Capítulo Nº16

Los años fueron pasando y lo peor de todo es que Dante no cumplió con su promesa, jamás regresó  a su hogar y eso destrozó el corazón de la familia, para colmo las cosas con Bianca cada día se ponían más tensas, hasta que una día en la mansión volvieron a discutir y los gritos retumbaron en las blancas paredes y todo se fue de las manos.

Helen entró a la habitación de la joven, afuera el día estaba precioso, pero Bianca no se levantaba, la familia ya habían almorzado y sin embargo de ella no tenían noticias. Helen suspiró y con mucho paciencia le hablo

⎯ Bianca, ya es tarde, debes levantarte.⎯ le habla con cariño, mientras abre las cortinas para que la habitación se ilumine, luego se sienta en la cama y acaricia su espalda.⎯ Hoy abren las inscripciones para la universidad, es momento de que te anotes en alguna carrera. Ya pasó un año de tu graduación.

⎯ Basta, sal de aquí.⎯ respondió malhumorada y moviendo su cuerpo dentro de las mantas.⎯ Quiero dormir, cierra esa maldita cortina.

⎯ Hija, tienes que pensar en tu futuro.

⎯ Tú no eres mi madre, no te metas en mi vida.⎯ contesta y se incorpora en la cama, Bianca tiene ojeras señal que se acostó muy tarde y el maquillaje corrido.⎯ Ve con tus niños mimados.

⎯ Me meto porque me importas. ¿No entiendo qué cambió entre nosotras?⎯ suspira resignada y harta de tener siempre la misma conversación.⎯ Yo te quiero.

⎯ Todo cambió, absolutamente todo, hasta mis sentimientos por ti, ya no eres mi madre y nunca lo volverás a ser.

⎯ Hija no puedes decirme eso.⎯ Helen sintió como su corazón se rompió en mil pedazos.

⎯ Helen.⎯ Renato entra a la habitación, él sin querer había escuchado parte de su conversación y no iba a permitir que nadie trate mal a su mujer, sin importar quién sea, Helen estaba por encima de todos.⎯ Amor, no insistas, si ella no quiere estudiar, que no lo haga, pero a partir de ahora no tendrá más nuestro dinero. Tiene edad suficiente para trabajar. Si es capaz de ir de fiesta en fiesta y volver a cualquier hora, es lo suficientemente adulta para mantenerse. Si no quiere saber nada más de nosotros, ya no la detendremos puede irse de está casa cuando quiera.

⎯ Tengo el dinero de mi verdadera madre.⎯ Bianca se incorpora de la cama, se para junto a él y lo mira desafiante.⎯ Ella me dejó una herencia, mi abuela me lo dijo.

⎯ Ese dinero lo manejo yo y hasta que no demuestres que eres lo suficientemente responsable no tendrás ni un solo centavo, mi hermana trabajó mucho para tener su fortuna y una niña malcriada no la va a desperdiciar.⎯ Renato está firme en su postura.⎯ Ahora o vas a trabajar o te inscribes en una carrera.

⎯ Los odio, los odio a los dos. Ustedes arruinaron mi vida.

⎯ Dinos ¿Cómo te arruinamos la vida de una buena vez? Porque con Helen hemos hecho hasta lo imposible para que seas feliz y nunca te faltó nada.

⎯ Ustedes me mintieron, nos mintieron a todos.⎯ comienza a llorar.⎯ ¿Creían que nunca averiguaría la verdad?

⎯ ¿De qué hablas?

⎯ De Dante, ya sé que es tu hijo biológico y se lo has ocultado a todo el mundo.

⎯ Hija, ustedes eran muy pequeños para contarles la verdad.⎯ interviene Helen.⎯ Pero si eso te molesta, podemos hablar con todos.

⎯ Helen, eso no es necesario.⎯ Renato mira a su mujer y niega con la cabeza.

⎯ Amor, ya es hora de decir cómo fueron las cosas.

⎯ No, además Dante sabe parte de la verdad y la acepto. No tiene que saber el resto de la historia.

⎯ ¿Dan sabe que eres su padre?⎯ preguntó asombrada la joven refregando su rostro.

⎯ Sí.⎯ contestó fríamente Renato y sale de la habitación, entonces Helen lo persigue.

⎯ Renato espera.⎯ ella lo agarra del brazo y lo detiene.⎯ Piensa solo por un momento, si con decir la verdad recuperamos a nuestra hija ¿Por qué no hacerlo?

⎯ Helen, entiende, no le diré al muchacho que su madre me drogó y que yo ni siquiera la conocía. Prefiero que siga creyendo que Camila era una buena persona.

⎯ Tienes razón. Demasiado él ha guardado el secreto todos estos años, desde que llego a la casa.

En la habitación Bianca escuchaba detrás de la puerta y sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer que Dante siempre supo la verdad y nunca le dijo nada. Mira todo a su alrededor y comienza a juntar sus pertenencias. No piensa quedarse ni un día más en esa casa.

Al bajar las escaleras, la familia está reunida en la sala, Catalina es la primera en ver su bolso y la valija.

⎯ Bianca ¿A dónde vas?⎯ interroga Cata que durante toda la discusión  se mantuvo al margen aunque escuchaba los gritos.

⎯ Me voy, en esta casa guardan muchos secretos.⎯ ella se acerca y abraza a su hermana, al separarse la mira a los ojos y la aconseja.⎯ Te recomiendo que busques a tu padre biológico, seguro es mejor que ese par de impostores.

⎯ No es necesario. Helen y Renato son mis padres, no me importa conocer a nadie más.

⎯ Yo iré a buscar a mi padre.⎯ Bianca está decidida a apartarse de está familia y comenzar una nueva vida.

⎯ Bianca escucha.⎯ Renato trata de calmar un poco las cosas, al ver a su mujer devastada.⎯ Hablemos.

⎯ No quiero hablar con ninguno de ustedes, ya no sé si me van a decir la verdad, ya no confío en nadie.

⎯ Hija, tu padre…

⎯ No Helen, no me digas nada. Yo sola lo buscaré. No quiero saber nada más con ustedes.

⎯ Basta, tú eres mi hija y si no te gusta eso, te puedo tratar como mi sobrina, pero no dejaras de ser parte de esta familia.

⎯Tú no eres mi tío, no eres nada ¿se te olvida que eres adoptado? Ni tus verdaderos padres te quisieron. Eres el hijo de un lunático que mató a su esposa.

Renato estaba furioso e hizo algo que nunca había hecho antes y fue golpear a su hija con una cachetada.

Bianca agarró su mejilla que ardía ante el golpe su rostro comenzaba a hincharse y a cambiar de color, entonces lo vio con mucho odio, nunca le perdonaría que le haya puesto una mano encima.

⎯ Hija, lo siento. No quise.⎯ Renato trata de acercarse y se disculpa pero ella retrocede.

⎯ Claro que quisiste, pero esta es la primera y última vez que me tocas.

Bianca salió de la casa arrastrando su valija, en la puerta ya la esperaba un auto, ella se sube y se va sin mirar atrás con la idea de buscar a su padre y tratar de recuperar su herencia.

El sol brillaba con todo su esplendor, pero para la familia Rinalde era el día más gris y oscuro de toda su vida.

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