Capitulo VIII La oficina

Me desperté después y sentí un brazo rodeando mi cintura me asusté, ya que no sabía que estaba pasando.

Dante: sigue durmiendo todavía queda una hora para irnos a la oficina.

¿Abigail: que estás haciendo?

Dante : no te entiendo,qué estás preguntando?

Abigail: pensé que dorimirías en otro lado.

Dante: eres mi mujer y, por tanto, debemos dormir juntos.

Me di la vuelta para decirle sus verdades, lo que no esperaba era encontrarme con esos hermosos ojos nxxxx que me hacían perder en ellos, mi mente estaba en un trance y de mi boca no salía ni una palabra, Dante se fue acercando poco a poco a mí hasta que nos dimos un beso, ese beso me llevo a otro lugar era como si todos mis problemas estuvieran desapareciendo, me sentí segura en sus brazos, hasta que reaccione y me pregunte que qué estaba haciendo?, este hombre me está chantajeando para qué me casé con él, soy tan fácil.

El solo se echó a reír y eso me molestaba más, le pedí que me soltara que tenía que irme a preparar para ir al trabajo, este me soltó y después me dijo al oído si quería que nos bañaramos juntos, le voltee los ojos y salí corriendo al baño poniéndole llave, Por Dios que me está pasando, esto no es real no puedo caer en su juego, esto solo es un contrato, pero por qué me siento así cuando estoy cerca de él? ¿Por qué me pongo nerviosa cuando sé me insinúa? ¿Por qué quiero hacer sé todo con él? Me siento como una cualquiera tengo que centrarme en lo que quiero y estoy segura de que no es a él.

Salí del baño después de asearme, me dirigí al clóset donde saque un vestido blanco hasta las rodillas, un escote no muy pronunciado al frente y un Blaser café, unas sandalias y cartera a juego con mi look, me hice un maquillaje sencillo y recogí mi cabello en una cola alta, creo que estoy a la altura de mi querido prometido. Durante todo este proceso Dante no pareció en la habitación, baje al comedor y hay estaba el acompañado por una rubia de mxxxxxx, llegue y solo dije buenos días, me senté en una silla al final de la mesa y es que no sabía cuál era mi lugar? Una de las empleadas se me acercó y me dijo que me sentará al lado de mi esposo que ya me traía en desayuno, Dante no emitió ni una palabra únicamente me observaba como con cara de querer matarme, igual no le si importancia. Escuché que la rubia oxigenada se llamaba Grécia.

Grecia: Dante acaso no me vás a presentar a tu invitada.

Dante: ella es Abigail una colega.

Que le pasa a este estúpido?, ahora me va a negar (pensé)

Abigaíl: un placer soy Abigaíl Fernández y trabajo en la oficina del señor Lombardi.

Dante: ya hemos terminado, Abigail quieres que te llevemos a la oficina?

Abigail: no como voy a molestarlo yo agarró un taxi y llego, de todas maneras muchas gracias. (idiota pensé).

Los dos tortolos se fueron y yo me quedé ahí con mucha rabia, está mañana pretendía una cosa y ahora anda con esta.

Adriana la muchach de servicio que me había asignado me pregunto si quería algo en especial, le dije que no tenía hambre y que ya me iría.

Salí de esa casa y tome un taxi que me llevaría a la oficina, apenas llegué Darla me vio de arriba a abajo.

Darla: amiga estás irreconocible, te ves hermosa.

Abigail: gracias amiga, hago lo que puedo.

Darla: que hay entre tú y el jefe?

Abigail: tengo que hablar contigo, pero ahora no puedo, nos podemos ver a la hora del almuerzo y te cuento.

Darla: hasta el almuerzo, eso es mucho tiempo.

Abigail: no seas impaciente, ahora no puedo tengo que reportarme.

Me despedí de Darla y camine rumbo a la oficina se Dante, la secretaria me dijo que el señor estaba ocupado y que no lo molestará, que tan ocupado estaría, cuando entre vi donde él se encontraba y sorpresa ahí estaba besándose con la rubia, él me vio y apartó a la rubia, yo solo dije disculpe y entre a mi cubículo, escuché cuando le dijo que se fuera y no volviera a molestarlo, ella se quejó y sentí que asotaron la puerta.

Dante: buenos días, llame a la casa y me informaron que no habías desayunado.

Abigail: no tenía hambre y ya venía tarde al trabajo.

Dante: sabes que tienes que comer y no quiero que esto vuelva a pasar.

Abigail: hagamos algo yo no me meto en tus cosas y tú no te metes en las mías, ya estoy bien grandecita para que me digan a qué hora debo comer

Dante: no voy a aguantar tus groserías aquí en que manda soy yo y si te ordeno que comas lo haces o es que acaso no estoy pagando suficiente por tus servicios.

Esas palabras me abrieron el alma la destrozaron la unieron para volverla a abrir, así que solo soy una cualquiera para él y razón tiene, no valgo nada ya lo he perdido todo.

Abigail: permiso tengo que ir al baño.

Salí a toda prisa de esa oficina y entre al baño, me encerré y llore a más no poder, cuando saldryde está pesadilla? Cuando volvería a ver a mis hijos? Quiero mi libertad y poder ser feliz.

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