Capítulo N°10

De regreso a casa, Helen acuesta a Cata en su cuna la pequeña estaba agotada con toda la actividad del día que se durmió profundamente, luego arropa a los niños que ya estaban acostados y se dirige a su dormitorio al entrar Renato había encendido velas, el lugar estaba ambientado muy románticamente y en la cama había un hermoso ramo de rosas.

⎯ ¡Vaya! Que linda sorpresa.⎯ exclama con sus ojos brillantes expectantes de deseo, recibiendo la copa de champaña que le acerca su esposo.

⎯ Es que es nuestro aniversario.⎯ le responde al ver su sorpresa.

⎯ Amor nosotros nos casamos en febrero y estamos en septiembre.

⎯ Amor, hoy hace exactamente siete años, que hicimos el amor por primera vez. ¿No puedo creer que lo hayas olvidado? Es una fecha muy importante.⎯ Renato pone su mejor cara de ofendido.

⎯ Lo siento, es que a veces quiero olvidar que sería el cumpleaños de mi madre, es una fecha con muchas contradicciones.

⎯ Bueno, tengo planeado hacer que esta noche te olvides de todo.⎯ él la besa con muchísima pasión, que su cuerpos reaccionan enseguida y sienten una gran electricidad.

Helen suavemente se quita el vestido, lentamente le muestra a Renato que no lleva ropa interior, le guiña el ojo y sonríe pícaramente.

⎯ ¡Te engañe! Ahora ven por tu regalo.

Ella se acuesta en la suave cama, conservando únicamente sus tacos altos entonces saca de debajo de la almohada unas esposas y un aceite de vainillas.

⎯ Sabía que algo planeabas.⎯ Renato sonríe mientras se quita su ropa ante la atenta mirada de su mujer.⎯ Esa salida con Sabrina fue muy sospechosa.

⎯ Sabrina es la única que me enseña cosas nuevas. Ahora deja de hablar de tu tía y ven aquí.

Renato agarra las manos de su mujer las sujeta en la cabecera de su cama con las esposa y comienza  verter el aceite por todo su cuerpo haciendo suaves masajes en sus zonas más delicadas, ella grita de placer ya que es una experiencia exquisita. Él devorará cada centímetro de su piel, sin que ella pueda tocarlo, era tan excitante que la transpiración de Helen y los gemidos no se hicieron esperar. Renato está a punto de complacerla cuando Cata comienza a llorar y los interrumpe. Lo que parecía ser una noche apasionada, terminó siendo una noche en una guardia de hospital junto a Norberto, el pediatra de los pequeños, ya que la pequeña tenía mucha fiebre y deben suministrarles antibióticos.

Al volver a casa estaban tan exhaustos que se durmieron los tres en la cama.

Esa noche Facundo le hacía el amor a su esposa con muchísima ternura y delicadeza en la suavidad de su cama sin intentar nada nuevo ya que a su edad lo seguro era lo indicado.

⎯ Sigues siendo mi gatita traviesa.⎯ susurra al oído  de su esposa al sentir como las uñas esculpidas de Abril se clavan en su espalda.

⎯ Y tú mi gran y único amor.⎯ responde ante la excitación del cálido aliento sobre su piel.

Mientras tanto en un avión con destino al Caribe, Cecilia y Lolo  estaban encerrados en un minúsculo compartimiento que se usaba como baño ya que intentan tener su noche de bodas aprovechando que los demás pasajeros duermen en sus asientos.

⎯ Ten cuidado me vas a tirar.⎯ se quejaba ella cuando él la alza en sus brazos e intenta sentarla en el lavado.

⎯ Tengo todo bajo control, confía en mí soy tu esposo.⎯ Lolo comienza a introducirse en su mujer y sus gemidos retumban en el lugar.

⎯  Shhh, nos pueden oír.⎯  susurra entre gemidos.

⎯  No lo creo.⎯ él le muerde el labio inferior y un pequeño quejido sale de su boca y sus alientos se mezclan en un apasionado beso.

Luego de quince días de locura, Lolo y Cecilia volvieron a Italia después de su luna de miel, con la idea de mudarse a esas islas, habían encontrado su lugar en el mundo, se sentían plenos, las personas eran tan amigables que se enamoraron de esa cultura. El domingo en el tradicional almuerzo en casa de Abril le comentaron sus planes de instalarse en el Caribe.

⎯ Bueno familia, ya lo hemos decidido en unos meses nos vamos.

⎯ Los vamos a extrañar muchísimo.⎯  Abril se levanta y abraza a la pareja.

⎯ Mamá, pueden venir cuando quieran, hemos encontrado una casa de varias habitaciones y son bienvenidos.

⎯ Gracias.

⎯ Tío ¿ podemos ir en el verano y nos enseñas a nadar?⎯  preguntó Dante, mientras jugaba con una pelota en el jardín ya que el día estaba soleado y la familia se reunió en la galería.

⎯ Si campeón, los esperamos en las vacaciones, te enseñaré a nadar, surfear, pescar y muchas otras cosas más.

⎯ Genial, seré igual que tú.

Renato se sintió amenazado, ya que él era muy conservador y no quería perder a su hijo, los celos los invadieron y Helen noto como tensaba sus nudillos en las manos.

⎯ Primero aprenderás a nadar en la piscina con papá, ni loca te dejo entrar al mar.⎯ intervino Helen y el niño  salió corriendo y abrazo a Renato y tímidamente le pregunto

 ⎯  ¿Sabes nadar?¿Me vas a enseñar y no tendré que usar flotadores?

⎯ Sí hijo, yo te enseñaré, será muy divertido.

⎯  Eso es mentira, yo trague agua y mis ojos me picaron todo el tiempo.⎯ explica  Bianca desde un sillón mientras le arregla las uñas a Sabrina.⎯ Además papá es muy malo enseñando.

⎯  ¿Por qué dices eso?⎯ Renato ahora pregunta intrigado ya que se sorprendió con la queja de la pequeña.

⎯  No recuerdas que te escapabas a besar a mamá y me dejabas sola en la gran pileta, ya que ella se veía muy linda en traje de baño.⎯ acusa mientras lo mira a sus ojos y todos ríen.

 Así dos meses después la pareja de recién casados viajó a la isla y finalmente se instalaron allá. Cecilia trabajaba en una reserva ecológica donde cuidaba de delfines rescatados, que luego de ser aliviados lo reinsertan a su ambiente natural y Lolo manejaba una pequeña empresa y también tenía un local de tatuaje como pasatiempo.

Eran realmente felices con su nueva vida y cada vez que podían regresaban a visitar a la familia o recibían a algún familiar o amigo en su villa.

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