Capítulo N°3

Renato y Helen estuvieron media hora encerrados en el cuarto haciendo el amor, como el primer día, pero ahora con seguro en la puerta y mucho más rápido, ya que su hija espera por ellos. Luego de ducharse bajan a la sala, donde la pequeña está hablando con Hércules, su fiel mascota, que a pesar de estar más viejo aún sigue cariñoso y desobediente como siempre y haciendo de las suyas.

Bianca está muy seria y el perro escucha con atención cada una de sus palabras como si realmente comprendiera lo que le dicen.

⎯ Ahora que mis papitos van a tener otro bebé, tú tienes que hacer caso. Nada de ensuciarte, ni querer que mamá te bañe. ¿Entendido?⎯ dice con sus dos manos en la cintura en forma de jarra y su semblante serio.⎯ ¡ Vas a ser un perro muy bueno! ⎯ la niña agarra al perro de la cara le da un beso y luego lo abraza.

⎯ Creo que debemos hablar ahora con ella.⎯ susurra Helen.

⎯ Tienes razón. Voy por las fotos.⎯ le contesta Renato al oído y se apresura a bajar.

⎯ Te espero en el sillón.⎯ Helen se acerca a Hércules le toca su cabeza y alza a su pequeña.⎯ Ven mi amor tenemos que hablar.

⎯ ¿Papá te ayudó a hacer un hermanito?¿Ya te dio la semillita?

⎯ A veces las semillitas no funcionan.⎯ le comenta Helen y la niña piensa por un momento.

⎯ Vamos a comprar otras, seguro la venden en la farmacia.

Helen abraza a su niña y no puede evitar reírse por su ocurrencia, es tan inocente que la ama con locura.

⎯ Ahora cuando regrese papá del estudio, te vamos a contar una historia.

⎯ Me gustan las historias.

⎯ Lo sé. Pero esta historia es un poquito triste.

⎯ Helen aquí estoy.⎯ llega Renato y se sienta junto a ella y las abraza.

⎯ Bianca, sé que tienes muchas ganas de tener un hermanito.⎯ comienza a hablar Helen.

⎯ Yo quiero una hermanita.⎯ interrumpe a su madre.

⎯ Bueno corazón, eso no puede ser posible, ya que mi pancita no está bien y no puede tener bebés.

Hace unos años, Helen había consultado si era posible ser madre, pero la repuesta que recibió fue desbastadora, el aborto que le realizaron fue tan invasivo que dañaron las paredes de su útero de una manera irreparable, ella nunca podría tener un niño en su vientre.

⎯ ¿Yo te lastime?⎯ pregunta triste y tocando la panza de su mamita.

⎯ No, mi amor. Tú estuviste en una pancita hermosa, que te cuido hasta que naciste.

⎯ Hija, ¿sabes que yo no salí de la panza de la abuela Abril? Que soy adoptado.⎯ interviene Renato.

⎯ Sí, la abuela me contó muchas veces esa historia, me dijo que te fue a buscar a un hogar y después tuvo a su hija Abi.

⎯ Bueno, hay algo que no te hemos dicho.

⎯ ¿Me sacaron de un hogar?⎯ murmura angustiada.⎯ ¿Soy adoptada?

⎯ Mi vida, nosotros en realidad somos tus tíos, tu mamá era Abigail mi hermana.⎯ Renato, saca las fotos de cuando Abi estaba embarazada.⎯ Ves, en está pancita tu creciste y cuando ella murió nosotros te cuidamos y te criamos como nuestra hija.

⎯ ¿Ella es mi mamá?⎯ pregunta acariciando la foto.⎯ ¿Y me quería?

⎯ Muchísimo, por eso te dejo con Helen y conmigo.

⎯ ¿Ahora ya no van a ser mis papitos?⎯ los mira triste y con lágrimas en sus ojos.

⎯ Princesa, siempre seremos tus papitos y siempre serás nuestra hija. Esto no cambia nada.⎯ responde Helen, secando sus rostro humedecido.⎯ Gracias a ti, yo soy feliz. Eres mi luz, mi amor, mi todo. Te amamos bebé con todo nuestro corazón.

⎯ Yo también los amo.⎯ dice y los abraza.⎯ ¿Podemos buscar una hermanita en un hogar?⎯ interroga de repente como si fuera la solución a todos sus problemas.

⎯ Lo pensaremos.⎯ Renato contesta y Helen lo mira sorprendida ya que no han hablado del tema.

⎯ Gracias, son los mejores papás del mundo.⎯ expresa feliz y sube a su cuarto con la foto de Abigail en su mano.

Una vez que se encuentran solos, Helen mira a su esposo y mientras limpia su nariz con un pañuelo descartable le pregunta.

⎯ Renato, ¿en serio quieres adoptar?

