastimarla y comienza a caminar hacia la puerta, pero un hombre de seguridad lo detiene al ver que la joven se queja y golpea con su mano libre el pecho de su secuestrador.

⎯ ¿ A dónde la llevas?⎯ lo intercepta cruzando sus brazos en señal de amenaza.

⎯ No te metas o te vas a arrepentir.

⎯ Bianca ¿lo conoces, está todo bien?

La joven lo mira de arriba a abajo y niega con la cabeza. Entonces el seguridad intenta golpear a Dante, pero este lo esquiva y le hace una llave que lo inmoviliza y muy despacio en su oído le dice.

⎯ Te lo diré una vez más, no te metas. Esta mocosa es mi hermana y ahora mismo se va de este lugar o te romperé el brazo y no solo eso enviaré a la policía y en unos minutos te quedas sin trabajo.

⎯ De acuerdo.⎯ responde el hombre.⎯ Pueden irse.

Dante lo suelta, agarra a Bianca otra vez, pero esta vez con más suavidad toma su mano y la guía hasta la calle.

⎯ Ya basta, suéltame. Solo bromeaba contigo.⎯ Bianca intenta zafar de su agarre, la sensación que le transmite su contacto es insoportable y su corazón palpita demasiado aprisa.⎯  Te reconocí apenas entraste por la puerta, además acá no vienen nunca soldados con uniformes.

⎯ ¿Dime por qué lo haces? ¿Por qué te ofreces como una cualquiera?

A Bianca le dolieron esas palabras y con todas su fuerzas lo comenzó a golpear y sus lágrimas cayeron sin poder controlarlas.

⎯ Te odio, te odio con toda mi alma. No escuchaste lo que te dije, sabías que eras tú, maldito infeliz, no sabes cuanto te odio. Solo bromeaba, no soy una cualquiera.

⎯ No te creo.⎯ él sostiene sus puños y la mira a los ojos, con una mano libre seca sus lágrimas.⎯  No creo que me odies, al contrario creo que sientes algo por mi y que no lo puedes controlar.  Por eso huyes.

⎯ Yo huyo ¿ me hablas en serio? Yo no me fui por cinco años, yo no abandoné a la familia.

⎯ ¿A no? Entonces ¿ por qué no estás en el hospital acompañando a la abuela?

⎯ ¿ Que tiene la abuela?⎯ pregunta un poco más calmada y él la suelta.

⎯ Se está muriendo de tristeza y quiere verte.

Bianca se sienta en el piso y comienza a llorar, Dante se sienta junto a ella y la abraza. Luego de unos minutos le confiesa

⎯ Extrañaba tenerte así.⎯ y ella lo mira asombrada.⎯ Protegerte, como cuando éramos pequeños. ¿Dime que cambio?¿Por qué me alejaste de tu vida?

⎯ Dan, será mejor que vayamos al hospital.⎯ ella intenta cambiar el tema.

⎯ Primero contesta mi pregunta.

⎯ Todo cambió, crecimos y todo fue diferente, los sentimientos cambian con el tiempo.

⎯ Los míos no, por más que lo intento no puedo hacer que cambien. Sigo sintiendo lo mismo que el primer día que te conocí.

⎯ Ese es el problema, no se puede sentir algo así, somos primos, hermanos o …

⎯ O nada, no nos une la sangre. Yo te amo.⎯  confiesa y con su mano levanta su barbilla y la mira a los ojos.⎯ Y no lo puedo evitar, ya lo he intentado todo y nada funciona.

⎯ Tu papá es Renato y él es mi tío.

⎯ Pero Renato es adoptado y la abuela nos apoya.⎯ comenta a medida que se va acercando más a sus labios.⎯ Y yo muero porque nos demos una oportunidad.⎯ Dante se apodera de los labios de la joven, su beso fue torpe y él se sorprendió, ya que al trabajar en un bar se imaginó que ella era muy experimentada. Cuando al fin se separan, el corazón de ambos estaban agitados y resonaban en el silencio de la noche.

⎯ Dan, esto no puede ser, está mal.

⎯ Dime que no sientes nada y te dejaré ir.

⎯ No puedo decirte eso.⎯ responde y llora sobre su pecho.⎯ Yo también te amo, pero esto no puede ser.

⎯ Veraz que si.⎯ él la abraza.⎯ Solo debes confiar en mí.

Dante vuelve a besar los dulces labios de Bianca y siente que está soñando, no quiere separarse nunca más de ella, hasta que las voces del guarda de seguridad los interrumpen.

⎯ Asquerosos, son hermanos y se besan.

⎯ ¿Quieres que te parta la cara infeliz?⎯ le grita Dante enojado.⎯ Mejor metete en tus asuntos.

El hombre regresa al bar y Bianca se levanta, entonces recuerda que está vestida con el uniforme del lugar, que solo tapa alguna que otra parte de su cuerpo y tiene puesto un delantal minúsculo, entonces decide que lo mejor es ir a su departamento a cambiarse y Dante está de acuerdo.

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