Capitulo IX Desesperación

Punto de vista de Dante

Soy un idiota como pude decirle esas cosas tan hirientes me siento como una basura.

Esta mañana salí de la habitación para darle su espacio, me bañé y me vestí en la habitación de invitados baje, al comedor y mi peor pesadilla estaba ahí, la vulgar de Mayra siempre tratando de seducirme, cuando Abi bajo la consiguió a ella a mi lado, mi Abi se sentó al final de la mesa, solo dio los buenos días, mi instinto me dijo que tenía que salir sé ahí antes que esa loca dijera algo sin sentido, le pregunté a Abi si la llevaba, pero me rechazo, de mal humor salí de casa y esta mujer no se me quitaba de encima, debí haberla echado apenas la vi, debí decirle que Abi es mi mujer, pero no quería que ella le hiciera o dijera algo a Abi.

Esta loca se subió a mi auto y como ya iba tarde me tocó llevarla a la empresa, estaba terminando unos asuntos cuando está loca se me tiró encima y empezó a besarme y justo en ese momento entra Abi, se metió a su oficina sin más y eso me puso mal, ya no pude aguantar más y saqué a esa vieja loca de mi oficina y hay voy otra vez a estropear todo, está mañana había dado un gran paso con Abigail y ahora retroceso mil.

La estuve llamando y siempre rechazaba mi llamada, le pregunté a mi secretaria si sabía dónde estaba y tampoco sabía, fui a buscar a esa amiguita de ella y la encontré leyendo un expediente.

Dante: buenos días Darla, sabes dónde se metió Abi?

Darla: lo siento señor Lombardi solo la vi esta mañana.

Dante: por favor si la ves dígale que la estoy buscando y es urgente.

Darla: claro señor Lombardi.

Salí para mi oficina tenía que hacer mucho trabajo y no podía posponerlo.

Punto de vista de Abigail

Ya tengo como una hora llorando en el baño me gustaría correr e irme lejos, pero no podía tenía que soportar para poder recuperar a mis hijos y solo Lombardi tenía los contactos para saber a qué país se fueron.

Cuando logré calmarme me jure que nunca más lloraría y que se ahora en adelante seré fuerte para encontrar a mis hijos a partir de hoy la vieja Abigail murió y ahora van a saber quién soy yo y ni Dante ni Alejandro volverán a humillante.

Lave mi cara, puse maquillaje para cubrir las ojeras, arregle mi ropa y salí como toda una leona dispuesta a pelear por sus hijos.

Abigail: dígame señor Lombardi, para que me está buscando?

Dante: donde te habías metido, quiero pedir disculpas....

Abigail: no es necesario, los dos somos adultos y sabemos lo que hacemos, los dos sabemos que esto es solo un contrato usted me paga y yo le sirvo, nada más, ahora me retiro tengo mucho trabajo pendiente.

No deje que Dante me contestará, me fui a mi cubículo y de ahí no salí en todo el día, ni siquiera para almorzar, termine todo que tenía pendiente, cuando termine ya era tarde Dante no estaba en la oficina, así que salí del edificio agarre un taxi y me fui a mi prisión.

 Dante no había llegado a la casa lo cual me pareció perfecto así que no tendría que ver su cara arrogante.

Adriana: señora que bueno que llega, le apetece algo de cena?

Abigail: si tengo bastante hambre, prepárame unas pastas algo de jugo y un buen postre, por favor.

Adriana: enseguida las preparo, mientras vaya a cambiarse para que se refresque.

Abigail: gracias Adriana.

subí a la habitación de ese señor busque algo como para dormir, cuando ya estaba lista, baje al comedor y para mí mala suerte ahí estaba Dante sentado enterando a que sirvieran la comida.

Abigail: buenas noches.

Dante: buenas noches Abi.

Adriana: señores ya puedo servirles?

Dante: si por favor.

Cuando ví esas pastas mi estómago se alegró, se veían tan sabrosas que no pude esperar y comí mucho, decidí no volver a pasar hambre, mis hijos me necesitan fuerte.

Dante: veo que recuperaste el apetito.

Abigail: así es decidí no matarme antes de saber dónde están mis hijos.

Dante: estoy en eso, el muy cobarde los saco del país con nombres falsos y aún no damos con ellos.

Abigail: gracias por la información. Adriana puedes traer mi postre por favor.

Adriana: si mi señora, ya se lo traigo espero y le guste.

Abigail: gracias Adri.

Adriana me trajo una torta de tres leche con. Avellanas, esto estaba realmente sabroso era mi postre favorito, por lo menos tuve algo de felicidad por un día.

Abigail: ese postre está delicioso, sabes Adriana es mi postre favorito y tu atinaste. Gracias.

Adriana: es un placer servirle mi señora.

Abigail: bueno ve a descansar yo ya me voy a dormir, hasta mañana.

Adriana: hasta mañana mi señora descanse. Hasta mañana señor Lombardi feliz noche.

Adriana se retiró y nos dejó solos en el comedor, el ambiente estaba un poco tenso así que decidí subir a la habitación y acostarme a descansar y ver si podría dormir.

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