⎯ Amor, cuando compramos esta casa lo hicimos con la idea de adoptar varios niños y nunca más hablamos de eso, ahora creo que es el momento indicado. ¿Qué dices?

⎯ ¡Que sí! Agrandemos nuestra familia.

Renato está contento, ya que sus dos amores, volvieron a sonreír, en realidad hace tiempo que quería proponerle a Helen adoptar a un niño pero no se animaba a confesar sus ganas de ser padre nuevamente.

La familia se reunió como todos los domingos y Bianca no apartaba los ojos de un cuadro donde Abi está con un conejo en sus brazos y tiene la misma edad que ella. Abril la observa y le dice

⎯ ¿Quieres un conejo?

⎯ No abuelita, solo estoy mirando a mi mamá, tiene mi mismo rostro, no me había dado cuenta.⎯ la niña comenta como si nada y Abril se sorprende.

⎯ ¿Ya te dijeron la verdad?

⎯ Sí y estoy contenta porque tengo dos mamás.

Entonces la pequeña sale corriendo al jardín y va a saludar a su padrino Lolo, que está con su novia, una chica morena muy dulce que trabaja en un zoológico, ya que es veterinaria.

⎯ Padrino, quiero ir al zoológico de Cecilia.

⎯ Bueno, iremos la próxima semana, hoy tengo cosas que hacer.⎯ le promete Lolo y la alza en sus brazos.⎯ Eres mi niña consentida.

⎯ Y tu mi padrino favorito.⎯ la pequeña lo abraza y no lo quiere soltar.

La familia se puso al día con todas las novedades de la empresa hasta que Lolo los sorprendió anunciando su compromiso, así que el trío dinámico comenzó con los preparativos de la cena de compromiso, pero esta vez incluirían a la madre de la novia.

⎯ Padrino esa noticia no es muy linda.⎯ dice celosa la pequeña, ya que siempre estuvo su tío Lolo solo para ella.

⎯ ¿Por qué no?

⎯ Porque ahora le darás tu semillita a Cecilia y tendrán muchos bebés.⎯ responde muy seria y Lolo se atraganta.

⎯ Ven aquí princesa.⎯ Facundo la alza en su brazos y mira a los padres asombrado por lo que acaban de escuchar.⎯ Tú siempre serás la consentida de la casa.

⎯ Sí abuelito, pero ya se que los papás…

Renato al ver la cara de todos en el salón por la ocurrencia de su hija y como la pequeña quería seguir con su explicación interrumpe sin previo aviso.

⎯ Bueno, ya que es momento de dar anuncios. Quería contarles que con Helen vamos a adoptar un hermanito para Bianca.

⎯ Papá, les dije que quiero una hermanita.

⎯ Bueno, ya veremos.

Luego de hablar Facundo se acerca a Renato y discretamente le pregunta.

⎯ ¿ Cómo sabe de la semillita?¿ Acaso los vio?¿Traumaron a mi nieta?

⎯ No papá, ¿ cómo puedes pensar algo así? Solo ustedes trauman a los hijos. En casa las puertas tienen seguro y a diferencia de ustedes, yo si me acuerdo de cerrar.

⎯ ¿Nunca olvidaras ese episodio?

⎯ Jamás, me traumaron.

⎯ De acuerdo pero ahora contesta mi pregunta.

⎯ En el colegio un amigo le explico cómo es que va a tener un hermanito. Eso es todo.

⎯ Me alegro y sigue usando seguro.

Después de que la familia recibiera la noticia con gran alegría Abril, llevó a Bianca a la habitación que era de su madre, ella desde que murió Abigail no entraba en ese lugar, las cosas estaban intactas. Su cama conservaba su aroma y en su tocador había varias fotos pegadas en el espejo, todo eran en colores claros y muy femeninos.

⎯ Mira, esta era tu mamá cuando nació.⎯ dice señalando una foto donde Abril la sostenía en brazos y toda la familia estaba alrededor de la cama en el hospital.

⎯ ¿Puedo tocar sus cosas?

⎯ Sí.

La niña abre un cofre donde hay varias pulseras, y relojes. Luego abre un perfume y se pone un poquito en su cara.

⎯ Tiene rico olor, ¿mi mamá lo usaba?

⎯ Sí, era su preferido.

⎯ Me gusta, ¿me lo puedo quedar?

⎯ Sí, mi amor. Todo lo que hay aquí es tuyo.

⎯ Gracias abuela.⎯ contesta y abraza a Abril, ella al sentir el aroma a rosas en la piel de su nieta por un instante se conecta con su hija.

A partir de ese momento  cada vez que la pequeña iba a la casa de sus abuelos se encerraba en la habitación de su madre y usaba todas sus cosas. Helen al principio sintió algo de celos, pero luego se dio cuenta que ella siempre sería su mamá.

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