Capitulo XIII La Huida

Punto de vista de Abigaíl

Llegamos a la casa y ahí estaban los padres de Dante, inmediatamente me di cuenta de que a su mamá no le agrade, igual no me importaba nada de esto, el señor Mario fue más gentil no me miró con desprecio como lo hizo mi querida suegra, subimos a la habitación a cambiarnos, yo quería un baño así que Dante me dijo que bajara después, así lo hice, me puse un pantalón azul marino y una camisa blanca que me tapara todo lo que Dante había hecho en mi cuerpo, baje a la sala y ahí estaba está señora diciendo que por mi culpa su querido hijo era un grosero, así que decidí mostrarle a esta familia, quien realmente soy, sé que se me pasó la mano, pero ya no iba a permítir que hablaran de mi a mis espaldas, confronte a la señora y para variar Dante se puso en mi contra, no me importó me vale él y toda su familia, y cuando iba a explotar el señor Mario que para aclarar no se parece en nada a estos dos, hizo que me calmara y a partir de ahí solo pase un agradable momento, este señor era tan educado y culto nunca en mi vida había conocido a alguien como él.

Lástima que Dante haya salido igualito a su madre y se pareciera así sea un poquito a su papá hasta agradable sería.

Pasamos a cenar y el señor Mario y yo hablamos como viejos amigos tenía mucho tiempo que no me reía así, de reojo mire a Dante y tenía una expresión fría que hasta daba miedo, quien sabe que estaría pensando ahora. La cena terminó y los padres de Dante se marcharon, el señor Mario se despidió con de mí con un beso en la mejilla. La señora tan queridita ni siquiera me miró y bueno casi que muero jajaja era una broma me dio igual.

Cuando quedamos solos no quise ni hablar con él, subí a la habitación, entre al baño y me volví a bañar, este era mi lugar de desahogo, aquí podía llorar sin que nadie me mirara, cuando estaba lista salí del baño y me acosté, Dante ya estaba acostado en su lado y se notaba que se había bañado, seguro lo hizo en la habitación de invitados.

Dante: te la llevaste bien con mi papá.

Abigail: si, es una persona muy amable y además tiene muchos conocimientos.

Dante: solo fue eso o viste la oportunidad de ganar más dinero.

Me levanté de golpe de la cama lo miré con odio.

Abigail: que diablos estás insinuado que crees que soy, vete a la mxxxxxx, yo no soy una cualquiera y si quieres todo esto que me has dado te lo devuelvo, es más finalicemos ese mxxxxxx contrato y ya

Dante: baja la voz no te permito que me grites, y sí que más puedo pensar de ti, aceptaste estar conmigo por dinero, para ayudarte a conseguir a tus hijos, eso en que te convierte.

Abigail: mejor me voy, nunca debí venir aquí, debí quedarme en la cárcel, igual estoy en una cárcel y sin mis hijos, donde está la ropa que traje cuando llegué no me llevaré nada sé lo que hayas comprado.

Dante: la bote, así que vete con eso que llevas puesto.

Abigail: hasta nunca, espero no volver a verte nunca más.

Salí corriendo de esa casa, no podía seguir ahí, busque a mi amiga Darla ella me recibió con los brazos abiertos, le conté lo que había pasado esta noche y ella me dijo que tenía que salir del país, ella me ayudaría, esa misma noche compro unos pasajes de avión y las dos nos fuimos del país, ella me dijo que desde hace tiempo había querido emprender vuelo y que mejor momento que este.

Punto de vista de Dante

Esta vez sí que la regué le dije cosas que no sentía y es que verla tan feliz con mi padre me lleno de celos, fui un estúpido ya era muy tarde y sabía a donde había ido, lo más seguro es que fue con Darla. A la mañana siguiente fui a la oficina quería ver si se había presentado a trabajar, pero para mí, sorpresa ni Abi ni Darla estaban en la oficina, pregunté por la dirección de Darla y fui a buscarla cuando llegue el casero me dijo que Darla se había ido de viaje y que había entregado el apartamento al perecer no pensaba volver, le pregunté si cuando se fue iba sola o con Abigaíl, no tenía ninguna foto para mostrarle, pero su respuesta me dejó pasmado, me dijo que sí que Darla se había ido con otra chica muy guapa y al parecer las dos viajarían. Abi se había ido tenía que saber a dónde.

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