Capitulo 19

Renata:

Me bajé de la camioneta, los oficiales al parecer ya estaban avisados que vendría una nueva chica. Miré hacia la entrada viendo como estaban dando instrucciones sin que hubiera llegado. Caminé hacia la cajuela abriéndola. Tanto Elena como yo sacamos todos los documentos que tenía que Oliva nos había entregado así como los que Bastian me había dado. Cualquier cosa nos iba a servir.

Elena: De seguro Bastian ya avisó.

Renata: Solo así entendería por que están como locos.

Bajé la puerta de la cajuela, los oficiales que estaban en la entrada se habían dado cuenta que habíamos llegado, uno de ellos se apresuró en llegar hasta nosotras.

Oficial: Jefas.

Renata: ¿Qué es lo que está sucediendo?

Oficial: el señor Alexander y el señor Gerard nos dieron el aviso que traerán a una nueva chica, nos dijo que es peligrosa.

Rodé los ojos soltando un gran respiro, lo que menos quería escuchar eran los adjetivos que ellos mismos les habían puesto.

Renata: Me están esperando.

Oficial: Ahh, si. Un Joven con la detective Olivia. Tienen rato.

Me apresuré a caminar, eso era cierto, quien sabe cuanto tiempo estaban aquí y ya lo que fuera ya tendríamos que decirles lo que sucedía.

Subimos los escalones los oficiales nos abrieron la puertas, miré por ambos lados viendo a la doctora Emma, me saludó desde su consultorio, levanté mi mano haciendo lo mismo. Creo que de todos los que antes laboraban ha sido la única que decidió Bastian dejar, ya que Siena muy rara vez se aparecía aquí, así que Emma se encargaría como siempre estar a cargo junto con los oficiales mientras nosotras no estábamos.

Caminé directo a mi oficina, miré por la ventana a un joven que estaba platicando muy a gusto con Olivia.

Elena: Madre mía. Un Dios del olimpo bajó.

La miré riendo un poco, la verdad estaba bonito el chico. Abrí la puerta entrando. Negué con la cabeza.

Renata: Lo siento mucho por hacerles esperar, en verdad, todo se complicó el día de hoy.

El chico se puso de pie al igual que Olivia, me acerqué a la mesa redonda donde siempre nos reuníamos, dejé toda las carpetas que tenía en la mano, Elena le sonrió al chico.

Me acerqué a Olivia saludando de beso en ambas mejillas, pasé al chico.

Renata: Renata Nunier. Mucho gusto.

Demian: Demian TRonchelli.

Elena: Elena Blondon.

Demian: Demian Tronchelli.

Les hice señal para que tomaran asiento, quería ir directo al grano, tenía muchas cosas por hacer, si traían a Kenji lo más seguro es que Bastian estaría aquí.

Olivia: ¿Cómo es que le hicieron el juicio hoy a Kenji?

Renata: La verdad por más que Bastian insistió para que hablaran no lo hizo. Ni con Siena hablo.

Demian: Ella nunca va hablar. Ni siquiera les entiende.

Renata: ¿La conoces?

Demian extendió su mano con una carpeta en, lo miré pasando mi atención a la carpeta, la sostuve mirándola, justamente las palabras de la secta al frente, miré hacia Elena.

Elena: ¿De que se trata esa secta? Olivia nos contó algo.

Demian: Tengo mucho tiempo investigando a estas personas. Ellos tienen un grupo, como de millonarios a su alrededor que pagan por ver a menores sufrir.

Renata- Elena: ¿Cómo?

Respiré profundamente, abrí la carpeta empezando a leer junto con Elena todo lo que aquí había. Solo en leer la primera hoja me daba repulsión en pensar lo que estos menores pasaban. Entreabrí mis labios cuando iba pasando a las siguientes hojas.

Elena: Esto es de enfermos.

Demian: Pagan cantidades garrafales para torturarlos.

Renata: ¿Con que objetivo?

Él miró hacia Olivia que al igual que nosotras estábamos en espera que dijera algo.

Demian: ¿Han escuchado del término Mártir?

Las dos negamos con la cabeza, nunca habíamos escuchado sobre un mártir, bueno si sé que es un mártir, pero no sé como para que lo aplicarían.

Demian: Mártir es una persona que padece sufrimientos, injusticias o privaciones por alguien o por algo, especialmente si los padece con resignación.

Moví mis manos de manera que no estaba entendiendo absolutamente nada. Abrí y cerré mis ojos tan rápido como podía, esto se escuchaba increíble para mi.

Renata: En nuestro idioma.

Demian: Estos menores, sufren de una violencia extrema, como dejarlas sin comer, si les dan de comer es lo mismo todos los días, las dejan que se hagan sus necesidad en un mismo lugar, las dejan de tomar la ducha, las golpean de manera tan extrema que muchas veces las dejan inconscientes o hasta las llegan a matar. Las privan de la luz, las mantienen encerradas en alguna parte por días, son capaces de jugar con tu mente de esa manera. Cuando las golpean y tratan de defenderse les va peor, cuando les dan su comida se las hacen en papillas para que la puedan digerir mejor, las atan a sillas donde allí hacen sus necesidades, no tienen luz, llega un momento que saben que el ciclo se vuelve a repetir, eso es todos los días, a la misma hora. Tanto que ya saben que les espera que se van resignando en que volverá a pasar todo de nuevo al día siguiente. Les han quitado la piel, las exponen a altas temperaturas. Todo para llegar al grado de mártir.

Estaba con la boca abierta al escuchar cada palabra, no podía creer nada de lo que estaba diciendo.

Elena: amm, amm… ¿Con que objetivo?

Demian: Al llegar al nivel de Mártir, se supone que puedes ver lo que esta después de la vida.

Reneta: Pss… amm.. pss… (garraspeo) ¿Es real?

Demian: Tan real que muchas personas adineradas pagan para saber que hay después de la muerte. Por eso es una secta. Logré investigar el colegio, les lavan el cerebro haciendo creer que es lo correcto. Los estudiantes del instituto Eckloss, piensan que son lo máximo y que los profesores son los mejores. Cuando ingresé en ese instituto, empecé a notar cosas extrañas, como que ellos no prestaban atención, lo adjudiqué un déficit de atención, pero conforme pasaba el tiempo me daba cuenta que los mismos estudiantes sometían a otros a la tortura.

Me puse de pie rascando mi cabeza, si, estaba claro que hay un maltrato, pero esto ya era otra cosa, me negaba a creer que algo así existiera.

Renata: Vi a los estudiantes los vi bien, sumisos pero bien.

Demian: No todos los estudiantes de ese colegio pueden estar en esa situación, la mayoría de los estudiantes del instituto Eckloss, son los hijos de esas personas adineradas, les han inculcado que el sufrimiento a menores que no se pueden defender es lo mejor que ellos pueden ver.

Elena: Olivia nos dijo que había un salón de niños especiales.

Él asintió. Señaló la carpeta, me acerqué de nuevo buscando a lo que él quería decir. Empecé a pasar los documentos llegando a una fotos. La tomé viendo que eran un salón como de 20 niños, giré la foto mostrándosela.

Demian: Todos ellos son niños con capacidades diferentes, la mayoría sin padres, o con alguna discapacidad igual. Allí te dejé la información de cada niño de ese salón.

Renata: Mencionaste que Kenji nunca hablaría… ¿Por qué?

Demian: Kenji Hiroma, es sordo muda.

Entreabrí mis labios, reposé mis manos en la mesa… Negué con la cabeza, no, eso no era cierto.

Demian: Ella no les escucha, no les entiende, ella solo se dirigí a las personas con lenguaje de señas.

Me incorporé caminando hacia el escritorio… Recordé cuando Angel se presentó, él se señaló al decir su nombre y logro captar su atención, cuando Alexander le enseñó la llave de las esposas, lo dejó quitarlas. Cuando estuve con ella levanté mi mano señalando que tomaría sus huellas en la Tablet… Cerré mis ojos negando con la cabeza.

Renata: Ella no habla.

Demian: No.

Renata: Ella no pudo defenderse. Todos creímos que no decía nada por que nos tenía miedo.

Demian: Llegar a estas niñas no es tan fácil. Es cierto, Kenji tomó venganza por sus compañeras.

Renata: ¿Por qué contra el director?

Demian: El Rector Han Tanaka, es miembro de esa secta.

Levanté mi mirada hacia Demian, mis ojos ardían por las lagrimas que estaban empezando a caer. Tragué saliva apartándolas.

Renata: Le dieron sentencia a una pequeña, que no pudo decir nada a su favor.

Demian: Tristemente, es el país que tenemos. Donde se sentencia primero antes de conocer los verdaderos motivos que la llevaron a cometer ese acto.

Elena: Amm… Abusan de ellas sexualmente.

Miré a Demian, pasó su mirada hacia Olivia, luego la fijo en mi, terminando por ver directamente a Elena.

Demian: Si. Para no embarazarlas, las operan sin su consentimiento.

Sentí tremendas nauseas… Me levanté de mi asiento corriendo hacia el bañó entré, cerrando la puerta devolviendo todo lo que tenía en el estómago.

No podía contener más tanta crueldad, no me lo podía imaginar, si solo escucharlo me estaba causando tanto asco esas personas que estuvieron cerca de nosotros. Riendo en señal de triunfo, como si ella realmente se mereciera estar en prisión, con una condena tan injusta.

Elena: ¿Cómo haremos hablar a Kenji?

Demian: Ella no habla, no la harán hablar. Pero con lenguaje de señas si.

Me sostuve del inodoro, jalé la llave de la taza poniéndome de pie. Mis piernas me temblaban demasiado esto era como un castigo que me estaban imponiendo. Me sostuve del lavamanos, abrí la llave tomando un poco de agua entre mis manos. Humedecí mi rostro, miraba como mis ojos rojos no pudieron hacer justicia en alguien que necesitaba de nosotros. Embuché un poco de agua dejándola caer de nuevo en el lavamanos. Tomé una toalla. Limpiaba mi rostro de la humedad.

Abrí la puerta mirando a Bastian pasar. Tragué saliva…

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Elena

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